Abro lentamente mis ojos y me encuentro recostado en una cama, tapado con frías sábanas blancas, rápidamente me doy cuenta que se trata de un hospital.

-¿Dónde estoy? -me pregunto sentándome lentamente, mi cuerpo duele mucho -Maldito de Mike, me duele hasta la conciencia. -murmuro, además mi garganta me arde demasiado.

La puerta se abre lentamente y Alex entra acompañado con Amber -Hola hermano. -me dice ella y me da un beso en mi frente.

-Hijo. -murmura Alex sonriendo.

-Me dijiste "hijo" -susurro con cuidado, él sonríe y se acerca para darme un abrazo, correspondo sin importar que me duela el cuerpo pero es bueno saber que al menos uno de mis padres me sigue considerando como su hijo.

-Llamé a tus padres, Ian. Era necesario. -dice Amber jugando con sus manos.

-Ian, Josh quiere hablar contigo, él... -habla Alex pero lo interrumpo.

-Que pase. -digo con la voz razposa.

-Está bien. -asiente, Amber deja pasar a Josh quien estaba esperando al otro lado de la puerta y luego se retira dejándonos solos.

-Ian... -me dice. Yo permanezco con la vista fija a algún lugar de la habitación, mi mirada es neutra, sin ningún tipo de emoción.

-Perdón Ian, yo... no sabía lo que pasó cuando te fuiste, e-estaba muy m-molesto... lo siento, lo siento. -su voz se quiebra y se acerca a mí para abrazarme -Lo siento, lo siento, sé que dije q-que ya no eras mi hijo pero fue un error. Es-Espero volver a ser... t-tu pa-papá 1. -murmura mientras llora en mi hombro.

-Siempre lo fuiste. -contesto haciendo que se separe y me mire, ambos sonreímos al mismo tiempo. De repente mis padres se abalanzan hacia mí en un emotivo abrazo de grupo.

-El paciente debe descansar. -interrumpe una enfermera, mis padres me sonríen y me dejan solo prometiendo volver las veces necesarias a visitarme.

Cuando quedo solo me recuesto en la cama y descanso mi cuerpo, por tantos abrazos me duele todo. Recibí tanto amor que duele pero volví a tener a mis padres.