Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

9 - Entrenamiento Part 3. (1)

Capítulo 9 - Entrenamiento Part. 3

Transcurrió un día desde que tuvo su salida con su nueva amiga. No fue muy agradable cuando volvió a su sede farmacéutica.

Recibido con muchas bromas por parte de su capitana y primera amiga; Naaza.

En la actualidad, ubicado dentro del calabozo.

Izuku se enfrentaba a un pequeño grupo conformados por duendes.

Un grupo de tres criaturas pequeñas y horripilantes.

Él usando su nueva arma, la hacha.

Realizaba cortés veloces, cortando toda criatura con elegancia y velocidad. En comparación de hace unos días, en sus inicios como aventurero.

Notó este abismal cambió.

Dejo de titubear al momento de batallar. Ahora no temía arrebatar la  vida de estos monstruos.

Cuando venció a los tres duendes en simultáneo, se quedó inmóvil donde derrotó al último monstruo.

¿Todo se volvió más sencillo?

Su entrenamiento daban sus respectivos frutos. Ahora su primer piso, dejó de representar riesgos verdaderos.

Sin embargó, tenía mucho por aprender todavía. No dejaría que ésta hazaña lo volviera arrogante y descuidado.

Suspiró y continuó.

Este día recompensará el día anterior, donde tuvo que abandonar el calabozo debido a su hacha quebrada.

Izuku caminó entre las rocas, en busca de un monstruo que enfrentar.

Con unos minutos que se le hicieron largos, encontró un Kobolt.

Un monstruo con cabeza de perro.

Sin esperar absolutamente nada, impulsado por simples instintos primitivos.

El monstruo atacó.

Izuku levantó su hacha con una mano, y rapidamente realizó un corté horizontal.

Consiguió cortar la superficie de la nariz del monstruo que saltó hacía atrás.

Ahora más precavido con el aventurero. Izuku vio de un lado a otro, no descuidando ninguna zona de su cuerpo.

A su alrededores habían múltiples pasillos del calabozo, dónde los monstruos podían aparecer de repente.

—"¿Éste monstruo es lento o me he vuelto capaz de verlo mejor?"—, pensó viendo como el monstruo se abalanza en su contra, como pensó, él iba muy lento.

No pensando en nada realmente.

Izuku dejó pasar  al monstruo, quedando a espaldas del mismo. Sin miramientos, había decapitado.

Después de derrotar a la criatura. Recogió la piedra mágica del monstruo. Tomando su diario, empezó a anotar desinteresadamente sobre sus experiencias dentro de estos calabozos.

—"Creo que estoy preparado para avanzar a los siguientes niveles del calabozo."—, pensó, guardando de nuevo aquel diario. Caminó de nuevo en busca de más batallas.

Se escuchaba fuertes chillidos de monstruos dentro del primer suelo.

Izuku apreciaba a un pequeño duende correr por su vida, alejándose aterrado de él. Sin un brazo, y con sangre en su cabeza a causa de un pequeño corté.

El aventurero caminaba lentamente detrás del duende, con una expresión desinteresada, se lamentaba tener que torturar al pequeño duende.

Sin embargó, esos chillidos causaban la atracción de otros monstruos. Movidos por instintos, la curiosidad atraía.

Y este pequeño duende, guiaba hacia otros duendes en busca de protección y unión para fortalecer.

Mientras más monstruos derrotará, más monedas obtendría.

Cuando pudo ver otro duende, el duende herido corrió hacia él, pero no llegó demasiado lejos cuando su cabeza se despegó de su cuerpo.

Izuku se lanzó contra el nuevo duende, tomándolo sorpresa, el monstruo empezó a huir con terror. Sin ninguna intención de enfrentarse al aventurero.

Lastimosamente no llegó demasiado lejos cuando estalló.

Acercándose a su piedra mágica. Izuku la tomó.

El día avanzó, y la anochecer entraba. Izuku que estuvo todo un día dentro del calabozo, en su ropa había notables manchas de sangre.

Afortunadamente.

Ninguna era de él.

En este día, se dio cuenta que superó su primer piso.

Los monstruos dejaron de representar riesgos.

No obstante, nunca llegó a representar un riesgo.

Ahora solo quería pedir si le daban una autorización para bajar a los siguientes 3 pisos.

2, 3, 4.

Deseaba experimentar una nueva dificultad. No esperó superar de forma tan sencilla su primer piso, ahora tenía hambre de querer experimentar más.

Monstruos vencidos - 31
Ganancias - 6,225

Izuku no pudo ver a su consejera trabajando, quizás porque era tarde ahora.

Suspiró cansado y abandonó el gremio con sus ganancias obtenidas este día. Una grandiosa suma para él, un aventurero novato.

Sin embargó, para obtener esta ganancias, estuvo más de 18 horas dentro del calabozo.

No quejarse.

No pensaba en quejarse al respecto, le agradaba cada vez más su nuevo trabajo de aventurero. Prontamente, enfrentarla mayores retos, y obtendría una mayor compensación.

Izuku tras unos minutos de caminó, llegó a su sede farmacéutica. Ingresando lentamente, desgastando y sudoroso, solo pensó en ducharse, comer algo, y dormir.

—Izuku, bienvenido, ¿cómo te fue?–, Se acercó sonriente y aliviado.

—Buenas noches, señor, me fue bien, por suerte.—, Izuku enseñó una bolsa bastante llena para orgullo de la divinidad.

—Es bueno escucharlo. Ve a ducharte, en seguida prepararemos la cena, ¿bien?—, Él señaló en dirección al baño.

—Gracias señor.—, Tambaleando a las duchas. Antes de continuar pudo ver a su amiga. —Buenas noches, Naaza, ¿cómo estás?

—Buenas noches, Izuku, bien, ¿cómo te ha ido a ti?—, Naaza dejó la comida de lado, acercándose al aventurero adolescente.

—Bien hoy obtuve 6,225 monedas. Pude recompensar un poco no haber estado tanto ayer.—, contó, entregándole la bolsa de monedas, confiaba en ella plenamente. Y ahora sus ingresos pertenecían a su familia.

—Estupendo, ¿qué piensas hacer con él? Recuerda que queremos que te compres mejor equipamiento para tus aventuras.—, comentó, abriendo un poco la bolsa para ver aquellas brillantes monedas.

Mientras mi hacha este en perfectas condiciones, no necesito otro equipamiento. Por ahora estoy bien, no te preocupes. Usa ese dinero para los ahorros del señor Miach.—, Propuso, no era mucho dinero, pero la verdad para haberlos alcanzado en el primer piso era un grandioso logro.

—Si te parece correcto, entonces lo guardaré. Ahora ve a bañarte, y déjame tu ropa en el cesto de ropa sucia.—, ordenó, apurando al protagonista directamente al baño.

Izuku después de ducharse y descansar. Se sentó en la mesa, esperando pacientemente la ceja de esta noche. Bastante ansioso, siendo que la última vez que comió fue durante el mediodía, dentro del mismo calabozo.

Viendo a su dios, él estaba ayudando a Naaza en la preparación de comida. Ambos centrados en sus tareas.

—Señor, ¿puedo pedirle algo?—, Llamó atrayendo la atención del amable hombre.

—Si hijo, dímelo, ¿sucedió algo?—, mientras picaba algunas verduras frescas.

—Deseaba saber si podía tener su permiso para bajar más pisos, por lo menos hasta el tercero.—, Pidió, ahora que era capaz de enfrentar a los monstruos, deseaba bajar un poco.

—¿uh?—, subió su mirada para ver a su aventurero, no esperando esa propuesta. Él había arrancado a ser un aventurero hace unos días.

—Creo que tuve una aceleración repentina, o el primer piso nunca fue un reto.—, Comentó, tuvo la extraña fortuna de encontrar muchos monstruos. Es como si el calabozo pusiera esos monstruos solo para él.

Sin embargo, tampoco fue un reto.

—En realidad son ambas; el primer piso no es un rato, sin embargo los aventureros novatos tardan en avanzar, tuviste un acelerado avancé. Los entrenamientos dan sus frutos.—, Comentó Naaza, con un débil asentimiento.

Izuku pensó en aquellos entrenamientos, a base de dolor. Pero entrenamiento después de todo. Un retorcido esfuerzo masoquista donde ella no tenía dudas en dañar.

—Si deseas bajar a esos pisos, aumentare el daño para mañana, no me voy a contener.—, Ella comentó, preparando un jugoso pollo.

Izuku se puso blanco, y recordó cada uno de los ataques de su compañera. Realmente no era capaz de pensar en mañana, se resignó.

—Mañana actualizaré tu estado, hijo, solo sé un poco paciente, ¿bien? Dependiendo de tu rendimiento, te daré el permiso para bajar más.—, La divinidad comentó, y dejó la conversación de un lado. Recogiendo las verduras, caminó hasta la mesa.

—Está bien, señor.—, Izuku se apoyó en su asiento. Esperando su cena pacientemente.

Mañana sería un grandioso día.

¿Cierto?

----

Iluminada por los rayos solares. Naaza daba una extravagante voltereta metros del suelo.

Sosteniendo su arco, ella apuntó a un nervioso adolescente.

Izuku estaba gravemente herido, todo su cuerpo menos en zonas vitales, había una flecha bien incrustada.

Su rostro machada e su propia sangre a causa de duros puñetazos, tal y como ella mencionó.

'—Si deseas bajar a esos pisos, aumentare el daño para mañana, no me voy a contener.—,'

No se contuvo para nada.

Cómo si se estuviera desahogando.

Ella atacó sin dudas ni contención.

No pudo esquivar ni contener ningún ataque. Fue completamente abrumado.

Una flecha se enterró en su pie. Causando una leve salpicadura de la zona afectada, con ello, un quejido por el infernal dolor.

—No te quedes quieto, usa tu entorno. ¿Acaso te quedas como idiota mientras los monstruos te atacan? Muévete, no nos vamos a detener hasta que hagas algo en mi contra.—, Naaza cayó elegantemente sobre un pilar de escombros, extendiendo su arco, con dos dedos estiró la cuerda de su arco. Y con ella, una nueva flecha.

Izuku hace unos días, hubiera dudado de las palabras de su compañera. Ahora no, tomaría cualquier consejo de su parte.

Sacando aquella flecha de su pie izquierdo, rápidamente comenzó a correr entre los escombros.

Cada pasó representó un infierno personal a causa del dolor. Pero este dolor iba a fortalecerlo, literalmente.

Su mirada concentrada, se abrió en asombro cuando naaza apareció detrás de un pilar derrumbado, preparada para atacar.

Fue capaz de reaccionar al instante, girando su cuerpo, rodeó aquel escombro para quedar a espalda de su atacante.

Con su hacha en mano, la elevó dispuesto a atacar.

Ya no iba a dudar.

Lanzó un rápido corté en vertical. Sin embargo, su ataque más fuerte, no represento ningún reto para ella.

Saltó hacía atrás, dejando pasar del largo al sorprendido protagonista.

—Fue una buena manera de reaccionar, cómo lo dicen en tu país. Sayonara.–, Con un duro gancho directamente a la cabeza.

Izuku apretó sus dientes, bajó forzado su cabeza, mientras el poderoso puño de la antigua aventurera rozaba unos mechones de su verdoso cabellos.

Todo pasó verdaderamente lento.

Giró su cuerpo, mientras en su brazo derecho donde sostenía su hacha, empezó a elevarse contra la expectante naaza.

Ella que en un principios se sorprendió un poco, pudo predecir ese ataque, inclinando su cabeza y cuerpo centímetros atrás.

El hacha de izuku terminó rozando su rostro.

Un fuerte ruido se oyó.

Izuku se encontraba desmayado unos metros atrás. Y ella con su pierna derecha extendida, solo pudo ver al pequeño aventurero novato caer tras una fuerte patada en su cuello.

—Eso estuvo muy bien, Izuku. Estás dando un progresó impresionante. La verdad.—, Una sonrisa se formó en su rostro. Una orgullosa sonrisa ante el desmayado aventurero.

Izuku que ahora descansaba. Naaza se había encargado de retirar todo el daño, limpiando los rastros de sangre de su rostro.

Mientras dormía.

¡*Malicia*!

De la nada, se sentó, causando la sorpresa de la mujer que tenía un trapo en sus manos.

—¿Izuku, qué sucede? ¿estás bien?

Izuku miró en todas direcciones, con un sentimiento desagradable causado recientemente.

¿Qué había pasado?

Un sentimiento de estar siendo visto por algo desconocido. Eso causo que mirara en todas direcciones precavido. Muy precavido.

—Siento que nos vigilan.—, comentó en un tono bajo, tomando su hacha con mucha fuerza.

Su compañera, frunció el ceño, no sintió ninguna vigilancia. Y sus instintos estaban más desarrollados que las de su compañero. Se hubiera percatado al instante.

—Debes estar cansado. Creo que me pasé un poco.—, comentó, intentándolo calmar al nervioso adolescente.

—¿Un poco?—, Preguntó incrédulo, solo falto una flecha en su trasero y cabeza para completar todos los ataques de ella.

—No seas llorón, mis ataques te benefician, entraste en un estado crítico, significa que subirás más puntos, ¿cierto?—, Preguntó de regresó, indiferente la verdad ante todos los ataques qué acertó en el chico.

—Supongo que tienes razón, volvamos a casa por favor. Tengo hambre.—, Comentó, levantándose lentamente del suelo, sin las heridas, quizás había tomado unas cuantas pociones inconsciente.

Llegó el mediodía día.

Izuku preparó su bolso, listo para ir al calabozo. Todavía no consiguió una autorización de su dios para bajar del primer piso.

Por esa razón aprovecharía sobrepasar un límite y subir puntos extras. Así que se dejaría dañar un poquito. No disfruta del dolor, pero si deseaba avanzar, era un sacrificio necesario.

Al pasó de unos minutos, llegó al laberinto, ingresando, inició su búsqueda de monstruos.

La verdad es que no había demasiados monstruos dentro del primer piso.

Haber encontrado 30 el día anterior se debió a dos factores importantes. 3 en realidad, la primera fue que al causar un daño doloroso en una criatura. Sus aullidos atraía a otras.

Uso esto a su favor, usando muchos monstruos para atraer a otros monstruos.

La segunda razón, las largas horas dentro del calabozo. Necesitaría acostumbrarse para en un futuro. En expediciones, estaría dentro del calabozo por días o semanas.

Así que estar acostumbrándose y adaptándose a un nuevo entorno hostil servía.

La última razon: el calabozo parecía estar consciente de él, como si fuera una extraña criatura, creaba monstruos que emergían de las paredes. Un acontecimiento raro que debería tener en cuenta en un futuro.

En la actualidad, Izuku corría.

Acercándose a un duende que también se acercaba a él. Nuestro protagonista se detuvo repentinamente, inclinando su cabeza hacia atrás. Su mejilla recibió una cortadura de garras a causa del pequeño duende.

Este pequeño e insignificante daño.

Iba a fortalecer su estado.

En un veloz movimiento, el duende chillo de dolor cuando su ojo derecho fue perforado.

Él apretó su puño, y no tardo en arremeter nuevamente, el inofensivo duende salió disparado unos metros debido al puñetazo directamente al rostro.

Viéndolo huir, inició la pequeña estrategia del día anterior. Atraer monstruos utilizando monstruos. En su lenta caminata, apreciaba los detalles de laberinto.

Pero se concentró de nuevo en la criatura que corría por su vida.

Él movió su brazo y su mano en dirección a un bolso trasero, donde sacó una daga de baja calidad.

Era la misma daga que le dieron en el gremio por primera vez, junto una armadura que ahora estaba destrozada.

¿Debería de aprender a usar otras armas?

Cómo una lanza, o una espada. O como su compañera, un arco para largas distancias.

Tal vez explorar y aprender nuevas cosas no resultaría tan mal.

Su atención fue llamada cuando vio un nuevo duende, lanzándose contra el herido duende, elevó su hacha para perforar por completo la cabeza del monstruo.

Causando que sangre se desparramar por el suelo de forma bastante grotesca. Dándole quizás una muerte rápida y esperaba que indolora.

El nuevo duende expectante de la situación, hizo una pequeña mueca asustada.

Retrocediendo un pasó por la intimidación, nuestro protagonista se puso frente a frente con el monstruo.

Primero, limpió su hacha utilizando su propio pantalón, sacando un poco de sangre de ella, aunque todavía permaneció manchada.

Hasta ahora he asesinado a 38 de tu especie. Lo siento, si hay duendes inteligentes dentro de este calabozo, prometo protegerlo.—, Dudo que haya monstruos inteligentes, sin embargo era un ignorante, desconocía del calabozo. Podía aprender, pero deseaba hacerlo por su propia cuenta.

Como si fuera el primer explorador del calabozo.

Después de asesinar a ese pequeño duende. Continuó lentamente, en busca de más monstruos.

No había nada que contar.

Conquistó éste piso orgullosamente

En cuestión de días, se fortaleció inesperadamente rápido. Y aunque deseaba bajar, el no era capaz de romper una regla.

No tenía ese valor.

6 horas de exploración, y en comparación del día anterior, ahora sus ganancias fueron menores cantidades.

—¿Entonces quieres bajar más pisos? Eso dependerá mucho de cuantos puntos hayas subido, no puedo darte esa autorización hasta no ver tu actualización.—, Eina comentó, negando con su cabeza. Todo dependía de una nueva actualización y de la palabra de su dios.

—Me aburrió un poco estar ahí. Mañana te voy a traer una nueva actualización.—, Sonrió determinado, esta misma noche se encargaría de actualizar su estado. Tenía unas expectativas verdaderamente altas sobre esto.

—Esta bien, pero.. ¿Te.. aburrió?—, Eina poniendo una expresión un tanto incrédula, tenía los días perfectamente contados donde izuku ingreso al calabozo por primera vez.

Una aceleración poca común y una declaración sorpresiva para ella.

—Bueno me están dando un poco de pena los duendes, todavía escucho sus voces chillonas en mi cabeza. Necesito un nuevo reto.—, Izuku comentó. Comenzando a caminar para cambiar sus piedras mágicas, acompañado por su amiga.

—"Los aventureros novatos comunes tardan demasiado en superar su primer piso."—, Eina veía al aventurero de reojo, pensando en la clara diferencia anormal.

Tal vez solo alardeaba un poco, sin embargo aquellas palabras no sonaban sobreexageradas ni menos arrogantes. Fueron concisas y sinceras.

Izuku puso sus pequeñas piedras mágicas, esperando ser intercambiadas. Y dicho eso, el intercambio no tardo demasiado, obteniendo sus doradas monedas de oro.

Ganancias obtenidas - 3,950
Monstruos Derrotados - 21
Ítem obtenidos - 2

—Tienes una grandiosa suerte con los ítem, ¿cómo lo logras?—, Las veces que vio al chico cambiar sus piedras, siempre vio un ítem incluido, cosas poco naturales de encontrar para un aventurero.

—No sé, solo aparecen, no hago nada para encontrar estos objetos.–, contestó guardando sus monedas. No fue como el día anterior, pero todavía seguía siendo una grandiosa ganancia.

—Han sido muy buenos días. ¿Cierto?—, Preguntó.

—Claro, siento que me he vuelto muy fuerte, tengo muchas expectativas sobre mis estadísticas actualizadas. Si te lo entregó mañana, ¿me dejaras bajar?—, Preguntó, para un asentimiento afirmativo de la chica.

—Mientras tu dios apruebe esto, no tengo quejas al respecto, pero deberás ser más precavido, los siguientes pisos no serán como este, así que ten cuidado, ¿entendido?—, mostró una mirada seria y perturbadora.

—Seré muy cuidadoso y precavido, es una promesa.—, él sonrió, calmando a su amiga que se ajusto sus lentes.

Izuku después de una pequeña charla con Eina. Dejó el gremio para volver a su casa, no se encontraba tan cansado, la ansiedad de saber sus nuevas estadísticas eran grandes. No iba a dormir hasta saber su nuevo dato.

—¡He vuelto, señor Miach, actualicé mi estado, por favor!—, Llamó empezando a buscar al dios, encontrando solo a su capitana beber un té relajadamente.

—Bienvenido.—, saludó dejando su té sobre la mesa.

—Buenas noches.—, regresó el saludó, para mirar de un lado a otro. Naaza, necesitó saber donde esta el señor, quiero que actualicé mi estado.—, escuchando el agua de la ducha, no tardo en suponer que del hombre se bañaba.

—Ya has escuchado, se está duchando. ¿estás dañado?–, ella notó los cortés no solo en el rostro del chico, si no en su ropa y cuerpo.

—Oh, me olvidé.—, Él bebió unas de las pociones proporcionadas en un principio. Algo que no había utilizado hasta ahora.

—¿Te dejaste dañar? ¿Acaso no recuerdas las reglas de esta casa? Dime la regla número 7, ahora.—, ordenó con una expresión bastante seria. No le terminó de agradar que el chico se dejará dañar.

Regla número 7: No dejarte dañar voluntariamente.
No dejar que los monstruos te dañen, tu habilidad es buena, pero es un arma de doble filo que puede llevarte a la muerte.

—Entonces, ¿por qué te dejaste dañar por los monstruos?—, Preguntó de brazos cruzados, poniéndose frente a frente con el nervioso chico.

—Necesitaba obtener puntos extras para esta actualización. No fue nada grave, ahora los monstruos del primer piso no me pueden causar un daño grave. Y me asegure de que solo me causará pequeños cortés.—, olvido esa regla, ahora pagaba el precio con una buena reprendida, un estirón de orejas.

Después de recibir un largo discurso de la peligrosidad del calabozo.

Izuku solo guardo silenció y escucho. No deseando causar el total enfado de su capitana.

—¿Has entendido?—, comentó de brazos cruzados para rápidos movimientos de cabeza por parte de izuku, confirmando que escucho todo ese discurso.

—Es solo un niño, no lo regañes tanto. Naaza. En su edad siempre harán travesuras.—, Miach ingresó a la sala totalmente cambiado, llevando una nueva bata igual que toda su ropa. Él caminó hasta sus hijos.

—Si usted lo dice.—, Ella no refutó absolutamente nada. Para incredulidad del adolescente que esperó aunque sea una pequeña discusión.

—Estás ansioso por actualizar tu estado, entonces, no demos más vueltas al asunto.—, Sonrió ante la emoción del chico, que rápidamente se quito la parte superior de su ropa, dejando ver su espalda.

—Procedamos.—, Tomando una aguja que fue entregada por Naaza. Él pincho su dedo, y dejó caer una gota de sangre en la espalda del adolescente. Donde todo comenzó a brillar.

Midoriya Izuku
Nivel 1

Fuerza: I 15

Resistencia: H 101

Destreza: I 29

Agilidad: I 30

Magia: I 0

Habilidades -

(Adversidad de Resurrección)

Un silenció se formó en la sala. Dios y capitana eran los únicos verdaderamente impresionados por las estadística revelada.

Izuku aunque también impresionado, no sabía con certeza de que tuvo un crecimiento exponencial. Sin embargo se sorprendió por la velocidad de subida y comparación de la primera actualización.

—¿Señor.. acaso.. él.. subió 200 puntos?—, Recogiendo la hoja de estado, miró cada detallé expectante.

Era un logró impresionante, si el chico continuaba por este caminó, en cuestión de meses alcanzaría su nivel.

Nivel 2.

Y se dio cuenta.

La habilidad que nuestro protagonista poseía, simplemente ayudaba demasiado. Mucho. Demasiado. Una aceleración increíblemente anormal.

—¿Es malo?—, Extrañado, vio como el dios y la capitana aún se encontraban en un estado de sorpresa. Pero la divinidad volvió a reaccionar, sonriendo ligeramente.

—Es un crecimiento gigantesco. Cada aventurero sube unos puntos, 2 o 3 puntos o menos, un aventurero novato que solo fue al primer piso, debería subir un solo punto asesinando a muchos monstruos.—, comentó con una pequeña gota de sudor en su mejilla.

Llamar la atención por tener un aventurero que capaz en meses alcanzaba un nuevo nivel, rompiendo el gran récord de una aventurera, que fue de un año.

Esto llamaría la atención.

De buenas miradas, pero también de malas intenciones.

Para estar seguros, debían apoyar a su aventurero, fortalecerlo lo más rápido posible por cualquiera de los dos casos.

—Esto es una locura.—, Ella siguió viendo la hoja, impresionada por esos números. —Creo que el entrenamiento dio unos frutos muy acelerados. Tu teoría de aquella noche resultó ser correcta, Izuku.

Izuku vio a su capitana, recordando aquella conversación, y con ella, sus palabras:

"―Mi habilidad, dice que tengo que recibir daño, pero no específicamente de monstruos. Si me puedes entrenar o instruir en combate. Con este entrenamiento más el calabozo, podre subir muchos puntos de experiencia."

—Fue una manera ingeniosa de aumentar y aprovechar al máximo tu habilidad. Si solo hubieras enfrentado al calabozo, Dudo que hayas subido tanto como ahora. Ese entrenamiento te mejora muy rápidamente, continúa así.—, Miach comentó, tomando con cuidado la hoja de estado.

Poco después, Izuku volvió a tomar su hoja actualizada. La verdad sintió bastante orgullo, solo tuvo que soportar dolorosos ataques de su capitana. Dañar y asesinar con crueldad duendes. Y ser dañado por su capitana.

Viendo su estado, por primera vez sintió curiosidad por las letras "I" y "H" que habían a un lado de sus números.

—Señor, ¿qué son estás letras?—, preguntó, enseñando el lugar donde se encontraba la letra.

—Son solo números de rangos. Como tu tatuaje de falna esta escrito por escritura y números divinos, se utiliza para que los humanos comprendan en que rango de habilidades estas. Cada vez que quieras enseñar tu estado a través de tu espalda, esas letras van a señalar tu rango, pero no el número. Eso es privado, y solo el gremio puede saberlo.—, contestó, enseñándole sobre la importancia de las letras.

—"I" es el rango más bajo, es de 0 a 99. Y "S" es el más alto de 900 a 999.—, Naaza entró a la conversación para asentimiento del dios que confirmó aquello.

Los rangos, representaba su número de estado:
I (0 - 99) H (100 - 199)
G (200 - 299) F (300 - 399)
E (400 - 499) D (500 - 599)
C (600 - 699) B (700 - 799)
A (800 - 899) S (900 - 999)

—¿Entonces necesito llegar a S para pasar al siguiente nivel?—, preguntó de nuevo. Para negación de la antigua aventurera.

—No realmente. El rango "S" es una tarea difícil de llegar, no cualquier aventurero puede lograr esta hazaña. Cada aventurero tiene sus propias fortalezas y debilidades. Un mago puede alcanzar el rango "S" en su estadística de magia con esfuerzo y dedicación, sin embargo su debilidad se va a centrar en su fuerza y resistencia.—, Explico sobre el prestigioso rango S.

Así que llegar al rango S es un reto..—, Un misterioso brillo en sus ojos se encendieron. —Y maximizar todo es imposible.

—Siempre puedes intentarlo, has demostrado un crecimiento anormal, tal vez puedas ser el primero en alcanzar todo a S. Menos magia, la magia no depende de esfuerzo físico, si no intelectual. Te digo algo: es una locura si te propones alcanzar eso.—, Ella comentó, si tenía un compañero tan potencialmente poderoso.

Podría presumir que pertenecía a su familia a los arrogantes aventureros de clase media - alta. Ella no soportaba del todo a los aventureros arrogantes. Recibió muchas burlas por parte de ellos.

Izuku mantuvo su vista en su estado. Se propuso nueva meta. Algo para llamar la atención y superarse a si mismo.

Él..

¡Alcanzaría el rango más elevado!
 
Fin del capítulo.

Midoriya Izuku.
Nivel 1
Monstruos derrotados: 52
Monstruos Totales: 73
Dinero: 10,175
Fuerza: I 15
Resistencia: H 101
Destreza: I 29
Agilidad: I 30
Magia: I 0



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro