-No puedo caminar porque me duele el trasero.

Al escuchar esto yo quedo con los ojos bien abiertos pero en vez de estar vomitando y corriendo para bañarme con agua bendita, yo quedo mirando y digo -Wau... sí eras virgen, dijiste la verdad. -asiento sorprendido. Entonces recibo un golpe en rostro de su parte.

-¡Ay, ay, ay, Auch! ¿Por qué me pegas? -me quejo molesto frotando la zona golpeada.

-Por violador. -se cruza de brazos sin dirigirme la mirada. Yo me siento junto a ella y extiendo mi mano.

-¿Qué? -dice enojada.

-Tu mano. -respondo firme.

-¿Para qué?
-Aunque no lo parezca esta cara sexy de ángel es fuerte y tu mano quedó lastimada pequeña cobra. -digo arqueando una ceja. Jess bufa y me pasa su mano derecha, la misma con la que me golpeó.

-Está roja, voy por hielo. -camino hacia la heladera y saco un poco del líquido sólido.

-¿Por qué tragiste dos? -pregunta que al ver que tengo dos trozos de hielo, uno en cada mano, envueltos en trapos.

-Bueno uno es para tu mano y este para... -ladeo la cabeza enseñandole su trasero con la vista y cuando ella lo nota, yo levanto las cejas sonriendo de costado.

-¡Idiota! -grita molesta.

-¡Era broma! El otro hielo es para mi cara. -hablo conteniendo la risa, debienron ver su cara de espanto. Fue increíble.