🐺 Parte única 🐺
El día soleado que KyungSoo vio esa mañana fue una completa mentira. Eso se dijo, un poco tarde, luego de que decidió que lavar desde temprano le vendría bien para ahorrarse unas tandas de ropa en su fin de semana si las hacía entre semana. No pensó que fuera necesario ver el clima, porque el cielo se veía bastante bien.
Ustedes imaginarán cómo le siguió esto.
"¿Está lloviendo? ¿Ya? Ay, creí que iba a empezar más tarde, deja le digo a ChanYeol que se lleve su paraguas antes de salir, para lo distraído que es, seguro ni se da cuenta," su compañero BaekHyun se lo confirmó cuando lo escuchó decir eso desde la caja en esa librería que trabajaba, y él tan solo necesitó voltear la mirada hacia la entrada para garantizar lo dicho y traer su mierda abajo.
Porque nadie quería sufrir lo que era lavar y que te terminaran lloviendo encima.
"¡¿Qué?! ¡No! Mi ropaaaaa," fue por eso mismo que gritó sin cuidado, sobre todo al saber que en ese momento, aún por ser tan temprano, no había ningún cliente en el lugar, y verlo correr desde uno de los pasillos donde acomodaba los nuevos libros llegados en esa mañana no le fue un gran problema para BaekHyun, solo una sorpresa, porque él no se esperaba que KyungSoo fuera a verse tan impulsivo hasta para llegar a la entrada y pegarse contra el vidrio de esta, como si desde ahí pudiera hacer que las nubes se dispersaran.
Cuando una ligera brizna ya estaba cayendo sobre ellos.
"¡Carajo! ¿Por qué ahora? ¡¿Por qué ahora?!" y se le vio golpear con un puño la ventana de la entrada, donde solo asustó a un pobre pajarraco que estaba buscando refugio bajo su toldo de afuera, pero, de nuevo, no obtuvo que la inminente lluvia ya estuviera a punto de desatarse.
"¿No lo oliste desde temprano?" sin embargo, incluso cuando era obvia esa respuesta, BaekHyun todavía le trajo la pregunta, por la que él se volteó para verlo en medio de su ceño fruncido y algo desanimado solo vio al chico de la caja bastante entretenido con la computadora de su puesto—probablemente mientras hacía uso del internet del negocio para mandarle el mencionado mensaje a su pareja, incluso cuando bien podía desde su celular, pero con tener la disposición de eso antes, ni siquiera debió de molestarse—, que arrugó la nariz como si algo todavía estuviera en el ambiente que él no detectaba. "El olor de la lluvia estaba claro, no se suponía que se te pasara, quiero decir, obviamente ningún lobo lavaría ropa en este día con eso. A menos de que tengas tendedero bajo techo..."
"No lo tengo, pero, joder, claro que no lo detecté, porque este puto olfato no me sirve de nada," se quejó, de nuevo, con toda la saña, así que fue justo que, con dramatismo, se fuera a dejar caer en el puesto de su amigo, y con ambas manos se cubriera la cara antes de restregarla. "Ugh, ¿de qué me sirve ser un maldito lobo si ni siquiera puedo ayudarme a evitar que se me moje la ropa luego de haberla lavado?"
"Ah, cierto, lo olvidaba, eres recesivo," asintió, aunque BaekHyun solo lo confirmaba (probablemente porque no llevaban más de un año conociéndose en ese trabajo, así que no le pareció raro que el dato se le pasara), y todavía bajo sus manos, se puso a pensar si mañana el clima estaría mejor para volver a lavar esa ropa que ya tendría mojada para el final de ese día, ya que no había nadie tan bondadoso en su edificio que fuera a recogerle la ropa y guardarla en su casa en lo que él regresaba de su trabajo. "Me sorprende realmente conocer tantas cosas contigo sobre los recesivos, no tenía idea de que esa parte del olfato tampoco te servía. Quiero decir, pensé que era solo con lo de las feromonas y esas cosas, ya sabes, la mierda que todos los lobos odiamos, pero no tenía idea de que también incluyera esto."
"Ser un lobo recesivo es básicamente como ser un humano, BaekHyun," con eso dicho, bajó finalmente sus manos y vio a su amigo. La suerte que debía tener él de ser un increíble omega dominante en completo control de su lobo, no solo eso, ya enlazado, y con nadie más que con su pareja destinada, cosa que quedaba bastante clara con el tatuaje en su muñeca, la que veía moverse sobre el teclado de la computadora que usaba al agachar la cabeza por desquitar su enojo con sus palabras. "El único lujo que tenemos es el de transformarnos, y ni siquiera eso, porque a veces es un dolor infernal completar el cambio."
"Mm, bueno, tienes suerte de que vivamos en la ciudad, de menos así no te riges por una manada, que cada cierto tiempo van a echarse una corrida por el bosque, ahí desnudándose, como Dios los trajo al mundo, entre reglas muy primitivas, de ir de cacería y servir a toda una comunidad. Seguro que ser recesivo debe ser una mierda en medio de esas manadas tan cerradas," se rio, era cierto, y él lo sabía porque sí llegó a vivir en una, también era cierto que tenía la suerte de haber conocido a BaekHyun, porque, aunque no pertenecían a una manada en sí, los lobos no podían estar tanto tiempo solos, siempre funcionaban mejor en grupos, y a pesar de que su olfato le volvió a fallar para darse cuenta de que el chico con el que trabajaba era uno de los suyos—en medio de esa civilización que desconocía de su existencia—, por suerte, el mismo se lo dijo con emoción por descubrirlo, y sentir ese mismo regocijo en su interior de saber que sus lobos ya no estaban completamente solos en ese mundo que poco los comprendería.
Fue como haber encontrado una pieza que tenía perdida. O eso al menos hasta que BaekHyun encontró a su pareja unos meses más tarde, porque, desde entonces, KyungSoo había estado sintiendo un ligero espacio entre ellos, y aunque realmente la pareja de BaekHyun no le molestara, a veces era un poco extraño, porque las cosas con las parejas era tan repentino. Era algo que no siempre le gustaba pensarlo, ya que justo ahí tenía el ejemplo de su amigo. Con una semana de conocer a su pareja, ya se sentía que era el único en su vida, y al mes estaban—lo que mundanamente llamarían— casados. No por el civil ni mucho menos por una religión, pero en su civilización de lobos, las relaciones homosexuales eran más comunes de lo esperado, así que estaban más aceptadas y los "enlaces" de dichas parejas era todo lo que se necesitaba para asegurar su estado.
Sí, toda una explicación que quizá no era importante resaltar ahora, ¿cierto?
"Y créeme que lo sé, porque ChanYeol venía de una de ellas. Toda una mierda de lugar, mi pobre alfa recesivo en medio de esos neandertales, pechos plateados y peludos. Ahora que, si fueras un omega, como es tu caso..." pero BaekHyun lo había traído a la luz, así que fue imposible no resaltarlo en ese momento en la cabeza de KyungSoo, menos cuando él tenía su propia opinión al respecto.
"Seh, creo que ya está claro por qué tomé de inmediato la oportunidad de ir a estudiar fuera cuando mis padres me lo propusieron al ver que no tenía futuro en la manada, ¿cierto?"
BaekHyun le sonrió. Una mierda de suerte que KyungSoo había tenido en su vida. No se imaginaba por eso estar en el puesto de BaekHyun en ningún momento tan cercano.
"Si algo te consuela, creo que todavía no está muy fuerte la lluvia. Tal vez podrías ir corriendo y alcanzar a salvar algo de tu ropa."
"¿Estás bromeando? ¿Cómo piensas que voy a alcanzar a recoger mi ropa en estas condiciones? Además, estamos trabajando, BaekHyun, no puedo solo salir así y dejarte..."
"Podrías, si solo se le avisa al jefe que te has salido por unos minutitos de aquí a la papelería en caso de que pregunte, porque... se me acabaron las grapas," entonces, KyungSoo vio cómo su amigo, casualmente, tomó su engrapadora y al abrirla, tiró detrás de él el paquete que traía, lo que solo le hizo fruncir el ceño hasta que le entregaron el artefacto en la mano. "Uy, mira qué pena, KyungSoo, creo que de verdad no tenemos grapas, ¿no podrías ir a la papelería por algunas de ellas? Ah, pero ve a la que está como a tres cuadras de aquí, que esa es la única que nos hace el descuento por presentar mi vieja credencial de estudiante," luego le sacó su cartera, y sobre la caja puso su tarjeta que de nuevo lo dejó con una ligera interrogación en la cara. "Yo solo digo, para ahorrarle unas cuantas monedas al jefecito..."
Todo lo recibió en sus manos, pero KyungSoo todavía no supo qué hacer o cómo proceder, hasta que BaekHyun se le acercó sobre el mostrador y le dio un par de palmadas en su mejilla.
"Anda, ve por tu ropa, yo me quedo a cuidar del changarro," y en eso, le susurró muy cerca de su rostro, lo que finalmente le hizo comprender su intención, por lo que, al ver todavía el exterior, sobre cómo poco a poco la lluvia iba incrementando, con ligeras gotas acumulándose en su camino, KyungSoo solo decidió tomar bien las cosas y luego darse una oportunidad para comprobar si la suerte podría quedar de su lado.
Tal vez cerca de su casa todavía no estaba lloviendo tan fuerte...
Con eso en mente, salió de inmediato con su mochila y metió apresuradamente las cosas que BaekHyun le dio como parte de su excusa en su repentina salida. Agradeció en medio de un grito, y aunque ciertamente no le iba a ser fácil echarse una corrida hasta su casa, la suerte que tenía con respecto a la distancia era que, aunque sí vivía cerca de tres cuadras de su trabajo—como BaekHyun bien lo había mencionado al simular su mentira sobre cierta papelería—, eso no quería decir que parecieran sus pasos ir más rápido de lo que la lluvia iba llegando.
Lo comprobó una vez que, a tan solo dos cuadras más de su casa, cuando ya estaba en la esquina esperando el semáforo en verde para cruzar, la lluvia estaba básicamente en su máximo auge. Eso debería hacerlo rendirse en su intento, pero se vio un poco testarudo, y creyó que de menos tomaría la oportunidad para meter lo más que se pudiera y esperaba salvar, aunque sea, unas cuantas prendas de mojarse más de lo que se podría si las recogía más tarde.
En medio de esos pensamientos le fue extraño que, de pronto, mientras cruzaba la calle, algo lo distrajera, pero su razón fue grande, porque, incluso con el inútil olfato que se cargaba, hubo un extraño olor que captó en su camino, y que solo lo dejó en la otra esquina de la calle al cruzar, porque, aun bajo la lluvia, ese olor estaba ahí, y él solo se vio buscando la procedencia de lo dicho.
Era un olor bastante particular, algo mínimo, en realidad, sentía que lo estaba perdiendo. Y se sorprendió cuando comenzó a buscarlo con lo que incluso se desvió de su camino principal, pero una vez que la lluvia lo empapó de pies a cabeza, solamente no tuvo más oportunidad. El olor que persiguió, al menos hasta dos bloques más abajo, se perdió entre los demás olores comunes de cualquier día en la ciudad en medio de un clima como ese.
Y él se vio como estúpido regresando a su casa para cambiarse una ropa completamente empapada, llevando una tanda de ropa mojada igual sin ninguna salvación de vuelta a su cuarto de lavado, y una engrapadora vacía en sus manos al volver casi una hora más tarde a su trabajo, donde BaekHyun le garantizó que nada malo había pasado en su ausencia.
Eso al menos lo animó, pero el olor simplemente no se salió de su cabeza. ¿Qué era ese particular olor que había captado y luego de incluso haber pensado que su olfato para nada le servía?
¿De qué era?
A pesar de que el olor no se salió de su cabeza cerca de una semana más tarde, lo cierto fue que KyungSoo no volvió a encontrarlo. Incluso cuando, al terminar su trabajo por ese día en el que lo encontró, buscó por los alrededores donde lo había captado antes. Ahora que la lluvia se había apaciguado al grado de no necesitar siquiera el paraguas que igual se trajo de su casa luego de la corrida que dio, no le fue un gran problema caminar y recorrer ciertos bloques más por donde creyó reconocerlo.
Sin embargo, no hubo éxito, y se preguntó con su parte animal si hubiera algo en especial que se pudieran comunicar sobre lo captado, mas, su lobo no le comunicaba nada, y no era que le sorprendiera, desde que había tenido memoria, su lobo y él nunca habían estado en sintonía, así que no le causaba un gran problema descubrir que no le dijera nada.
A pesar de que, en esta ocasión, verdaderamente lo estaba frustrando un poco.
Pero, dado que el tiempo pasó, y KyungSoo debió volver a su rutina diaria, donde se encargaba de sus responsabilidades en casa, como cualquier civil libre e independiente, así como de su trabajo en esa librería junto con BaekHyun, solamente no pudo darse el lujo de buscarlo por toda la ciudad como si fuera la última cosa por hacer antes de morir o algo parecido.
Consideró que, si había la suficiente suerte, quizá lo captaría en algún otro momento, y aunque sí tuvo sus noches en las que solo no pudo dejar de preguntarse qué habría sido o precisamente qué tipo de olor era—porque no parecía nada identificable para él, como cualquier olor que pudieras registrar, al estilo fragancias dulces, fuertes o cualquier otra—, poco a poco lo fue ignorando (más que olvidando) para continuar con su vida.
Y así otra semana había pasado, lo que le dejaba con dos semanas luego de dicho suceso. Dos semanas en las que se vio envuelto en su trabajo, junto a BaekHyun, en las ocasiones que salían con algunos de los amigos del susodicho—personas que BaekHyun había conocido en diversas circunstancias, y por ser lobos de igual modo, le presentó para no sentirse tan solo, como ya se había dicho que era necesario para su supervivencia—, mientras se distraía con cualquier mínima cosa, hasta que, un día, solo:
"¿Me acompañas? Anda, vamos, no te distraeré ni un minuto de más. Quiero decir, no sé qué tengas que hacer en un sábado por la tarde dado que hoy salimos temprano y no tienes nadie que te espere en casa, pero lo que sea, tan solo acompáñame a comprar esto, no va a costarte nada," BaekHyun básicamente le suplicó todo aquello, y él, en medio de su tarea final, mientras le dejaba a JongHyun todo arreglado para tomar su lugar en el siguiente turno, se volvió con su amigo ya listo junto a la entrada con sus cosas ahora que KiBum había llegado para quedarse en la caja.
"Bueno, gracias por recordarme que estoy más solo que no sé qué cosa, eh, pero exactamente, BaekHyun, recuérdame, ¿por qué tengo que acompañarte a este lugar que has dicho incluso cuando eso podría o no molestar mis planes de sábado por la tarde en mi completa soledad? Gracias, JongHyun, es todo por ahora," agregó al último al dirigirse a su compañero, que le sonrió cuando recibió todo acorde a como se lo dijo. KyungSoo no dejó pasar además cómo en esa mano que tomó los papeles se pintaba un bonito tatuaje de pareja que él sabía se compartía con el chico ahora en la caja. Vaya fortuna la de KyungSoo, si bien ser un lobo recesivo era una mierda, ahora estar rodeado de otros de su clase, pero únicamente emparejados, era toda otra racha de su mala suerte.
"Porque sabes que soy malo para tomar decisiones, y no voy a poder escogerle el mejor ramo de flores a ChanYeol. ¡Es nuestro mesaniversario! No puedo darle solo un maldito ramo de flores cutres, ¿cómo va a hacer sentir eso a mi alfa?"
"¿Vamos a una florería entonces?"
"Casi, es más bien un vivero. No quiero solo darle un ramo, estaba pensando mejor en comprarle una planta de maceta, ya sabes, para que la cosa sea más duradera y no solo algo que se vaya a tirar a la basura luego," BaekHyun le aclaró, lo que solo le hizo asentir en comprensión cuando tomó sus cosas y alcanzó a su amigo en la entrada, antes de que el susodicho se despidiera de sus otros compañeros ahora que parecían estar listos para salir juntos. "¡Hasta luego, chicos! Que tengan un bonito día, no hagan nada sucio en nuestra ausencia."
"¡No prometo nada, BaekHyunee! Suerte con lo de tu regalo," KiBum le respondió con humor, y a él solo le tocó sacudir la muñeca para despedirse de los mencionados, otra suerte que a esa hora todavía no hubiera muchos clientes—en general, en una librería no había muchos siempre—, porque así pudo dejarse pasar esa desfachatez hecha por sus amigos y el sonrojo que hubo en el rostro a la distancia de JongHyun, pero que todavía alcanzó a notar al dirigirle su última despedida.
Salieron así de su trabajo, y aunque todavía no le diera una respuesta afirmativa a BaekHyun, KyungSoo ya lo estaba acompañando a donde parecía que él necesitaba ir, mientras le continuaba explicando:
"Estaba pensando que me podrías ayudar a escoger unas flores bonitas, ya sabes, como ChanYeol y tú tienen una personalidad tan parecida, imaginé que sabrías algo que pudiera quedar para lo que celebramos, además de que quedara con la persona que es ChanYeol."
"ChanYeol y yo no somos para nada parecidos... En primera, porque tu pareja es un alfa."
"¡Pero los dos son recesivos! Y son todos rudos por fuera, pero una bolita de ternura por dentro. ¿Acaso eso no los hace parecidos?"
"Realmente no me siento cómodo creyendo eso, pero," suspiró, no había dicho nada, mas, ya estaba ahí siguiendo al chico, así que, ¿qué más se esperaba BaekHyun de él? "De acuerdo, vamos a ese vivero que dices."
"¡Sí! Muchas gracias, KyungSoo, que Dios te lo pague con muchos cachorros," se burló al darle un mini abrazo en medio de su caminata por la calle, lo que los dejó estorbando el caminar de muchos otros transeúntes en el lugar, y aunque KyungSoo esperaba que ninguno de ellos hubiera escuchado lo dicho, bien sabía que, de cualquier modo, el hecho de que BaekHyun hubiera dicho 'cachorros' en lugar de 'hijos' lo hacía un poco más peculiar de lo esperado, cosa que para cualquier humano podría tener distintas connotaciones de lo que, bueno, ellos sabían.
"No, tu dios o lo que quieras, que me salve de esas cosas," por lo mismo, se rio y alejó a su amigo de su lado para continuar en su recorrido. Tampoco era que KyungSoo se comportara todo huraño con esto, solo tal vez sí era como BaekHyun lo había mencionado, y se veía más serio por fuera de lo que realmente era, así que se atrevió a sonreír sobre eso antes de volver a seguirlo. "Mejor que te los dé a ti que a mí."
"Ah, mi Dios, que alguien escuche tus plegarias, ¡me urge tener los cachorros de Park ChanYeol!"
De nuevo, rio por esa exageración e ignoró las posibles miradas que pudieran recibir de cualquier otro. Los humanos simplemente no entenderían de lo que ellos hablaban, aunque KyungSoo se preguntaba, por lo mismo, si tener cachorros en su posición sería lo mejor, dado que vivían en un mundo que desconocía de su existencia y de su naturaleza que les daba ciertas posibilidades que a los humanos no, pero...
Bueno, eso no era problema de él en este momento.
Su problema vino mejor, cuando, al entrar al dicho vivero del que BaekHyun hablaba, tuvo que enfocarse en escuchar los intereses y opiniones de su amigo para apoyarlo a tomar una decisión.
No debían malinterpretarlo, en realidad, el lugar le parecía muy encantador, era una tienda con un estilo bastante abierto al verse, más que encapsulado en cuatro paredes, rodeado de una maya de metal que ya dejaba ver lo que por dentro se exponía si el letrero en la entrada con una flor pintada de rosa no te lo dejaba claro. Todo prácticamente estaba rodeado del color verde que en cualquier planta se vería. Había filas y filas de plantas sin igual, algunas áridas, otras no tanto.
Flores abarcaban una gran parte de la pared derecha, y por el lado izquierdo, luego de cerca de unos cinco pasillos llenos de estantes con plantas en distintos tamaños de macetas, había una sección especial para buscar semillas específicas, algunas de ciertos tipos de cultivos que él no creía saber reconocer. Al fondo, por el final de la tienda, se cerraba con un mostrador donde parecía estar la caja.
Igual que la librería, el vivero no parecía muy concurrido y menos a esa hora de la media tarde, pero había al menos tres trabajadores. KyungSoo captó a dos de ellos mientras regaban unas cuantas plantas a la venta embutidos en sus mandiles de mezclilla y guantes—quizá especializados para el trabajo—, mientras otro más se había quedado hasta atrás, como suponía le tocaba por cuidar con la caja.
Y todo eso le había agradado a KyungSoo, claro, como lo dijo, era un lugar encantador. Pero, cuando se separó de BaekHyun al ver que el chico estaba escuchando a uno de los empleados explicarle el significado de algunas flores que tenían ahí y se vio más por el lado de las flores a la derecha, hubo algo extraño. Algo que, nuevamente, su olfato captó, y que cuando lo identificó, solo se quedó estático, porque no podía creer lo que era.
El olor de hace dos semanas estaba ahí. Estaba en ese mismo lugar, con tanta claridad. No con mucha fuerza, pero se sentía, lo captaba, y al ver de un lado a otro solo se pudo preguntar, una vez más, ¿qué carajos era la cosa?
"¿Necesitas que te ayude con algo, chico?" uno de los empleados llegó y le habló con un acento curioso, KyungSoo reconoció que parecía extranjero, pero quizá eso no importó en el momento, sino el que lo hubiera visto en medio de su confusión, en busca de la ubicación del olor, lo que básicamente lo dejó como estúpido dando vueltas en su mismo lugar, como si su nariz fuera a orientarlo hasta él, aunque, en realidad, seguro así sería, porque, bueno, era un lobo, y como cualquier animal, se pondría a olfatear para llegar a su necesidad. Sin embargo, ante un claro humano como el que tenía enfrente—en lo que él creía reconocer por la falta de un cierto olor que ya creía estar asemejando con los de su especie incluso si su olfato no lo ayudaba mucho—, KyungSoo no estaba seguro de poder aclarárselo con normalidad.
Se avergonzó, por supuesto, y al dejarse en su curiosidad, se rascó la nuca y sacudió la cabeza, en la esperanza de que eso lo quitara de su camino. Sin embargo, el chico no se fue, y todavía, interesado, lo vio, a lo que KyungSoo solo reaccionó oliendo una vez más. Pero el olor identificado hace solo unos minutos se estaba perdiendo de a poco de nuevo, y aunque él no fuera muy bueno para oler muchas cosas, las plantas que lo rodeaban sí estaba quitándole la posibilidad de identificarlo como antes.
"Oh, bueno, es que como te noté tan inquieto, pensé que podrías estar buscando algo por aquí, pero... Está bien, si no es así, entonces, solo me retiro. Si necesitas ayuda, no dudes en buscarme," asintió, sin necesidad de decir nada más en ese momento. El chico, nuevamente, dejó su lado, y al pasar lo vio regar algunas de las plantas con un rociador en mano, cosa que le dio entonces la noción del por qué el olor debió haberse perdido.
El agua debía estarse llevando ese olor que hubiera quedado por ahí entre las plantas. Eso le estaba imposibilitando su tarea, y aunque quisiera seguir dando de vueltas para ver si por ahí en el vivero volvía a captar en alguna parte ese olor, simplemente su olfato volvió a ser como antes, toda una mierda que no cooperaba, y que, con el olor perdido, solo se había cerrado al trabajo.
"KyungSoo, ¡ya conseguí la flor! ¿Crees que esta le guste a ChanYeol? Este chico, TaeYong, me dijo que normalmente las parejas se regalan rosas rosas, pero no he querido comprar unas rosas, escogí mejor estas plantitas que son un poco más pequeñas, aunque, igual, ¡son rosas! ¿No te parecen bonitas? ¿Tú qué opinas? Anda, dime antes de que salgamos de aquí, que, si nos vamos, tal vez no me dejen cambiarlas de necesitarlo."
Y nuevamente con BaekHyun a su lado con una maceta negra pequeña entre sus manos en la demostración de lo que eran esas flores, solo no tuvo más opción que dejarlo, de nuevo, porque parecía que ese día no iba a tener suerte en identificar lo que su olfato estaba captando. ¿Debería entonces botarlo y esperar a olvidarlo una vez más?
"Sí, sí, claro, creo que las flores rosas están muy bonitas. Seguro a ChanYeol le gustan, quiero decir, le gustan las cosas pequeñas, ¿no?"
"¿Eso fue alguna especie de chiste con respecto a mi estatura? KyungSoo, te recuerdo que tú eres más bajo que yo, así que no te estés riendo. ¡KyungSoo!"
Desde ese día en más la vida de KyungSoo se volvió un desastre, porque, aunque quiso volver a su vida normal como la otra vez lo hizo, simplemente en esta ocasión no pudo. Ese olor no se le salía de la cabeza. Al principio pensó "bueno, tal vez solo fuera alguna flor en particular, una planta que a mi lobo le gustara mucho, no debe ser la gran cosa", pero luego, comenzó a tener estos extraños pensamientos sobre la sensación que le dio.
Como si algo muy grande estuviera por pasar, como si existiera una posibilidad de que ese olor le estuviera por dar algo que realmente necesitaba. Y entonces se preguntó si acaso el lugar tenía alguna cosa que lo estuviera llamando. ¿Podría ser que un vivero tuviera algo que necesitara?
Pero ¿qué exactamente?
Lo peor vino cuando comenzó a soñar al respecto. Ya no solo soñar despierto—como le sucedió varias veces en su trabajo y por lo cual tuvo algunos accidentes con clientes que lo miraron bastante raro, probablemente por su ineptitud en lo que hacía—, sino soñar, realmente, en la noche. Fue como verse a sí mismo envuelto de ese olor, el cual le daba cierta paz, ponía al animal y al humano en él en una sintonía que nunca había sentido antes, y cuando esos sueños no fueron solo de una noche, KyungSoo se dijo que tal vez necesitaba volver a ese lugar para averiguar qué podría estarle provocando todo eso.
Lo consideró bastante, porque no quería parecer un extraño al ir al vivero sin ninguna razón. Antes iba con BaekHyun y su amigo compró algo ahí, pero que él solo llegara para ir a buscar el olor que había captado no iba a parecer casual. Se dijo entonces que tal vez debería fingir ir a comprar algo.
A menos de que ese olor lo encontrara en alguna planta y pudiera comprarle, porque, en ese caso, tendría su problema resuelto y seguro le iba a parecer muy extraño que su parte animal estuviera encantada con ella, pero, bueno, no le pregunten a él, lo cierto era que esto de los lobos todavía le parecía un poco complicado incluso cuando él hubiera nacido dentro de todo.
No le dijo a BaekHyun que iría, en realidad, no le dijo a nadie, y dado que no le debía cuentas a ninguna persona, tuvo el lujo de que, una vez más con otra semana que pasó, al encontrarse en ese sábado que salía mucho antes de su turno y ver que su compañero de trabajo era recogido por su pareja para salir a quién sabía qué lugar—cosa que lo dejó a él bastante libre y sin necesidad de dar excusas o mentiras sobre su quehacer—, se dirigió por el camino que recordaba haber tomado junto a BaekHyun para llegar al vivero.
Tenía la suerte de que no estaba ni a dos bloques de donde se hallaba la librería, porque así tampoco se tomó mucho tiempo al llegar. Sin embargo, cuando se paró frente a la entrada e inhaló hondo su olfato no pareció favorecerle en ese momento, porque solo no había nada ahí que le indicara que acababa de encontrar su olor especial.
Igualmente, probó entrar para ver si lo captaba por ahí. Pero pasó cerca de media hora paseándose por los pasillos y alrededores del vivero—con lo que casi sintió que comenzaba a aprenderse lo que vendían—, y solo no hubo nada.
"¿Te puedo ayudar en algo?" fue asustado con haber escuchado eso. KyungSoo casi saltó, pero se contuvo y con cerrar los ojos un poco frustrado por su susceptibilidad—de nuevo, sus instintos de lobo le fallaban, era una mierda para eso, se suponía que su animal debería advertirle de estas cosas, pero él solo no ayudaba en nada, ¡ni siquiera para no verse como presa!—, se volteó para ver al chico con acento extranjero una vez más a su lado. Estaba sonriendo, como si se hubiera dado cuenta de lo que hizo, pero no ofreció ninguna disculpa, solo lo dejó pasar su vergüenza y él comenzó a plantearse si debiera dar una mala reseña del lugar por eso.
Bueno, no, tal vez no del lugar, sino de uno de sus empleados. A ver, ¿cómo se llamaba el chico? Ah, Chittaphon, qué nombre tan extraño, ¿qué era? ¿Árabe? Bueno, el chico no se veía árabe, pero fuera de la nacionalidad que fuera, KyungSoo lo guardó en su memoria para utilizarlo a su favor más tarde. Este maldito chico, Chittabrón.
(¿Entienden el chiste? ¿Chittaphon + cabrón? ¿Chittabrón? Ok, patético, lo siento, la mente de KyungSoo trabajaba un poco diferente.)
"Ah, no, no, gracias, yo solo estaba... viendo algunas semillas por aquí, sí, no sé, solo..." olfateó. No había nada que le dijera si el olor estaba por ahí, así que tal vez era momento de irse antes de seguir molestando. "Creo que no he encontrado lo que quería. Si me disculpa..."
"Oh, ¿no encontraste lo que querías?" sin embargo, cuando él ya planeaba su huida, el chico lo detuvo con ese hablar. No pudo dejarlo pasar, porque no era grosero y no se iba a ir sin dar una respuesta a eso, aunque solo quisiera ignorarlo e irse. No podía, así que tuvo que quedarse donde estaba y mirar al chico para comprender lo que dijo, por lo que ahora ya comenzaba a idearse otra forma de excusarse y salir de ahí como quería. "No te preocupes, seguro podemos ayudarte, no puedo creer que no encuentres las semillas que buscas. Mm, no soy el experto en semillas, pero seguro mi compañero te puede ayudar en esto. ¡TaeYong! Oye, Tae, ¿puedes venir por aquí? Un cliente quiere buscar unas semillas. Él dice que quiere—"
"Ah, no, no, no, no, no, no es necesario," intentó excusarse pronto al ver cómo el chico gritaba desde donde estaba al único chico que se hallaba en la caja. En realidad, KyungSoo se había dado cuenta hasta ahora de que el vivero se veía un poco más solo de lo que la última vez, como si hiciera falta ese algo en él que no comprendía. "En realidad, creo que yo..."
"¿De cuáles semillas buscaba?" el nombrado preguntó, y tan pronto como lo hizo, se paró de donde estaba para alcanzarles hasta su lugar, con tanta prisa que KyungSoo no tuvo alternativa más que tratarlo. Y luego, cuando ya lo tenía ahí junto a él, KyungSoo solo se vio perdiendo el hilo de sus palabras, porque el chico que recordaba haber visto apoyando a BaekHyun la vez pasada finalmente estaba ahí a su lado, y ahora él ya no tenía ni cómo escapar de eso de una manera que no lo arruinara. "¿Hay alguna planta en particular que quiera plantar en específico?"
"Bueno, yo..." no tuvo de otra, se notaba que los chicos estaban desesperados por vender algo, quizá ese día había sido una mierda para sus ganancias, así que KyungSoo tuvo que hacer ahí su buena acción del día.
Y regresó a su casa con tres bolsas de semillas de distintas plantas, una maceta para cada una, algo de tierra que le garantizaron era la adecuada para hacerlas florecer, y una regadera porque ni siquiera esa mierda tenía.
De verdad que ni él sabía cómo lo convencieron para comprar tanto, pero cuando volvió y se encargó de todo eso, solo pudo pensar que se fue y regresó de la misma manera. Sin el maldito olor identificado.
"Tal vez debería volver a ir en otro día... ¿mañana estará abierto? De menos ahora ya tengo la excusa de que pueda pedir consejos para plantar adecuadamente mis semillas y no tengo que comprar algo en específico..."
Eso se dijo al menos de consuelo, pero lo cierto fue que, cuando volvió al vivero y siguió buscando el olor—sin ningún éxito—, siempre terminaba saliendo con algo nuevo.
No sabía qué tipo de poder de convencimiento tenían estos chicos, TaeYong y Chittaphon, pero siempre que se le acercaban para preguntarle si quería algo nuevo o buscaba algo en específico, parecía que le ponían alguna especie de cara de perrito que lo imposibilitaba de no comprar alguna cosa en el lugar.
Y vaya si su casa comenzó a tener algo de color, porque con las plantas que se trajo y las que decidió que de menos iba a intentar plantar, realmente pareció que se estaba dando una nueva fragancia a su hogar.
Sin embargo, seguía sin nada tener ese olor que tanto lo colmaba únicamente en las noches, y por el cual no se rendía de volver a ese lugar. Porque, ¡Dios!, solo ahí lo había vuelto a encontrar. Incluso cuando intentó buscar a los alrededores del vivero, cuando se paseó por la zona para ver si no había la posibilidad de que ese olor se captara quizá en otro puesto, local, casa o alguna otra calle, descubrió que su olfato seguía demostrándole lo inservible que era y regresaba con nada más que otro anhelo de reencontrarse con aquello que todavía no identificaba.
Eso al menos hasta que, unos días más adelante, en ese jueves que cambió su horario con JongHyun por petición del susodicho, salió mucho antes y dejó a sus compañeros en la librería sin ningún cuidado, por lo que pensó que quizá... podría volver a intentar ir al vivero y ver si algo ahí encontraba.
"De menos si no lo hago, puedo salir con otra planta. ¿Qué debería pedir ahora? ¿Un fruto que pueda germinar en mi especie de huerto? O tal vez un cactus, algo que no requiera tanto cuidado como mis otras mil flores que ya están creciendo..."
Se sorprendió luego de pensar eso en voz alta, porque, mientras iba distraído con esa idea, más que con la verdadera preocupación por encontrar el olor, simplemente cuando entró en el vivero se dio cuenta de que ¡ahí estaba! Ese olor, de nuevo, se encontraba ahí y estaba tan fuerte y claro, que KyungSoo comenzó a identificarlo mucho mejor.
Era una combinación de tierra y... ¿lluvia? ¿Tierra mojada?
Bueno, eso no parecía ser un olor bastante peculiar que debería estar extasiándolo tanto, pero quién era KyungSoo para juzgar a su parte instintiva. Tal vez solo era el animal queriendo salir a embarrarse en lodo como hace tanto no hacía, desde que era niño probablemente, cuando todavía no sabía lo complicada que podría ser su vida al vivir como lobo, pero un lobo defectuoso.
Como fuera, el olor estaba siendo mucho más identificable ahora. Era curioso, dado que tenía este olor en medio de un vivero, quiso decir, ¿cómo era que entre tanta tierra y plantas no lo hubiera captado antes? O al menos no con la connotación que en este momento le estaba llegando, pero, de cualquier modo, motivado ante esto, KyungSoo entró de inmediato al vivero y fue guiándose en ese camino que su olfato lo estaba llevando.
Al menos hasta darse cuenta de que el olor se había apaciguado. No parecía darle un camino fijo, lo que lo dejó en medio de un pasillo rodeado de diversas plantas, pero al mismo tiempo si seguía por el siguiente, el olor estaba ahí. Básicamente se estaba dando cuenta de que el olor estaba en todo el vivero. Era como si el lugar mismo tuviera este olor, mas, no era precisamente por las plantas, sino como si lo que sea que fuera que estaba identificando, se hubiera distribuido por todo el lugar, como algún tipo de fragancia de tierra mojada que no le dejaba muy claro a qué se estaba dirigiendo.
Así que KyungSoo paró en su rastreo, y con este ceño fruncido de vuelta a su mirada, se quedó viendo frente a los nombrados cactus hace unos minutos mientras pensaba qué debería hacer ahora o qué se suponía que esto significaba.
"Hola, ¿te puedo ayudar en algo?" nuevamente, recibir esas palabras lo sacó de inmediato de su turbación, y aunque esta vez no las recibiera del mismo acento extranjero reconocido, sí le hicieron quedar con su mismo ceño fruncido, porque no esperaba que nadie fuera a molestarlo cuando estaba queriendo identificar de dónde provenía este olor o qué era. Sin embargo, una vez que se volteó, el olor se intensificó, fue como si le aventaran a la cara esa fragancia tan particular, y él solo... más que quedarse molesto, terminó sorprendido de ver al chico que estaba junto a él. "Mi compañero en la caja me mencionó que eres un cliente frecuente, o eso al menos pareció en estos últimos días que no vine y por lo que no tuve el placer de reconocerlo por mi propia mano, así que, no sé si necesites ayuda, pero quería acercarme personalmente a agradecerte que nos escogieras como vivero predilecto para comprar todo sobre tus plantas. Con eso también quiero agregar que estoy aquí para servirte con cualquier cosa que necesites. Un verdadero cliente se merece el mejor trato por mi parte, por lo que aquí me tienes como a mis compañeros listos para apoyarte con lo que busques."
Ni siquiera escuchó todo lo que le dijo luego de haberle volteado a ver. No lo hizo porque fuera descortés, sino porque había algo en él que estaba haciendo su sangre hervir, estaba sintiendo una gran cantidad de emociones por su cuerpo, su olfato estaba reanimándose a una capacidad que creía completamente desconocida, su piel se estaba erizando y en su pecho se sentía algo pesado que no lo estaba dejando hablar como quizá el chico esperaba que hiciera, porque al ver que no recibió su respuesta ante lo que sea que haya dicho, solo le quedó sonreír avergonzado, y en eso KyungSoo juró que sintió que su corazón acababa de detenerse.
"Bueno, como dije, sobre lo que necesites, puedes llamarnos, yo... Voy a seguir con mi trabajo. Un gusto, por cierto, ah..."
"Do KyungSoo," se vio diciendo, incluso si eso no era lo que buscaba obtener el chico cuando terminó con eso, pero igual le otorgó una venia en respuesta al momento de contestarle con su misma sonrisa.
"Un gusto, Do KyungSoo. Yo soy Kim JongIn y, reitero, estoy a tu servicio."
Se fue luego de eso, no repentinamente, lo hizo de una manera que pareciera natural, pero KyungSoo pudo todavía ver cómo ese mandil de mezclilla le dejaba la representación de trabajar en el lugar, cómo le quedaba admirar la nuca del susodicho con ese cabello negro y ese cuerpo delgado, un poco más alto que él, se alejaba a unos pasos hasta quedar por completo fuera de su rango de visión, no solo por su mala vista que también era un fracaso incluso para ser un lobo, sino porque se había metido en otro pasillo posiblemente para continuar con su trabajo, como se lo dijo.
Sin embargo, incluso con eso KyungSoo finalmente lo entendió, lo pudo ver en ese momento. Comprendió que ese olor que estaba buscando con tanto ahínco, que estaba necesitando y queriendo identificar otra vez no estaba precisamente en el lugar, sino que estaba en el chico.
En este chico, Kim JongIn.
"Wow, cuidado con eso, KyungSoo. Casi haces que nos matemos con esta pila de libros mal acomodada, ¿acaso este fue un intento de suicidio mal planeado? ¿O debería decir homicidio porque tenías en mente matarme a mí más que involucrarte a ti en el accidente?" BaekHyun bromeó uno de esos días, luego de aquel suceso en el vivero, mientras él estaba intentando arreglar su desastre con esa pila de libros que, como se dijo, había mal acomodado cerca de su estante para organizarlos.
Él solo suspiró, porque sabía que había actuado mal, pero no podía más que molestarse consigo mismo, después de todo, estaba siendo deficiente en su trabajo y era por tener llena la cabeza de lo que ya había pasado hace casi una semana. Una maldita semana en la que no había estado seguro de regresar al vivero, porque, aunque hubiera identificado el olor del chico... ¿ahora qué? ¿Qué se suponía que hiciera al respecto?
No era como si pudiera preguntarle al tipo qué tipo de colonia usaba que le encantaba, porque, por Dios, ni siquiera sabía si usaba algo, y simplemente llegar con alguien preguntando por su olor podría parecer más que extraño.
Ante eso, las consecuencias quedaban ahí, con él bastante distraído en esos últimos días al no sacarse de nuevo ese olor, pero ahora asociado con cierto chico de amplia sonrisa con ojos en medias lunas al mirarle.
Vaya problema el que KyungSoo se cargaba, ¿huh?
"Sí, no, quiero decir... lo lamento, BaekHyun, no sé en qué estaba pensando," mentiroso. Suspiró, pero, cuando él esperaba que todo quedara ahí, sin problemas, BaekHyun obviamente no iba a dejarlo. Y al pasarle unos de los libros que casi se cayeron encima de él, lo vio con cierto ceño fruncido antes de cruzarse de brazos y recargarse en el librero donde estaba trabajando.
"Aja..." entonces, lo escuchó, pero no lo miró al creer que probablemente estaba por dejarlo. Se notaba que todavía no conocía a BaekHyun, porque era evidente que si lo hiciera no seguiría con su trabajo con tanta calma y ese pensamiento. "¿En serio no sabes en lo que estás pensando? Porque, oye, has estado muy distraído en estos días. Todavía recuerdo cómo me mandaste a una niña con el libro del Marqués de Sade en lugar del de Shakespeare. Eso sí que fue una confusión, ¿no crees?"
"La niña solo dijo que necesitaba el de Julieta... Yo le di el que tenía ese nombre, nunca creí que se refiriera a Romeo y Julieta."
"KyungSoo, ¡era una niña de secundaria! Y claramente por su uniforme debiste haber notado que venía por una asignatura, no por una mente morbosa que buscaba leer sexo y libertinaje..."
Bufó, pero no pudo ignorar que BaekHyun tenía razón, después de todo, sí debió haberlo pensado o siquiera preguntado más para hacer bien su trabajo como debía. No lo hizo porque siguió pensando en ese maldito olor, en el chico y en cómo eso seguía erizándole la piel con el más mínimo recuerdo.
"¿Vas a contarme entonces qué te tiene de este modo? Te juro que no había visto a alguien tan fuera de sí desde que KiBum me dijo que creía estar esperando un cachorro. Falsa alarma, y vaya suerte, porque no estábamos en los mejores momentos para tener a uno de nosotros dándose de baja temporal," se rio, pero KyungSoo no le halló la misma gracia en ese momento.
Él no creía estar embarazado, él solo estaba pensando en un chico.
En un olor, quiso decir.
"No es nada, solo... bueno, ¿recuerdas cuando fuimos al vivero por las flores que le compraste a ChanYeol?"
"Claro, por cierto, ¡gran elección! ChanYeol las amó, te juro que hasta casi se puso a llorar cuando las vio. Este hombre me mata, es tan tierno y adorable," KyungSoo sonrió, no iba a decir que era el mejor momento de ver a su amigo enamorado de su pareja destinada, pero tampoco podía ignorar que era muy lindo verlo tan feliz en estos casos.
Siguió metiendo los libros en sus estantes, así ignoró solo un poco su falta de respuesta sobre eso y continuó con lo que hablaba, confiado en sus palabras, porque, aunque no supiera qué pensar sobre esto, sabía que realmente necesitaba hablar al respecto antes de que se volviera loco o algún peor incidente como el de ahora pasara. Ya que BaekHyun se estaba ofreciendo para ser su interlocutor y lo sentía básicamente como de su seudo manada citadina, su lobo y él no se pudieron negar un minuto más a confesarlo.
Después de todo, tal vez KyungSoo sí era un poco suave por dentro.
"Bueno, es que ese día hubo algo extraño que me pasó... En realidad, desde el día que fue lo de la lluvia y que tuve que correr para rescatar mi ropa me he encontrado con algo bastante peculiar," BaekHyun frunció el ceño. KyungSoo quiso creer que estaba intentando recordar lo otro que recién le trajo a la memoria. Sí, ya había pasado un tiempo de eso, pero igual él lo tenía muy presente porque desde entonces todo se le había volteado de cabeza. "Capté un olor muy particular. Y como debes recordar, mi olfato no es el mejor de todos, apenas llego a reconocer quiénes son lobos, alguna otra criatura fantástica de los humanos, así que obviamente estuve tan sorprendido de captarlo en medio de esas dos inesperadas situaciones. Sin embargo, curioso por eso, estuve regresando al vivero luego de ese día para averiguar si el olor seguía por ahí, y para mi sorpresa, lo estuvo, pero lo descubrí hasta poco después, hace unos días... lo que me llevó a averiguar que el olor venía de un chico en particular. Un empleado de la tienda."
"¿Un empleado?" BaekHyun inquirió, bastante interesado ahora en su relato, por lo que de inmediato asintió, y al ver a su amigo pudo captar cómo volvía a fruncir el ceño para añadir: "¿No habrá sido este chico que me ayudó a escoger las flores para ChanYeol, cierto?"
"No, ese chico no, y tampoco el extranjero, no sé si lo llegaste a ubicar, otro chico que estaba trabajando en el mismo lugar. En realidad, se trataba de otro, un tercer empleado. Mm, me dijo que se llama Kim JongIn, y tiene el cabello negro, es más alto que nosotros, bastante delgado, un poco moreno..."
"Ah, ¿te refieres al de la caja?" ¿qué? ¿Todo ese tiempo BaekHyun lo tuvo presente? Bueno, probablemente tuvo contacto con él porque al final él fue a pagar por sus flores, pero ¿por qué a él le había tocado conocerlo hasta ahora? Ya había comprado muchas cosas en el vivero y él nunca lo llegó a ver en la caja, ¿acaso habrá estado faltando en estos últimos días al trabajo? Oh, bueno, ahora recordaba algo de lo dicho en su presentación, ¿no mencionó que faltó o...?
«Estás pensando demasiado, KyungSoo. ¡Regresa al punto!».
"Sí, eso creo... La verdad no lo sé, él solo se acercó a mí para buscar ayudarme en ese día. Fue inesperado, no sé qué tipo de sensación me dio cuando descubrí que el olor venía de él, pero inevitablemente tuve que decirle mi nombre, y así fue cómo él también me dijo el suyo."
"Huh," BaekHyun puso una mano bajo su barbilla, y la acarició como si hubiera una barba ahí que pudiera peinar. "¿Dices que sentiste una imperiosa necesidad por presentarte? ¿Y el olor era muy particular? Quizá como... ¿algo dulce?"
"No, olía más bien como a tierra mojada. Se supone que es como la combinación de tierra y lluvia, pero eso suena a tierra mojada, ¿no crees?" BaekHyun arqueó una ceja, pero asintió, bastante interesado por el camino que estaban llevando.
"Pero eso te gusta, ¿no?" asintió de igual modo, a lo que luego BaekHyun cuestionó: "¿Y el chico te pareció guapo?"
"Supongo, en realidad, no me fijé mucho en su físico, o no tanto como para detallarlo en ese sentido. Su sonrisa se me hizo bonita, a pesar de todo."
"¿Y no sentiste algo así como que se te iba el aire, que tus articulaciones se entumecieron, todos tus sentidos se pusieron super activos hasta el grado de sentir que ibas a pasar por un mini paro cardíaco?" sorprendido, se vio asintiendo a todo eso, porque BaekHyun acababa de describir mejor de lo que él su forma de sentirse en ese momento, lo que le llevó a preguntar:
"¿Cómo es que...?"
"Oh, Dios, KyungSoo," sin embargo, su pronta sonrisa fue la que le respondió a eso, y con una mano en su hombro, lo miró nuevamente intrigado. "Parece que tu olfato o tu sintonía con tu lobo es una completa mierda, porque ni siquiera estás identificando algo así de importante. Déjame decirte entonces las cosas sin rodeos. Creo que acabas de encontrar a tu pareja."
"¡¿Qué?!" realmente no supo si recibir eso tan directo le fue bueno o todo lo contrario, pero cuando miró a BaekHyun en el completo asombro y procesó esas ideas, algo en él le dijo que era cierto, que no podía haber ningún error al respecto, sin embargo, él no estaba muy de acuerdo al creerlo. "No, no, no puede ser posible. ¡Él no es mi pareja!"
"¿Cómo no serlo? Si tienes todas las características de ello. Oye, todos pasamos por procesos diferentes al encontrarla, pero hay muchos que nunca fallan. Pregúntale a quien quieras, a tus padres, tu hermano, a KiBum y JongHyun, seguro que todos te dicen lo mismo que yo, porque eso que tú has sentido, aquellos que ya estamos enlazados, definitivamente lo sabemos."
"Pero es que... no, no está bien, esto solamente no está bien. Yo..."
"¿Qué sucede? Oh, mi Dios, KyungSoo, no me digas que... ¿acaso no eres gay? Diablos, se supone que el destino nunca se equivoca, que tu orientación sexual debería estar involucrada en esto, pero he escuchado unas historias que ni te imaginas sobre—"
"No, no es eso, quiero decir, el género de mi pareja me tiene sin cuidado, el amor es amor. Pero por lo que me estoy negando es porque esto solo no está bien, ya que... ¡este chico es un humano! ¿Cómo demonios voy a estar emparejado a un humano?"
"¿Un humano?" BaekHyun inquirió, igual de sorprendido. Porque, hasta donde ellos sabían, ese tipo de cosas nunca pasaban. Si bien el amor no se limitaba a sus propias especies, normalmente lo que los lobos llamaban por 'destino' estaba regido en unas cuantas cosas, entre ellas estaba el hecho de que se conocía que los criaturas mágicas todavía no eran descubiertas en el mundo humano, y aunque ahora pudieran mezclarse sin tanto problema como ellos estaban haciendo al vivir en medio de la capital como cualquier otro civil común y corriente, era imposible que se relacionaran a ese grado con un humano. Porque el mundo de las criaturas fantásticas no podía ponerse en este tipo de evidencia, no, ni siquiera por amor, entonces, KyungSoo... ¿qué se suponía que hacía ahora? "¿Estás seguro de que era humano?"
"Sí, sí lo estoy, quiero decir, sé que mi olfato no es el mejor, pero, en medio del olor que desprendía de él pude captarlo. Es humano, no tiene nada de lobo en sí, entonces, ¿qué se supone que debo hacer con esto? ¿O acaso tú no lo oliste cuando fuimos al vivero?"
"Bueno... no es que me ponga a oler a todo mundo cuando voy por ahí, KyungSoo, pero..." apretó los labios, BaekHyun debía saber lo que él en este momento. "Diablos, tienes razón, ahora que lo recuerdo, no olí nada en él, no me parece que sea un lobo. No al menos como el chico que me atendió, ¿te diste cuenta de que ese era un lobo? Me olió un poco a sigma, sigma enlazado."
"Ah..." no, no lo había notado, pero tal vez era solo su distracción por buscar el olor de antes. Tal vez eso lo estaba encapsulando más de lo que debería. ¡Y eso era lo peor porque si este chico realmente era su pareja...! "No, no lo noté, pero volvemos a lo de este olor... No puede ser que sea mi pareja, no puede, no está bien, yo... ¡¿cómo voy a relacionarme con un humano?!"
"Bueno... nunca he escuchado de la unión como parejas destinadas de un lobo y un humano, pero si algo te consuela, tal vez seas el primero en experimentarlo. El destino nunca se equivoca, KyungSoo," apretó los labios, él seguía complicándose el asunto, porque no podía ser, esto no podía estar pasándole. "Oye, ve el lado positivo, ¿no te parece peculiar este tipo de situación? Ya sabes, contigo encontrando a tu pareja destinada en una florería. ¿No te suena un poco del estilo de esta novela que leías? ¿Cuál era? ¡Ah! ¿Acaso no acabas de encontrar a tu Isaac o...?"
"Esto no puede estar pasándome, BaekHyun, Dios, no," KyungSoo se quejó al ignorar ese intento de broma que su amigo quiso hacerle en ese momento. Él solo gruñó y se restregó la cara, pero de nuevo el olor que tenía en su cabeza durante tantos días y hasta ahora estaba volviendo a él con mucha insistencia, y él sabía que eso solo significarían más problemas ahora con la consideración que le habían hecho.
Porque podría ser que el chico este, Kim JongIn, realmente fuera su pareja destinada.
KyungSoo tuvo mucho que pensar luego de ese descubrimiento. Hubo cierto paro en su vida una vez que se dio cuenta de esto. Si bien no lo hizo solo, ahora que realmente tenía su posible conocimiento, no podía dejarlo estar y tenía que conciliarlo justo como lo había dicho antes:
Solo.
Así que sí, tuvo muchas noches semi en vela donde se preguntó si estaría bien que fuera a investigarlo. Probablemente no hubiera un modo de averiguar si lo que decía BaekHyun era justo lo esperado, porque, dado que el otro hombre no era un lobo, no podría reconocer su olor particular ni confirmarle si sentía lo mismo que él al verlo o estar cerca por esta parte animal e instintiva que le dijera la verdad de su situación, sin embargo, él solo no podía dejarlo estar, ya que ahora lo tenía en la mente.
Y no solo estaba el olor en su cabeza, ahora estaba la imagen, las palabras de BaekHyun diciéndole animado que había encontrado a su pareja destinada.
¡Demonios si eso no era tener mala suerte!
¿Qué se suponía que KyungSoo hiciera en estas circunstancias?
"Tal vez sea adecuado que vuelva a ir al vivero, digo... para buscar de nuevo al chico y confirmar por mi propia cuenta si esto de la pareja destinada es real o solo estoy confundiendo la cosa... No sé, pero ¿sería bueno dar el intento?" se preguntó mientras se daba la vuelta en su cama con las sábanas sobre su cuerpo y un brazo fuera de ellas que se hacía de un buen acomodo bajo su cabeza. Miró a la luna a lo lejos bastante brillante para esa noche ligeramente despejada. Aunque la capital no dejara ver muy bien un amplio firmamento, la luna estaba ahí, y dado que tenía una fuerte conexión con su animal incluso cuando fuera uno recesivo, todavía le removía algo en su interior del mismo modo que ese olor que tenía en mente, por el cual solo le tocó rezarle a ella por estar haciendo lo correcto.
Porque estaba considerando que pudiera realmente intentarlo.
Entonces, con esta intención de descubrir un poco más sobre este chico y su olor, por la posible relación que podría tener con él como parecía su amigo y una parte de él decir, comenzó a ir más al vivero. Si creía que antes iba con demasiada recurrencia por pasearse cerca de dos o tres veces por semana, bueno, desde ese punto comenzó a hacerlo de una manera peor, porque ahora era casi diario que se paseaba por el lugar.
O eso al menos hasta darse cuenta de que el chico—Kim JongIn, no se podía olvidar de su nombre, vamos— iba al menos de martes a sábado. Qué considerado de su parte, no trabajaba los lunes, entonces el lunes era como su día libre de visitar el vivero.
KyungSoo intentó, en estas ocasiones, ir al vivero, pero más que con la excusa de comprar cosas al azar, se dio a la tarea de investigar cuáles cosas podrían dirigirlo a interactuar con el chico. Porque, sí, según fue avanzando el pasar de los días, KyungSoo también fue aprendiendo lo que los empleados hacían en el vivero. Y aunque parecía que Kim JongIn se dedicaba más a esperar en la caja para cobrar lo que sea que hubieras comprado, también descubrió que el chico tenía cierta afición por las plantas áridas, así que, si necesitaba hacer alguna pregunta sobre tal o cual cactus o alguna otra del tipo, entonces, Kim JongIn era el chico que lo iba a atender para resolver todas sus dudas.
Así que, sí, KyungSoo debía admitir que estaba poco a poco llenando su casa de unos cuantos cactus, suculentas, entre otras cosas un poco exóticas y que su cartera le daba la oportunidad de adquirir hasta el momento.
Pero al mismo tiempo estaba mediante ellas conociendo a su posible pareja, porque según fuera a preguntar algo con respecto a su siguiente compra o a cuestionar por alguna planta del tipo que tuviera, este solo soltaba cosas que no se esperaba.
"Sí, la suculentas normalmente no soportan los fríos, así que lo mejor que puedes hacer es mantenerlas dentro de casa en estos meses lluviosos. Yo recomendaría que también las mantuvieras un poco protegidas del sol, porque, aunque sean plantas áridas, normalmente no necesitan estar expuestas a este todo el tiempo. En realidad, recuerdo una anécdota curiosa con una de ellas que me dio mi padre, se suponía que debía cuidar una de estas pequeñas. Al principio creí que no sería tan complicado, dado que no requieren mucha observación. Él me había explicado que este tipo de plantas podían hasta llegar a dar flores, lo que básicamente me haría llegar a la culminación de su crecimiento, pero la descuidé por lo mismo bastante. Poco le daba agua, la exponía a las lluvias cuando veía que se aproximaban porque creía que eso la ayudaría por las veces que había olvidado regarla, o la dejaba todo el día en mi ventana para que le diera el sol. Y al principio todo estaba bien con ella, fue creciendo bien y hasta llegó a dar unos brotes de florecitas, pero de repente, de un día para otro, solo se fue secando. Yo le pregunté a mi padre por qué era, y fue ahí donde aprendí los verdaderos cuidados de este tipo de plantas, incluso cuando parezcan tan simples de tratar."
"Vaya, sí, creo que ahora tendré más cuidado con las mías. Imagino que tu padre nos ha dado unos buenos consejos para que juntos los sigamos, ¿no?"
"Sí, mi padre era un hombre muy conocedor del tema."
"¿Era? ¿Acaso dejó de serlo porque se dedicó a algún otro extraño pasatiempo?" se burló en una de esas ocasiones, y Kim JongIn se rio con él, pero contrario a lo esperado, una vez más le demostró lo espontáneo que era para tratar una charla con él, porque en cualquier momento solo le soltaba estas cosas y luego otras como:
"No, fue porque él falleció, hace como dos años y medio. No tienes que preocuparte por eso, ya tiene tiempo y las cosas quedaron bien para mí con eso. Ahora su vivero es mío, por lo mismo."
"Oh, yo no..., bueno... eh, creo que lo... no..." y a él lo dejaba sin palabras, porque cómo se suponía que trataba cosas como esas. Sin preparación, sin advertencia. Sin embargo, Kim JongIn permanecía con su sonrisa, incluso cuando más de ese tipo de situaciones incómodas se llegaron a cruzar.
Y vaya si tuvieron un par más de esas. Mas, por esto, también fue poco a poco conociendo de este interesante hombre que tenía el olor que más identificable se había vuelto en su vida, y luego de eso, él solo no pudo tener más dudas al respecto.
Pudiera o no tenerlo seguro por su propia desconexión con su lobo, parecía que aquello que BaekHyun le había dicho con respecto a lo que sentía y lo que podía significar era verdad. Porque, poco a poco, mientras más iba descubriendo de Kim JongIn, más podía garantizar que el destino lo hubiera escogido como su pareja. Y era que, incluso cuando no parecieran tener mucho en común, que estuvieran de una esquina a otra si hablaban de sus gustos, sus intereses, y más si lo relacionabas con sus trabajos y personalidades, parecían completos opuestos, pero KyungSoo solo no podía sentirse más en sintonía con eso.
Porque era algo que le atraía del chico. Era tan diferente y tenía tanto que contar de sí mismo que lo hacía sentir esta imperiosa necesidad de conocer todo lo que él no tendría ni la más mínima idea que solo no podía dejarlo estar. No podía dejar de ir a ese vivero para tener sus ligeras pláticas con Kim JongIn para que, de una pregunta simple como qué tipo de tierra debería usar para tal o cual planta, se pasaran a hablar sobre la mejor disposición de un lugar, describieran qué tipo de gustos tenían con respecto a lo que era un hogar, se rieran por las diferencias que había entre ambos y sus intereses, y luego, cuando ya parecía que iba a tener que pagar por su nueva adquisición, todavía el susodicho le preguntara algo tan inesperado como por qué le gustaban más los colores planos que vivos, y de ahí volvieran a envolverse en otra charla que quizá podía hacerles cerrar un poco más tarde el lugar de lo que debería.
Y bien, KyungSoo tenía un trabajo que atender, pero se había encontrado con la suerte de que él salía mucho más temprano de lo que JongIn, por lo que le quedaba justo para que hiciera su escala antes de volver a su casa, y si ellos llegaban a entretenerse tanto con una u otra charla para extender el horario de trabajo del otro, entonces, podían llegar hasta pedirles a los otros empleados que cerraran y se fueran si lo necesitaban, para que ellos salieran hasta que su conversación hubiera terminado.
No hubo muchas veces en las que KyungSoo se viera saliendo con JongIn más tarde de lo esperado de su hora de cierre, sobre todo porque KyungSoo intentó ser lo más considerado posible, ya que se dio cuenta de que a los empleados les incomodaba tener que dejar solo a su jefe incluso después del cierre todavía en el lugar, lo que muchas veces les había hecho esperarse más del tiempo del que quizá deberían estar ahí, y también porque, entremedio de sus pláticas, JongIn le había llegado a preguntar por dónde se iba para regresar a su casa, si era posible que ellos fueran a la misma parada, lo que solo le hizo comprender a KyungSoo que, a diferencia de él que podía llegar en unos minutos a su casa caminando, JongIn tomaba el transporte público y tardaba mucho más en llegar a descansar a la casa de su madre, donde, además, debía encargarse de atenderla por ahora hallarse sola y ya ser algo grande.
Sí, muchas cosas que KyungSoo fue poco a poco tomando a consideración, conociendo y que, luego de un tiempo, pareció que JongIn también tomó para adaptarse a su cercanía inesperada.
Sin embargo, aun cuando KyungSoo pudiera admitir que JongIn y él comenzaban a llevarse bien y estuviera comenzando a asegurarse de que este hombre debía ser su pareja y no estaba nada en oposición de tomarlo como tal, no había hecho nada para saltar a ese punto.
No lo hizo, en general, porque, aunque muriera por salir de ese vivero que parecía ser su único lugar de encuentro hasta el momento—o eso al menos hasta que, en uno de esos días, repentinamente, JongIn lo sorprendió visitando la librería donde él trabajaba, todavía en su horario con la necesidad de buscar un regalo para una amiga que cumplía años ese día y él recordó que le había comentado que por ahí cerca trabajaba en este tipo de local, así que le vino a devolver el favor de haber ido tanto al vivero y comprar algunas cuantas cosas (y BaekHyun no le dejó pasar al hablarle entre labios mientras el chico se distraía al revisar algunos cuantos títulos y señalarle lo guapo que era su pareja y ahora se lo podía resaltar más ya que bien lo volvía a ver, cosa que para él fue toda una vergüenza por el temor de que los descubrieran), pero le dijo que solo había salido de improvisto y que probablemente no se repitiera si no quería molestar a sus compañeros de trabajo—, realmente no halló un solo modo de hacerlo.
No porque fuera un cobarde, en realidad, estaba casi muy seguro de que si él no daba el gran paso, tal vez nunca sabría si el susodicho podría estar interesado en él como KyungSoo ya parecía estarlo, mucho menos porque, aunque el destino parecía que nunca se equivocaba, bueno, a veces creía que había la posibilidad de que se olvidara de que no todas las relaciones homosexuales eran aceptadas en el caso de los humanos como con las criaturas mágicas, y pues, dado que su pareja era un humano, él simplemente... ¡no tenía idea de si sería bien recibido!
Sin contar toda la parte de tener que explicar que era una criatura sobrenatural, claro.
Ah, qué complicado estaba el asunto de KyungSoo, ¿no era verdad?
Pero, bueno, pareció tener suerte, porque, mientras él ya estaba cuestionándose si sería buena idea seguir con eso cuando podía ser que nunca se diera nada y hubiera tantas más complicaciones en el proceso por su naturaleza, uno de esos días que estaba ya pagando por algo de tierra especial para sus suculentas, JongIn solamente le dijo:
"¿Sabes? Sé que ya hemos hablado durante un tiempo, pero creo que hasta ahora comienzo a preguntarme algo. Me parece muy peculiar que vengas tanto a comprar específicamente a este vivero. Y no es que me queje, ya sabes, te lo dije desde hace unos meses cuando nos presentamos formalmente, pero siento que hasta ahora no lo había pensado a profundidad y no sé si te incomode que te lo pregunte, es solo que... ¿hay alguna razón exacta por la que compres tantas plantas áridas?"
Y bueno, vaya si KyungSoo no se sintió descubierto en ese momento, porque, incluso cuando ya estaba recibiendo su compra de la manera más relajada, el hecho de haber escuchado eso último luego de dejarlo preguntar, lo puso en completo paro que le hizo casi sudar frío de saber cómo responder a eso, ya que ¿qué se esperaba JongIn escuchar de él?
¿Quería acaso que fuera directo y sincero con él en ese punto? Que solo... No sabía, ¿le dijera de su interés, su gran posibilidad de ser su pareja destinada por el tipo de naturaleza que tenía y que eso estaba siendo de su completo agrado porque le parecía un chico genial con el cual le gustaría llegar a congeniar más hasta el grado de dar el brinco para terminar el resto de sus días viviendo juntos y posiblemente criando unos cuantos cachorros?
(Diablos si los cachorros no iban a ser otro problema en el momento en el que llegara a tener que explicar esa parte tan inexplicable de su naturaleza).
"Hum, bueno, es que yo... ah..."
"¿No tendrás a alguien que se las regales? Ya sabes, una pareja, novia... o novio," sin embargo, cuando escuchó esa otra cuestión, volvió a mirarlo, y bastante sorprendido vio cómo JongIn parecía estar tentando el terreno que luego le hizo fruncir el ceño, porque...
¿Ahora exactamente qué quería saber de su parte?
"Oh... No, no, para nada, en realidad, no tengo ninguna pareja. Yo... vivo solo, creo que ya te lo había dicho, ¿no? Bueno, que tenga un novio no implica que deba ya vivir con él, pero a lo que me refería era que no lo tengo. Sigo soltero, sí, ah... las plantas... son todas para mí, para llenar mi casa, quizá porque está un poco sola, es... bastante agradable tener un poco de estas plantas a mi alrededor con esta soledad que a veces siento en mi casa. Supongo que se siente más como un hogar con ellas ahí, y como no tienen mucho cuidado, me permiten atender bien mis responsabilidades, así que... sí, eso," sin contar que, en realidad, algo del olor de JongIn se quedaba en algunas de las cosas que compraba luego de haber estado un tiempo en sus manos y su parte animal estaba complacida con recibir esto en su casa, lo hacía sentir más como un hogar, verdaderamente.
Aunque no supo entonces si contestó justo lo que JongIn esperaba, porque, luego de su vómito verbal, este solo asintió lentamente, y luego le sonrió con amplitud, antes de soltar la otra bomba que de alguna manera le solucionó muchas cosas, aunque él lo tomó de forma distinta, y eso era solo porque...
"Oh, bien, me alegro. En ese caso, ahm, no sé si quieras que salgamos este fin de semana. Ya sabes, el domingo, recuerdo que me dijiste que no trabajabas ese día, y como el vivero también cierra, tal vez, no sé, quieras que vayamos a hacer algo juntos. Ah, ya sabes, para regresarte de nuevo todo este apoyo que nos has dado comprando por aquí y... eso."
... él seguía sin estar seguro de que esto estuviera bien precisamente.
"Sí, digo, yo... ahm..." apretó los labios, pero respiró hondo y al recordarse por lo que estaba ahí casi todos los días con solo el llegar del aroma a sus fosas nasales, mandó una oración al destino para demostrarle que no se estuviera equivocando al decir: "De acuerdo, eso... sí, creo que me encantaría."
"¡Genial! Ah, entonces, ¿te gustaría ir a algún lugar en específico? Bueno, yo conozco una heladería que quizá quede con algunos de tus gustos que me dijiste que tenías, pero no sé si tú tengas alguna otra idea o..."
Sin embargo... no hubo vuelta atrás una vez que aceptó esa salida, porque luego de ella hubo muchas otras más que, para su gusto, le dejaron conocer mejor a JongIn de lo que una simple plática espontánea en el vivero le podría permitir.
Con eso simplemente KyungSoo lo supo, no tuvo más dudas al respecto. JongIn era su pareja, pero no solo porque su instinto se lo decía, sino porque su parte racional lo hacía al descubrir más sobre él, sobre la persona que era, la forma en la que se veía tan dedicado por cuidar el negocio que había sido de su padre no solo porque lo sintiera como una deuda luego de su muerte, sino porque le interesaba todo aquello que tenía que ver con las plantas, y aunque su especialidad estuviera en la parte árida, lo cierto era que también se había entretenido aprendiendo un tiempo sobre la herbolaria y los beneficios que de ella había.
También se fue convenciendo por esa animosidad con la que siempre lo trataba, porque él se interesaba en conocer más de sí de una misma manera, de escucharle hablar sobre sus aficiones en el pasado, cómo llegó a estudiar Letras porque creía que eso le podría abrir las puertas a la escritura creativa, más lo hizo quedar con una carrera frustrada, un trabajo que no le había gustado del todo y por lo cual terminó dejándolo incluso cuando eso le hubiera dado más dinero del que ahora con su trabajo en la librería—pero que de menos más le gustaba, porque no era muy exigente y le daba la posibilidad de leer, y para vivir sin la preocupación de cuidar de otros, lo dejaba en un puesto bastante sustentable— y muchas otras cosas más que solo...
Lo hizo entenderlo. Él en verdad quería que esto prosperara. Que no fueran solo salidas como amigos o lo que sea que estuvieran creando con esta cercanía que estaban manejando. Y si bien temía sobre cuál sería la reacción que JongIn pudiera tener al descubrir la verdad de su naturaleza, KyungSoo creía que si nunca intentaba hablarlo con él quizá no lo sabría.
Fue así como, esa vez que él le mandó mensaje a JongIn para que salieran juntos nuevamente en otro domingo—porque, sí, ya tenían sus teléfonos, ¡qué va!—, se propuso confesarle a JongIn sus sentimientos.
"Pero para que no haya malentendidos más adelante, le voy a confesar mi naturaleza también. Merece saberlo, probablemente sea difícil explicarlo, mas, si no lo hago ahora, cuándo será el momento correcto," se dijo en esa misma noche que mandó el mensaje, ya acostado en su cama, una vez más al razonar todo eso con su almohada, y al sentir el vibrar de su celular entre manos que le avisó de un nuevo mensaje recibido, pudo ver la respuesta de JongIn que siempre llegaba de inmediato.
Kim JongIn 🌵
↪️ Claro, KyungSoo.
↪️ ¿A dónde quieres que salgamos ahora?
Hum... ↩️
¿Te parece si nos vienes a mi casa a cenar? ↩️
↪️ Ok... Nunca he ido a tu casa, pero me dijiste que estaba cerca de donde trabajas, ¿no?
Sí, te envío la ubicación ahora para que la tengas. ↩️
↪️De acuerdo. Nos vemos entonces a las...
¿Siete? ¿Está bien para ti? ↩️
↪️ ¡Excelente!
↪️ Ya quiero ver qué cocinas en casa, KyungSoo, ¡muchas gracias por preparar esto para ambos!
Todavía no agradezcas si no sabes cómo va a estar la comida. ↩️
↪️ 크크크크크
Realmente pensó en esto, por lo mismo le dijo que se vieran en su casa, porque si iba a confesarle lo de su naturaleza, entonces iba a necesitar un lugar privado donde pudiera transformarse sin ojos curiosos que lo metieran en problema. Si bien no sabía cómo reaccionaría JongIn al respecto, era mejor intentarlo en un lugar cerrado y que él conociera para evitarse conflictos más adelante.
Entonces, su plática con JongIn por el chat pudo continuar por un par de minutos más ahora que él había abierto el canal, pero cuando los minutos y horas fueron pasando hasta llegar a las altas horas de la noche que los dejó a ambos decidiendo que ya era tiempo de dormir y mejor se hablaban cuando se vieran, KyungSoo solo tuvo más seguridad sobre lo que hacía.
"Porque es lo correcto, lo es. Y si algo malo sale de esto, entonces... estará bien, lo estará, sabré manejarlo... ¿no?"
Sin embargo, probablemente, contrario a lo dicho antes de que se durmiera, la verdadera respuesta a eso era justo lo que se había dicho al creer que JongIn no podría ser su pareja. Tal vez no estaría tan bien como él esperaba.
Mas, por mucho que KyungSoo decidiera atrasar el tiempo luego de que eso hubiera pasado y con toda la confianza que se quisiera echar para cuando el momento estuviera cerca, fue evidente que las cosas no le salieron como él esperaba. Porque no pudo evitar que el aclamado domingo por la noche llegara y tampoco verse completamente seguro de lo que estaba haciendo según el tiempo fue pasando.
Y cuando escuchó el timbre de su puerta mientras todavía estaba preparando su mesa para la cena que—de cualquier modo— iban a tener, solo no tuvo más opción que aceptarlo. Saber lidiar con ello.
No pareció ser tan difícil una vez que vio del otro lado de la puerta una sonrisa de oreja a oreja que solo le hizo ver mucho más lindo de lo que ya cuando levantó en sus manos una botella de alcohol que a él le hizo reír para sus adentros porque, bueno, parecía que alguien todavía no olvidaba cómo le había confesado que tal vez le gustaba un poco demasiado tomar.
"Hey, el delivery ha llegado a su casa," se rio, tal vez sin razón, porque ese posible intento de broma de JongIn no había sido muy creativo, pero ¿qué iba a decir? JongIn lo tenía encantado, era imposible que no se riera de todas las tonterías que hiciera o dijera. "¿Estoy en buena hora para recibir mi propina?"
"Pasa, que la propina te la doy adentro."
"Uh~ eso va en contra de la normativa en cualquier empresa, pero por suerte yo no pertenezco a ninguna, así que voy a tomar esta espléndida propina de lujo, muchas gracias."
De nuevo, se rio, pero lo dejó estar y luego de indicarle dónde podía dejar sus zapatos para tomar los de invitados, pasaron a su comedor y tomaron su cena de inmediato.
La plática no se hizo esperar en eso, y KyungSoo la disfrutó, al menos lo más que pudo, porque una parte de él no estaba seguro de cómo terminaría esa noche cuando se hubiera dado el valor suficiente y confesarse. Sin embargo, JongIn vaya que supo apaciguar las ansias, y mientras más y más se iban adentrando a la conversación junto con la noche cayendo y la comida que se fue terminando, hubo algo en KyungSoo que le hizo saber cuándo era el momento correcto.
Que le dijo cómo solo esto no podía ser más atrasado, porque no podía dejarse caer tanto si no sabía la respuesta de esta inquisitiva.
"... Y yo solo dije 'qué no se suponía que ustedes dos estaban juntos', pero Chittaphon solo se encogió de hombros y me dejó tan confundido. Supongo que no soy muy bueno para tratar eso de las relaciones de otros. Quiero decir, tampoco es que sea bueno para tratar las propias, pero imagino que es cosa de que lo vaya aprendiendo con la persona correcta," asintió en medio de una sonrisa luego de escuchar el tema que ahora JongIn trataba, y con eso dicho, KyungSoo vio su oportunidad. Ese era el momento donde quizá él sacaba su propia respuesta que los dirigiera por ese mismo tema con respecto a las relaciones, sin embargo, antes de que siquiera pudiera hablar, JongIn paseó la mirada por su hogar y con pasar el trago que llevó a su boca, solo le quitó la oportunidad de habla cuando, en cambio, añadió: "Vaya, de verdad que tu casa está ahora llena de plantas, ¿huh? No bromeabas con respecto a la forma en la que esto lo hacía sentir más hogareño, ¿cierto? Realmente veo las ventajas de tener una casa con el estilo del vivero, yo también ya siento que estoy en casa con todo esto rodeándome."
Mas, si bien lo consideraba, aunque le hubiera cambiado el rumbo de la conversación, todavía podía tomar un poco de eso para continuar con lo que diría. Por lo mismo que KyungSoo se viera respondiendo, en ese caso:
"¿Sí? Supongo que es cierto. En realidad, creo que pude haber dicho que las plantas hacían sentir mi casa un poco más hogareña, pero ahora que tú estás aquí, cenando conmigo, siento que lo del hogar se siente un poco mejor. Porque tu imagen aquí, tu persona y todo lo que me haces sentir mientras platicamos solo..." se encogió de hombros, como si no quisiera la cosa, pero ¿cómo se suponía que siguiera esa confesión? No era como si KyungSoo fuera experto en el tema. "... me hace sentir más en casa."
JongIn lo miró un poco estoico al principio, pero cuando lo vio relamerse los labios y mostrar una avergonzada sonrisa, KyungSoo de alguna manera supo que había dado en el punto.
"KyungSoo... Diablos, ¿en serio piensas eso?" asintió y JongIn se rio, a lo que él se llevó las manos a la boca, más que tímido, lo que a KyungSoo le pareció adorable. Pero las cosas no podían quedarse ahí, él tenía que ir más lejos. "Cielos, KyungSoo, yo... de verdad no sé cómo responderte, porque me has tomado por sorpresa. Pero si de algún modo esto que has querido decir es lo mismo que yo estoy pensando, entonces creo que puedo decir que..." aunque el que su mano llegara hasta el otro extremo de la mesa para reposar sobre la suya fue algo que no tenía planeado, y ese simple toque volvió a hacer que muchas cosas dentro de sí se detuvieran. "... yo también me siento de una misma manera."
"Sí, tal vez es por eso que debes saber unas cosas de mí antes, JongIn."
"¿Unas cosas? ¿Como qué exactamente?"
"Sobre mi naturaleza," JongIn arqueó una ceja, pero una vez que KyungSoo pudo retirar su mano de su toque, se vio usándola para tronar sus dedos en un acto de claro nerviosismo. "Ahm, bueno, verás, yo... digamos que soy una especie de anomalía para lo que tu mundo debe conocer."
"¿Mi mundo?" JongIn se rio, pero demostró su poca comprensión, lo que lo llevó a morderse el labio. Esto en serio estaba siendo difícil. "¿No te referirás a 'nuestro mundo'?"
"No precisamente. Diablos, creo que no hay mejor manera de decirlo. JongIn, soy un lobo. O, bueno, supongo que los humanos creerían más propicio llamarlo como 'hombre lobo', aunque es un nombre que para nada corresponde a lo que nosotros nos consideramos. Quiero decir, sí, tenemos esta parte de lobos y obviamente somos hombres y mujeres, como cualquier humano, pero... Ay, ¿cómo te lo pongo? Es que nosotros tenemos ciertas cualidades que los humanos no, pero eso no quiere decir que seamos demasiado diferentes, solo como ¿especiales?" JongIn se encontró frunciendo el ceño frente a la explicación de KyungSoo, lo que le obligó a agilizar eso, no podía dejar que lo creyera un completo loco cuando probablemente lo parecía. "Escucha, sé que es un poco extraño de creer o bastante raro, seguro ahora piensas que estoy completamente loco, porque un humano como tú..."
"¿Humano como yo?" repitió al interrumpirle, pero KyungSoo no tuvo más de cómo seguir con eso.
Se tuvo que parar de su asiento y con una única escapatoria, decidió:
"¿Sabes? Creo que comprenderás mejor esto si te lo demuestro. Nada más tengo que desnudarme, espero no te incomode, pero no quisiera tener que romper estas ropas, además, como soy un omega recesivo, se me complica mucho hacer el cambio, pero ¡no es algo de lo que tengas que preocuparte! Sé que te va a parecer de locos, es solo que ¡tienes que creerme!"
"Joder, KyungSoo, espera, ¿qué demonios estás intentando?" se quitó el suéter al ignorar lo que JongIn estaba diciendo ahora. Sabía que, si no lo hacía pronto, tal vez JongIn se iría, huiría al creerlo un chiflado, y él no podía dejar que eso pasara, así que siguió con su accionar. O eso al menos hasta que JongIn se paró, y sin él esperarlo, detuvo sus manos que ya se estaban ocupando de desabrochar sus pantalones. Entonces, lo miró y en medio de su titubeo, ver el muy claro ceño fruncido y casi molesto de JongIn solo le hizo temblar en ese momento. "¡KyungSoo!"
"¡Juro que no estoy loco! Tan solo... no hay mejor manera de explicar esto, JongIn, en serio lo siento, pero es que creo que mereces la verdad sobre mí. No puedo empezar nada contigo si no te digo esto antes y lo comprendes. Quiero decir, en una relación debe haber honestidad, ¿no?"
"Sí, y es por eso por lo que quizá debas escucharme a mí antes, porque creo que ha habido una confusión aquí."
No, se iba a ir. Lo iba a dejar, le iba a decir que estaba loco y se iba a fugar.
"JongIn—"
"Porque yo también soy un lobo, KyungSoo."
"Espera, ¿qué?" sin embargo, entre todas las posibilidades, KyungSoo jamás esperó recibir esa respuesta, y al retroceder un paso para verlo, lo que también deshizo el retén que el susodicho tenía sobre él, lo miró de arriba abajo, como si algo en eso pudiera decirle o hacerle comprender lo que había escuchado. "¿Acabas de decir que tú eres...?"
"Un lobo, sí," JongIn sonrió entonces, y aunque pareció un poco avergonzado, KyungSoo siguió sin comprenderlo, porque él estaba muy seguro de que no era así, que JongIn era un humano, porque no había nada particular en su olor. Bueno, no al menos fuera del que de su pareja parecía desprender. Pero si hasta BaekHyun le había dicho que no olía como lobo, entonces, ¿cómo...? "Soy un beta, KyungSoo."
Oh.
Oh, joder.
¡Ahora todo tenía sentido! Porque los betas...
"No tienes olor," dijo, lo que hizo que JongIn asintiera rápidamente, y KyungSoo se cubrió la boca, verdaderamente sorprendido. "Oh, joder, y por eso no te identifiqué desde antes. Bueno, el olor que desprendes como mi pareja sí, pero lo de tu lobo no, y es porque tú no..."
"Sí, ya sabes, como beta soy prácticamente un humano, al menos por la parte de la apariencia, porque sí tengo la cualidad de transformarme y las habilidades que todo lobo debe tener, al menos mejores de lo que un omega recesivo ha de ver como te he escuchado decir que eres, ¿no es verdad?" era ahora totalmente comprensible el que ni BaekHyun se diera cuenta de su naturaleza. Joder, en verdad, ¡qué estúpido! Esta inmensa confusión, temor y todo lo que estuvo pasando por días solo para que... para que... "Perdona, lamento que no te lo aclarara desde antes, es solo que... no creí que tú no estuvieras al tanto. Quiero decir, no es que fueras el primero en no darse cuenta de mi naturaleza al conocer sobre el mundo fantástico, pero realmente creo que nunca me habían confundido con un completo humano. En realidad, no tienes por qué preocuparte demasiado, porque, aunque yo sí identificara que eras un lobo, no noté desde el primer momento que fueras mi pareja, como me acabas de hacer notar que ya sabes, porque mi olfato tampoco es muy bueno, eso más por un problema provocado en la infancia. No reconocí este olor particular en ti, este extraño pero agradable olor a pasto recién cortado que desprendes para mí. Así que no descubrí que eras mi pareja al menos hasta que tuvimos nuestra primera salida. Y como aceptaste muchas de mis otras salidas además de proponer otras, imaginé que tú ya lo sabrías, por lo que, cuando se llevó todo con calma creí que tú solo querías llevar las cosas lento. Al menos hasta este día que habíamos escalado a llegar a tu casa, y bueno, yo..."
"¿Acabas de insinuar que creíste que te estaba invitando a mi casa para coger o algo parecido?"
"En mi defensa, yo totalmente creí que eso era insinuación tuya. Yo lo vería más como una insinuación de la insinuación que no era insinuación... Sí..."
Se rio, ahora completamente ofuscado, porque en verdad ese malentendido había sido fantástico. Solo a KyungSoo podía pasarle una estupidez como esa.
"¿Y en serio acabas de decir que tengo un olor a pasto cortado?"
Se encogió de hombros, pero le vio reír igual que él hace unos minutos. Eso era en serio bastante sorprendente.
"Sí, ¿acaso eso te parece raro?"
"No tanto como el olor que tú me das a mí, JongIn, porque tú me hueles a tierra mojada. Y no sabes cuánto éxtasis me provoca eso."
La carcajada seguido de eso no se dejó esperar, y aunque pudieron seguir burlándose de ellos por estar en ese extraño malentendido, de menos eso les hizo saber a ambos que la noche acababa de volverse tranquila. Una vez que incluso pudieron retomar sus lugares en la mesa y seguir con lo que hablaban, todo estuvo en orden para ellos.
Porque KyungSoo finalmente, cuando recibió la respuesta afirmativa de JongIn al preguntarle si eso los hacía una pareja 'oficialmente' al menos para lo que el mundo humano consideraba, todo pareció estar bien para ambos.
"Pero ¿no te gustaría también ser pareja para nuestro mundo? Ya sabes, podemos ahora mismo enlazarnos, ya que estamos en tu casa, con la noche todavía larga para nosotros..." o eso creyó al menos hasta escuchar esa propuesta.
Y cuando enarcó ambas cejas sobre el soju que se estaba acabando, no le quedó más que aceptar que tal vez las cosas terminaron más que bien para él y para JongIn.
"Bueno, ya que lo mencionas, tal vez no me vendría mal un tatuaje en la muñeca, ¿te había dicho que me interesaba hacer eso en el futuro?"
En definitiva, todo estuvo bien desde entonces.
FIN
Otra cosita inesperada que traigo a mi perfil, pero espero que aquellos cuantos amantes del KaiSoo que tengo por ahí les hubiera gustado. Ustedes díganme: ¿qué les pareció?
En cualquier caso, espero que lo disfrutaran.
Muchas gracias a todxs al llegar hasta aquí, espero vernos en cualquier otra historia 💙
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro