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Segunda Parte (Final)

Kim Junmyeon era un alfa que jamás perdía los estribos, siempre tenía una respuesta inteligente para todo y era amable con los que le rodean. Con tan solo veintiocho años, ya era el presidente de la organización de colegios más prestigiosos del país, cargo heredado por su padre, debido al retiro de este por problemas de salud.

Era el alfa soltero más codiciado del país, pero no estaba interesado en aceptar ninguna propuesta de esos despampanantes omegas que se cruzaban en su camino todos los días.

Junmyeon ya tenía un compañero y estaba feliz con él. Mas su amor era prohibido porque ambos eran alfas, herederos de un gran imperio en diferentes países. Su amor estaba más que condenado, lo estuvo desde el inicio; aun así, Junmyeon no nunca consideró darse por vencido.

Durante mucho tiempo estuvo realizando investigaciones acerca de las alianzas entre alfas, y aunque no encontró mucha información, logró localizar a una pareja que vivía en el norte del país. Se trataba de un hombre y una mujer alfa que mantenían su relación con un perfil bajo, siendo favorecidos de la casi nula presencia de otros individuos cerca de su hogar. Por supuesto, no podrían registrar su matrimonio por la ley, pero eso no podía importarles menos, lo único que necesitaban era estar juntos.

Junmyeon llegó a la misma conclusión, lamentablemente, sus posiciones hacían demasiado difícil su situación. Al alfa no le importaba tener que renunciar a su puesto si así podía ser feliz con su compañero, pero sabía que Yixing se sentiría fatal, él no le permitiría renunciar al imperio que había formado su familia, se culparía por siempre aunque no fuese el responsable.

Tenía que tomar una decisión ahora o sería muy tarde después.

Su dirección dentro de la organización siempre se basó en la honestidad, por lo que concluyó en que la mejor manera de hacer las cosas era siendo sincero, como lo había sido toda su vida.





***

—No puedo creer que le dejes salir con omegas, ¿estás loco? —le reclamaba Sehun.

¿Por qué el muchacho estaba más indignado que él? A Junmyeon le hizo demasiada gracia.

—¿Te ríes?

—Parece que estás más ofendido que yo —respondió, terminando de servirse un vaso de Whisky.

—¡Pero es que no lo entiendo! Ustedes son compañeros destinados, no pueden ignorar eso como si fuera algo fácil de hacer.

Junmyeon probó un sorbo.

—¿Quién dice que lo estoy ignorando?

—Oh, no lo sé, quizá se me haya ocurrido porque no estás haciendo algo para detenerlo. —Sehun en serio se veía ofuscado por eso.

—Es importante para Yixing satisfacer a su madre —explicó de forma calmada—. Está atormentándose por esto que tenemos. Voy a dejar que la complazca por ahora, pero eso no quiere decir que me vaya a quedar de brazos cruzados.

Sehun lo miró con interés.

—¿Estás planeando algo?

El presidente se alzó de hombros.

—Tal vez —dijo y volvió a llevar su vaso a la boca.

—Sea lo que sea que estés pensando, espero que funcione. Odiaría verte sufrir por la cobardía de Zhang.

—¡Oye!

—Lo digo en serio, Junmyeon. Me agradas, sabes que te considero como un hermano mayor. No me gustaría verte pasándola mal.

Junmyeon solo pudo sonreír.

—Gracias.

—Si necesitas algo solo pídemelo, ¿de acuerdo? —dijo y solo se quedó satisfecho cuando lo vio asentir—. Bien, nos vemos después.

Claro que Junmyeon tenía un plan, uno demasiado arriesgado y casi suicida, pero estaba decidido a llevarlo hasta el final.





***

—Recibí la invitación de la reunión que organizará, presidente —dijo KyungSoo. Ambos se habían encontrado por casualidad en uno de los pasillos—. Muchas gracias por considerarme, asistiré junto a JongIn.

—Qué bueno saberlo —respondió—, hace mucho tiempo que no veo a JongIn, ¿cómo le está yendo?

—Bastante bien. Está muy emocionando con la llegada de nuestra bebé y, bueno, ya sabe, últimamente se comporta más alfa que nunca.

Junmyeon soltó una carcajada. Podía imaginarlo totalmente.

—Es el instinto, aunque no puedo decir que lo entiendo por completo, ya que no he sido padre, pero puedo hacerme una idea.

—Sí, así es, pero no me quejo, es muy tierno cuando se comporta de esa forma.

—¡Presidente! —llamó Luhan, quien caminaba hacia ellos—. Me llegó su invitación, Sehun y yo estaremos ahí. Le agradezco por invitarnos.

—No es nada, espero verlos.

—Claro que sí —respondieron ambos, emocionados.

Junmyeon los despidió con una sonrisa y se dispuso a seguir su camino, hasta que una fragancia exquisita fue captada por su muy desarrollado sentido del olfato.

Se detuvo en medio del pasillo.

—Te esperé desde temprano, pero no apareciste —dijo mientras se giraba para verlo.

—¿De qué va todo esto, Kim? ¿Una reunión? ¿Es verdad que vas a presentar a tu omega?

Junmyeon rió entre dientes.

—¿Te preocupa que así sea?

—No, claro que no.

—Ya te dije que mentir no es lo tuyo, Yixing, ¿por qué sigues haciéndolo?

—Deja de irte por las ramas —masculló—. Si es verdad que vas a presentar a tu pareja, me alegro por ti Jun, en serio, eso es lo mejor para tí.

—¿Y que hay de ti?

Yixing apartó su mirada, sus ojos comenzaban a cristalizarse.

—Mi familia y yo estaremos ahí ese día —dijo, evadiendo la pregunta—. Nos vemos hasta entonces.

Y siguió su camino, lejos del alfa mayor que lo veía marcharse con una mirada triste.

—Hasta entonces, amor.




***

Una semana después, el lugar estaba decorado, el banquete servido y los invitados fueron llegando uno tras otro. Junmyeon se alegró de ver a personas que no había visto en mucho tiempo, una de ellas era JongIn, a quien apreciaba bastante. Se tomó su tiempo para conversar con él y ponerse al día de las cosas que habían acontecido en su vida. Poco después, llegaron Sehun y Luhan, uniéndose a la amena conversación.

—A Chanyeol le hubiera encantado estar aquí, pero regresará de su luna de miel el otro mes —les contó Sehun.

—Cómo le encanta perderse eventos importantes de sus amigos —bromeó JongIn, haciendo alusión a su ausencia para el día de su boda.

—Está bien —dijo Junmyeon—. En realidad, soy yo el inoportuno, hice esta reunión sin previo aviso, así que no puedo culparlo.

—Y a todo esto —habló JongIn—, ¿de qué se trata la reunión? ¿Es cierto que...?

—¡Hijo! —interrumpió la madre de Junmyeon—. Ya es hora de comenzar.

Junmyeon asintió hacia ella, dejó su copa de champagne sobre una de las mesas y se excusó con sus amigos. Viendo que todos los invitados estaban presentes, se dirigió hacia el estrado para darles la bienvenida, pero cuando estuvo a punto de subir, su mirada se cruzó con la del otro alfa que tanto amaba, quien lo miraba inquieto desde su asiento, junto a la señora Zhang. Lucía precioso ante sus ojos como siempre. Un pensamiento sucio pasó por su cabeza y sonrió para sí mismo al mismo tiempo que le regalaba un guiño, gesto que pasó desapercibido para la señora Zhang. Junmyeon sabía que Yixing, en su mente, lo estaba regañando por ser así de descuidado. No obstante, esa sería la última vez que tuviera que ocultar de los demás lo que sentía por él.

La última vez.

—Buenas noches a todos —comenzó su discurso—, les agradezco a cada uno de ustedes por aceptar mi invitación y acompañarme en esta importante reunión. Sé que es extraño haber organizado un evento con tan poco tiempo de anticipación, pero no podía esperar más.

Los murmullos empezaron a manifestarse en el lugar, Junmyeon pudo capturar cada una de las preguntas y especulaciones que los presentes se estaban haciendo, gracias a su gran oído de alfa. Los miembros del directorio lo miraban con el ceño fruncido, esos hombres jamás sonreían y eran ridículamente aterradores.

—Entiendo que todos ustedes tengan muchas preguntas ahora mismo, y las responderé, pero antes quiero hablar un poco sobre mí.

Los ruidos cesaron para prestarle total atención. Junmyeon no era una persona que se pudiera poner nervioso fácilmente; sin embargo, en ese preciso momento, su corazón latía rápidamente. Tal vez no era por lo que la gente diría sobre él, es más, eso ni le interesaba ahora mismo, solo tenía en mente a una persona y tenía miedo por eso.

—Todos los presentes conocen a mi padre, y saben de su buen juicio para dirigir una organización tan importante como la nuestra. Mi familia fue la primera en fundar escuelas mixtas en todo el país, y crear una red de colegios que brindara la misma educación y principios a los niños de Corea. No puedo estar más honrado y agradecido por haber asumido el liderazgo de esta asociación.

Los presentes vitorearon con aplausos las palabras dichas por el presidente. Junmyeon vio desde el estrado a su madre, con una mirada llena de orgullo y una sonrisa resplandeciente. La amaba, era una gran mujer y había sido una gran madre para él, y aunque sabía que esto le rompería el corazón, no podía dar marcha atrás. Divisó a Yixing en una de las mesas más atrás, con la señora Zhang hablándole algo al oído y él asintiendo con una expresión serena para luego encontrarse con su mirada y desarmarse por completo.

Junmyeon ya había tomado una decisión.

—Quiero que sepan que he aprendido, durante todos estos años, al lado de mi padre, sobre el manejo de la asociación y cómo ser un buen líder. Este es mi hogar y siempre serviré gustoso. Pero también soy una persona que desea ser feliz porque no hay mejor forma de hacer felices a los demás si uno lo es también.

Algunos murmullos volvieron a presentarse.

—Quiero compartir con ustedes la noticia acerca de que he encontrado a mi compañero. La otra mitad que la madre Luna puso para mí y que he estado esperando toda mi vida.

La sala estalló en murmullos, preguntas, miradas entre sí y feromonas de emoción por doquier.

—Estoy seguro que al igual que yo, ustedes también están de acuerdo en que no podemos ir en contra de nuestro destino, así que estoy aguardando por su comprensión.

Junmyeon captó las expresiones de confusión en los invitados.

—Esa persona está aquí y me gustaría hacer oficial nuestro emparejamiento, frente a ustedes, el día de hoy.

Desde la mesa de atrás, Yixing lo miraba aterrado y ya se comenzaba a hiperventilar. Mentalmente alzaba una plegaria para que quien fuese la persona a la que se estaba refiriendo Junmyeon, no fuese él. Miró a su madre por un segundo, ella mantenía una sonrisa en su rostro, llena de emoción.

"Por favor, no lo hagas, por favor", suplicaba. La salida no estaba muy lejos de su sitio, podría planear una excusa y salir rápidamente. Pero como si Junmyeon le leyera el pensamiento, se adelantó a cualquier acción que pudiera hacer.

—Por favor, ¿me harías el honor de venir aquí? —pidió con la mano tendida, invitándole a tomarla. Todos los demás se giraron para buscar a la persona—. Zhang Yixing.

El nombrado alzó la mirada hacia él para verlo como si hubiese perdido la cabeza. Todos los demás se removieron inquietos en sus asientos, algunos miembros del directorio se pusieron de pie enfadados.

—¿De qué se trata esto? —preguntó uno.

—¿Es acaso una broma? —cuestionó otro, alterado.

Junmyeon continuaba con el brazo estirado, esperando a que su invitación fuese aceptada por la única persona que realmente le importaba en la sala.

Su madre se acercó al estrado.

—Hijo, ¿de qué estás hablando?

Pero el alfa no respondió a su pregunta, no respondió a ninguna de las preguntas que todo el mundo le estaba haciendo, tan solo esperó por su compañero. Yixing se puso de pie y dudó por un segundo sobre si ir hacia el estrado y tomar la mano de su destinado, pero su madre no dejaba de gritarle cosas, el público entero no dejaba de acursarlos, así que hizo lo que estaba acostumbrado hacer y en lo que era bastante bueno.

Huyó.




***

La lluvia lo acompañaba de nuevo, recreando una perfecta escena dramática, digna de una película trágica, de la cual no quería ser parte, pero de la que irónicamente se había convertido en el protagonista.

Era un cobarde, lo sabía, ¿cómo pudo dejar a Junmyeon con todas esas fieras listas para devorarlo? Pero ¿por qué él había soltado una noticia como esa sin siquiera decírselo antes?

Tenía muchas preguntas en su cabeza, tantas que esta dolía como si fuese a estallar en cualquier momento. Su madre de seguro lo odiaría a partir de ahora, ¿cómo podría verla a los ojos después de esto? Sin embargo, a pesar de todos los miedos que lo invadían, sentía que una gran carga había sido liberada de su pecho.

¿Ahora qué seguía?

—Tampoco eres bueno para ocultar tu aroma.

Yixing se giró casi de inmediato al escuchar esa voz.

—Desprendes muchas feromonas cuando estás asustado.

—Jun...

El alfa se sentó a su lado y le sonrió. ¡Le sonrió! ¿Por qué demonios le sonreía cuando lo había traicionado de esa forma?

—¿Qué haces aquí?

—Mi compañero huyó despavorido y tuve que salir a buscarlo.

—Jun, yo...

El mayor tomó su mano con delicadeza.

—Está bien, Xing, no hiciste nada malo.

—No, no es cierto. Te dejé solo allá adentro, soy un cobarde, por favor perdóname —rogó desesperado, solo para darae cuenta de que no lo merecía. Junmyeon no merecía esto–. No, no lo hagas, no sigas perdonándome estas cosas. Soy una terrible persona.

—No lo eres.

—¡Lo soy! —afirmó, alzando la voz—. Siempre te has arriesgado más que yo, eres el único que piensa en nosotros. En cambio yo, todo lo que sé hacer es huir y seguir lo que mi madre diga. Tengo tanto miedo, Jun, soy un cobarde.

Junmyeon tomó sus mejillas entre su manos y lo obligó a verlo a los ojos.

—Tu madre siempre te presionó para hacer cosas que no te gustaban desde que eras pequeño, todo porque eres el mayor de los Zhang y porque eres un alfa. Es hora de ser sincero contigo mismo, Yixing. Mereces ser feliz con lo que te guste hacer y no porque alguien más te diga que eso es lo correcto.

—¿Debería darle la espalda a mi familia?

Junmyeon negó con la cabeza.

—Nunca dije eso —aseguró—. Tu hermana Linyin también es muy capaz y, por lo que sé, ella ha estado al lado de tu padre dirigiendo la asociación en China. ¿No te parece justo que ella sea la futura presidenta cuando tu padre se retire? ¿O estarás bien haciéndolo tú, cuando no es lo que realmente quieres?

Yixing no solo amaba a su hermana, sino que también la idolatraba. Ella era una mujer tan fuerte, valiente y hermosa. Siempre odió que sus padres la vieran por debajo de él solo por ser una omega. Había demostrado su lealtad hacia organización cuando, después del divorcio de sus padres, se quedó junto a su papá para ayudarlo a dirigir. Si bien Yixing era una persona capaz, no se veía dirigiendo una enorme asociación. Lo que él quería era encargarse de los planes de expansión, de la construcción de nuevas escuelas en pueblos pequeños de Corea, en donde los niños casi no tenían acceso a la educación por falta de estas. Tenía nuevas propuestas y ello requería de viajes a esas zonas, involucrarse más en el campo, no desde una enorme oficina.

Yixing dejó de soñar por un momento cuando recordó lo que había ocurrido hace un instante.

—¿Qué les dijiste a todos? ¿Cómo explicaste...?

—No tengo que explicarles cómo ocurrió ni lo que el destino ha puesto para nosotros —respondió Jumyeon—. Les dije que nos amábamos, que eras mi compañero y que entendía si se reunían para hablar sobre mi posición, pero que no renunciaría fácilmente a ella.

—¡Kim Junmyeon!

—Pueden intentar lo que quieran,bincluso los medios pueden hacerlo ver como una aberración. Que los padres se vuelvan locos, no importa —dijo muy seguro—. ¿Sabes? Durante estos años, realicé una investigación para encontrar más casos como el nuestro, y los hay, Xing. No solo alfas como nosotros, sino también omegas con otros omegas, y algunos alfas y betas como Chanyeol y Baekhyun. Amor, hay de todo en este mundo y están tan callados por miedo. Quiero darles un poco de esperanza, sé que ellos nos apoyarán.

—Pero el resto del mundo nos va a enterrar vivos —Yixing suspiró.

—Que intenten hacerlo, no me importa, mientras estés a mi lado creo que hasta puedo mover montañas —Yixing rio por primera vez en mucho tiempo—. ¿Ves? ¿Crees que voy a perder la oportunidad de oírte reír así por el resto de mi vida?

Yixing le dio un empujoncito.

—Eres tan cursi.

—Oh, bebé, voy a ser muy cursi gracias a ti, así que prepárate para escucharme todos los días de tu vida.

El pecho de Yixing se hinchó con un poco de esperanza. ¿Podría tener la oportunidad de ser feliz por primera vez en su vida? Quería creer que así sería.




***

Unos meses después de la noticia, el país entero estaba al tanto de la escandalosa relación entre el presidente de la asociación de escuelas primarias de Corea del Sur y su segundo al mando. Las protestas no tardaron en llegar, exigiendo que retiraran de sus cargos a ambos alfas o sacarían a sus hijos de sus escuelas. Hasta hicieron una petición a la Casa Azul. No obstante, la parte resistente, que era minoritaria pero tenía voz, se alzaron en marchas para apoyar dicha relación, alegando que habían muchos casos en el país y que exigían tener los mismos derechos que las uniones tradicionales.

Debido al gran alboroto, Junmyeon tuvo que dejar el cargo y cederlo momentáneamente a Sehun, quien poseía gran parte de las acciones después de la familia Kim. Junmyeon sabía, y estaba más que seguro que sería por un breve tiempo, mientras las cosas se calmaban y encontraba una solución. Además, él seguía liderando desde atrás.

Mientras tanto, Junmyeon y Yixing viajaban por el país hacia los lugares más olvidados con el fin de ayudarlos. Con los fondos de ambos, se encargarían de construir pequeños colegios gratuitos que en un futuro se mantendrían también con las donaciones extranjeras, y con subsidios del gobierno.

Era imposible conocer el tiempo que le tomaría a los demás para aceptar su relación, incluso era posible que nunca lo hicieran, pero esperaban que algún día las cosas mejoraran un poco. Por lo que, aguardarían juntos desde la comodidad de su cama king size, sosteniéndose el uno al otro con ternura.

—¿Eres feliz? —preguntó Junmyeon, acariciando el rostro de su amado.

Yixing sonrió y asintió.

—Lo soy porque estás aquí conmigo.

—¿Y si nos mandaran a la hoguera mañana?

—Entonces, estaré honrado de morir quemado junto a ti —respondió, haciendo reír a ambos—. ¿Crees que algún día nos permitan volver?

Junmyeon se encogió de hombros.

—No lo sé, pero mantengo la fe.

—Yo también —afirmó—. ¿Sabes? Creí que jamás podría oponerme a mi madre, y cuando lo hice, me sentí bien, ya no dolía. Quiero decir, es triste que ella no nos acepte aún, pero estoy seguro que con el tiempo lo hará. No es una mala mujer, solo... Solo tenía otros sueños para mí, pero no eran los míos, tendrá que entenderlo algún día.

Junmyeon asintió.

—Estoy seguro que lo hará.

—Gracias por quedarte a mi lado cuando yo no hacía nada más que apartarte.

—Habría estado loco si te hubiese dejado.

Yixing se acercó y le dio un beso en los labios.

—Te amo.

Junmyeon sonrió.

—Mmh, creo que no sabes lo que acabas de despertar.

—¿Ah, sí? —preguntó sugerente, encarcando una ceja—. Ilumíname.

Los besos y caricias no tardaron en llegar. Cuando hacían el amor, al ser dos alfas, casi siempre eran rudos, dominantes y algo agresivos, pero algunas veces el acto también era suave y lleno de ternura.

Ambos eran felices en su pequeño nido de amor. Serían pacientes hasta que las cosas mejoraran aunque podían asegurar que nunca antes se habían sentido mejor con sus vidas.

Yixing pidió por una oportunidad desde que lo conoció. Rogó y lloró al cielo porque algún día fueran felices juntos. Ese día llegó, y aunque el mundo no les sonreía, ellos podían hacerlo cada día, sin tener miedo. Nunca más.




F I N










[El SuLay volverá en "Llegando al profesor Kim", la cual podrás encontrar en el perfil de Candelariaequis]

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