Solté un largo suspiro, tocando mis sienes con confusión.
Eso no es posible, ya no podría haber elegido. Según la reunión de padres pasada, el curso no podría aceptar mas nuevos alumnos porque estamos en un limite.
Somos 43 alumnos en una misma sala, todo es mucho mas costoso, incluida la manutención de los pupitres, los viajes y ni hablar de lo que conlleva el paseo de curso final.
Estamos en nuestro último año, aunque recién comencemos el primer período.

Entramos hace un mes y medio, las vacaciones fueron mas cortas de lo esperado, cada año de vieja que pasó, es otro año donde el tiempo no pierde ni un solo segundo.

No comprendo, no entiendo, como pudieron haber pasado eso por alto, ¿así de incompetentes son?.

Les hubiera mencionado antes a ellas de eso, el punto es que pediría mi tiempo. Nadie confía en las decisiones de los adultos, menos yo.

-Y que hay de la cantidad de alumnos que somos.-Solté mirandola fijamente.

Sinceramente no puedo creer la poca autoridad que poseen.

-¿Como sabes sobre eso?, me refiero a que, lo oí de algunos profesores que comentaban sobre nuestra clase y como afectaría eso al colegio, ya sabes que muchos entran en la mitad o al final del periodo.-Habló mientras jugaba con su cabello, se detuvo y me miró nuevamente. -Como sabes sobre eso.

-¿Que hay de especial con eso? Escuche lo que conversaron, mi mamá me contó todo.- Enuncié con simpleza.

-Ah, si es verdad, es solo que generalmente como sabes no dejan entrar a la sala en medio de una reunión y se hacen a partir de las 9 de la tarde. -Observó mi expresión, levemente puse una mueca de desagrado, su desconfianza molestaba. - Sisi, olvidalo ¿ya? Fue curiosidad.

Río bajo y comenzó a mirar a sus alrededores incómoda.

La verdad es que no me lo contó mi mamá, pero ese es mi secreto, el de donde me entero de casi todo.

-¿Saben cuando vendrá?. -Hablé tratando de aligerar el ambiente.

Magda abrió los ojos mucho mas, sorprendida, le había pillado desprevenida.

-¡Eso es!, eso quería comentarles pero me había olvidado, dicen que puede aparecer hoy o mañana en el salón de clases.-Habló denotando orgullo de su noticia.

Mañana u hoy, ¿como es que eso no esta seguro?.
Además no me cabe que se pueda cambiar de un curso a otro así de fácil.

-¿Y saben porque se cambia de clase?.

-La verdad no.-Enunció apagada Agustina.

-Por más que tratamos de averiguar nadie sabe nada, es demasiado molesto. -Al terminar suspiro enojada.

Vaya que les molesta no tener información que gusten.

-Comprendo que estén molestas, pero -Sonreí maliciosamente.- ¿Porque nos limitamos a saber lo que otros saben? Una vez que venga lo sabremos todo, solamente debemos cuestionarlo.

Y ahí estaba de nuevo la rata que ellas conocían, a fin de cuentas si me sentía curiosa al respecto, aunque no me daban ganas de ensuciarme las manos ni el nombre acosando a un pobre chico con preguntas. Mi idea es que sean ellas quienes lo hagan.
Ya les meti el bichito del plan, ahora ustedes se moverán.

Se miraron rápidamente e hicieron una mueca de concordar mutuamente.

-Nos parece, ayúdanos. -Habló Agustina sonriente.

'No quiero.'

-Veré en que puedo ayudar, fue una idea, ustedes deben ser quienes se muevan.- Solté con una sonrisa de lado para tomar mi jugo.

Toco la campana y seguíamos conversando de distintas personas, vaya tema.

-El profesor aún no llega...-Masculle irritada.

-¿Que no te hemos dicho Mina? tiene un horario muy cotizado con la profesora de artes Jajaja.

-Calllense, ya llegó.-Habló Magdalena e hizo un gesto de silencio.

Corrieron hacia sus pupitres y se sentaron rápidamente.
Al menos no somos las únicas bulliciosas, el resto de la clase parece no darse cuenta de su presencia.

-Si fueran tan amables. -Entonó el profesor firmemente.

Toda la sala se lleno de silencio y quienes estaban en otros lados fueron rápidamente a sus puestos.

Siempre he admirado su manera de hacer callar al resto, es conciso y da miedo.

-Vaya parlanchines, no dan ningún buen ejemplo, ¿que quieren que piensen de nosotros las otras clases?. -Miró hacia atrás y abrió la puerta. -El es Iván, su nuevo compañero de clase, nos acompañará durante todo este año, y esperamos que sea un año inolvidable para todos.

El silencio que había hasta hace poco con su reproche era abrumador, pero se detuvo cuando presentó a Iván.
La clase estaba llena de murmullos.
Iván comenzó a avanzar hacia el profesor.
Es idea mía o se siente como una entrada ¿demasiado dramática?

Revise la pantalla de mi celular rápidamente para ver un mensaje de Magdalena.

Magda101
-OLeee que clase de bonus hemos ganado, exijo una aclaración.

Tú
-Porque lo dices.

Agusowo
-Es que dios es hermoso, es muy lindo me gsta.

Tú
-Calenturientas, eso son.

Magda101
-JAJAJAJA basta que no me puedo reír
-Agus yo lo vi primero.

El celular siguió vibrando por lo que lo deje en silencio, claramente no quiero un castigo.
Observe al chico, era.. Muy guapo, si.
Tenía un cabello castaño claro, ni muy corto ni muy largo, poseía ciertas ondas en el y en su flequillo que se abría a los extremos de su frente, dejaba ver su palida piel. Sus cejas pobladas se llevaban la atención en aquel espacio al igual que sus pecas al rededor de su rostro blanco. Poseía unos ojos hermosos, esa es la verdad.
Suelo ver hombres hermosos en dramas, series y películas. Mas nunca me había topado con alguien tan llamativo.

Sus ojos almendrados eran la viva imagen de la primavera y el otoño. Eran totalmente pardos, mientras que sus pestañas rizadas eran demasiaso largas para ser real.
Su nariz totalmente estrecha y fina, mientras que sus labios eran carnosos y rosados, un rosado bastante natural.
Debía medir entre uno 78 a uno 80, no conozco muchos hombres altos así que no soy muy buena calculando la estatura.

Su vista pasaba de persona en persona, sin duda era bastante curioso, faltaría tiempo para observar a todos con cuidado siendo 43 alumnos.

-¿Quieres agregar algo Iván?. -Dijo el profesor amistosamente.

Buena esa, pero con el pasar de los meses sabrá lo malvado que es usted viejo.

Se enderezó y miró a la clase amablemente.

-Espero llevarme bien con todos y no molestar. -Habló limitante.

Tenía una voz bastante atractiva a mi parecer, un punto en que no es ni demasiado agua ni grave, pero si pudiera bajaría a grave con facilidad.
El chico mostró una leve sonrisa y se limitó a esperar una respuesta del profesor.

-Siéntate allí Iván, alguien faltó y ese será tu puesto definitivo.-Soltó mientras señalaba el puesto frente al mío.

No pues, vaya que suerte, ahora la única idiota que va a tener que trabajar para sacarle información soy yo.

'¿y a quien se le ocurrió?'

Si ya sé, a mi.

El profesor no pudo evitar recibir bastantes miradas de repudio, de seguro nadie sabía donde se sentaría Gabriel de ahora en adelante.

Lo más seguro es que lo pondría al lado de su escritorio como una forma de castigarlo por faltar. Ya decía yo que es cruel y malvado.