---Los diálogos se muestras entre guiones---

"Aclaraciones y mensajes se muestran entre comillas"

La narración en 3ra persona se muestra en letras normales

Palabras en cursiva indican narración de monólogos o pensamientos del personaje

Palabras subrayadas indican ubicaciones

{Palabras entre llaves y en cursiva indican dialogo en un idioma diferente}

Palabras en negritas indican voces, poderes, transformaciones o cualquier cosa sobrenatural.

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---¿Esto es en serio?

Mitsuki se llevaba una mano al rostro estresada, Inko estaba sentada junto a su hija. Pues Anri era quien las habia llamado, su madre no contestaba al estar ocupada en una conversación con su hermano. Por eso le hablo a la madre de su amigo.

La verdad era que Inko no estaba tan sorprendida del todo, puesto que no era la primera vez que esto pasaba. Además que no estaba enojada con su  hija, pues ella era la victima y le parecio noble que Katsuki la halla protegido. Incluso la dejo fuera de esto a pesar de cargar con toda la culpa, ese era el motívo de que ella estuviera libre y el encerrado. Lo bueno era que ella podría ayudarlo, usando favores que amigos influyentes, haría que limpien el historial policiaco del chico. Así no tendría problemas.

Aunque mas bien, esas influencias serian más de su padre. Pero siendo su hija tambien eran suyos.

---Que bulliciosa eres bruja---mencionaba Katsuki tras una celda, apoyado en la pared de esta con las manos en los bolsillos. Bufaba por el regaño de su madre.

El resto de los inculpados, estaban en  otras celdas, asustados, llorando y lastimados, eso último gracias a Katsuki, el cual sonrería de forma burlista por esto. El solo tenía uno que otro raspón, pero nada más. Le parecía divertido el como se lamentaban esos intentos fallidos de abusadores.

---¡M-Mocoso...!---mencionaba la ceniza con una vena en su frente y apretando su puño frente a ella.

---Calma Mitsuki, no te enfades con el. Solo intento hacer lo correcto---Inko abogaba por el cenizo con una sonrisa---aunque a su manera---pensaba un poco nerviosa---ya pronto va a salir.

Mitsuki solo suspiro y se calmo, aunque aun se sentía molesta. Ese hijo suyo si que le causaba muchos problemas por culpa de su personalidad tan de mierda, pero no podía echarle la culpa. Desgraciadamente heredo esa personalidad antigua de ella, además que ese ego, esa arrogancia y orgullo, fue alimentado por todas esas alabanzas de gente idiota y lame botas. Eso tambien influyo en volverlo en eso que es ahora.

Pronto se demostro que Inko tenía razón, puesto que un policia llego y sin decir nada, abrio la reja de la celda del cenizo. Este solo bufo y salio  como si nada, Mitsuki chasqueo su boca aliviada por su hijo. Se veía en buenas condiciones.

Mientras tanto, Inko solo colgaba su teléfono y lo guardaba en su cartera. Anri solo suspiro aliviada.

---Gracias---decía el cenizo con su mirada entrecerrada y desviandola, además de pasarse un dedo por debajo de la nariz y una mano en el bolsillo. Inko solo sonrió un poco divertida por eso.

---De nada Katsuki.

¡Slap

---¡Gaaah!---el ojirrojo casi se cae de cara al suelo por un fuerte golpe a la cabeza---¡¿que demonios te pasa vieja bruja?!---preguntaba adolorido y molesto, además de sobarse la cabeza con ambas manos. Pues su madre le dio un fuerte zape.

---¡Callate problematico!---respondía del mismo modo que su hijo---¡siempre te metes en problemas! ¡eso te pasa por idiota! Pero bueno, al menos lograste defender a Anri-chan. Serviste de algo---le reclamaba furiosa, su hijo la miraba igual. Al final se relajo y suspiro---en fin, ya vamonos de aquí. Debo ir a casa para preparar la cena para Masaru---mencionaba como si nada y cambiando su actitud---adios Inko, Anri-chan.

Todos la veian caminando hacia la salida de ahi con calma, haciendo que a todos les bajara una gota de sudor bajando por sus nucas (incluso el policia). Esa mujer tenía un severo problema de bipolaridad.

---¡Hmp! Vieja loca---pensaba Katsuki dentro de si, para luego empezar a seguirla. Pues ya era un poco tarde.

Así se fueron los Bakugo, una familia un tanto peculiar. Pero interesante de conocer y convivir.

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●Aereopuerto internacional de Musutafu:

Izuku estaba un poco aburrido, pues estana siendo atendido por un médico junto a todos los demás pasajeros. Los héroes y agentes del orden rodeaban y vigilaban el sitio.

Mientras con los criminales, todos fueron capturados, estaban muy golpeados, heridos y para colmo, fueron amordazos de pies, manos  bocas. Todo fue tan rápido, que no tuvieron tiempo de usar sus koseis o disparar una sola bala. Por eso no había heridos ni daños por disparos en el avión, incluso ellos aun seguían confundidos. No entendían que paso realmente ahi dentro.

¿Que había pasado? No lo sabían, pues los pasajeros no hablaban, mencionando que todo paso demasiado rápido para ellos. Aunque no les creían por alguna razón, todo parecia que ellos en realidad no querían hablar. Pareciera que estaban cubriendo a quiene halla hecho esto, puesto que deben estarle agradecidos por salvarlos. Una gratitud algo peligrosa, puesto que cubrian a alguien que rompio las leyes anti-kosei. Esos los volveria complices si llegaran a encontrar pruebas, pero eso no pareciera asustarlos. Se sentían seguros sin saber porque, pero eso les era suficiente. Su silencio era la forma de mostrar gratitud hacia el, puesto que ni los pilotos hablaban. Se excusaban de haber estado inconscientes por el ataque de algunos villanos, tratando de obtener el control del avión. Cuando despertaron, ya todo había pasado. Esa era su versión de las cosas.

Izuku estaba agradecido, pues no revelaban que fue el quien se encargo de esos super villanos. Eso lo hacía suspirar de alivio

El solo veía como los agentes del orden se llevaban a los criminales, incautaban sus armas y tambien, se llevaban algunas cosas del avión. Talvez eran las cámaras internas de este, talvez así encontrarian quien hizo todo esto. Eso lo puso un poco nervioso, puesto que ahora si lo descubririan. Pero bueno, no podía hacer nada por ahora. Solo esperar lo que el destino le depare.

---En serio, que día tan loco. Nunca me espere esto---suspiraba, para luego dejar escapar un largo bostezo. La verdad no había dormido por todo esto---cielos, solo quiero dormir un poco ¿sera mucho pedir?

---Lo siento mucho, pero no---Izuku escucho una voz seria y gruesa, por lo que volteo a ver. Se sorprendio al ver a un sujeto con cabeza de can---por ahora no se podra. ¡Woof!

Aunque ese ladrido último le quito un poco de seriedad.

---¿Que sucede?---preguntaba curioso y un tanto preocupado el chico---¿puedo ayudarlo en algo?

---Bueno, si. Podría hacerlo---mencionaba el hombre con cabeza de can---necesitamos que responda algunas preguntas. ¡woof!

Izuku suspiro, al parecer no podría descansar. Este dia le parecia muy largo.

Aunque seguía sorprendiendole ver a una persona con cabeza de perro.

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Ambas mujeres de cabello verde se dirigían hacia su casa, pues querian descansar un poco, antes Inko compro un postre en el camino, un regalo de bienvenida para su hijo. Antes vivían en un complejo de departamentos, junto a Hiashi, hasta que se marcho a "trabajar" al extranjero. Pero ahí actuo Steve, regalandoles una casa para que vivieran bien. Su hija y nietos vivirian bien.

Fue un día algo agitado, al menos para la Midoriya menor. Puesto que Inko se veía fresca y enérgica como nunca, de hecho, siempre estaba así. Unos buenos genes los que se consiguio.

No estaba enojada con su hija, ella sabía que era una buena chica que nunca se metia en problemas, a menos que la buscaran claro esta. En realidad ella le preocupaba bastante, puesto que su hija tenía un severo problemas de inseguridad y baja autoestima. Debería buscar una manera de ayudarla, llevarla a un psicólogo que la ayude, pero uno bueno. Porque los anteriores fueron inútiles y no sirvieron para nada, solo para robarles sus dinero. Su hija necesitaba una buena ayuda.

Anri no estaba tampoco del todo mejor, puesto que sabía que a pesar de no estar en problemas, si metió a Katsuki en ellos. Se sentía inútil y un estorbo, siempre provocandole problemas a los demás por su miedosa personalidad. Eso tambien podría afectar su posibilidad de volverse heroína, era su gran sueño. Pero no podría lograrlo ¿que héroe seria cobarde? Ninguno podia serlo, todos debían apartar ese sentimiento para lograr salvar a los inocentes. Esos eran verdaderos héroes, pero lastimosamente, así no era ella. Era una miedosa cobarde, una inútil con un sueño imposible de realizar. Ella no era como su mejor amigo Katsuki y mucho menos, con su amado y respetado hermano. A pesar de no tener kosei, era valiente y decidido. Mucho menos a su abuelo y tambien su madre.

A veces sentía que no heredo los genes Rogers.

---¿Cuando llegara onii-sama?---se preguntaba un poco animada la peliverde.

Pero su respuesta llego enseguida, ambas mujeres se encontraban sorprendidas y paralizadas. Pues el deseo de ambas se había hecho realidad.

Ahí estaba Izuku, sentado en la puerta de la casa, al parecer dormido. Pues no pudo pegar ojo en el vuelo por obvias razones.

---Vaya, ya llego. Me alegro---mencionaba Inko saliendo de su sorpresa y luego sonriendo calidamente para cruzarse de brazos---pero hubiera querido que estuviera despierto para recibirlo como se debe ¿no crees Anr...?

---¡Onii-sama!

---¡Aaah!

Izuku desperto de golpe, pues lo embargo una gran sorpresa al ser tacleado de golpe. En su estado de aturdimiento y semi dormido, casi actua de forma ofensiva. Pero se detuvo al sentir que no lo atacaban, sino que lo abrazaban. Así que ambos rodaron por el suelo hasta detenerse.

Cuando desperto un poco más, pudo ver que era su hermana melliza mayor, la cual lloraba de alegría mientras restregaba su rostro en su pecho. Esto primero lo sorprendio, pero luego empezó a reir de forma enternecida, tambien a sobarle su rizada cabellera verde. La verdad era que extraño bastante a su hermana y madre, era bueno que estuvieran en buen estado de salud. Pues a pesar de que no lo parecia, Anri tenía mucha fuerza. Esa fuerte tacleada lo confirmo.

---Anri, me alegro de verte hermana---mencionaba el peliverde, pero su hermana no contestaba. Estaba aun clavada en su pecho.

---Bienvenido a casa hijo---mencionaba Inko acercandose a sus hijos con una sonrisa---te traje un postre---le mostraba un pequeña funda blanca.

---Gracias madre---respondía mientras se levantaba del suelo, ayudando a su hermana. Esta seguía sollozando---es bueno estar en casa ¡buaaaah!---mencionaba para luego dejar escapar un gran bostezo.

---¿No dormiste bien?---preguntaba curiosa Anri ya mas recuperada---¿no descansaste en el avión?

---Fue un vuelo algo....complicado---mencionaba rascandose la mejilla con un dedo y una sonrisa ligera y nerviosa. Obviamente ocultaba lo que ocurrio---no pude descansar de forma correcta ni cómoda.

---Ya veo---mencionaba Inko suspirando aliviada por el bienestar de su hijo---pero vamos adentro, podras descansar mejor.

---Si, creo que es mejor.

Así que tomo su maleta y su madre abrio la puerta de la casa, para así el trío entro a ella. La familia por fin estaba reunida.

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•Estación de policia.

En la estación de policia, estaban todos ellos analizando del caso del avión, los criminales habían sido llevados a instalaciones gubernamentales. Ellos estarian apresados en las prisiones más seguras de todas, además de confiscar esas armas. Ellos solo se quedaron con las pruebas y archivos que obtuvieron en la investigación.

Los héroes no eran policias o militares, por lo que no tenían nada más que hacer ahi o investigar, así que fueron relegados. Estos se sentían menospreciados, puesto que los hacían sentir como si no sirvieran para más que luchar y atrapar villanos. Ellos podían hacer mucho más que eso, tambien tenían inteligencia y astucia, por lo que podrían hacer lo mismo. No al mismo nivel que un policia o detective, pero estaban bien entrenados como para hacer un trabajo descente. No eran solo brutos golpeadores.

Era algo confirmado, nadie podía negarlo. Heroes y policias no se llevaban del todo bien, pero hacían un buen trabajo juntos. Ademas de respetarse mutuamente.

Pero ahora no había tiempo de pensar en rencillas, esto era aun más importante, debían llegar al fondo del misterio del avión. Pues aun cuando los secuestradores ya fueron apresados, debían  investigar quien demonios fue aquel que los había dejado en ese estado. Podrá haber salvado a todos, pero tambien cometio un crimen por su imprudencia y ninguno quedaba sin consecuencias. Debían encontrar quien fue aquel héroe ilegal.

Y las cámaras del avión deberian ayudar.