Chapter Seven
Después de correr lejos de él, hice lo que dije que haría al pie de la letra, o bueno casi.
Inventé que tenía unos pésimos cólicos que martiriaban mi alma y ser y expliqué con una expresión de sufrimiento que estuve en el baño todo el tiempo.
Y como claramente nadie reviso allí, tuve que ir sola donde el profesor a dar explicaciones.
Podría decir que se sintió feo mentir, podría pero el miedo de que mi actuación no fuera creíble era lo que mas me mantenía firme.
Sin mencionar que no hice deporte, lo que es un alivio. El resto del día anduve con una compresa de enfermería y cuidados especiales de parte de Agus, Magda y Francis.
Y por supuesto, maldito Francis, que de no ser por él me hubiera ahorrado todos los nervios que pase.
No se había aparecido durante toda la clase de deporte y no lo hizo hasta comprensión histórica del presente.
Una ramo raro y demasiado aburrido, como odio todo lo que tenga que ver con historia.
Aún no se sus motivos como para haber estado ausente la clase anterior, ni donde estuvo. En realidad solo me limite a mirarlo de manera asesina al igual que como había mirado a Iván horas atrás.
E Iván, si Iván.
¿Que sucedió con él?.
No tengo ni la menor idea en realidad.
Regreso después de deporte a presentarse en la clase de Historia.
Tengo mucha curiosidad de cuál habrá sido su excusa.
Él había procedido con tranquilidad a entrar a mitad de clase y acercarse a la profesora. Obviamente desde mi lugar no podía escuchar nada, pero lo que sabía es que de alguna manera convenció a la profesora para conversar con él, fuera del aula.
Después de unos minutos volvió con su usual expresión apática y se sentó en su puesto.
Recuerdo haberle observado largos ratos buscando el momento para preguntarle, y creo que hubiese sido mas fácil si no hubiera sido por la presentación que estaba en el Data y la profesora dando rápidas vueltas detectando a gente conversando.
Me preguntó si habrá mencionado lo de la ereccion.
No, de ninguna manera. Es imposible que haya tomado mi idea como una excusa creíble.
Pero aún así, se había demorado demasiado, quizás tomó mis palabras de que no nos vieran juntos muy en serio.
Pero esto me lleva a donde estoy ahora, mi cuarto.
No pude entablar una conversación ni hacerle saber que quería hablar.
Ergh..
Me frustra.
Además de que faltó en la tarde.
Todo mi día a parecido girar en torno a él. Me desagrada tener ganas de conversar y no poder hacerlo. Ni siquiera tengo su contacto.
Mierda, ahora parezco otra de las que le siguen.
Me siento molesta, ni siquiera tiene ganas de hablarme él. No lo intentó.
Lo único interesante es que hoy hay reunión de tutores, no solo ellos si no los padres.
Soy tutora de una niña que es un grado menor que yo y de un chico de la clase A.
No se me complican las matemáticas ni ciencias así que me parece relativamente fácil enseñarles.
La hora de la reunión se acerca y debo cambiarme rápidamente.
Luego de unos minutos bajo rápidamente al comedor donde está mi madre.
Visto una simple camisa negra, unos shorts de mezclilla claro ajustado y una blusa larga semitransparente blanca.
Al acercarme a mi madre me detengo frente al espejo de la cocina y me hago una coleta alta con un moño blanco.
Me encanta combinar la ropa con los moños.
—Mamá, ¿puedes llevarme también? tengo reunión de tutores.
Se giró para mirarme con una ceja enarcada.
—¿Justo hoy?.
Sonreí ampliamente con una pizca de maldad.
Mostré la pantalla de mi teléfono rápidamente a mi mamá.
—Tengo la citación como ves.
Suspiro y me miró suspicaz.
—Nada de ir a la sala a ver que conversan los adultos ¿entendido?. —Giró nuevamente para guardar algunas cosas en su cartera.
—Nunca se me ocurriría. Para eso estas tú, cualquier cosa me la puedes contar. —Sonreí de lado al finalizar.
Volvió a mirarme para pasar de largo hacia la puerta del comedor.
—No se porque me dices eso Graci, nunca te he contado nada y no lo haré, sabes que tocamos temas delicados...
Si, lo sé.
Oí su voz alejarse e incliné la cabeza lentamente hacia un lado.
'Nunca me cuentas nada, es por eso que débo saberlo a las malas madre. '
Me recuerda al dicho.
La curiosidad puede matar al gato...
Pero no si este realmente puede tener nueve vidas. ¿Creo?.
—————
Ha pasado rato que no vengo a una reunión de tutores.
Una vez entramos al colegio mi mamá se dio vuelta para mirarme dudosa.
—N-
—Ya sé, me iré ahora. —Aclaré cortante.
Vamos, no entiendo porqué exagera tanto, se bien de lo que hablan y estoy obviamente acostumbrada a sus temas turbios e innecesariamente recónditos .
Me alejé antes de oír cualquier otra palabra y me dirigí hacia la reunión con apuro.
Siempre llegó tarde por la chucha.
Maldije en mis interiores mientras podía oír el ruido de voces familiares hacerse presentes.
Corrí hacía la puerta al ver como la cerraban sin percatarse de mi presencia.
—Espera, ya llegué, perdón la demora tuve médico. —Murmuré al organizador con una expresión lamentable.
Asintió en respuesta y entre tras de él para oírle ahora si, cerrar la puerta.
Tomé un puesto cercano a un ventanal y me acomodé.
¿Es mi idea?.
Todos parecen serios y nerviosos por alguna razón.
Tomo un ligero impulso, lo suficiente para hacer que las ruedillas de mi silla golpearan con las de mi compañero de al lado.
—¿Sabes si paso algo?.—Cuestione preocupada.
Se giró y sopló con el mismo aire que el resto.
—¿No te has enterado?. —Cuestiono en respuesta sorprendido. —Bueno supongo que te enterarás igual, tocaremos el tema ahora solo hay que esperar a que el organizador vea algo.
Mira hacia los lados y se acerca a mi oreja.
—Lo de los asesinatos, ¿recuerdas?. Supongo que te has dado cuenta que últimamente las reuniones de apoderados y tutores coinciden. —Masculló sin titubear.
Asentí rápido con disimulo.
—Bien, supimos que se enteraron que algunos de nuestro grado y de otros, acompañaban a sus padres al colegio con la excusa de que tenían reunión de tutores. Y el que las fechas coincidan ahora es una manera de que nos mantengan ocupados mientras tengan las reuniones y que así no podamos mentir diciendo que tenemos reuniones otros días. —Concluyó.
Le miré decepcionada.
—¿Eso es todo?, no sabía que lo hacían por eso, pero no creo que deba ser algo por lo que mantener este ambiente. —Añadí en forma de queja sin elevar mi tono de voz.
Tiene sentido que mi mamá haya sido tan cautelosa, es normal que no me creyera a fin de cuentas. Pero me hierve la sangre que le crea mas a una citación que a su propia hija.
Ergh.
El chico de al lado de, identidad desconocida con el cuál estaba hablando entorno los ojos y colocó una expresión seria apoyando su mano en mi brazo ligeramente.
—Escucha esto, no lo puedo repetir tal cuál, no tengo toda la información. —Susurró y asentí.—Hace un tiempo que no pasaba nada aquí, en otros lados si, pero no aquí exactamente. —Asentí ante su pausa. —Ya sabes que a ocurrido en el pasado y no hace mucho en nuestra institución, pero en el último tiempo es más en las ciudades cercanas y en los colegios vecinos si es que hablamos de instituciones educativas. En resumidas, a vuelto aquí. —Finalizó a duras penas.
Pude ver como una ligera gota de sudor caía de su frente cubierta por su cabello desordenado y seco, al mismo tiempo lamía sus labios y trataba con un pequeño temblór en su mano.
Suspiré y sentí una mezcla de emociones envolverme sin cuidado alguno.
De nuevo. No quiero preguntar, no estoy preparada.
Y se que el mucho menos lo esta.
Parecía que la reunión estaba tomando forma debido a que el presidente u organizador como queramos llamarlo estaba ordenando unos papeles y procedía a hablar.
Hablaba pero por alguna razón no podía escucharle.
—Ahr-g. —
'mierda'
Solté al sentir una fuerte presión en mis sienes.
Percibí al instante después de eso una palpitación cubrirme los oídos.
Por qué ...
Por qué parece que...
Vienen de a mi lado, esas palpitaciones.
Es como si, pudiera escuchar el interior de otra persona...
Es una estupidez pero aún así...
Giré rápidamente a ver al chico que tenía al lado.
Le veia agitado y desconcertado, cubría su pecho con su puño, como si contuviese algún tipo de dolor.
—No te había visto antes o quizás no me fije, ¿como te llamas?. —Pregunté amable.
Puede que esto lo distraiga algo...
El chico levantó la cabeza y me observó con preocupación.
—Soy de la clase C, me llamó Benjamín, ¿tú?. —Habló con tranquilidad.
Una tranquilidad falsa porque se notaba como trataba de mantener la compostura y relajarse.
Estaba completamente asustado.
—Mina. Del B.—Mencioné rápidamente.
—Benjamín, ¿estas preocupado por eso verdad?, conocías a quién... —Pensé en mantener las palabras en el aire suponiendo que el entendiera pero, sentía que era algo inútil debido a que todos sabían. —... ¿Fue asesinado? ¿Lo conocías verdad?. —Concluí tragando saliva lentamente y sintiendo el desespero por el sonido de esta que hacía eco en mi inquieta mente.
Él, ¿conoce a quien murió?.
Puede ser, que tenga miedo por la seguridad de aquí o...¿su vida?.
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