Ian
Después del abrazo de Teo, quedé un poco sorprendido pero luego comenzamos a reír.

Entonces el chico contra quien competí se acerca -Así se pierde idiota. -dice burlándose.

-A Ian sólo le faltó un poco de práctica, sino te hubiera aplastado. -dice Teo en mi defensa, nunca lo vi así de molesto.

-Cálmate Teo, no hace falta la violencia. -pongo mi mano en su hombro -Soy un buen perdedor. -miro a el otro, es algo extraño porque usa un pasamontañas, intenta cubrir su rostro.

-Awww, tu noviecito te defiende. -ríe burlonamente, Teo agacha la mirada avergonzado.

-Si fueras un verdadero hombre me hubieras ganado. -agrega serio.

-¿Qué? 

-Tu lugar es la basura. -dice mientras se aleja.

-Mmm, eso sonó muy... No puede ser. -pienso aclarando mi mente.

-Perdón. -murmura Teo.

-¿Por qué? Debo agradecerte. -digo sonriendo.

Entonces vamos al auto junto con mis padres para regresar a casa, lo malo es que comenzó a llover tan fuerte que no pudimos llevar a Teo a su casa, pero lo bueno es que él pudo quedarse a dormir en mi casa.

-Vamos a mi cuarto. -digo mientras subo.

-Bueno. -contesta Teo tímidamente.

Mis padres se quedaron en la cocina para preparar la cena, siempre lo hacen juntos. Mientras que yo le enseño mi cuarto -Perdona, es que estaba haciendo mi tarea y lo dejé a la mitad. -digo al ver el desastre sobre mi escritorio.

-No importa. -sonríe y se sienta en mi cama.

-Bueno... mientras esperamos la cena podemos jugar a algo. -propongo sentándome a su lado.

-Sí. -asiente Teo mientras juega con sus manos.

-A ver... -yo me arrodillo y busco algo debajo de la cama, creo que había un maso de cartas por algún lado -Mi Play no funciona, es por eso que estoy buscando algo más. -hablo y entro debajo de la cama.

-¿A dónde vas gatito? -pregunta riendo Teo.

-Enseguida vuelvo. -contesto, está un poco oscuro y no puedo ver muy bien. Toco el piso con mis manos y siento algo, lo tomo y Teo suelta un grito -Perdón. -río porque acabo de tocar su tobillo.

-Me asustaste. -se queja.

-Ya te pedí perdón. -contesto serio.

Continúo buscando el maso de cartas hasta que lo encuentro. Entonces salgo de abajo de mi cama y me encuentro con Teo riendo como la vez que salí de debajo de su cama.

-Ya se, ya se. -digo rodando los ojos, debo estar con muchas pelusas porque no limpio ese lugar hace tiempo.

Teo para de reír y se sorprende -Ian... no te muevas. -dice con cuidado.

-¿Qué? ¿Qué pasa? -pregunto, entonces veo que una araña se baja desde mi cabeza y queda en mi nariz -E-Es... e-es una... una a-ara-araña. -tartamudeo y empiezo a temblar.

-Cálmate gatito. -habla Teo acercándose y atrapando a la araña dentro de un frasco que sacó de su mochila.

-Gracias. -suspiro, no hay nada más que odie que las arañas, no, no es cierto, lo que más odio es a Jésica, prefiero casarme con una araña que acercarme a ella. Ahora que lo pienso mejor ese competidor habla como Jésica, de seguro la conoce.

-No es nada. -sonríe Teo sacándome de mis pensamientos.

-Gracias de verdad. -insisto mientras me pongo de pie, sin darme cuenta piso mi cordón desatado y caigo sobre Teo en la cama, estamos tan cerca. Yo sostengo mi peso con los brazos y los mismos están a cada lado de la cabeza de Teo quien se encuentra nervioso y luce mucho más pequeño en este momento y no ayuda que nuestra cercanía, nuestras narices se rosan y nuestra respiración choca una contra otra.