Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

7 - Entrenamiento (1)

Capítulo 7 - Entrenamiento.

Izuku caminaba lentamente al gremio de aventureros. Después de unas horas de enfrentar monstruos, se cansó y decidió terminar por ese día.

Su ropa tenía unos rasguños, pero nada significativamente de haber enfrentado algo de elevado riesgo. Entró al gremio para caminar a la recepción, donde sabía que se encontraría con su consejera. Eina Tulle. Se paró delante de la recepción, y esperó ser atendido.

―¿Izuku?―, Eina visualizo al adolescente, acercándose de inmediato a él. ―¿Cómo estás? ¿Cómo te fue en tu primer día en el calabozo?―, Preguntó preocupada, para ver como el mismo ponía una bolsa llena de piedras mágicas.

―Creo que he empezado bien, derroté a 17 monstruos en total. Cuando entre, me atacó un duende, lo enfrenté y lo derroté. Después continué explorando y vi a más duendes. Conseguí esto.―, Enseñó el colmillo del duende que derrotó.

―Increíble progresó, Izuku. También tuviste suerte de haber encontrado un ítem de monstruo. Deberías estar orgulloso de este momento.―, Comentó dando una bella sonrisa. Causando una brillante sonrisa del protagonista que se emocionó un poco.

―Me sentí muy nervioso cuando vi un monstruo con cabeza de perro. Mira, lo he dibujado.―, Enseñando su diario, enseñó sus dibujos, primero del duende, seguido del monstruo con cabeza de perro.

―Vaya~ esos dibujos están muy bien detallados. Esa escritura es... ¿Del lejano oriente?―, Preguntó, reconociendo esas escrituras, logrando leer cada una de las características escritas por el protagonista.

Izuku sonrió nervioso, no iba a revelar la verdad. ¿Cómo reaccionaría?, quizá y no le creía nada. ―Es correcto, provengo del lejano oriente.―, asintió confirmando las palabras de su consejera.

―Cada día se aprende algo nuevo.―, Comentó, leyendo las letras en japonés. ―¿No quieres aprender de los monstruos en un libro? El gremio también proporciona esta información.―, Preguntó entregando de regreso el libro.

―Aprender y anotar sobre los monstruos es mi nuevo pasatiempo, no te preocupes, seré muy precavido con el calabozo.―, Contestó para asentimiento de la consejera. ―Por cierto, ¿cómo cambió mis piedras mágicas?

―¿Ves allí?―, Señaló una recepción aparte. ―Debes acercarte a esa ventana y dar tus piedras mágicas, te devolverán en monedas.―, Comentó para reverencia del protagonista.

―Gracias por tu ayuda. Eina, iré a cambiar mis piedras. Cuídate mucho.―, Se despidió, causando otra hermosa sonrisa en la consejera.

―Igualmente Izuku. Nos veremos pronto.

Ambos entre sonrisas se despidieron. Mientras ella volvía a su trabajo. Vio a un lado suyo a una chica de cabello rosado, viéndola con una extraña sonrisa en su rostro.

―¿Qué pasa?―, Incómoda por esa sonrisa. La desconocida chica no comentó nada. Intrigando más a la consejera. ―¡¿Qué pasa?!

―Nada, nada~ Solo voy por aquí, ¿qué te pasa a ti? Eina.―, Comentó la desconocida silbando como si nada pasara.

Izuku formó detrás de unos aventureros, esperando su turno con paciencia. Al llegar su momento, Cambió todas sus piedras mágicas junto a su colmillo. Obteniendo su cambio.

Ganancias: 1.925.

No es demasiado, pero no estaba disconforme con sus ganancias. Pronto comenzaría a ganar más, o eso esperaba. Abandonó el gremio poco después.

Caminando en dirección a su nueva casa, la sede farmacéutica. Unos minutos de recorrido llegó al destino, ingresó a la farmacia para ver a su compañera ordenar la tienda.

―Regresé.―, Izuku llamó, dejando que sus brazos cayeran hacia abajo, empezando a balancearlos en signo de cansancio. ―Naaza.

Ella sonrió cuando se sorprendió cuando Izuku cayó arrodillado, y como si tuviera confianza de una amistad. Izuku la abrazó las piernas, hundiéndose en los muslos de la mujer.

No tomó esto de mala manera. Si no con la misma confianza. No sintiendo mala intención del adolescente. ―¿Qué pasó? ¿Estás herido?―, Preguntó sonando preocupada.

―Naaza, asesiné a muchos pobres monstruos.―, Sollozo levantando su mirada entre lágrimas y mocos. Para sorpresa de la chica. ―Me siento mal.

―Es la primera vez que veo un aventurero sintiéndose mal por asesinar monstruos. Vamos, vamos, no pasa nada.―, Como un niño, ella comenzó a acariciar su cabello en consuelo.

―¿Ellos sienten dolor?―, Preguntó, deseando escuchar un "no, no sienten dolor."

―Sí, sí sienten dolor. Son seres vivos, como todo ser vivo siente dolor. Pero son monstruos, ellos son criaturas malvadas que asesinan a los humanos.―, Comentó.

―Nosotros también asesinamos a los monstruos. ¿No?―, Preguntó apoyando su mejilla derecha en el muslo de su compañera.

Bueno, eso es correcto. Ninguno es bueno o malo realmente, creo. Pero los monstruos son inconscientes, atacan porque así lo desean. No debes sentirte mal por ello, Naaza como si nada levanto, tomando un pañuelo, empezó a secar las lágrimas de Izuku. Si vas a sentir remordimiento y tristeza, te recomiendo dejar esto. Pensar demasiado dentro de un calabozo solo te llevará a la muerte.

Izuku soltó un fuerte suspiro calmándose un poco, pensar demasiado provoco que lo dañaran, nada grave, pero aun así lo alcanzaron. -Está bien, tengo mucho por mejorar.-, De la nada dejo de llorar, sentándose para suspirar cansado.

―No te estreses demasiado, es tu primer día dentro del calabozo, es natural que tengas dudas y quieras mejorar. Mientras más enfrentes a los monstruos, más vas a mejorar. Eso sí, ten cuidado.―, Ella comentó.

Claro, tendré muy en cuenta tu sabiduría. Por cierto, ¿dónde se encuentra el señor Miach?., Pregunto curioso, viendo dentro de la casa, solo para ver las luces apagadas.

Fue de compras, nos hemos quedado sin recetas para las pociones. Las de baja calidad se venden en gran medida, y no hemos preparado lo suficiente., Contó volviendo a acomodar todo.
¿Tienes alguna herida?, pregunto, viéndolo de nuevo, buscando algún signo de heridas.

No, Fue la simple respuesta, para asentimiento de la chica.

Entonces vete a bañar, deja tu ropa por ahí que la limpiaré., Ordeno señalando en dirección a la sala.

Bueno., Fue otra simple respuesta. -Antes de irme, he conseguido esto en mi primer día, no es mucho pero.-, Enseñando su bolsa con monedas.

Ahorra para comprarte un mejor equipo de aventureros, para tener más dinero, debes mejorar. Ahora cuanto has ganado, ¿800? ¿900?, Pregunto, ciertamente si no se vencía a un alto número de monstruos en el primer piso, no se obtenía demasiadas ganancias.

Obtuve 1,925, Contesto para recibir una mirada serena de su compañera.

¿De verdad?, Pregunto de nuevo.

Sí, de verdad. Tuve suerte de que un duende soltara un colmillo. Y junto a eso, derrote 17 monstruos., Contó su primera experiencia dentro del calabozo.

Increíble, para ser tu primera vez estuviste muy bien.―, Felicito sinceramente, los primeros días como aventurero novato eran difícil de sobrellevar, a no ser que tuvieras un gran talento para estar bien el primer día.

Gracias., Contesto agradecido, a pesar de obtener pocas ganancias, se sintió bien que su esfuerzo sea bien valorado.

Como orden de tu capitana. Junta esas monedas para comprar un buen equipo de aventureros, armaduras, armas de media calidad, y cosas necesarias para el calabozo., Naaza ordeno para dudoso asentimiento de Izuku.

Él no se encontró del todo convencido. Pero en parte ella tenía cierta razón; solo consiguió estás monedas. Y sinceramente no ayudaba en nada a la deuda que ellos tenían. Si se esforzaba un poco más, empezaría a tener mejores recompensas, eso sí, necesitaría mejores cosas.

―Naaza, ¿tú también vas al calabozo? Podemos ir juntos. Obtendríamos mejores ganancias.―, Izuku propuso.

―Lo siento, Izuku. Antes fui una aventurera. Ahora solo soy una farmacéutica. Solo te puedo instruir un poco.―, Contestó para confusión del chico. ―Como sabes, tenemos una gran deuda, ¿sabes porqué?―, Preguntó.

―No, lo siento, no me interesé en preguntar en un inicio.―, Respondió, cuando vio a la mujer subir su manga del brazo derecho.

―Hace tiempo, unos monstruos me acorralaron. Ellos, me arrancaron un brazo.

La expresión del protagonista cambió a una sumamente sorprendida. Viendo una perfecta prótesis como brazo.

―Salí con vida por suerte; sin embargo, nada bueno vino de eso. El señor Miach rogó por una prótesis muy costosa. Y con la gran deuda que causó esto, mis compañeros nos abandonaron.―, Contó y soltó un agotador suspiró.

No supo que responder a esa pequeña historia. Impactado por el origen de la deuda familiar. ―Lo siento.―, Se disculpó, tal vez por haber revivido un trauma.

―No me afecta en realidad contarte esto, si estás dispuesto a unirte a nuestra familia a pesar de nuestro problema. Al menos debes saber qué pasó.―, Respondió, volviendo a poner su manga derecha como estaba, tapando su brazo de prótesis.

Izuku se mantuvo con los hombros bajos en desánimo, con lástima en sus ojos. No pudo pensar que tanto había sufrido su compañera después de todo eso.

―No hace falta que me veas con tanta lástima. Fue hace mucho tiempo. Ahora sigo con mi vida normal, claro que no pienso en acercarme al calabozo nunca más. No deseo ver a ningún monstruo de cerca.―, Contó, aunque pudo continuar con su vida. Su carrera de aventurera terminó para siempre, sin importar que sucediera, no volvería a ingresar nunca más al calabozo.

Izuku, bajo su mirada, para segundos después volver a alzarse y hablar. ―Prometo esforzarme mucho, Naaza. Voy a pagar nuestra deuda. Y después, viviremos cómodamente para siempre. No vas a tener ningún remordimiento por ese accidente.―, Izuku comentó, su expresión sorprendida, ahora más sería y sin muestra de alguna buena emoción.

Dejaría de pensar en ser piadoso con los monstruos. Por el brazo de su compañera y su salud mental. Ahora no dudaría en asesinar a tantos monstruos como sean posible.

―Gracias Izuku, contamos contigo, ¿sí?―, Ella sonrió cálidamente a su nuevo amigo

―――

Izuku Midoriya

Nivel: 1

Fuerza: I 1

Resistencia: I 2

Destreza: I 1

Agilidad: I 1

Magia: I 0

Habilidades -

(Adversidad de Resurrección)

Descripción: Esta habilidad te permite transformar el daño en aumento de estadísticas, impulsora para el crecimiento y supervivencia del usuario. Si recibes un daño mágico, las estadísticas aumentarán el doble. Un daño crítico de muerte triplicará cada una de la estadísticas. La adversidad se convierte en tu aliado, mientras superas los obstáculos y derrotas a tus enemigos con determinación. Convirtiendo la adversidades en una fuente de poder.

Izuku vio sus estadísticas sorprendido, esto era terriblemente poco, ¿era por qué solo estuvo en el primer piso? En todo caso, que estas estadísticas fuera como un videojuego, mientras más monstruos derrotara. Más puntos subiría, ¿cierto?

―¿Tan poco?―, Preguntó incrédulo. Derrotó a monstruos, corrió por mucho tiempo por el primer piso durante algunas horas.

―Los aventureros tardan en subir números, Izuku. Tardé 6 años pasar a mi nivel 2.―, Confesó ella para aumentar la incredulidad de Izuku.

―¡¿Seis años?! ¡¿Tardaré todo eso?!―, Se desplomó al suelo deprimido. Para sonrisa del dios.

―Naaza ocupaba un rol de distancia como aventurera. Por eso sus estadísticas tardaron un poco más en aumentar. Eso sí, se tarda años en alcanzar superar un nivel. El récord de subida fue dada a Aiz Wallenstein, tardó un solo año.―, Contó Miach.

―Ya veo, entonces solo se sube derrotando monstruos y teniendo talento?―, Él no era talentoso, y saber que podía tardar años en aumentar su nivel. Lo desanimó un poco.

―Izuku, deberías estar orgulloso de haber obtenido tus primeros puntos. Generalmente, se tardan días en mostrar un cambio. Ahora tienes 2 puntos de resistencia. Es un excelente progreso.―, Naaza intentó animar, pareciendo conseguirlo.

―¿De verdad?―, Preguntó de nuevo.

―Sí. Te he dicho antes, no te estreses demasiado. Ser un aventurero no es sencilló. Y no todo depende del talento. Si no de ti mismo.―, Comentó señalándolo.

―¿De mí mismo?―, Preguntó viendo a su compañera, dejando de lado su desánimo.

―No lo digo por decir. La verdad es que subir de nivel depende de varias cosas; si derrotas monstruos de los primeros tres pisos, eventualmente no consigues demasiados puntos en tus estadísticas. Llegará a un limité donde te costara un poco más y te quedaras estancado.―, Contó viendo como su compañero anotaba todo en su diario, no desaprovechando la sabiduría de una antigua aventurera.

―¿Y cómo consigo romper esa barrera?―, Preguntó mordiendo su lápiz, intrigado por las breves clases mientras cenaban.

―Consiguiendo realizar una hazaña. Ejemplo; derrotar a un monstruo más fuerte. Así podrás conseguir más puntos de experiencia.―, Contó.

Izuku pensó breves segundos en ello. Era como un videojuego, si derrotabas monstruos débiles en un principio, eventualmente cuando te hicieras más poderoso, estos débiles monstruos no te darían más experiencia. Un número relativamente bajo.

―¿Qué piensas que son los puntos de experiencia, Izuku?―, Naaza preguntó.

Izuku iba a contestar dando referencia a un videojuego, no obstante, aquí no existían los videojuegos. No había cosas electrónicas en general.

―Los puntos de experiencia se basan en tus propias experiencias de vida.―, Respondió a su pregunta para enseñarle lo máximo posible a su compañero. ―Obtienes puntos por causa de los eventos de tu vida de ahora en adelante. Los obstáculos y superaciones, los aprendizajes y enseñanzas. Todo eso aumentará tus puntos de experiencia. Mientras vayas aprendiendo del mundo.

Miach que permanecía sonriente, solo se abstuvo a presenciar a sus dos hijos. Como la más experimentada en el caso le enseñaba al pequeño novato.

―Comprendo.―, Izuku asintió, desde ahora cada combate y enseñanza, serían muchos puntos de experiencia. ―¿Entonces los dioses nos ayudan a crecer?―, Preguntó, aunque sabía que los dioses le daban sus bendiciones, un poder especial, ahora que escuchaba de esto.

―Solo nos encargamos de ver sus crecimientos. La bendición de un dios: es para acelerar el crecimiento del alma. Después de eso, depende solo de ustedes mejorar, superando pruebas y aprendiendo de las experiencias. Pequeños detalles son lo que ayuda a subir puntos de experiencia.―, Contó el hombre divino, continuando con su cena tranquilamente.

―Entonces, si aprendo a luchar; ¿estaría subiendo algunos puntos? .. Y si hago ejercicio, ¿mejoraría mi resistencia y fuerza?―, No solo se trataba de derrotar monstruos.

―Yo sigo subiendo puntos fabricando pociones.―, Naaza comentó. ―No actualizó mi estado porque no me es necesario. Solo soy una farmacéutica.

(Autor: Si no mal recuerdo, creo que funcionaba así la cosa; tendré que verme de nuevo las cosas porque olvidé muchos detalles. Si algo está mal intentaré arreglarlo para los próximos capítulos. Gracias a todos por leer.)

Izuku puso una mano en su mentón, pensativo sobre la conversación. Por ahora solo continuaría comiendo.

Después de tener aquella conversación. Izuku había terminado de comer, decidiendo descansar un poco mientras pensaba en el calabozo.

Viendo su hoja de estado en su diario. Pensó en su habilidad nuevamente, mientras mejorara, los monstruos de bajo nivel dejarían de hacerle daño, de alguna u otra forma necesitaba hacer grandes hazañas como para que esta habilidad funcionara.

Por lo que le contaron este día, no solo se subía derrotando monstruos. Si no aprendiendo y haciendo otras actividades que ayudarán a mejorar.

Entonces, si aplicaba esto con su habilidad. Su habilidad, que ayudaba a subir puntos extras de experiencia tras recibir daño, no necesitaba necesariamente recibir daño de los monstruos.

Leyó de nuevo su habilidad: "Esta habilidad permite transformar el daño en aumento de estadísticas." No destacó nada de monstruos, pero sí de magia: "Si recibes un daño mágico, las estadísticas aumentarán el doble."

Su teoría no fue sólida sin hechos. Por eso, iba a ponerlo a prueba.

Izuku se puso frente a la puerta de la habitación de su compañera, tocando lentamente, esperó una contestación. No llegó.

Después de todo era muy tarde, las luces estaban en su totalidad apagadas, y parte de este pasillo estaba siendo iluminado por la brillante luna.

Impaciente por responder a sus teorías, ingresó con cuidado para ver todo apagado, como recién detallado, la habitación también eran iluminadas por la luna que pasaban por unas ventanas abiertas.

Y pudo verla.

Naaza dormía tranquilamente, en una postura totalmente recta. Con una pijama y un adorable gorrito, no transmitía ningún sonido al dormir, ni siquiera se movía. Quieta como una estatua.

―Naaza, despierta. Tengo una duda muy grande.―, Izuku tocó el hombro de su compañera, causando un lentó despertar de ella.

―Izuku, ¿qué haces en mi habitación?―, Adormilada, ella no desconfió del adolescente. En un principio, pero que apareciera así de la nada la extraño.

―Lo siento, necesitaba que me respondieras a algo.―, Izuku comentó para gemido fastidiado de Naaza.

―¿Ahora? Es muy noche. Mañana te responderé, vuelve a tu habitación.―, Se volvió a acostar, cerrando sus ojos.

―Tú, babosa.―, Izuku insultó de la nada, causando que ella volviera a abrir sus ojos confundida por esa palabra. ―Tonta, apestosa. Eh, eh..―, Sin saber como insultar. Esos fueron sus máximos insultos en años.

―¿Por qué me dices esas cosas? No te he hecho nada.―, Permaneció estoica, muy confundida en el fondo realmente. Notando el esfuerzo de Izuku para "insultar".

Izuku suspiró derrotado, sus más duros insultos no funcionaron, solo quedó decirle todo. Sobre su pequeña teoría. ―Te pido que me golpees. Necesito que me dañes un poco.―, Contó.

Naaza se quedó quieta, hasta que su mente reaccionó de golpe. ―¡Así que sí tienes un fetiche raro! ¡Vete de mi habitación fetichista, pervertido y lujurioso!―, Señalo con el dedo de forma acusadora. Tomando su almohadón dispuesto a lanzarlo.

Izuku atrapó ese almohadón. ―¡N-no es eso!―, Comentó. ―Escucha, ¿recuerdas la conversación en la cena?―, preguntó para recibir un ceño fruncido de Naaza.

―Sobre los puntos de experiencia, sí, recuerdo, ¿qué pasa con eso?―, comentó manteniendo su ceño fruncido.

―Mi habilidad, dice que tengo que recibir daño, pero no específicamente de monstruos. Si me puedes entrenar o instruir en combate. Con este entrenamiento más el calabozo, podre subir muchos puntos de experiencia, ¿cierto?―, Preguntó Izuku. En un entrenamiento de combate con una antigua aventurera de nivel 2, aceleraría el progreso. En teoría.

―Bueno, eso debería ser correcto. Pero no tengo nada que enseñarte.―, Ella comentó neutra, aunque esa teoría sonaba bien para ella. No solo ayudaba a su amigo, sino que también iba a comprobar si no tiene un raro fetiche. Insistiendo con el tema.

―La brecha entre un nivel 1 y un nivel 2 es demasiado amplia, tus experiencias en combate me ayudarían de todas maneras. Por favor, Naaza, ayúdame a comprobar esta teoría.―, Izuku rogó con las manos juntas.

Suspiró derrotado. ―Está bien, mientras pueda ser de ayuda. Haré cualquier cosa. Empezaremos mañana a la mañana.

―¡Gracias Naaza!―, Izuku agradeció, abrazando a su compañera, ella devolvió con unas palmadas en la espalda.

―Ahora vuelve a tu habitación, déjame dormir.―, Naaza apagó las luces, acostándose de nuevo. Cerró sus ojos, dando por terminada su conversación.

Izuku se despidió, abandonando la habitación para regresar a la suya. Solo esperaba que resultara como él deseaba.

―――

Al día siguiente. Izuku caminó por un montón de escombros, viendo las estructuras en mal estado y ruinas. A la lejanía vio una iglesia destruida.

No le interesó demasiado, caminó al punto de encuentro con su compañera.

Ansioso por iniciar su entrenamiento, se paró en medio de destruidas ruinas. Las estructuras destruidas iban hacia arriba, no dejando ver del otro lado de ellas.

Paciente esperó.

Pasó los minutos, y no hubo ningún indició de ella.

De repente sus ojos se abrieron impactado. Un ataque sorpresa impactó contra él sin que se diera cuenta.

Su visión bajó hasta su muslo. Notando una flecha que atravesaba de lado a lado.

Se aterró completamente, levantando su hacha. De delante de él voló otro ataque, sin que pudiera reaccionar, la segunda flecha atravesó su hombro izquierdo.

Moviendo su hacha a todos lados, desesperado por detener los ataques. Un nuevo ataque voló en su dirección atravesando su mano, causando que soltará su hacha.

Entre quejidos de dolor, cayó arrodillado sin poder hacer nada. El dolor intensó, provoco que derramará unas lágrimas. Jamás experimento tanto daño, nadie atravesó su carne tan cruelmente.

―¿P-por qué?―, Con esfuerzo y lágrimas, vio como su compañera se acercaba a él con una expresión serena en su rostro.

―En el calabozo estarías muerto. Ahora estás muerto.―, Declaró sin parecer importarle demasiado.

―¡No me has dicho nada!―, Se quejó, reclamándole bastante enojado por ese ataque furtivo.

―Oh, ahora los monstruos te avisarán que te atacarán para que el pequeño niño no lloré. Pobre, pobre niño, ¿quieres que te lleve con mami?―, Se burló, aunque esa expresión serena sorpresivamente no cambiaba.

Izuku se levantó y con su mano izquierda sostuvo su hacha. Con un rápido tajo en vertical directamente al cuello.

Naaza sin problemas dejó pasar ese lento ataque, rozando su cuello.

En respuesta dio dos rápidos ganchos y un rodillazo al vientre en cada mejilla. Izuku se arrodilló perdiendo todas sus fuerzas con el último golpe.

―Me agradó que no hayas dudado a atacarme. Tenemos un pequeño progresó. Pero tu reacción es como la de una tortuga, descansa por ahora.

Débilmente, levanto su mirada, solo para recibir una patada que lo desmayó.

Todo fue muy repentino.

Esto era lo que le esperaba a nuestro protagonista desde ahora. Donde aprendería a mejorar sus sentidos. Tenía demasiado por mejorar.

No supo cuánto tiempo pasó.

Despertó desorientado, parpadeó varias veces, recomponiéndose lentamente, acostumbrándose al brillante día.

Al instante recordó absolutamente todo, viéndose todo el cuerpo. Estaba totalmente sano, pero su ropa había leves manchas de sangre.

―Te he curado, pociones.―, Naaza enseñó los frascos vacíos. Haciendo señas para qué se levantará.

―Está bien. Gracias.―, Más calmado se levantó para volver a entrenar.

―No puedo ofrecerte un entrenamiento físico, pero sí en tus sentidos. Prepárate, esto todavía no terminó.―, Declaró y con mucha velocidad desapareció de la vista de Izuku.

―¿Qué? ¡Espera, Naaza!―, Preocupado, recogió su hacha para empezar a girar en todas direcciones, sin saber que hacer realmente.

No hubo ningún ataque. Y la tensión de la espera comenzó a desesperarse. Sudando, él miraba a todos lados en busca de una señal.

―¿Por dónde atacará? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer?―, Izuku miró a todos lados, pero no pasó nada.

Hasta que sin previo aviso, una flecha se enterró en su pantorrilla. Causando un fuerte gritó de dolor.

Se movió lentamente buscando esconderse, no obstante, otro ataque se hundió en su hombro.

Entre la velocidad y la fuerza de este ataque, causo que nuestro protagonista cayera de costado.

Sosteniéndose su hombro, se hizo pequeño para tratar de detener los ataques, no podía continuar,

Esto lo superó por completo.

―Lo siento, no puedo.―, Impotente, golpeó el suelo por esa incompetencia que sentía.

―Piensas demasiado, Izuku. A veces es bueno dejarse llevar por los instintos. Casi siempre esto te puede ser de ayuda.―, Naaza se acercó lentamente, poniendo su arco en su hombro para ver a nuestro protagonista.

―No tengo idea de como hacer eso. Naaza.―, Suspiró todavía sintiendo la incompetencia de no poder haber hecho nada.

―Irás aprendiendo con los días. Pensar está bien, mientras tengas tiempo para ello, ahora sobre pensar demasiado cuando no estás para hacerlo es tu problema. De nuevo; aprenderás cuando aprendas a luchar, tanto aquí como dentro del calabozo.―, Ella consejo arrodillándose frente a Izuku para tomar otro frasco de poción. Retirando las flechas incrustadas en la carne de su compañero.

―...

Izuku solo emitió un leve quejido. Sin embargo, mantuvo su rostro bajo, bebiendo la poción lentamente, apreciando como se curaba a un paso lento.

―Quiero continuar.―, Izuku comentó.

Levantando su mirada para ver a su compañera. Sus ojos de color esmeralda brillaron intensamente de determinación. ―¡Quiero continuar!

Naaza sorprendida esquivó un puñetazo. Solamente por la lentitud del mismo.

Al instante saltó hacía atrás, tomando su arco de nuevo, a punto en contra del protagonista, que volvió a tomar su hacha.

Lanzó su ataque a toda velocidad.

Cuando una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

Izuku había logrado recomponerse rápido solamente para lograr esquivar esa veloz flecha.

La brisa movió los cabellos de un concentrado protagonista. Esperando el siguiente ataque. A pesar del dolor, no pensaba rendirse con este nuevo entrenamiento.

El mundo enteró tendría una mejor versión de él.

¡Iba a esforzarse!

Fin del capítulo.
Próximo capítulo - Entrenamiento Part. 2

¿Cómo están? Espero que este capítulo haya sido de su agrado. Pronto se empezarán a ver los avances, de a poco, pero se verán.
No tengo mucho que destacar de este capítulo. Fue agradable escribirlo y me tomó mi tiempo en hacerlo. Lamentó cualquier error ortográfico.

Pasando a otro tema, ¿qué le pareció hasta ahora la adaptación de Izuku a este nuevo mundo? Falta todavía cosas por mejorar pero como recien remarcado, se verán en los próximos capítulos.

Me gustaría también escribir algo igual pero con el anime: Kimetsu no Yaiba. Donde algunas ideas llegan para un inicio que estoy escribiendo.

Capaz cuando tenga más tiempo libre empezare a subir ese contenido. Hasta ahora:

La historia remonta unos años atrás del inició de la historia original.
Donde aprenderá mi respiración favorita, (Rayo)
no es muy original, pero me gustaría que para el inicio sea uno de un pilar.

Desarrollando una historia anterior a la historia original y utilizando mejor a las lunas inferiores.

Pero nada confirmado aún.

Nada, esto deseaba comentarles. Gracias a todos por apoyar esta historia. Me seguiría ayudando mucho su voto.

Gracias

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro