Después de lo que pasó ayer, a Teo le tuvieron que enyesar la pierna, estaba rota, no pensé que con una simple caída se pudiera romper algo, además cuando sus padres se enteraron, lo regañaron en vez de preguntar si estaba bien.

Hoy la escuela estuvo muy aburrida, lo mismo de siempre, tarea, Jésica ordenando que me arrojen a la basura. Lo normal.

-Esta vez Teo no puede ayudarme a sentirme mejor. -murmuro agachando la mirada mientras camino hacia mi casa, estoy muy sucio y apesto.

Después de darme una larga ducha, decido ir a la casa de Teo para darle la tarea y verlo, debe estar aburrido estando todo el día sentado en una cama sin poder moverse.

-Sí, eso voy a hacer. -me propongo mientras me pongo mi camiseta azul.

Salgo de la casa y voy sobre mi skate, tengo la tarea en una carpeta debajo de mi brazo derecho, estoy ansioso de ver a Teo.

Él me dio su dirección diciendo que lo visitara cuando quiera, y ahora lo voy a hacer. Llego a su casa y golpeo la puerta, unos segundos después una mujer sale y me mira seria.

-¿Sí?

-Hola... Mmm, soy Ian y vengo a ver a Teo. -digo un poco tímido.

-¿Ian? el chico que lastimó a mi bebé ¿Verdad? -habla cruzándose de brazos.

-No, está muy equivocada, primero su hijo no es un bebé, es un pre adolescente, segundo yo no lo lastimé, fue un accidente. -le explico.

La mujer arquea una ceja y cierra la puerta en mi cara.

-Uy... eso estuvo muy mal. -murmuro agachando la cabeza.

Subo por las enredaderas que están a un lado de la casa hasta llegar a una ventana que, por suerte, es la de Teo.

Él se encuentra en la cama recostado por la cabecera leyendo un libro, entonces me doy cuenta de que es un nerd.

-Hola. -digo abriendo el vidrio y entrando.

-¡¿Ian?! -exclama y tapa su boca -¿Qué estás haciendo en mi cuarto? -pregunta en voz baja.

Yo me siento en el borde de la cama y le paso la carpeta hacia él -Te trage la tarea, no quiero que te atraces. -digo sonriendo.

-Gracias pero... ¿Por qué entraste por la ventana? -habla confundido.

-Bueno, es que una mujer me cerró amablemente la puerta en mi cara, por eso entré por la ventana. -contesto apenado rascándome la nuca.

-Ohh...

-¿Teo? -escuchamos una voz que viene del pasillo que está al otro lado de la puerta acompañada de pasos.

-Es mi mamá, se enojará mucho si te ve en mi cuarto. -dice Teo alarmado.

-Tranquilo, voy a esconderme debajo de la cama. -murmuro y me escondo.

-¿Qué pasa hijo? -pregunta la mamá de Teo cuando entra al cuarto.

-Nada, nada. -contesta él nervioso.

-Actúa normal Teo. -lo regaño mentalmente.

-Escuché ruidos ¿Hablabas con alguien? -dice ella con un tono de sospecha.

-No, sólo estaba leyendo en voz alta. -contesta él.

-Sí como no. -rodo los ojos aguantando la risa.

-Bueno, en unos minutos te traeré el almuerzo bebé. -ella sale y cierra la puerta.

-Ian debes irte. -me dice agachándose para mirarme.

Yo permanezco agachado mirándolo -Teo te ves gracioso de cabeza. -digo sonriendo.

-Y tú pareces un gatito asustado. -habla riendo haciendo que lo mire serio.

-Lo que digas "Bebé" -hablo y Teo se sonroja, después ambos reímos.