Jésica
Llamé a Teo y le conté lo que pasó con el chico nuevo, ni siquiera sé su nombre pero me gusta demasiado.

Teo y yo nos encontramos en mi habitación mientras comemos galletas y hablamos de ese chico.

-Que suerte tienes. -habla suspirando y puedo notar que está un poquito celoso.

-Su voz era tan... tan... no sé cómo explicarlo. Es muy amable, yo caí de la patineta y me ayudó. -le explico mientras le enseño mi pierna y la curita que me colocó -Cuando tocó mi pierna sentí como se me erizaba la piel. -agrego suspirando.

-Ay no. -murmura Teo y toma mi rostro para observarme-¡Ya te enamoraste del nuevo! -exclama espantado pero en el fondo está muy felíz. Lo sé. 

-No digas idioteces. -niego seria pero luego sonrío.

-Jess ¿Te das cuenta que estuviste hablando de él todo el tiempo? El nuevo esto, el nuevo aquello. Te enamoraste de él y nisiquiera sabes su nombre. -habla sorprendido mientras frota mis brazos con sus manos.

-Lo sé, perdona. Es que siento algo extraño. No sé cómo explicarlo pero... creo que tienes razón. -murmuro mientras juego con mis manos.

Él abre grande los ojos y luego tapa su boca con una mano -No puedo creerlo. Jésica admitió que está enamorada de un desconocido. -dice haciendo que ría.

-Oh cállate.

-¡Jess está enamorada, Jess está enamorada! -canturrea haciendo que sienta vergüenza. Yo le lanzo una almohada en su cara para que se calle.

Teo la quita de su rostro y me mira serio -No debiste hacer eso. -niega y agrega -¡Esto es la guerra!

Ambos comenzamos a lanzarnos almohadas y a reír por el momento que pasamos juntos. Jamás me había divertido tanto con Teo. Pero esta felicidad, es en parte, gracias al chico nuevo. Espero que esta vez pueda hablarle y presentarnos como se debe.