Tan pronto unos ruidos se aproximaron a la puerta, que daba a los camerinos, una voces se asomaron igualmente.

—¿Y han visto aquí?. —Oí la voz del profesor hacerse presente.

Mierda.

Iba a deshacerme del abrazo de Iván cuidadosamente. Eso iba a hacer, pero termino siendo un raro forcejeo porque él no entendía que pasaba.
Terminé de alejarme de él y tropecé torpemente con su pierna.
Caí de caras contra su rodilla.

'esto es mas que demasiado, me caí 2 veces en la mañana y luego en el pelotón y ahora..'

—Mi, m-mi nariz.. —Solté un quejido adolorido.— Duele más que la perra oh dios.

Iván tomo mi chaleco y jalo de el.

—Si nos ven no podremos contar la historia.—Le oí decir frente a mi mientras me ayudaba a ponerme de pie.

—Te recuerdo que me acabo de golpear por ti. —Bufé mirándolo  con intenciones asesinas, conteniendo las ganas de partirle en dos.

Una vez de pie e ignorando lo que había pasado tomó mi antebrazo y empezó a correr sin ningún previo aviso hacia los camerines del fondo, aquellos viejos de madera crujiente y llenos de polvo.

Son camerines que nadie usa, por lo que, supongo que su idea era que pasáramos desapercibidos por el profesor.

—Esto es horrible, todo es mi culpa.—Lloriquié perdiendo los nervios.— Si no hubiera insistido en venir aquí esto no pasaría.

—Es irrelevante, te seguí sin protestar.

—Es que no entiendes, si el profesor o alguien más nos encuentra todo empeorará, nos hubieramos quedado en la banca a inventar alguna excusa creíble. Pero ahora si nos ven aquí van a pensar que estabamos haciendo cos-sas de adolescentes, buaaaaYh. —Sentí mi rostro ponerse rojo producto de la idea del ser castigada.

Lo que siento ahora, esta confusión de emociones ¿es adrenalina? Correr de esta manera, como correr por tu vida. Nunca me había ocultado de un castigo con un chico, le tengo pavor a los castigos.

—Si eso sucede tomaré yo la responsabilidad. —Le miré mientras la caminata descendía su velocidad.— Yo fui quien te llevó a los camerines.

Que feo suena eso...
Lo ignorare.

—Entra.—Ordenó y percibí al instante el toque de sus manos en mi espalda, resultando en un pequeño empujón hacia el interior del camerín.

—El camerin es de una sola persona, ni se te ocurra entrar. —Dije cortante pero nerviosa al verle cerrar la puerta.

Me miró con una expresión tan frívola que sería capaz de martarme si pudiera, una cara que expresaba:

'me estas jodiendo'

—Esta bien pero, bueno ya. —No hay otra forma, los pasos del profesor y otros ya hacen eco dentro del extenso pasillo que conforma los 67 camerinos

Tome su mano rápidamente.. Fría y suave, tenía una piel tersa.
es algo así como nuestro sexto contacto cercano.

Los he contado inconscientemente..

Jalé al volver a mis sentidos, ayudandole a subir a la banquilla que ocupaba un extremo a otro. Banquilla que dentro del camerin sirve para guardar cosas del aseo y así.

—Desde ahora tendremos que susurrar. —murmuré.

—No me digas. Estaba pensando en gritar. Gracias. —Mencionó frívolo.

La manera en que hace pausa entre cada palabra es, demasiado irritante.

—Oye que pesado que eres repentinamente. —Objete y me giré hacia un costado tratando de darle la espalda, pero hacer eso sin producir ruido era una tarea difícil.— ¿Por qué eres tan alto?, tomaste leche de vaca directamente o qué..

Al inclinar mi rostro buscando comodidad le alcance a divisar fruncir su ceño en señal de fastidio.

Los pasos se acercaban cada vez más, si continuabamos sin hacer ruido pronto nos libraríamos de esta de alguna manera.

Moví ligeramente mi pierna buscando no experimentar un posible calambre.

Inmediatamente sentí algo caer, como si fuera en cámara lenta, se hacia presente una estremecedora lentitud, donde me di cuenta que había empujado mi celular fuera de mi sitio y que iría a caer pronto al suelo.

No, mierda.
No caigas.

¿Porque sigo teniendo la sensación de que esto pasa en cámara lenta?. Aún así no logró pensar y tomar el impulso.

Como si fuera un regalo del cielo,
solo basto un pequeño y simple movimiento, tal como que Iván estirára su brazo y lo tomará velozmente, demasiado veloz y ágil.

Sin subir la mirada de la escena que había pasado por mis ojos, expectante, hablé.

—Tienes unos reflejos geniales, ¿has jugado las quemada-

Mi habla fue interrumpida por el brusco caer de mi celular en mis piernas, que por muy brusco que fuese cayó en mi sin hacer algún ruido. En ese mismo instante, sin ningún previo aviso posó la palma de su mano en mi boca.

Ya, lo entiendo. Habló mucho, olvide en que situación estoy...

La posición en que nos encontrábamos era realmente incómoda. El tomar un celular que esta mas adelante que tu o en dirección diagonal implica que tienes que extender tu torso hacia allí e incluso mover tus piernas.

Bueno, ahora el espacio privado esta menos presente que antes. Podía sentirme abrumadoramente cerca de mí.

Una de sus manos estaba siendo apoyada en mi muslo izquierdo, mientras que la otra se encontraba en mis labios.

Maldita sea justo tenía que apoyarse en mi muslo, se que no es apropósito pero es tan... Raro¿.
Tratando de quitar la atención de eso miré hacia delante y contemple sus ojos, bellos, con ese verde pardo tan lindo.

—tienos ummos ojis belleos, invidiablu.—Susurre cómo pude bajo su mano, gestando una sonrisa torcida.

Vamos que es esto, no puedo cambiar el tema así de rápido, es obvio que esto es incómodo y raro. Deooos, nos conocimos hoy y estamos a este nivel de proximidad, que sigue mañana, ¿hacerle la cama?.

Repentinamente abrió más sus ojos. Sorprendido y bastante rápido desvío su mirada.
¿Fue por lo que dije? Quizás habla mamut al igual que yo recién.
Que cosas ¿no?.
No, no puedo seguir distrayendome tan descaradamente.

Puedo sentir su respiración en mi frente, bastante cálida.
No sé si me siento así de nerviosa porque nos puedan encontrar o por él.
¿Podría ser posible?. No quiero ser igual que las otras chicas, no quiero que me gustes alguien que apenas conozco aunque en realidad... Del colegio sea quien mas le conoce.
De igual manera, debo cambiar de chip, si, ignoremos todo lo que pasa, sintamonos asqueadas...

Hablo conmigo misma, genial, cada vez mejor.

Sin darme cuenta volví a reflexionar sobre el hecho de que su mano cubría gran parte de mi cara, de hecho si no fuera porque ahora tuvo cuidado de no ahogarme, no estaría respirando.

De cierta manera...
Hasta ahora no me había dado cuenta, pero el poner nuestras manos sobre la otra persona de esa manera, no era algo que hiciera ni con mis amigas.

Realmente era raro, no me sentía incómoda en general con él. Como si ya nos hubiesemos conocido durante mucho tiempo. Aún así, cada cosa que veía sobre el era totalmente nueva.

Pero esto..
Debe parar, apenas nos conocemos y es algo confuso abrirme a una persona que apenas conozco..
Si, apenas le conozco y le siento tan familiar.

—Me gustaría alejarme pero las tablas de esta antigüedad hacen demasiado ruido, no es fácil moverse en silencio . —Entonó después de unos segundo en un susurro cerca de mi oreja, pero no tan cerca como para sentir su aliento.

Ash, razón no le falta...

Los pasos fueron alejandose cada vez más. Solamente de traumada mantuve mi respiración pausada e inconscientemente apretaba su antebrazo con mis cortas uñas...

El silencio ahora era completo...

'...
'....

—¡No hay nadie profe, las luces atrás también están apagadas!—Gritó alguien no muy lejos de nuestro camerin. Era Mía.

Genial, ahora es.. momento de esperar.

Levante cuidadosamente mi mano para hacer una especie de señal con ella indicando "perfect".

Sonreí y lentamente vi como su mano iba apartandose de mis labios.

—Al fin aire.— Solté y me enderece para bajar con el menor ruido posible.

—Te vas. —Dijo tras de mí.

—Eh ¿sí?. Debemos tomar caminos distintos para que no nos encuentren de nuevo juntos.— Le mire nuevamente para observar su detenidamente su rostro.

No percibía nada, era una especie de expresión vacía.

—No es que haya algún problema con que alguien nos vea juntos, es solo por esta circunstancia. ¿Entiendes verdad?. —Finalice con una media sonrisa. Me sentía incómoda por sentir que debía dar alguna explicación.

—Ire al baño de cualquier otro lado e inventare que tenía cólicos. Puedes, no sé.. Decir que tuviste algún tipo de em, algo como una erección que... ¿no pudiste controlar?.—Su expresión fue inmediata, confusión máxima. —Hey, hey, hey no lo tomes así, es que hace poco supe que eso les sucede a lo hombres, ¿está bien?. El profesor entenderá. —Hablé nuevamente fijándome en como su expresión se tornaba seria, un cambio que me hizo sentir la necesidad de hablar nuevamente.— O bueno puedes también considerar inventar otra excusa.

—Ya es tu tema. Suerte y bai.

Apenada, avergonzada y arrepentida salí como peo en el aire fuera del lugar.

Sentí que mi fingido apuro podría explicarse por que tenía miedo a que alguien más viniera, pero eso es tan solo una idea, algo que quiero creer para no pensar en lo obvio que fue eso.

Dios esto fue, tan vergonzoso. Lo dije así, como si fuera lo más normal.

¿¿Que me sucede??

De verdad,
me desconozco
cuando...
abro la boca frente a él.