
𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 15
— ¿Grace? ¿Me escuchas? —la voz de mi madre se hace más clara, mis ojos se abren poco a poco y mi vista va dejando de ser borrosa. Una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios—Hola, ¿Cómo te sientes?
— ¿Qué pasó? —lentamente me incorporo quedando sentada. Aquel cuarto no me resulta familiar, rápidamente recuerdo lo de anoche y es imposible no preocuparme— ¿Dónde están esos hombres?
— Tranquila, ellos se fueron—acomoda mi cabello—Me asustaste mucho cuando te desmayaste, la abuela Min avisó al doctor del pueblo, vino a chequearte, necesitas estar tranquila, este tipo de cosas no sólo te afectan a ti, también a los bebés, Grace.
Suspiro restregando mis ojos con mis manos, respiro profundo mirando alrededor analizando lo sucedido, me parece extraño cierto detalle.
— ¿Mamá?
— ¿Sí?
— ¿Los chicos no han llegado?
— No—niega con la cabeza—Creo que necesitan más tiempo para avisar a las demás.
— ¿Cómo es que los hombres de Tae vinieron aquí? —ante eso no hay respuesta. Quizás sí pero mi madre no piensa decirla—Los atraparon, ¿Cierto? —de nuevo la preocupación y los nervios vienen a mí—Mamá los atraparon, JungKook está encerrado, Tae consiguió la información al torturarlo y...
— Oye, oye—toma mis brazos—Mírame, Grace, incluso si TaeHyung torturara a ese muchacho, JungKook jamás le daría la dirección de donde estás, no permitiría que lastimaran a los bebés, tranquila—me abraza. La rodeo con mis brazos dándole la razón, pero... ¿Qué más puedo pensar?
— ¿SinB lo hizo? ¿Les dijo dónde estábamos?
— No lo sé, pero si regresan debemos irnos del pueblo, no dudarán en revisar estas casas y estoy segura que la policía no se meterá en esto.
— ¿A dónde vamos a ir? No podemos volver a casa...
— Me alegra que hayas despertado, jovencita—la abuela Min aparece por la puerta, es una anciana de cabellos blancos y muchas arrugas, pero su carácter es un tanto fuerte en ocasiones, con nosotras siempre fue dulce, la noticia de mi embarazo le alegró mucho—Traje algo para que comas, esos pequeños necesitan estar fuertes—deja la bandeja en la mesa de noche y me pasa el plato de sopa, el olor es exquisito.
— Gracias.
— ¿Tu madre ya te contó?
— ¿Qué cosa? —miro a mamá. Ella vacila un poco mirándonos, pero termina respondiendo.
— Ellos quemaron la casa de los abuelos de HwaSa...
— Mamá.
— La señora Min sabe nuestros nombres reales, descuida, tuve que contarle—toma mi mano—Ella nos ayudará.
— Mi nieto las recibirá en su casa—dice sonriente—Le dije que eran unas amigas y que necesitaban ayuda, no le especifiqué mucho, pero aceptó, vendrá a buscarlas poco antes del anochecer.
— Pero...
— Sé lo corrupta que puede ser la policía, esa clase de gente sólo puede terminar de una manera—dice con algo de enojo—Mi niña, tienes que mantenerte sana hasta que esos bebés lleguen a este mundo, cuida de ti y cuidarás de ellos, entiendo que quieras hacer lo mejor para ellos...
— Por eso debo quedarme, ahjumma.
— Tu madre dijo la verdad, esos hombres volverán y revisarán el pueblo, tienes que permanecer con mi nieto hasta que dejen de venir aquí—toma mi barbilla—Descuida, cuando esos pequeños lleguen al mundo seré la encargada del parto.
— Me hubiera gustado que los tuvieras en un hospital, pero...
— Sería decirle a TaeHyung en donde estoy—asiento comprendiendo—No podemos irnos sin JungKook y los demás...
— Cuando regresen les diré dónde estás, ¿De acuerdo? —la mujer sonríe amablemente—Come un poco, no quiero que te desmayes de nuevo.
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No podía hacer mucho más que esperar, mi madre y yo no teníamos ropa, pero la señora Min fue muy amable en conseguirnos un poco de los vecinos, cosas que ya no usaban. En cuanto llegáramos a la ciudad ya pensaríamos en eso, desde la ventana de la sala podía ver la casa que una vez perteneció a los abuelos de HwaSa, por mi culpa ya no existía. Sólo quedaban escombros y rastros del incendio, según la abuela Min nadie nos delataría por tres razones, la primera por temor, la segunda porque nos conocían y nos tenían cierto aprecio y la tercera porque no meterían sus narices en asuntos ajenos.
Mientras miro por la ventana ruego que JungKook, HwaSa y Hoseok estén bien.
Cinco años atrás
— ¡Aquí estás! —HwaSa apareció sonriendo, cierro la puerta del baño acomodando un poco mi falda— ¿Ya debes irte?
— No, puedo quedarme—sonrío— ¿NamJoon y tú necesitan privacidad? —insinúo.
— No seas tonta, creí que saldrías corriendo cuando te presenté a JungKook, ¿Qué te pareció? —se cruza de brazos inclinando a un lado su cabeza. Estoy en la casa de NamJoon y HwaSa, ella me había invitado a cenar en modo de agradecimiento por haberle conseguido empleo como guardaespaldas a Nam, el chico trabajaría para mí, mi madre lo amó desde el primer momento que lo vio, pero no contaba con el hecho de que me presentarían a alguien. HwaSa muchas veces lo decía, pero no pensé que sería cierto, aunque no negaré que ese Jeon JungKook era muy guapo—Hacen una linda pareja.
— ¿Hablas enserio? Apenas nos conocemos...
— Toda relación comienza así, ¿Cómo crees que conocí a NamJoon?
— Ni siquiera mi madre se encarga de buscarme pareja y ustedes dos...
— Sigues evitando mi pregunta, ¿Qué te pareció?
— Pues...—sonrío un poco sintiendo el calor en mis mejillas—Es muy guapo.
— Así es.
— Gracioso.
— Correcto.
— Y sólo me lleva un año.
— Y sueles decir que te gustan los chicos mayores—señala. Ruedo los ojos negando con la cabeza.
— Me parece un buen chico, cuando habló de sus hermanos y su madre se notaba la chispa en sus ojos, es obvio que los quiere mucho—asiento—Siempre quise tener hermanos, lo más cercano que tengo son algunos primos, pero claramente no es lo mismo—camino con ella a las escaleras.
— Lo sé, he hablado con NamJoon sobre tener un bebé y ambos estamos de acuerdo en tener dos.
— Por cierto, ¿Cómo van tus citas con el ginecólogo?
— Todo bien, NamJoon y yo trabajamos en eso, si sabes a lo que me refiero.
Ambas reímos reuniéndonos con los chicos en la sala. NamJoon y JungKook guardan silencio volteando a vernos, están bebiendo una copa de vino, HwaSa va con NamJoon quien abraza su cintura con su brazo, tomo asiento junto a JungKook algo nerviosa.
— ¿De qué hablaban? —pregunta HwaSa mirándolos.
— Cosas de chicos—bromea Nam— ¿Quieres algo de vino, Grace?
— Me encantaría—asiento. Nam va con HwaSa dejándonos a solas y sonrío divertida porque esos dos insisten en esto.
— No te pregunté antes, pero, ¿Qué estás estudiando?
JungKook tiene el cabello algo largo, los hombres con cabello largo no eran de mi agrado, pero a JungKook le queda más que bien, es realmente atractivo y me pone nerviosa. Apoyo mi espalda del sofá mirándolo.
— Quiero ser maestra, me gustaría enseñar a los niños de pocos recursos.
— Mi hermana suele trabajar en una guardería—comenta con su copa en la mano. Incluso en la forma de beber se ve atractivo, en su antebrazo derecho hay un tatuaje, otra cosa que detestaba en los hombres, pero de nuevo quedo como tonta—Tiene un año allí, no sé cómo le agrada que algunos bebés la vomiten, la ensucien o la estresen.
— ¿No te gustan los niños?
— Sí y no—parece dudoso—Creo que cuando tenga mis propios hijos entonces amaré a los niños, tolero a los pequeños, pero prefiero tenerlos lejos—dice—Lo siento por eso.
— ¿Por qué?
Sus ojos marrones me miran.
— Debería darte una buena impresión, pero creo que estoy siendo muy honesto...
— No, no, tranquilo—sonrío un poco—Me gusta esa honestidad, no te juzgo, a veces creo que amo a los niños y otras veces me parece que los detesto.
— ¿Por qué decidiste estudiar para ser profesora?
— Cuando era niña solía salir con mi padre, siempre había niños en la calle o personas pidiendo dinero—recordar a papá me trae nostalgia—Recuerdo que le dije a mi padre que esos niños tenían suerte de no ir a la escuela y soportar las tareas, mi padre me reprochó diciendo que esos niños desearían estudiar como yo—miro a JungKook—Según papá, las personas desean lo que tenemos y lo que nosotros deseamos lo tiene alguien más.
— Me recuerda un poco a lo que dice mi madre—juega con el vino en su copa moviéndola entre sus dedos—La vida es un circulo, nunca tiene fin y cuando algo termina, algo comienza al mismo tiempo.
— ¿También quieres ser policía?
— Lo he pensado—dice—He postulado al examen para ingresar a la policía nacional, mi madre dijo poder ayudarme a entrar más rápido, pero quiero hacerlo por mi cuenta.
— Mi madre una vez dijo que podía ayudarme a entrar a la universidad más rápido, pero le dije que quería hacerlo yo misma—sonrío un poco y él hace lo mismo.
— Me gusta cómo piensas, Grace.
Es inevitable no sonrojarme.
— A mí también me gusta tu forma de pensar, JungKook.
Presente
Parpadeo varias veces sorprendida por ese recuerdo. Antes de siquiera pensar en decirle a mi madre, un auto se detiene frente a la casa de la señora Min, alguien baja de ese vehículo y en un instante lo reconozco.
— Min YoonGi.
Lo admito, esto era muy obvio 🙄 (me golpearé yo misma)
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