Capítulo 00: Quiero un cachorro.
—Mamá, quiero un cachorro.- el pecoso de veinticinco años suelta la bomba de repente mientras cena con su madre.
La Omega mayor mira a su hijo con los ojos abiertos, en shock por lo mencionado, no sabe cómo responder a eso exactamente.
Aunque ya debería ser algo normal, pues su pecoso es un adulto echo y derecho, más bien le ha parecido raro que no le presente una pareja aún.
Aunque exactamente eso es el problema, desde la universidad, Izuku nunca ha tenido una pareja, ni una relación seria, ¿Como piensa tener un cachorro entonces?
—Oh,- Inko respira profundamente antes de volver hablar, una parte de ella se emociona con la idea de tener un nieto.—p-pero, cariño, no tienes ningún alfa.
—No lo necesito. No quiero ningún alfa, solo un cachorro- respondió el pecoso como si nada mientras comía un bocado de su cena, la Omega mayor solo lo miró atónita.
—No entiendo, ¿Solo quieres un cachorro, pero no un alfa, ser madre soltero?- preguntó aún sin procesar bien la información.— pero, ¿Como cuidarás de un cachorro sin ayuda de un alfa?
Inko preguntó preocupada, ella también es madre soltera, pero no por gusto, su alfa la abandonó apenas supo que estaba embarazada, le fue muy díficil cuidar de un pequeño y trabajar, además de no haber podido terminar su universidad por su pequeño lo hizo un poco peor.
Los trabajos que pudo conseguir en aquellos tiempos habían sido pesados, largas jornadas y mala paga, pero salió poco a poco adelante y cuidó lo mejor que pudo a su cachorro. Según ella hizo un buen trabajo.
Pues su Izuku creció con todo su amor, no tenían mucho, pero no les faltó nada, el pecoso ahora era un estudiado con buen trabajo, la Omega mayor estaba feliz de ver que todos sus esfuerzos dieron buenos frutos.
—Tengo suficiente dinero ahorrado como para comprar las cosas para el cachorro y me duraría un par de años más, además de que me puedo dar de baja con la licencia de maternidad y trabajar desde casa cuando el embarazo esté más desarrollado.- Izuku era alguien muy planificador, su mente inteligente siempre estaba un paso adelante de los demás.
Ya había pensado en los pros y contras de la idea, sabía que cuidar de un cachorro no sería fácil, al menos el primer año. Pero era algo que estaba dispuesto a pasar, quería un cachorro pronto sin importar qué.
Inko sonrió ligeramente, ella no sabía como su hijo podía ser de esa forma, alguien determinado, terco, curioso y tímido a la ves, era su cachorro y lo quería con su alma, estaba demás decir que lo amaba tal cual era.
—Bien, solo espero sepa lo que haces,- accedió la Omega al final sabiendo que el pecoso lo haría de todas formas.— no veo la hora de conocer a mi nieto.
Habló ella con cierta felicidad, e Izuku sonrió divertido. El tampoco podía esperar para tener su cachorro, era lo más ansiado desde hace algunos meses, y había querido decirle a su madre desde entonces, pero no había tenido valor hasta ese momento.
Después de la cena el pecoso volvió a su departamento en su auto, cuando llegó lo primero que hizo fue darse una ducha y después meterse en su suave cama.
El pecoso miró al techo levemente iluminado por la luz de alguna farola en la calle. Llevó una mano hasta su pecho y tocó allí, le dolían los pezones, como si fuera a amamantar.
Su ansiedad por tener un cachorro empezó hace un par de meses atrás, cuando su jefe Shoto Todoroki había mencionado que su Omega Momo estaba embarazada, inconcientemente se imaginó así mismo en ese estado y desde ese punto no pudo dejar de pensar en ello.
Tener una pequeña criatura en su vientre, que fuera creciendo poco a poco al pasar lo meses, traerlo al mundo, tenerlo en sus brazos, cuidarlo ver cómo sería. Una cosita pequeña y bonita, a la cual cuidaría y amaría incondicionalmente.
No podía pensar en otra cosa que no fueran cachorros esos últimos meses, siempre estuvo tan metido en su vida laboral que nunca se dió un respiro para pensar en una familia hasta ahora.
Nunca había tenido alguna relación desde la universidad tampoco, bueno, lo de aquella vez solo fue un romance lleno de hormonas, momentáneo.
Después de eso no le prestó atención a nadie, y tampoco era como si alguien hubiera llamado su atención. Sus estándares en alfas nunca se completó tampoco.
Su deseo por un cachorro solo empeoraba mientras más lo pensaba, o imaginaba. Siempre que salía al parque se encontraba con alguna madre y su cachorro, ya fuera apenas un bebé o un pequeño de cuatro años.
Sólo podía mirar desde lejos y con anhelo, como los pequeñitos reían por los mimos de sus madres. Era algo que quería tener, y aunque quería dejar esos pensamientos y concentrarse en su trabajo, no pudo y su cuerpo no le ayudó en lo absoluto.
De un momento a otro su pecho comenzó a doler, incluso goteó leche materna un par de veces, y el siendo un masoquista, jugó con sus pezones imaginando que era un pequeño cachorro quien tomaba esa leche.
Eso solo hizo que su ansias por un cachorro crecieran más. Se llenaba de frustración y terminaba llorando algunas veces por ello, su Omega interior chillaba y aullaba por un cachorro tanto como el.
Izuku se convenció de que ya tenía algún problema sicológico así que como buen nerd se puso a investigar lo que le ocurría.
"Fiebre de cachorros"
Fue el resultado, eso era lo que tenía, una obsesión o un deseo incontrolable de ser criado y tener un cachorro. Y para su desgracia, el deseo no se calmaba hasta cumplirse, podría hacer que su Omega entrara en depresión y no quería eso.
Era un Sí o Sí definitivo. Bueno, no era como si la idea le desagradaba del todo.
El pecoso miró su despertador, eran casi las diez de la noche, además era un viernes. Se despegó de sus sábanas y fue a su armario, ya no queria aguantar más, conseguiría que un alfa lo preñe esa misma noche.
No le importaba el alfa, solo quería al cachorro, eso era lo que le decía su mente y estaba más que tranquilo con eso. El y su madre pudieron salir adelante sin un alfa antes.
¿Por qué debía de necesitar uno ahora?
No gracias, el podía más que cómodo cuidar de un cachorro, solo.
Tomó de sus ropas una camisa sin mangas apegada a su cuerpo, unos shorts un dedito más abajo de sus grandes glúteos, unas mallas red y sus zapatillas rojas de siempre.
Provocativo y sexy, lo suficiente para tener la atención de los alfas. Izuku fue a su espejo para ponerse un poco de maquillaje, labial y un poquito de rubor, no se maquillaba a menudo.
Sonrió ante la imagen y con sus manos se peinó el cabello hacia un lado, satisfecho, tomó su chaqueta y las llaves de su auto.
Salió rumbo al bar más cercano que encontró y se estacionó allí, al entrar pudo sentir el aire denso, lleno de aromas diferentes y alcohol.
Sintió algunas miradas en su persona, pero no se sintió incómodo o avergonzado, el solo fue a ese lugar como muchos otros que estaban allí, por un rato de diversión y buenos tragos.
Tranquilo, se dirigió a la barra y tomó asiento en uno de los bancos que habían allí, y el barman rápidamente se acercó para tomar su orden.
—Un trago de tequila, por favor.- cualquiera que le haya escuchado pensaría que está allí para ahogar sus penas de alguna rotura en alcohol fuerte, o solo era una zorra nueva en la zona.
Pero la verdad era que al pecoso le gustaban la bebidas fuertes, el tequila y el whisky eran sus bebidas favoritas, eran sus mejores amigos después de una semana pesada de trabajo.
Cuando su tragó fue entregado lo bebió de inmediato, soltó un suspiro satisfecho cuando sintió el calor bajar por su garganta y llegar a su estómago, pidió otro trago y mientras lo esperaba, se dió la vuelta para mirar a su alrededor, habían muchos alfas en ese lugar, algunos ya descartados por sus feas apariencias.
No era mezquino, pero le gustaría que su cachorro fuera alguien bonito, esa noche tendria que cumplir su objetivo sí o sí.
El pecoso se tomó su otro trago de tequila, sin percatarse de un par de ojos rubí que le miraban desde una esquina en el bar.
(...)
-gritos de perra loca- AHHHHHHHHHHHH!!
-tose-
Cof....cof...cof ...
¿Que tal gente bonita? Espero que estén bien, yo estoy bien.....bien mal, ¡Saquenme de la universidad! ¡¡Mamá ya no quiero estudiar!!! -chilla a lo desgraciado-
Espero les haya gustado éste prólogo.
Nos vemos después. Bye.
Zaorycast. ✨✨
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