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— Debes decidirte, cariño.
Yo estaba hecho una bola con todas las sabanas de mi cama. Mi madre estaba en los pies de mi cama, con la bandeja del desayuno a su lado. Me miraba seriamente.
— Pero...
— Nada de peros, Tooru. Ya pasaste por esto, cariño, no vuelvas a lo mismo — Levante mi mirada — . Deberias dejar tus tontas razones que tienes, e ir con Iwaizumi. Es un chico bueno, que quiere cuidarte.
Pase mi vista desde la mirada de mi madre, a la ventana.
— Debes dejar de ser egoista contigo mismo. El te quiere ayudar.
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