•╰◣ 02 ◢╯•
El sonido del celular se sentía irreal por algún motivo, lejano, como si estuvieran en universos diferentes o algo así. En pocas palabras, estaba más dormido que despierto, por lo que le restó importancia al entorno decidiendo en su subconsciente que debía mantener la calma y volver a relajarse para no tener más pesadillas por esa noche, ya que de cierta forma sabía que afuera llovía, y que la tormenta siempre influía en su estado de ánimo en general, por ende también en sus sueños.
Abrazando sus propias rodillas una vez más se acomodó para volver a dormir porque incluso si su celular estuvo sonando por un buen rato, no tenía ni la más mínima intención de abandonar su refugio en una noche de tormenta y menos cuando tenía tanto sueño como en ese momento.
Y cerró los ojos, sintiéndose relajado de forma casi inmediata, a punto de caer en fase rem nuevamente. Sin embargo había algo, o más bien alguien a quien había ignorado completamente con sus acciones. Alguien que no estaba para nada feliz y que era tan real como la lluvia de afuera o el sonido extinto de su celular.
—¡Humano insolente! —dijo una voz grave que no se parecía en absoluto a la que había escuchado antes. —¡¿Cómo te atreves a ignorarme?!
Hyungwon no tuvo tiempo a reaccionar, porque tan pronto como escuchó aquella grave voz fue sostenido por el cabello y levantado en el aire, provocandole un fuerte dolor que no acabó ahí, ya que inmediatamente después su cuerpo entero atravesó la puerta del closet al ser lanzado al piso de su habitación, donde su cabeza se golpeó con la esquina de su cama.
Aturdido intentó incorporarse, pero en el momento en que levantó la vista, se encontró con una presencia muy imponente caminando hacia él desde el armario roto. En realidad no podía distinguir una forma, y debido a que sus gafas fueron lanzadas lejos por el impacto tampoco podía ver tan claramente como quisiera.
Lo único que veía frente a él era un tipo de niebla oscura que avanzaba hacia él siendo iluminado levemente por las luces de la habitación, pero extrañamente esa misma luz parecía ser absorbida por la misma oscuridad que destilaba.
El delgado se agarró la cabeza por el lado izquierdo, justo donde sentía el dolor punzante que fue causado por el golpe que se dio en la esquina de la cama, y esta vez si intentó huir de aquella presencia, o al menos retroceder para evitar el escalofrío que sentía con cada centímetro que veía la oscuridad acercarse.
—¡¿Quién eres?! —gritó asustado. —¡¿Qué quieres de mí?!
Una risita suave se escuchó, y aquella presencia imponente envuelta en oscuridad pareció reducirse un poco a una forma más humana.
—Al fin una reacción merecida. —dijo con tintes de placer y desprecio mezclados. —Humano arrogante. —añadió.
Hyungwon estaba aterrorizado en el suelo. No sólo su habitación había sido invadido por una presencia aparentemente sobrenatural, sino que además estaba fuera de su refugio y la tormenta no había cesado. Estaba prácticamente paralizado en su sitio pero aún así reunió todo su valor para tratar de hablar.
—N-no he hecho mal a nadie... —dijo con voz temblorosa. —He admirado y respetado a cada una de las religiones aunque no las comparta, además no he cometido ningún delito... —tomó una gran bocanada de aire. —¿Qué esperas de mí? ¿Por qué estás aquí?
El delgado temblaba en una esquina de su habitación y no se atrevía a levantar la mirada en dirección a aquella presencia que lo había intimidado fuertemente minutos atrás.
—¿Hm? —un par de pasos se escucharon en su dirección. —¿De qué estás...
—¡Si te he ofendido o a cualquier ser sobrenatural pido clemencia por haberlo hecho inintencionalmente! —exclamó haciendo una reverencia en el suelo. —¡No importa a que dios haya ofendido, nunca tuve la intención!
Su reverencia era pronunciada, pegando la frente al piso a pesar de que su espina dorsal estuviera acalambrada debido a los escalofríos que sentía al imaginar que cualquier cosa podría ocurrirle y ni siquiera podría defenderse.
—Oh, así que lo olvidaste y por es actuaste de manera indiferente... —dijo aquella voz que sonaba un poco más calmada y más humana que cuando lo lanzó por los aires. —No es de extrañar tu comportamiento, pero me ofendiste muchísimo con tu falta de respeto y reverencia.
Hyungwon quizo seguir hablando, disculpándose o pidiendo clemencia por su vida, pero al igual que sintió la opresión que le impidió la movilidad antes en el armario, esta vez sintió que no podía abrir la boca y formular palabra alguna por más que quisiera.
De pronto decidió levantar la mirada del suelo y observó como una forma humana se paseaba por su cuarto, se agachaba a recoger algo y venía caminando en su dirección. Cuando lo supo, desvió la mirada tratando de no hacer enfadar al ser sobrenatural que lo estaba visitando.
Lo que no se esperó fue que su cara fuera acunada por unas suaves manos y sus gafas fueran devueltas a su sitio, dejando frente a él el rostro de un joven hombre muy hermoso. Tanto que lo dejó embobado al punto de no poder reaccionar ni apartar su vista de él por mucho tiempo.
—Este es el tipo de reacción que espero. —alardeó con arrogancia. —Una mirada llena de miedo o una mirada llena de añoranza, lujuria o placer. Eso es lo que merezco.
Hyungwon seguía sin comprender qué es lo que estaba ocurriendo, asi que se limitó a guardar silencio hasta que pudiera acomodar bien sus palabras y sus pensamientos para formular una pregunta coherente.
—Todavía no has contestado ninguna de mis preguntas... —reclamó sintiéndose estúpido inmediatamente.
«Mierda... ¿Y si sólo estoy alucinando? ¿Acaso espero una respuesta formulada por mi propia mente?» pensó para sus adentros.
—No estoy en la obligación de hacerlo. —dijo el hombre poniéndose de pie y mirando a su alrededor con desinterés. —Los esclavos no suelen hacer preguntas a sus amos, generalmente es al contrario.
Inconscientemente Hyungwon bajó la mirada a su cuerpo en busca de alguna marca o algo por el estilo, ya que había visto y leído que generalmente cuando un ser sobrenatural y un humano crean algún vínculo, hay una marca notoria en el cuerpo del humano, cosa que ocultan de los demás.
—Es muy extraño... —susurró volviendo a dirigir sus ojos al hombre que tenía delante. —Al menos... ¿Puedo preguntar cómo te llamas?
El hombre detuvo sus pasos y se giró lentamente, manteniendo una sonrisa que era hermosa y malévola en partes iguales.
—¿Mi nombre? —preguntó alzando una ceja con interés. —Me llamo Wonho, ¿te suena o acaso no lo recuerdas?
De pronto de acercó a su rostro con un violento contacto visual que le decía sin palabras...
«Estoy esperando una
respuesta que me agrade»
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Resultados de la votación anterior
Opción elegida: #2
Consecuencia:
daño físico al protagonista y una primera
mala impresión por ambas partes
Relación de los personajes:
moderadamente mala
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⚠️Sección de votación⚠️
¿Cuál debería ser la respuesta de Hyungwon?
#1) Lo siento, aunque digas que nos
conocemos no me acuerdo de ti. (Herir su
orgullo una vez más pero decir la verdad)
#2) Claro que te recuerdo, ¿Cómo
podría olvidarme de tu nombre?
(Halagar su nombre y fingir recordarlo)
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Como ya pudieron ver, cada
decisión tiene una consecuencia.
Que sea buena o mala, depende de ustedes.
Elijan sabiamente
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