Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

023

— ¿Has comido de esto? —cuestioné en cuanto su aroma me llegó antes de que él se acercara a mí.

— Más de alguna vez.

— Es increíble; es lo más rico que he probado en mi vida y tiene una pinta asquerosa —dije.

Entonces le miré y le sonreí.

— Hoy tu amo te protegió —comenté orgulloso.

Él ladeó su rostro cubierto por esa tétrica máscara. Tomé un pengu con los palillos y se lo ofrecí. Negó con suavidad antes de arrodillarse frente a mí.

— ¿Me protegió?

— Sí: el emperador Jungkook descubrió el cuerpo que asesinaste —fruncí el ceño—. Dijo que lo estaba desmembrando, ¿por qué estaban haciendo eso?

— Para esas personas, morir no es un honor: es una señal de que fuiste débil —él explicó—. Lo estaban desmembrando como ofensa ante su falta de habilidades.

— Eso es... muy cruel —murmuré, dejando el pengu sobre los otros.

— ¿Por qué eso despertó la curiosidad del emperador?

— Sintió tu aroma —respondí—. Como él jamás percibió el mío, le dije que a lo mejor fui yo el asesino.

Payasín guardó silencio, así que volví a mirarlo mientras mordía un trozo de pan. Seguía posado sobre sus rodillas, con las manos sobre sus muslos y esperé.

— ¿Qué pasa?

— Lo hizo para que detuviera la investigación del verdadero asesino —él dijo—. Para que deje de pensar en mí por un momento, ¿no es así?

— Es claro que todavía estará buscándote por lo de Ro, pero eso fue mi culpa. No te conocía aún. Pienso que ahora está distraído con otros asuntos —miré la comida—. Este caso tiene a mucha gente implicada, muchas víctimas. No creo que el emperador tenga como primer objetivo encontrar al asesino de un proxeneta. Si yo fuera él, hasta te vería como un aliado.

— Es porque usted no está acostumbrado a las guerras.

Volví a mirarlo, frunciendo el ceño.

— Confía demasiado en un hombre que entra por la ventana a su habitación, al cual ha visto asesinar a dos hombres.

— También estoy confiando en el emperador y, según lo que Jimin dijo, parece que él asesinó solito al resto de hombres en la mansión de Ro —argumenté—. Por supuesto que tú podrías matarme, pero el emperador también y ¿sabes qué es lo peor? Qué nadie diría nada. Soy un simple plebeyo inmigrante: mi familia está muerta. Si se deshacen de mi cuerpo, ¿a quién va a importarle? Seas tú o él, o quien sea.

Payasín guardó silencio de nuevo, sabiendo que yo tenía razón. Para Otristán, todos en ese pueblo estaban muertos. Incluyendo a la familia de este Taehyung.

— Ahora el emperador cree que me estoy volviendo loco —añadí—. Le dije que, con mucha probabilidad, asesiné a ese hombre de forma inconsciente por lo que está preocupado de que la desconexión con mi lobo me esté pasando factura tan pronto. Ahora, ¿crees que tiene congruencia?

— ¿Qué quieres decir?

— ¿No estoy siendo sospechoso? ¿Cuánto tiempo le ha tomado a la gente sin lobo volverse locas?

— ¿Me está preguntando si pienso que el emperador le ha creído?

— Sí.

— Por lo general, las personas sin conexión comienzan a perder la locura de forma muy lenta. Puede tardar meses o hasta años. Es una tortura porque van perdiendo recuerdos y de pronto sus cerebros crean nuevos para rellenar esos vacíos, pero chocan entre sí o se repiten.

— Entonces... Tal vez el emperador no me haya creído.

— Usted es un caso especial; lo que le cuento sucede en personas con vidas normales —me tranquilizó—. Se encontraba en un país en guerra, su pueblo fue saqueado y devastado, su familia asesinada. Cuando entró a Yathor, usted ya traía una fuerte herida sobre su espalda. Luego fue traicionado por esa arpía y vendido a un monstruo. Lo obligaron a tomar una píldora con efectos desconocidos y ahora está encerrado aquí.

— Así que ¿sí tiene sentido que pierda mi cordura más rápido?

— Sí.

Asentí, dando palmadas imaginarias en mi propia espalda por haber mentido tan bien.

— ¿No va contra tu naturaleza esto? —le cuestioné al ver que seguía de rodillas— ¿No se supone que a los alfas les encanta demostrar poder?

— ¿Parezco débil para usted en este momento?

La verdad es que no: se veía tan cómodo y firme ahí, con los hombros hacia atrás y la cabeza en alta. De hecho, mirándolo atentamente, me di cuenta de que los dedos de sus pies estaban flexionados lo que indicaba que, aunque estuviera de rodillas, podría levantarse sin esfuerzo ante un ataque.

Interesante.

— ¿Qué te empujó a esconderte bajo esa máscara?

— ¿Le asusta que sea deforme?

Solté una risa, inevitable. Miré mi comida, que estaba empezando a enfriarse y tomé la copa para beber.

— Deja de evadir mis preguntas —le regañé—. El emperador me está entrenando también.

— ¿Le ha conseguido un entrenador?

— Lo está haciendo él —corregí.

Sus hombros relajados se tensaron.

— Está compartiendo mucho tiempo con el emperador, ¿no cree?

— ¿A dónde se fue la confianza de hace unos momentos, Payasín? —cuestioné—. Tampoco deberías preocuparte por el emperador; creo que me odia.

— Si lo odia, pensará en usted de forma constante. No me agrada eso.

— ¿Porque piensa en mí o porque piensa en destrozarme la garganta?

Payasín se apoyó por completo en sus rodillas, mostrando más altura y dijo:

— Por ambas.

— ¿Cuándo me dejarás ver tu rostro? —pregunté ahora.

— Cuando me alimente del paraíso entre sus piernas.

Rodé los ojos, le saqué la lengua y me giré para continuar comiendo. Por un momento, pensé en pedirle que vigilara mi sueño, pero era demasiado riesgo. Así que solo me marcó con su aroma y luego se retiró, diciendo que volvería pronto. Que acudiría a mi llamado sin dudar.

Terminé mi comida y cuando Momo entró para llevarse la bandeja la vi llegar con dos pesados libros sobre sus brazos delgados. Me sonrió ante mi mirada curiosa:

— Las hazañas de los emperadores.

Decidí leer uno de los libros que Momo me trajo, antes de dormir.

Una pésima idea.

Y se volvió peor porque decidí comenzar con las hazañas de Jungkook, como las había llamado Momo. Lo cual, debo decir, yo consideraría más los crímenes del emperador. Sin embargo, a pesar de que tendría pesadillas, no podía dejar de leer. Solo el sueño acabaría esta pesadilla en tinta negra frente a mí.

Jungkook no había mentido en cuanto me dijo que había asesinado a sus hermanos alfas.

Jeon Jungwoo se había casado con la única omega a la que había amado. Al parecer, habían corrido con la maravillosa fortuna de ser compatibles en el área genética por lo que los embarazos no eran complicados de conseguir. La madre de Jungkook, Heebon, había soñado siempre con una familia numerosa por lo que cada embarazo para ella era una bendición.

Dio a luz a diecinueve hijos: cinco omegas, catorce alfas. Diez hombres, nueve mujeres. Ni más ni menos. Todos ellos sanos, fuertes y dotados de una belleza y un atractivo único. Había sido una bendición para la familia, y un buen augurio para el país, que la emperatriz hubiese dado luz catorce alfas uno tras otro. Los cinco omegas, habían llegado al final.

Jungkook era el último alfa. Y había una diferencia de edad de veintitrés años con el primogénito.

El verdadero heredero al trono: Jeon Si'u.

Durante su reinado, Jungwoo había mantenido la paz mientras conquistaba tierras y educaba a su primogénito para tomar el trono. No estoy seguro de si Jeon Si'u hubiese querido tomar el trono, pero por, según el libro, a menos que repudiara y fuera exiliado de la familia, debía cumplir con su deber.

El heredero también cambiaría si el primogénito muriese, por lo que el siguiente alfa hijo del emperador o miembro más cercano a la familia real debería tomar el trono. Así que... Si Jungkook estaba en el trono, significaba que trece príncipes alfas habían fallecido.

Asesinados por él.

Mientras leía, entendí que descubrir que Jungkook había tomado el trono a costa de sus hermanos mayores no había sido solo sorpresa para mí: el príncipe Jungkook había nacido un primero de septiembre mientras ocurría un terremoto que generó muchas grietas que se pueden observar hasta el día de hoy en los diferentes edificios.

Con unas cuerdas vocales potentes y agresivas, el último alfa de la familia real había anunciado su llegada mientras los parteros ayudaban a su madre y sentían la tierra moverse con agresividad bajo ellos. Los edificios eran robustos, antiguos y fuertes: era complicado que cayeran, por lo que ni Heebon ni los parteros prestaron atención al suceso.

Solo estaban preocupados de que el príncipe naciera sano y salvo.

El príncipe Jungkook no llamó mucho la atención durante sus primeros años, lo cual tiene sentido teniendo en cuenta que había trece alfas delante de él. Como el resto, fue educado en cultura, política, arte y luchas. Sin embargo, fue en las dos últimas donde destacó. Con una voz tan dulce y armoniosa, había cautivado el corazón del imperio.

Pero Jungkook tenía una fuerza, agilidad y destreza para el combate cuerpo a cuerpo y con armas que su padre no había dudado en nombrarlo general. A él, antes que a sus otros hermanos.

Aquello no molestó a nadie: todos parecían muy conformes y seguros de que Jungkook pertenecía ahí: luchando al lado del regente.

Sin embargo, tal vez Jungkook pensaba lo contrario.

Mientras, a tan temprana edad, cumplía con los objetivos de su padre y parecía ganar más fuerza e inteligencia que el mismo emperador, a Jungkook le pintaban múltiples cuadros que eran vendidos a elevados precios en los mercados. Los trovadores escribían poemas épicos para su persona y sus hazañas.

La gente lo admiraba. Los omegas suspiraban por él. Todos en el imperio deseaban estar a su lado, o ser él.

Diez años antes de que Si'u fuese coronado, la emperatriz Heebon se arrancó el útero en un ataque de locura, y falleció en los brazos de Jungwoo que lloraba su muerte con devastamiento. La locura de Heebon fue algo que se mencionó en algunos capítulos, pero no con profundidad. Supuse que se explicaría mejor en el libro de Jungwoo.

Su suicidio fue un golpe difícil para la familia real y para el imperio. El más afectado fue Jungwoo, quien decidió abandonar su puesto antes del tiempo planeado. Por lo que la coronación daría lugar pronto, y los preparativos debían comenzar.

Jungkook asesinó a Si'u unos meses antes de ello.

Y, a partir de ese momento, se dedicó a acabar con el resto de sus hermanos mes a mes. En cuanto terminó, lo que parecía un deber para él, tomó la corona con sus propias manos y la puso sobre su cabeza mientras la sangre de su hermana recorría su rostro y pecho.

El suceso y la ceremonia fue tal, que decidieron llamarlo La Corona de Sangre Real y Jungkook fue nombrado como El Lobo Inclemente. 

Los guardias, los maestros, los guías de la coronación y los protectores de los libros observaron en silencio sepulcral como el príncipe Jungkook se acercaba, con corona en cabeza, hacia los príncipes omegas, quienes en ese momento eran adolescentes.

El príncipe Jin, quien era el mayor entre los cinco, se alzó con la cabeza en alto frente a su hermano mayor.

Por un segundo, los espectadores aguantaron la respiración mientras esperaban la muerte de los príncipes. No podían hacer nada contra Jungkook: era el emperador. El nuevo emperador.

La muerte, sin embargo, no llegó: Jungkook sujetó el rostro del príncipe Jin, manchándolo de sangre real, y luego le entregó un beso en la frente.

Entonces, su reinado dio inicio.

¿Qué tan letal y agresivo era Jungkook para asesinar a sus hermanos quienes eran mayores que él? ¿Qué hay de su padre?

El sueño estaba derribando mis fuerzas: las palabras se estaban volviendo confusas mientras los párpados se me tornaban pesados. No podía procesar la letra frente a mí, estas letras tan extrañas y tan familiares al mismo tiempo. Me froté las sienes, los ojos, pero fue imposible.

Cerré el libro sin fuerza y luego lo posé en la mesilla al lado de mi cama. Apagué la luz y me dejé caer en las sábanas y almohadas, abrazando mis sueños. Anhelando en el descanso.

Pensé que soñaría con la familia de este Taehyung, pero soñe con el emperador Jungkook y sus bestiales ojos oscuros.

¿Tan fuerte fue su deseo por el poder?

¿Qué opinan ahora de Jungkook? 

No sé si les gustaría que narre los asesinatos de sus hermanos, de las batallas con ellos por el poder o dejarlo así a su imaginación. Voy a hacer mañana una encuesta en IG para que decidan: estoy como sechaniejeon.

Por cierto, si escribo esas batallas serán a parte y quizá hasta el final de la historia jsjsjs es decir que Taehyung no las narraría. Ustedes hagan de cuenta que Taehyung aquí les hizo resumen de las páginas que leyó: es universitario, le sabe a los resumenes.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro