Ian
Subo a mi habitación después de besar la mejilla de Jésica para lavarme la boca con agua y jabón ¿Cómo pude besar a esa cobra anoche? El alcohol sí pega fuerte y hace que cometas los peores errores y locuras. Al ver mi habitación, tomo mi cabello con las manos al ver las sábanas desordenadas sobre la cama y ya me imagino el desastre que hay allí.

-Mmm... -tomo las sábanas con dos dedos y las llevo al cesto de ropa sucia, nadie debe saber lo de anoche.

-¡Ian! -me grita Jésica desde el comedor.

Bajo las escaleras y la miro -¿Qué se le ofrece madame? -pregunto con un tono sofisticado.

-No te hagas el idiota. Quiero irme ahora. -habla molesta.

-Puedes quedarte en esta casa. -camino hacia ella y susurro en su oído -Conmigo. -agrego soltando una risa.

-No. -me mira y frunce el ceño.

-Ya superalo Jessy, anoche pasó lo que pasó, estás adolorida y a mí me gustó. -comento encojiendome de hombros.

-¿Qué dijiste? recordaste algo de anoche ¿Cierto? -pregunta curiosa.

-Ajá. -asiento sonriendo -Yo soy un semental por naturaleza y tú no parabas de gritar y gemir.

-¡Cállate! ¡Yo me largo y no quiero volver a verte! -en ese momento de rabia, Jess se puso de pie e intentó caminar hacia la puerta pero sus piernas tiemblan y termina cayendo al suelo apoyando sus rodillas y manos.

-Espera, yo te ayudo. -me inglino pero ella quita mi mano extendida.

-¡No gracias! -exclama enojada.

Entonces la tomo de la cintura y la subo a mi hombro como cargando un saco de papas, no es tan pesada como pensaba.

-¡Ian, ya bájame o te patearé tu maldita hombría! -me amenaza.

-Pero si me pateas ahí no voy a poder darte placer por un tiempo. -hablo con un tono preocupado. Ella patea mi entrepierna pero logro bloquear su golpe justo a tiempo.

-Basta, no seas tan irritable. -digo serio. Me acerco al sillón y hago un movimiento brusco haciéndole creer que la voy a arrojar al sillón sin ninguna piedad.

-¡Para!

-No. -yo la bajo rápido y antes de que toque el sillón, la siento con cuidado.

-No voy a lastimarte. -susurro haciendo que tiemble un poco -Eso fue lo que dije cuando lo hicimos pero no pude controlarme, lo siento mi amorsito. -vuelvo a besar su mejilla y esta vez Jésica me pega una cachetada.

-Eso significa que me quieres. -digo frotando mi mejilla.