9.
---Los diálogos se muestras entre guiones---
"Aclaraciones y mensajes se muestran entre comillas"
La narración en 3ra persona se muestra en letras normales
Palabras en cursiva indican narración de monólogos o pensamientos del personaje
Palabras subrayadas indican ubicaciones
{Palabras entre llaves y en cursiva indican dialogo en un idioma diferente}
Palabras en negritas indican voces, poderes, transformaciones o cualquier cosa sobrenatural.
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Si había un sentimiento que describiera el estado de animo de Inko en estos momentos, eso seria felicidad. Sus hijos estaban siguiendo sus sueños y estaba muy segura, que lo iban a conseguir. Eran sus hijos despues de todo, ahora estaba fuera del gimnasio, pues lo dejo encargado a una de sus empleadas. Pues ahora debía depositar el dinero recaudado en el banco de la ciudad.
Recordaba a sus queridos hijos y un sentimiento de orgullo volvía a rodearla, pues cambiaron de ser unas bolsas de nervios e inseguridades, a jovencitos seguros de si mismos. Bueno, Izuku lo era, puesto que Anri aun necesitaba un poco de ayuda, pero estaba segura que lo lograría, pues ya no solo contaba con la ayuda de su familia. Ahora tambien recibiria apoyo y ayuda de sus maestros y los amigos que haga, eso la hacía feliz. Puesto que lograran volverse personas de bien, pues por eso los crió lo mejor que pudo, su padre tambien ayudo. Es por eso que Izuku se volvió alguien nuevo desde que regreso con ellas.
¿Debería enviar a Anri con su abuelo por un tiempo?
No, no era posible. Pues las clases en la U.A ya habían empezado, fue demasiado tarde. Aunque ella sabía bien, que eso solo hubiera formado un poco su caracter, mas no del todo y tampoco su kosei. Ahora tenía esas habilidades gracias al suero del supersoldado, pero fue muy tarde. Aunque podría pensar en algo más adelante si se llegara a presentar la mínima oportunidad.
---¡¿E-Eh...?!.
Inko se sorprendio, tanto así, que no pudo terminar de considerar las probabilidades que se maquinaban en la mente. Pues fue abruptamente jalada a un callejon estando a unas cuadras de llegar al banco.
La peliverde arrastro sus pies para frenar, generando una pequeña fricción, chocando ligeramente de espaldas a una pared. Afilando la mirada cuando vio frente de ella a un grupo de personas de la mala vida, eran obvias sus intenciones, pero aun así no tenía miedo. Los criminales la veian con miradas y sonrisas amenazantes, tratando de amenazarla. Cosa que no lograban ni un poco siquiera.
---Vaya, señora buenas tardes. Un gusto verla este día---mencionaba quien parecía el líder con unas sonrisa cínica---hemos visto como carga esa mochila tan pesada, que como buenos samaritanos que somos, queremos ayudarla. Así que a cargaremos por usted.
---Así que señora---otro sujeto extendía su mano para que le entrege su mochila---dejenos hacer nuestra buena acción del d...
¡Bam!
---¡Uuugh!
Los demás delincuentes, veían aterrados y sorprendidos, como su líder caía lentamente frente a ellos. Un geiser de sangre salía de su naríz, algunos dientes volaban y sus ojos estaban en blanco. Hasta que cayó interte al suelo.
Fue golpeado por un objeto que volaba a gran velocidad, el cual había rebotado y siendo recuperado por la peliverde que no tenia una pizca de miedo. Siendo una tapa de alcantarilla redonda lo que había lanzado, asombrandolos al ver como una mujer de apariencia frágil, podía sostener una pesada tapa de acero sin problemas. Incluso les sonreía de forma socarrona.
Inko no los dejo salir del trance y se lanzo al ataque, esos mocosos eran unos maleducados. Y ella siendo una adulta, iba a educarlos. De una forma firme y dolorosa.
Especialemente dolorosa.
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•Academia U.A.
Debían admitir algo, la U.A no repara en gastos en cuanto a posibilidades en su desarrollo se refiere. Pues los pasillos eran inmensos y largos, cuando llegaron a la sala de cambio, todos escogieron un casillero y prosiguieron a cambiarse para la prueba. Pues no sabían si Aisawa tenía un tiempo límite para llegar.
Aunque debían admitir algo, Izuku era muy superior a ellos, en cuanto a cuerpo trabajado claro esta. Pues el chico tenía un cuerpo esbelto y tonificado, no era exagerado. Era lo justo de como debería ser, no pudieron evitar sentir un poco de envidia en cuanto a esto, pues si, algunos tenían un cuerpo bien trabajado, incluso el enano de bolas moradas en la cabeza. Pero no se comparaban a lo bien trabajado que estaba, incluso Katsuki estaba molesto. Pues el maldito nerd perdedor lo superaba en cuanto a cuerpo se refiere.
Izuku no estaba al tanto de las miradas, pues estaba concentrado en terminar lo suyo y comenzar las pruebas. Era lo que más le importaba en estos momentos.
---Maldito chico lindo...---mascullaba Mineta celoso y en voz baja---¿uh? ¿que es eso?---noto algo en la pared, cuando lo vio, se emociono de más. Pues era un agujero---¡oh por kami! ¡miren lo que encontre chicos!---llamo la atención de todos, incluso Izuku. Aunque estaban confundidos---¡miren el tesoro que encontre!.
---¡Mineta-kun! ¡eso es algo inaceptable e inmoral!---exclamaba idignado el peliazul de lentes, pues supo a que se referia. Los demás lo supieron despues---¡no es la forma de actuar de los héroes!
---Tsk. No fastidies estirado---mencionaba sin importarle el enano morado y viendo el agujero como un tesoro sagrado---¡este en un regalo sagrado que nuestros senpais nos dejaron! ¡es nuestro deber el honrarlos viendo a traves de esto!---mencionaba muy emocionado acercando uno de sus ojos al sitio.
Izuku suspiro, al parecer el chico era un gran pervertido. Lastimosamente no podía hacer nada, el ya era así y no podía cambiarlo. Esperaba que los entrenamientos lograran cambiarlos.
---¡Mineta! ¡ya basta!---reclamaba Iida indignado por el comportamiento de su compañero.
---¡Callate y dejame disfrutar!---mencionaba ya casi temblando y babeando de la emoción---¡imaginate las Yaoyoroppai! ¡el trasero de Uraraka! ¡las piernas de Mina! ¡las caderas de Tsuyu! ¡las....!
¡Bang! (׿?)
No pudo terminar sus fantasías.
Pues un objeto salió volando a gran velocidad, rebotando entre las paredes de la habitación. Hasta que golpeo unos casilleros, los cuales colapsaron al estar vacios y la fuerza del golpe. Mineta chillo antes de saltar a un lado, pues ese casillero podría haberlo aplastado. Bloqueando el agujero por el que Mineta esperaba acosar a sus compañeras de salón.
Todos siguieron la trayectoria de aquel objeto, hasta que fue tomado por Izuku al alzar su brazo y sin voltear a verlo. Era su escudo y lo coloco tranquilamente en su espalda.
Todos estaban sorprendido por la maestria que el chico tenía con ella, pues no necesito voltear para tomarla de nueva cuenta. Ellos no entendían del todo que pasaba, era algo muy difícil de lograr de espaldas. Lo que no sabían, era que el suero del super soldado, potencio su capacidad mental a grandes niveles. Izuku ya en si, era muy inteligente sin necesidad del suero, ahora estaba potenciada por el. Por lo que al igual que su abuelo, el podía hacer cálculos veloces que le permiten crear angulos de lanzamiento y trazar una línea de regreso, era muy sencillo para el. Por su nivel de inteligencia, podría llegar a ser mejor que el propio Steve en el uso del escudo. Aunque en realidad nadie podía asegurarlo.
----M-M-Midoriya...---decia asustado el pequeño pervertido.
---Bien, vamos de una vez. Aisawa-sensei nos debe estar esperando---mencionaba saliendo serio y sin voltear a ver a nadie.
---Tsk. Maldito fanfarron---mascullaba Bakugo molesto y siguiendolo.
El resto de alumnos aun quedaron un poco paralizados por la sopresa, algunos empezaron a temerle al peliverde, pero eso no evito que le dieran la razón. Debían ir pronto al campo de pruebas y por eso lo empezaron a seguir de poco en poco.
........
---¿Q-Que paso?---se preguntaba una curiosa y asustada Momo a medio cambiar.
---¿Que fue ese estruendo tras la pared? Gero---preguntaba una chica con algunos aspectos de rana.
Las demás chicas estaban igual.
Kyoka no respondía, pues estaba un poco sorprendida. Estaba furiosa por aquello que logró descubrir usando su particularidad, ese pervertido enano de bolas moradas queria espiarlas. Sin duda iba a sacarle uno de sus ojos con uno de sus jacks. Pero no fue necesario.
Pues escucho sorprendida, como otro sonido rebotaba de un lado a otro, choco con algo, esto cedio y bloqueo el agujero. Lo supo porque al observar (nuevamente) a traves de el, todo era oscuro. No veía nada, por lo que volvió a insertar sus jacks en la pared para saber que había ocurrido, pues ahora le intrigaba quien habia protegido la integridad y honor de todas ellas. Así que se concentro.
---"Bien, vamonos de una vez. Aisawa-sensei nos debe estar esperando".
Abrió sus ojos al reconocer aquella voz.
---"M-M-Midoriya...".
Y el enano pervertido lo confirmo.
Así que sorprendida, desconecto sus jacks. Admitía algo, el peliverde parecia ser alguien serio y muy algradable al mismo tiempo. Esto le confirmo su teoria, además que no era un pervertido. Le empezó a llamar la atención.
Pues a ella no le agradaban para nada los pervetidos y tal parecia que al cabeza de arbusto tampoco.
---Midoriya Izuku ¿eh?---pensó con una sonrisa ligera---podrías llegar a agradarme.
Las demás no sabían que pasaba, pero no le tomaron más importancia y siguieron en lo suyo. Kyoka hizo lo mismo después.
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"Momentos despues"
Ya todos estaban en el campo de pruebas, que parecia ser un gran estadio, esto los tenía asombrados incluso a Izuku. Aunque con este último, era más nostalgia. Pues su abuelo lo llevaba a entrenar a campamentos militares y se parecían mucho a este sitio, aunque le faltaban cosas como pozos de lodo, bloqueos altos, obstaculos a subir y esas cosas. Aunque se les parecia bastante.
Los chicos estaban bastante sorprendidos por el sitio, aunque había algo más que les llamaba la atención. Era ese brillante escudo en la espalda de su compañero de cabellos verdes.
Incluso Aisawa lo veia curioso, le recordaba a algo o alguien, pero no recordaba bien. Este chico era muy especial, podía saberlo con solo verlo. Su fuerza y determinación, casi podía sentirlos en carne propia. Deberia tener a este chico bajo su vigilancia, pues podía ser un inhumano y debia asegurase que no fuera peligroso. Aunque no lo pareciera en realidad, ante sus ojos, no era más que otro joven con sueños de volverse héroe. Pero el no iba a confiarse, debía confirmar que estaba en el lado correcto. Eso lo descubriria pasando el tiempo.
Pero dejo esos pensamientos de lado, no era el momento de dudas. Tenía una clase que impartir.
---Bien, comenzaremos con estas pruebas de una vez---mencionaba sin animos el pelinegro.
---¿No vamos a tener una ceremonia de ingreso primero?---Ochaco pregunto curiosa y confundida con su brazo alzado.
---Tsk. Si aspiran a ser héroes, olvidenlo. No tienen tiempo para perder en tonterias---mencionaba mas serio el pelinegro---aqui entrenamos a quienes seran los próximos protectores del país, no debemos distraernos con cosas sin importancia. Así somos desde el inicio.
Eso genero nervios en los alumnos, puesto que sentían una gran presión sobre ellos. Su profesor lo dejo en claro desde el inicio, no vienen a jugar, sino a formarse. No tenian tiempo para este tipo de cosas.
Aunque eso no era algo que le molestara a Izuku, su abuelo le enseño e inculco muy bien la disciplina de un soldado. Por eso estaba serio escuchandolo, el ya lo intuía. Este héroe era de los estrictos y serios en cuanto a su labor se refiere, eso lo respetaba y por eso sonrió de forma leve. Se iban a llevar muy bien, en eso caminaron hasta un sitio donde habían varias maquinarias, a todos le llamaron la atención. Izuku estaba emocionado de más.
Su momento de brillar había llegado.
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Silbante y calmada, Inko salía del banco. No hubo problemas en trámite, la atendieron bien, fue rápido y sin ningún contratiempo. Prefería hacer este tipo de cosas de forma personal, mas por seguridad que por desconfianza. Puesto que a veces se presentaban problemas que solo ella podía resolver, esos casos como dueña del establecimiento, era su deber actuar y solucionar. No podía delegarle ese trabajo a alguien más que no sea ella misma.
Paro un momento, volteó a ver un tumulto de gente, policias estaban ahí y héroes tambien. Se llevaban presos a unas personas, pero estos estaban muy lastimados, demasiado en opinión de cualquiera. Como si hubieran sido atacados por una bestia salvaje y sanguinaria.
La peliverde suspiro y dio media vuelta, seguía su camino. Pero una risita maliciosa salia de su boca.
---Jejeje.
Inko podía llegar a ser peligrosa.
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