10 - Avancé. (1)
Capítulo 10 - 2° Piso.
Midoriya Izuku
Nivel 1
Fuerza: I 15
Resistencia: H 101
Destreza: I 29
Agilidad: I 30
Magia: I 0
Eina con ojos bien puestos en la hoja, subió su mirada para ver al protagonista. Solo para volver a ver su hoja.
Uh..
Izuku estaba bastante incomodo. La verdad es que pasó tres minutos donde su consejera no dejaba de verlo a él, seguido de su hoja actualizada de estado.
—Esto, no puede ser real.—, Susurró, y negó repetidamente en plena incredulidad. —¿No es un error?
Izuku negó. —No hay errores, el señor no comentó nada de algún error. Así que es seguro que esta todo correcto.
—Déjame ver tu espalda.—, ordenó, dejando su puesto de trabajo para acercarse al chico.
Izuku no tuvo problemas, obedeciendo se descubrió la espalda. Eina, empezó a leer un poco, tocando con un dedo la zona donde debería estar la estadísticas.
—Me estás haciendo cosquillas. Por favor, no disfrutes tanto de mi espalda.–, Soltando una pequeña risa.
—Silenció.–, su concentración se rompió un poco, a causa de que el adolescente se movió debido a la pequeña risa.
Ella vio el estado del aventurero.
Para su sorpresa, todo resultó estar en órden. Esto representó algo sumamente impactante, hace días que el adolescente se volvió un aventurero. ¿Cómo podía tener este aumento exponencial de números?
Ella bajo la camisa de nuevo.
Verdaderamente impactada a causa de este aumentó.
―Esto no es para nada normal. ¿Cómo es posible? nunca se registro un crecimiento así.―, todavía no cayendo de su asombró, volvió a su puesto de trabajo.
―Creo que se debe a que he estado entrenando con mi capitán. Es nivel 2.―, él subió dos dedos, para recibir todo el rostro incrédulo y atento de su consejera.
―Aun así entrenes con alguien con experiencia, este crecimiento es bruto. Izuku, quizás no comprendas, pero si esto fuera publico, atraerías la atención de todos. Ahi muchos dioses avariciosos que podrían causar daño a tu familia. Deberás ir con cuidado de ahora en adelante.―, Eina comentó, y la expresión de izuku cambió a una más seria, tomando la seriedad correspondiente a aquella advertencia.
―Me voy a seguir esforzando. Y tendré muy en cuenta tus palabras. Eina.―, Ambos asintieron de forma sincronizada. ―Ahora, ¿me dejas bajar más pisos?―, preguntó retomando desde un principio.
―S-si, claro, te doy la autorización para bajar hasta el piso 4, pero no seas imprudente y explora los primeros 3 pisos.―, Aconsejo para asentimiento del protagonista, el cual ansioso, preparo su hacha.
―Claro, nos vemos mañana. Eina, este día volveré muy tarde. ¡Es hora de bajar más pisos!―, Izuku caminó en dirección al calabozo. Y dejo atrás a una todavía aturdida consejera.
Calabozo - Piso 1.
Izuku descendía sin dar importancia a los monstruos de este piso. Sinceramente se canso un poco de enfrentar duendes. Esperaba que en el siguiente piso hubiera nuevos monstruos, con ella, nuevos retos.
Deseaba ver nuevos monstruos.
Cuando se adentró al siguiente piso, esperó un cambió radical, pero todo continuaba siendo lo mismo. Si no hubiera sabido que ahora estaba en el segundo piso. No habría notado una diferencia.
Calabozo - Piso 2.
Sin embargo, ahora las paredes no eran tan estrechas como el primer piso. Quizás aquí comenzaba el verdadero reto. Con nuevos monstruos poderosos, y bestias intimidades que.
*chillido*
Izuku a la lejanía, apreció a un pequeño duende, y todas expectativas bajaron inmediatamente. Suspiró un poco cansado, acercándose a la criatura que apenas lo vio, tomó carrera hacia él.
Dio unos pasos adelante, y velozmente enterró una daga en el cráneo de la criatura sin esfuerzo.
Los duendes dejaron de ser un problema. Sin dudas, son los monstruos más débiles del calabozo.
El duende estalló como siempre, sin resistencia.
Caminando lentamente después de recoger la piedra mágica. Sus expectativas bajó considerablemente. Al menos deseo que los duendes fueran un poco más poderosos o..
Izuku reaccionó instintivamente, cuando saltó hacía adelante, rodando.
Viendo como un enorme lagarto cayó desde arriba, impactando en donde una vez estuvo.
Sus brillantes ojos esmeraldas brillaron. ¡Esto es lo que busco!
Un nuevo mostró del cual aprender.
Aquel lagarto, empezó a trepar las paredes y techo del calabozo a gran velocidad. Utilizando unas ventosas en sus patas. Como si se tratara de un calamar.
—¡Impresionante, impresionante!—, admirando como la criatura se ponía arriba suyo, volvió a caer. Y este retrocedió de nuevo, sin volver a saltar.
El lagarto cayó de nuevo, pero esta vez se lanzó contra el aventurero con la boca bien abierta.
Izuku que sinceramente esperó esto por parte de la criatura. Evadió con cierta elegancia, consiguiendo esquivar al lagarto.
Sin embargo, no esperó que su cola se comenzará a enrollar en su cintura. Siendo lanzado sin oportunidad de defenderse contra una pared.
Chocó duramente, causando una mueca de intenso dolor.
—¿Oh? .. ¿oh?..—, Medio aturdido, éste volvió a reaccionar viendo como la criatura se acercaba a su máxima velocidad.
Al saltar a un costado, el monstruo no pudo detenerse por la inercia, chocando contra la misma pared que él.
Sin dudar, levantó su hacha por encima de su cabeza, y bajo con toda su velocidad y fuerza, perforando el cuello del monstruo lagarto.
Viendo como no estalló.
Pero su cuello estaba a nada de caer, solo falto un pedazo de carne qué se encargó de que no tuviera una muerte rápida.
—Eres una criatura fascinante. Ese ataque si me dolió.—, Levantando su hacha de nuevo por encima de su cabeza, apuntó al pedazo de carne restante. -Descansa en paz.
Izuku con el segundo ataque, causo la muerte del lagarto. Causando un fuerte estallido.
—Creo que esto causará la atracción de otros monstruos."—, pensó, tocando su frente, viendo sus dedos, notó la sangre en ellas.
Ese impactó fue bastante duro, su cabeza había sido alcanzada, y ahora tenía un gran dolor de cabeza. No abandonaría ahora cuando recién comenzó a explorar.
De su bolso, sacó una poción de regeneración, bebiendo de inmediato.
Poco después soltó un aliviado suspiró, decidiendo por continuar con su aventura. No sin antes sacar su diario para anotar su nuevo monstruo visto.
Monstruo Lagarto
Piso 2 - (?)
Este monstruo es un lagarto común y corriente, piel marrón escamosa y notables patas con ventosas. Sin embargo la diferencia entre este monstruo y una lagarto común era su tamaño.
Este lagarto mide lo mismo que un humano promedio de un hombre, incluyendo su cola también.
Sus habilidades demostrada hasta ahora fueron trepar paredes y techo a grandes velocidades, una mordida poderosa. Y su cola era fuerte. Usa su cuerpo robusto para ponerse encima tuyo y lanzarse con todo su peso.
Tener cuidado con esto.
-
Izuku se quedó unos minutos parado, dibujando al monstruo lagarto con el detallé que recordaba.
Deseando poder encontrar más monstruos de ésta especie.
Comenzando a caminar y explorar este piso, la cantidad de monstruos se elevó un poco más entre duendes y kobolt.
También notó un cambió en sus habilidades, ahora sin esfuerzo podía dar volteretas en el aire cuando antes ni siquiera era capaz de saltar bien.
Con una brillante sonrisa, continuó saltando y dando vueltas en el aire mientras decapitaba duendes a diestra y siniestra.
Corriendo entre este piso, ahora enfrentaba a los monstruos del primer piso sin esfuerzo, todavía no siendo capaz de encontrar otro monstruo lagarto.
Deteniéndose un momento por cansancio. Después de estar corriendo y saltando por muchos minutos, perdió un poco el aliento. Pero también notó una mejoría en su resistencia.
―Estoy mejorando.―, comentó, celebrando con un victorioso apretón de puño. Esto también subió un poco más de confianza en si mismo, sintiéndose cada vez más capaz de enfrentar a los monstruos.
Se calmó.
Volviendo a caminar, continúo su búsqueda del monstruo lagarto. Pero dicha búsqueda se tuvo que cancelar momentáneamente debido a una notable grieta en la pared.
Esa sonrisa confiada cambio a una seria.
Esta no era la primera vez que veía el calabozo dando a luz a monstruos. De hecho se enfrento a muchos monstruos perros debido a este acontecimiento.
Era como si el calabozo tuviera algo en contra suya.
Viendo como dos patas con largas garras emergía de la grieta en la pared. Una cabeza de un perro se vio tan pronto usó fuerza para nacer.
Claro esta que no atacaría hasta que el adorable pero abominable monstruo naciera. No era un desalmado.
―¿Mhn?―, Confundido, retrocedió un poco, viendo cuatro patas más desde la grieta. ―Trillizos.―, comentó en voz baja, presenciando en primera fila el hermoso milagro del nacimiento.
No espero esto, preparando su hacha para la batalla. A toda velocidad desde la lejanía, se acercaba un lagarto en su dirección, tomándolo por sorpresa. Volviendo a retroceder con más precaución, por donde vino, vio un pequeño grupo de duendes.
No hubo tiempo de pensar.
Lanzándose al ataque en contra de los duendes, cuando levanto su hacha.
La cola del lagarto se enrollo en su brazo, provocando que fuerza empujado hacía atrás con mucha fuerza.
Al no ser capaz de reaccionar, se golpeó duramente contra la pared del calabozo. Con lentitud, y quejidos a causa del dolor. Se estiró un poco, su espalda se había dañado. Y con cada movimiento de brazos, ese dolor se volvía punzante.
―Veo que me odias por algún motivo que desconozco. No te he hecho nada.―, Suspiró, viendo que estaba siendo rodeado por los monstruos. Sin una escapatoria clara, levantó su hacha.
En un videojuego, enfrentabas a los débiles y tratabas de evadir a los más poderosos. Enfrentar a todos juntos eran unas altas probabilidades de ser asesinado.
―Creo que estoy rompiendo otra regla. Lo siento.―, pensó en su capitán. Ella era bastante estricta con respecto a aquellas reglas, y con un buen motivo, su seguridad. ―Voy a pelear.
Izuku recogió su daga, usándola en su mano izquierda. ―"Debo eliminar al más problemático. Quería pelear contigo, pero no en estás circunstancias."
El lagarto que corría por el techo, estiró su cola contra nuestro protagonista que levanto su hacha, arremetiendo también.
Izuku había perforado la cola del lagarto, y utilizando su fuerza, provoco el desequilibrio del monstruo que cayo de estalda.
Los lagartos se regeneraban, ¿cierto?
En todo caso de que pudieran hacer eso. Decidió acabar con él lo antes posible.
Pisó el pecho del lagarto, levantando de nuevo su hacha en mano, lanzó su ataque decisivo.
Sin embargo no resultó bien cuando un monstruo perro se lanzó desde su costado derecho.
Por suerte logro reaccionar. Utilizando su daga, perforo su nariz, causando el aullido del monstruo que fue empujado metros atrás.
Antes de que el lagarto pudiera morder, piso su mandibula, y levanto su hacha en un nuevo intentó.
Cuando un monstruo perro lo tomó por detrás. Con una fuerte mordedura en su hombro, cerca de su cuello. Su sangre salió disparada ante la efectiva mordida.
Tras el dolor insoportable, apretó sus dientes con tantas fuerzas, resistiendo gritar. Esto causaría la emoción de los monstruos que lo estaban rodeando, dispuestos a rematar su trabajo.
Izuku soltó un quejido a causa de las garras del monstruo, las cuales estaban perforando y cortando su brazo derecho, siendo retenido y si poder usar su hacha. Empezó a correr hacía atras.
Estrellándose voluntariamente contra unas de las paredes, el monstruo chillo cuando una roca con una punta afilada perforo su pierna, logrando también cortar al aventurero que de inmediato se separo.
Movió su hacha con gran velocidad, cortando la cabeza del monstruo. Tambaleándose un poco, con una mirada furiosa empezó a correr hacía los tees duendes que fueron sorprendidos.
Literalmente despedazando a cada uno de los duendes con su hacha. El monstruo perro que tenía su daga aun en su nariz, se lanzó junto a su hermano sobreviviente.
Evadiendo un mordisco, atrapo en un abrazó al monstruo herido a causa de su daga.
En una batalla de forcejeó, su espalda fue rasguñada por la criatura, sin embargo dejo todo su dolor atrás, usando todas sus fuerzas para someter al monstruo contra el piso.
Con sus rodillas, presiono las muñecas del monstruo que intentaba recomponerse. Tan pronto sometió a la criatura, saco su daga para chillido del kobolt.
Comenzando a apuñalarlo con la misma daga el cuello sin piedad, toda la sangre que salía de su cuello lo salpicaba, pero no pudo darle menos importancia. Continuando sin piedad.
―"El lagarto"―, Izuku recordó las "habilidades" del lagarto, anotadas en su diario. Rodando hacía un lado, vio como el lagarto aplastaba al monstruo perro, causando un débil estallido.
Rápidamente se paro con su hacha en mano.
Al igual que el lagarto que se preparo para dar una poderosa mordida.
Su hacha inclinada para dar un corté en horizontal, a toda velocidad contra el lagarto que tenía la boca bien abierta, con clara intenciones de morder.
La sangre nuevamente había salpicado. Izuku que mantenía una expresión furiosa, vio como el lagarto caía a un costado con parte de su mandibula cortada.
Vio la sangre, la carne del monstruo, sin embargo ahora no pudo importar menos, levantando su hacha a la altura de su cabeza, empezó a cortar la cabeza del lagarto que chillaba con cada corté.
La sangre volvió a dispersarse por los suelos. y el único sobreviviente retrocedía ante el ensangrentado aventurero que continuaba atacando sin piedad.
Poco después de estallar. El monstruo que quedó vida, miraba asustado al aventurero. Cuando recibió la mirada del mismo. La sangre en su rostro y sus ojos esmeraldas sin brillo, lo miraban directamente a los ojos.
Cuando empezó a huir, un hacha le atravesó la cabeza, dando por finalizada su vida.
Izuku suspiró con cansancio.
Sentándose y apoyándose contra la pared, vio como su sangre se derramaba sobre su pecho.
No tardó en buscar en su bolso unas cuantas pociones. Una sola no daría efecto, así que tuvo que beber las cuatro que tenía.
—Santo cielo.—, Bajó su cabeza cansado, sujetando la daga con fuerza porque su hacha estaba metros lejos suyo.
Permaneció unos minutos sentado. (7)
En su bolso escolar, busco algo de comida y bebida. No sin antes buscar su hacha manchada en sangre.
Comenzando a limpiar su hacha.
Concentrado, recogió una roca cercana, deseando tomar aun más filo en su arma. Tomando esta pequeña actividad como un descansó.
Izuku poco después de guardar de nuevo sus pertenencias, comenzó a recoger las piedras mágicas. Bien descansado tras unos largos minutos sentado.
Viendo hacía en frente, sus dos brazos subieron, comenzando a estirarse. Su espalda dejó de doler, debido a las pociones bebidas.
―"Las pociones serán muy necesarias. Tendré que comprar unas cuantas para estar seguro."―, Aunque el dolor se desvaneció casi en su totalidad, el cansancio permaneció ahí.
Su idea de explorar estos pisos hasta el anochecer quizás no se daría como esperaba realmente.
―"Al menos, derrotaré unos monstruos más."―, retomo el caminó.
Fue una experiencia sinceramente aterradora, pero la adrenalina causo que dejará la situación de lado. Pero había sido una experiencia aterradora que sin dudas recordaría durante la noche.
Pasó varías horas donde continúo enfrentando a monstruos.
Donde solo se quedo reducido a unos cuantos duendes, monstruos perros y lagartos.
Siendo más precavido que antes.
Llegando a un límite de cansancio, actualmente caminaba en dirección al gremio. No llegó a su meta del anochecer sin embargo derrotó a muchos monstruos.
Intercambio sus piedras mágicas. Y sinceramente estaba cansado como para iniciar una conversación con su consejera.
Despidiéndose tan pronto recibió su paga.
Monstruos Derrotados - (18)
Ganancias - (1,990)
Sin ítem de monstruos, sus ganancias se reducen considerablemente.
Suspiró cansado mientras volvía a su casa. Volviendo a recordar algo importante: el laberinto no todo era de color rosa. Y no siempre ganaría mucho dinero.
—Bienvenido, hijo, ¿cómo te fue?—, Miach saludó, solo para poner una mirada confundida cuando izuku pasó de largó.
—Gracias, señor. Si no le importa, creo que me voy a desma..—, a nada de caer, se volvió a recomponer, caminando de nuevo a la casa.
Su capitana, se acercó para saludar, pero fue ignorada.
—Izuku, ¿estás bien?—, viendo como el chico se quitaba la camisa. También se quitó los pantalones, lanzándose directamente al sofá. -¿?
Izuku se rindió al sueño.
Naaza caminó hasta la habitación del adolescente y regresó con su manta en manos. Cubriendo al chico para que descansará en paz.
También recogió la ropa del suelo, apreciando las notables manchas de las ropas.
—Resultó herido.—, comentó, dejando la ropa en el suelo de nuevo, tomó del mentón a un dormido Izuku. Empezando a verlo con más detalles.
Cuando se limpiaba la sangre, no se iba en su totalidad.
—Se tuvo que haber bebido todas las pociones, eso aceleró su cansancio.—, Analizo soltando el mentón del chico para dejarlo descansar. —Vamos a tener que limpiar este sofá. Señor Miach.—, comentó para asentimiento de la divinidad.
—¿Ves rastros de alguna herida? Las pociones de baja calidad no hacen desaparecer todas sus heridas.—, Preguntó preocupado.
—No hay heridas, señor. Bebió las pociones juntas.—, contestó despreocupando a la divinidad.
Dejaron descansar al chico. Cuál comenzó a roncar ligeramente, satisfecho por estar en completa comodidad.
Al día siguiente, empezó a despertar. Solo para asustarse porque su capitana estaba parada frente a él con una expresión neutra como siempre.
—¿Naaza? ¿eres tú? ¿Qué haces? ¡Casi me muero del susto!—, comentó, cuando sintió un poco de frío, viendo su cuerpo casi desnudo. —¡¿Por qué estoy sin ropa?! Acaso, ¿hice algo raro?—, muy sonrojado, se cubrió de vergüenza ante la atenta mirada de la mujer.
—No, cuando llegaste, te sacaste la ropa y te acostaste: estabas muy cansado, ¿qué pasó?—, preguntó. No dispuesta a recibir una respuesta corta, necesitaba detalles.
—Fui rodeado por unos monstruos. Me dañaron pero pude vencer. Y continúe explorando un poco. ¡vi un lagarto gigante!—, Contó entusiasmado, pero se puso pálido cuando recordó las cosas sucedidas el día anterior.
―¿Piso 2?―, preguntó para asentimiento del protagonista.
―Me siento como si el calabozo tuviera algo en mi contra. De la nada comenzaron a aparecer varios monstruos.. Y..―, momento, él no podía comentar que se enfrento a muchos monstruos a voluntad propia. Seria declarar que rompió entra de las reglas.
Y aunque no fue una horda. Si fueron muchos monstruos a la vez. ―No me dejaron escapatoria, por suerte vencí a todos.
―Te acabas de quedar en silenció unos largos segundos, no me estás mintiendo, ¿cierto?―, con una mirada penetrante. Logró intimidar al adolescente que se encogió notablemente.
―"Piensa, piensa rápido."―, pensó para bajar au mirada. ―Pensé en esa experiencia traumática donde tuve que batallar por mi vida. Jamás olvidare eso.―, cerró sus ojos con cierto dramatismo.
―Lamentó escuchar eso, el laberinto es así. Izuku, habrá momentos dolorosos que quedarán en tu mente. Pero si lo superas, seras más poderoso que ayer. Descansa, te preparare comida.―, ella abandono la sala, determinada en preparar la mejor comida para su amugo lastimado mentalmente.
Mientras tanto, Izuku suspiro con cierto alivió.
―Nunca hubiera imaginado que ella caería en esa mentira. Siempre es cautelosa, hasta con los pequeños detalles.
Izuku fue sorprendido por su dios.
Miach apoyo sus dos brazos en el sofá, sonriendo nervioso al igual que izuku.
―N..no―, la verdad, mentir no se le daba bien. Pero para evitar ser duramente regañado, pareció un verdadero mentiroso. Esto no funciono contra un dios. Literalmente.
―No puedes engañar a una divinidad, Izuku, detectamos las mentirás. Está vez, no te pienso reprender, eres un aventurero, sería tonto contenerte en tu aventura. Pero debes pensar mejor en que batallas puedes luchar y en cuales no, promete que no seras un imprudente.―, ahora un poco más serio. Izuku tímidamente asintió, se tomó unos segundos para pensar en una respuesta.
―Si señor, prometo no ser imprudente.―, Volvió a asentir, más determinado en su promesa.
―Bien, dejemos esto así. No te delatare.―, comentó refiriéndose a la capitana de la familia. Naaza. ―Pero la próxima cuenta la verdad, ella se preocupa mucho por tí, y se ve ansiosa cuando no llegas a la hora indicada. Confiare en que no seras imprudente dentro del calabozo.
Izuku bajo la cabeza con otro asentimiento.
Arrepintiéndose de haber tomado la decisión incorrecta. Ahora tenía una buena amiga que se preocupaba por él. Ocultar cosas no era bueno en una amistad, ¿verdad?
Después de cenar. Izuku se encontraba en la sala, realizando abdominales, en un estado de concentración. Este día se tomó como descanso.
Entrenando con ejercicios básicos dentro de la casa. Pensó en la conversación con su dios. Y para no preocuparlos, se esforzaría mucho más para fortalecerse lo más rápido posible.
Terminando ese pequeño ejercicio, empezó con otro de inmediato. En éste día, también se encargó de limpiar su hacha.
Al día siguiente.
Izuku caminaba dentro del primer piso del calabozo. Derrotando pequeños duendes con su daga, dejando de lado el usó de su hacha para los siguientes pisos donde tendría que batallar más seriamente.
Todavía continúo pensando en los sucesos de hace 2 días. Y la idea de formar un grupo que se encargará de proteger su espalda no sonaba nada mal.
Movió su hacha cuando entro al segundo piso.
Caminó por minutos, sin embargo no hubo una situación como la anterior.
Quizás cada piso presentaba un nuevo mini jefe con muchos monstruos a la vez.
Al ver un lagarto, levantó su hacha para batallar. Con un pasó en frente, la pequeña batalla comenzó.
Sin dudar el monstruo se lanzó contra el aventurero. Esto causó que nuestro protagonista comenzara retrocediendo, viéndolo muy lento, esquivaba los mordiscos del lagarto como si nada.
Dando pasos atrás y procurando de no caer con una de las rocas del suelo.
—"¿Los lagartos eran así de lentos?"—, pensó siendo capaz de predecir los mordiscos del mencionado lagarto.
Izuku enseñando un habilidoso saltó con volteretas, evadió al lagarto pasando por encima de él. Usando el techo del laberinto, se impulso contra el monstruo.
Consiguiendo herir de gravedad al lagarto con un gran corté en su nuca.
Tocando nuevamente el piso, se acercó caminando al monstruo que se retorcía, en un intento de ver su nuca cortada, dejó de lado totalmente al causante de tanto dolor.
Para acabar con su sufrimiento.
Termino con su vida.
Sinceramente estaba sorprendido.
¿Había sido por los daños sufridos?
Se sobo la cabeza, pensativo con respecto a este enfrentamiento.
¿Tan pronto había superado este piso?
Este crecimiento sinceramente no esperó. Pero era demasiado pronto
como para sacar conclusiones.
Reanudó su caminata.
Izuku enfrentó el segundo piso del laberinto sin inconvenientes iguales al anterior suceso.
Asesinando lagartos, duendes y perros monstruos sin mucho daño.
Aunque la cantidad de monstruos aumentó a diferencia del primer piso.
La calidad de ellos continuaba siendo bastante inferior.
Esto en un principio lo sorprendió, pero debido a su habilidad, la cual si consideraba bastante beneficiosa.
Considero que el daño sufrido anteriormente impulso aún más sus estadísticas.
Los días avanzaban, y continuó su entrenamiento con su capitana. Poco a poco esquivaba más ataques, sin embargo nada significativo.
Mientras evadía dos ataques, tres más impactaban contra su cuerpo.
Esto aceleró su procesó.
Si él mejoraba, obviamente sus estadísticas también avanzaban gradualmente.
Mientras tanto dentro del laberinto.
Él enfrentó los primeros 3 pisos.
Cuando le dieron permiso de bajar hasta el cuarto piso. Decidió evitarlo por precaución. Primero queriendo obtener más fuerza.
Y así no preocupar tanto a su familia.
Fue consciente que el calabozo no era un lugar donde podía tomarse a broma.
Le encantaba analizar a los monstruos y explorar los pisos.
Pero si en verdad deseaba explorar, necesitaba más fuerzas. El piso 2, y 3, presentaron los mismos monstruos del piso 1.
Duendes.
Kobolt. (Monstruos perros)
Lagartos.
Y en cada una de ellas solamente aumentaron su cantidad.
En aquellos pisos, no hubo tensiones de nuevos monstruos. Ni batallas épicas. Solamente un aventurero que se iba fortaleciendo con cada segundo que pasaba.
Una semana transcurrió:
Nada cambió, con cada aventura, conseguía una gran suma de dinero, siendo de ayuda para su familia que poco a poco mejoraba su calidad de productos debido al aumentó de ganancias.
Creando mejores pociones que poco a poco se comenzaban a vender mucho mejor que las pociones de regeneración de baja calidad.
Izuku tenía una extraña suerte al encontrar ítem dentro del calabozo al derrotar duendes y perros monstruos.
Ninguno cuestionó esta grandiosa suerte, aprovechando al máximo sus capacidades al estar todo el día dentro del calabozo. Desde las 7 de la mañana hasta las 8 de la noche.
Por supuesto que cada una de las comidas y pociones estaban resguardadas en su bolso escolar.
Por parte de los monstruos
Hasta ahora, no recibió daño crítico, solamente en intensos entrenamientos con su amiga.
Donde ella llevaba al máximo su habilidad, aprovechando también desahogar alguna frustración guardada con el pobre adolescente que dejó de quejarse al respecto del daño.
Tan pronto avanzó el tiempo.
Un mes había pasado:
Izuku llegó a la casa con una expresión cansada. Estiró sus músculos para causar una relajación en ellos.
Izuku caminó hasta la sala principal.
Cuando de repente unos globos de colores empezaron a caer. Naaza junto a Miach, estaban detrás de una mesa con expresiones contentas.
—¿Eh? ¿Qué es todo esto?—, preguntó, emocionado, cuando recordó que este día no era su cumpleaños.
—Hemos hecho esto para celebrar tu primer mes dentro de la familia, hijo.–, Miach se acercó junto a Naaza.
—Una celebración en agradecimiento: nos has ayudado demasiado este mes, Izuku. Gracias a tí, estamos mejorando nuestra tienda, y aceleramos con la paga de la deuda.—, ella sonrió, causando un sonrojo de vergüenza en izuku.
Se sintió muy bien apreciado por su familia. Causando solo una mayor determinación en su alma.
—Vamos a celebrar cada mes, todo para agradecerte. Preparamos de todo.—, Miach rodeó con su brazo el cuello del chico, empezando a caminar al pequeño pero grandioso banquete familiar.
Izuku tomó una gran sonrisa de oreja a oreja.
Agradeciendo a cualquier dios que le hubiera traído a este mundo. No solo donde se sintió aceptado, sino que también donde podía adquirir la fuerza para proteger a otros.
Ahora tenía a personas que proteger.
Un padre que nunca tuvo.
Y una hermana mayor.
Sin importar cuando tomará.
Se haría el más poderoso de este mundo, todo para proteger y darles lo que más desearan, a ambos.
"Muchas gracias a ambos."
La determinación que destruyó cualquier límite.
Midoriya Izuku.
Nivel 1
Fuerza: G 210
Resistencia: C 606
Destreza: F 320
Agilidad: F 390
Magia: I 0
Habilidades -
(Adversidad de Resurrección)
Descripción: Esta habilidad te permite transformar el daño en aumento de estadísticas, impulsora para el crecimiento y supervivencia del usuario. Si recibes un daño mágico, las estadísticas aumentarán el doble. Un daño crítico de muerte triplicará cada una de la estadísticas. La adversidad se convierte en tu aliado, mientras superas los obstáculos y derrotas a tus enemigos con determinación. Convirtiendo la adversidades en una fuente de poder.
—Me sigue impresionando la aceleración de tus números, pero cómo que no subió mucho de la anterior actualización, ¿verdad?—, Naaza que apoyaba su cuerpo en la espalda de izuku. Éste mismo se puso pensativo al respecto.
Aunque su velocidad de aumentó continuaba. Cada vez recibía menos daños, en sus exploración por los cuatros pisos, estos se quedaron reducidos en nada.
Y cada vez que su estado aumentaba.
Más se acercaba a su compañera.
Esto significó un par de cosas:
Una, era capaz de ver un poco mejor sus ataques, logrando controlar mejor sus instintos.
Dos, cada ataque que daba, no eran significativos, esto se debe a la poca cantidad de ataques que acertaba ahora la arquera.
Y los pisos de ahora.
Casi y no le daban problemas.
Por no decir que no dan problemas.
Consiguiendo persuadir cualquier peligro de estos pisos.
—Empezaré a bajar más pisos desde ahora. Señor Miach, solo deseo su permiso.—, habló con respeto al dios que se vio pensativo.
El hombre asintió.
Consciente de que ser demasiado protector que su aventurero, limitaría su potencial, su habilidad. Y sobre todo, él contaba con las estadísticas para continuar bajando pisos.
—Sin dudas, dejar que continúes en estos pisos, sería limitar tu potencial. Tienes mi permiso, hijo. Solo cuenta con la aprobación de tu consejera.—, recomendó la divinidad.
—Si, señor.—, puso una mano en su frente como un saludo militar. Recogiendo su hoja en manos, empezó a verlo de nuevo.
—¿No has pensado en formar un equipo?—, preguntó la capitana de la familia. Bajar más era un riesgo sin un grupo de aventureros. Un riesgo que le comentaría y recomendaría al chico no enfrentar.
—Si, ¿pero por donde puedo comenzar?—, preguntó viéndola con cierta curiosidad.
—Esa es tarea de tu consejera, puede recomendarte un grupo conformado o te podría ayudar a formar uno. Ahora cuentas con el dinero para pagar un contrato con un ayudante. Desde hace tiempo en realidad.—, comentó lo último en un tono bajo.
Si.
Era momento de formar lazos.
De poco a poco.
Pero comenzaría a formar.
Para continuar avanzando dentro del calabozo con protección en su espalda.
Estaba muy ansioso.
Fin del capítulo.
Primer capitulo del año. :)
Se viene el cierre de temporada.
Cierre de este arco.
Si todo va según mis cálculos, esta temporada se cerrará en el episodio 12.
La próxima temporada.
Tendré que pensar bien en sus futuras habilidades y como desarrollar estás habilidades.
Y ahora que estoy aquí, me gustaría preguntar algo.
¿Les agradaría la idea de darle la marca de cazador a izuku? Cómo habilidad. Para los que no saben, aunque dudo de que así sea.
La marca de cazador otorga al espadachín una serie de habilidades, como su aumento de fuerza, velocidad, y resistencia. Así como la capacidad de ver a través de sus contrincantes.
En este caso, aumentará sus estadísticas, Fuerza, Resistencia, Destreza, Agilidad, mientras este activada.
Aunque no me gustaría hacerla tan rota, pensé en un cierto porcentaje bajo. Pero que sea un impulsor para cambiar el rumbo de una batalla.
Aunque tal vez nerfee un poco esto en todo caso de añadir. Puesto que todavía le quiero dar más habilidades al protagonista.
Habilidades que estarán bastante elevadas en beneficios.
En fin, les dejó a su criterio.
Es solo un comentario que puse aquí.
Gracias a todos por leer.
Nos veremos pronto con un nuevo capítulo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro