Teo
-¡Es mío! -decimos Jésica y yo al mismo tiempo, después nos miramos y fruncimos al ceño -¡No, él va a ser mío! -decimos otra vez al mismo tiempo.

Amber sólo nos mira en silencio con una pequeña sonrisita.

Tengo mucha curiosidad, además me encanta ver sus ojos marrón-verdes, tan parecidos a los de Ian.

Ese chico hermoso entró como si nada y tomó el asiento que está a mi izquierda a tres o cuatro bancos de distancia, tengo una vista privilegiada hacia ese excelente ejemplar de hombre.

Él se colocó unos audífonos negros con rojos mientras cierra los ojos y mueve su cabeza lentamente al compás de la música. Me encanta.

-Teo, quítate que no puedo ver al chico nuevo. -me empuja Jésica un poco, ella tiene razón, es nuevo en la escuela porque nunca lo vimos antes.

-Voy a anotar todo. -saco un cuaderno verde mío de mi mochila y anoto, su tono de cabello, si es lacio o ondulado, creo que ambos, altura, color de ojos, parecen grises. Marca de ropa, zapatillas, todo. Absolutamente todo sobre él.

-A ver... "Lindos ojos grises, cabello perfecto y sonrisa radiante" -lee Jésica en una voz moderada.

-¡¡Shh!! no lo leas en voz alta. -digo mirando serio a Jésica.

En ese momento algo extraño pasa... Amber se levanta al darse cuenta de la presencia de ese chico, se acerca a él y le da un abrazo.

Jésica y yo la miramos sorprendidos, fue sin miedo y lo abrazó como si nada.

-Es más atrevida que nosotros. -murmura mi amiga.