Capitulo cincuenta y dos
A lo largo de la vida, se experimentan diversas cosas, experiencias que tejen con cuidado el camino de una persona en base a sus decisiones y las vivencias. Los sentimientos se transforman y dejan de ser solo uno, embonan con partes de cada uno de ellos, como el llanto de la alegría o la tristeza y el enojo siendo sentidos en un mismo instante, sin siquiera enterarnos por completo de ello. Asi mismo, YoonGi tenia un complicado sentimentalismo explotando justo a su frente, mientras su mano temblaba y sus sentidos intentaban procesar por completo la situación.
Había levantado su mano cuando todo parecía irse de la realidad, justo en el momento donde no pudo soportar mucho mas de la palabrería que el otro profesaba con tanta seriedad. Su mano hormigueaba aun por el choque con la mejilla de TaeHyung, mientras que este no había levantado el rostro en un par de... ¿segundos?, ¿minutos?, ¿Cuánto había pasado realmente?
Las feromonas que habían estado al tope hace no mucho, parecieron irse tal y como una pasajera brisa fría en verano, sin dejar rastro, mas que la amargura pura, sin ser verdaderamente asfixiante esta vez. El silencio solo se vio al fondo de las respiraciones cansadas, y los quejidos del niño que no dejaba de abrazarse de las piernas de su madre, quien sentando en la silla no decía nada, como si estuviese ido, estando sin realmente estar en el lugar.
—TaeHyung... — Hablo finalmente después de un rato, viéndose incapaz de continuar con el ambiente. MinHyuk continuaba temblando, mientras los balbuceos no paraban de salir de su boca, había angustia en cada uno de ellos haciendo que su corazón se apretara dolorosamente ante ello. El otro omega continuo con el rostro bajo un poco más, entonces lo alzo a la vez que reposaba la mano en su mejilla lastimada, como si recién sintiese el ardor de esta por la cachetada.
—Yo también... — Su voz no temblaba, pero parecía como si estuviese a punto de quebrarse. — Yo también pienso que estoy loco... — Dijo finalmente, su voz era grave pero el hilo con el que salió aquello fue agudo, dolorosamente agonizante, como si se fuera a romper si solo respiraba un poco más. TaeHyung volvió a guardar silencio, aun ignorando sus ojos que por un momento se volvieron valientes y le vieron directo.
—¿De verdad crees que tu niño...? — YoonGi no termino siquiera la pregunta, alejando un momento su rostro se sintió terriblemente mal por él y por el cachorro que no paraba de gemir con angustia ante tal situación, por lo que parpadeo y respiro fuerte, como si intentase reunir el suficiente coraje para lo siguiente. — ¿Realmente crees que mi pequeño leoncito está en cuerpo de tu cachorro? — La sola mención había adquirido vida dentro de su pecho, contrayendo dolorosamente los latidos de un corazón que continuaba llorando.
Su animal interno jadeo con ojos tristes. Era capaz de entender un poco del punto por el que la situación se había salido de control, sin embargo, no fue suficiente para justificar el tremendo dolor que todo esto le trajo con solo un par de palabras, no podía simplemente bajar la cabeza y dar alguna especie de frase motivadora para la otra persona, el pálido omega no era tan dulce y sumiso, no cuando el tema era el bebé que espero y anhelo con todas sus fuerzas.
Observo al bebé con ojos difíciles de interpretar, su usual mirada apacible se había ido, por lo que comprendió el inmediato rechazo del niño a su presencia. Su cabello era castaño, su piel parecía ser suave y la tez de esta era muy similar a la de madre, asi como sus ojos eran los de JiMin, claros y brillantes. Sonrió sin verdadera gracia.
—TaeHyung... — Comenzó viendo a un punto fijo, justo donde un enorme cuadro con hojas de colores adornaba el espacio en la pared. Suspiro y relamió sus labios varias veces, intentando que lo que saliese de su boca fuese lo suficiente coherente y lo menos agresivo que pueda. — MinHyuk, es tu bebé, lo sabes, ¿verdad? — Regreso su vista al otro omega, quien no ahora erguía su espalda y cabeza sin desear encontrarse con su mirada. — Tu lo concebiste... en dado caso que pudiera suceder una locura como esa... — Negó con la cabeza. — Las fechas no son correctas, mi cachorro y el tuyo, tendrían apenas unas semanas de diferencia... — Parpadeo con la vista levemente desenfocada.
—Aun... aun asi. — Finalmente hablo, por lo que puso su atención en él. — Puede suceder, estoy seguro de eso — YoonGi se llevo una mano a los ojos con evidente frustración. — No hay otra razón... — Cada oración terminaba con un jadeo. El pálido advirtió llamando a su nombre, pero TaeHyung continuaba dejando salir palabras inconclusas, carentes de raciocinio, evidenciando su pobre análisis y aceptación de la realidad de las cosas. Por lo que, en un momento su garganta se llenó de nudos y entonces:
—¡Ya basta! — Su voz retumbo en la oficina, era grave y rasposa, se había quebrado en algún punto, por lo que su garganta ardió como el mismo infierno, acompañando sus latidos rápidos.
TaeHyung observo entonces a la persona frente a él, sus ojos eran ambarinos y feroces, tiritaba, pero no de frio y mucho por miedo... era un animal asteado, que no le quedaba más que solo esperar el momento para responder físicamente.
El cuerpo de YoonGi tembló por el arrebato, pero su osadía continua allí un poco más, TaeHyung se había paralizado, al igual que su pecho cuando el bebé de este lloro mas fuerte. — Ni siquiera... ni siquiera te estas preocupando por tu hijo — Había rabia en lo que decía. — Tal vez... — Él se acercó a TaeHyung y al niño, que en cuanto vio un movimiento de su parte, no dudo un momento en gruñir en evidente advertencia. Sus colmillos se dejaron ver, indicando que no dudaría en morderle si se aproximaba un poco más.
— ¿MinHyuk?... — Intento llamar con suavidad, aunque no salió suave para nada, pese a que su instinto omega temblase un poco por la determinación del pequeño niño a su frente, este continúo gruñendo mientras apretaba los pantalones de algodón del otro omega, aun poseía lagrimas bajando por sus mejillas, y sus ojos estaban inyectados con miedo, pero no flaqueo un momento, en su mente, solo estaba la protección de su madre, por lo que su cuerpo se movió hacia atrás instintivamente cuando YoonGi levanto su mano hacia él.
—No — Su voz era fuerte, pero teñida de incertidumbre. — Aléjate. — El pequeño alfa negó con la cabeza mientras recorría los pasos que dio hacia atrás, sus manos se estiraron y a su frente, YoonGi pudo observar el porte de un alfa protegiendo a la persona más preciada para él. Le ensordeció su acción, por lo que el llamativo color de sus ojos se apagó levemente, parecía ser que su omega esta cediendo ante el alfa que cruelmente demostraba algo que no podía experimentar... el consuelo que le fue arrebatado.
Fue ignorante de todo por un momento, hasta de las voces que procedían del pasillo y del sonido de la puerta siendo abierta, la persona que provino de ella no era su madre, tampoco JungKook... era el núcleo de todo el desastre, la persona que se llevó muchas cosas de él, y que ahora continuaba trayendo más consigo, Park JiMin.
Dentro de la habitación se escucho el llanto de un bebé, mientras los suspiros agotados del personal medico daban gracias por ello. Había sido un parto complicado, casi siempre lo eran, los betas son personas complicadas en sí, comenzando por su cuerpo y el como este se amoldaba a la pareja que tuviesen.
Jeon JungKook era un obstetra excelente, por lo que BaekHyun no pudo estar en mejores manos durante aquellas tormentosas horas. Ahora el mencionado descansaba, mientras era el menor de los Jeon quien atendía los cuidados básicos del cachorro recién nacido, antes de que fuese llevado por las enfermeras. Reviso cada una de sus partes y sonrió cuando la pequeña criatura se calmó, aunque evidentemente incomoda, esto no duro mucho.
"Me pregunto si, alguna vez, sea mi propio cachorro al que ayude a traer al mundo"
Vago fue su pensar, mientras entregaba con cuidado en las manos de una enfermera al recién nacido. Frunció el ceño cuando el picoteo en su cabeza comenzó a ser mas prologado, y continuo así hasta que salió de la sala de operación. No era como si no se diese cuenta que algo estaba perturbando a su animal... algo más allá de sí mismo.
Relamió sus labios deteniéndose un momento, y su mente se lleno del nombre de su pareja, mientras su corazón latía fuerte haciéndole compañía a la migraña que lo mantenía alerta. Su conexión con YoonGi era fuerte, si bien no había marca... existía algo mucho mejor que solo una mordida en el cuello.
Se apresuro por el pasillo, con la sangre bullendo embravecida.
Y después de casi un año, wujuuuuuuuuuu
Lamento lo corto del capitulo, pero debía dejarlo ahí :v
¿dudas, preguntas u opiniones?
*Akii yéndose después de su miserable actualización*
NOS
LEEMOS
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