Ian estaba haciéndome cosquillas para que me despierte y lo consiguió.

-Siempre tengo lo que quiero. -dice con una sonrisa egocéntrica.
Soy todo tuyo.

Murmuraba mi corazón pero mi cerebro me ordena que diga otra cosa -¿Por qué me despiertas de esta manera? -pregunto.

-Es hora de desayunar, es por eso. -contesta él poniéndose de pie y extendiendo su mano hacia mí, yo la tomo y me levanta rápidamente.

Por alguna razón de distancia, yo termino chocando contra su pecho y quedo a unos centímetros de su rostro. Es ahora o nunca, avanzo lentamente y cierro los ojos para conectar nuestros labios.

No sé por qué pero termino besando la mejilla de Ian, luego él deja otro beso en la mía.

-Vamos a desayunar. -baja las escaleras haciendo que quede confundido ¿Por qué no me besó?

-S-Sí... ya voy. -digo agachando la cabeza.

Ian
Teo quiso besarme, trató de hacerlo... esto se me está yendo de las manos.

-Tengo que aclarar todo y lo haré ahora. -digo decidido.

Llego a la cocina y me siento en la mesa para esperar a Teo -¿Y tu amigo? -me preguntan mis padres al mismo tiempo.

-Se está preparando, ya viene. -contesto estando serio.

-Le diste su besito de buenos días ¿No? -comenta mi papá 2.

-Emmm... sí, de hecho... pero no es lo que piensan. -murmuro agachando la mirada.

-No te sientas inseguro hijo, nosotros te vamos a apoyar en todo, Teo es un buen chico. -sonríe papá 1.

-¿Te acuerdas de nuestro primer beso juntos? -le dice el rubio al castaño.

-Obvio, cada momento de mi vida. -contesta y juntas sus frentes para luego darse un beso.

-Por favor, no se pongan en ese plano. -suplico cerrando los ojos.

-Lo sentimos hijo. -se disculpan sonriendo.

-Buenos días. -saluda Teo tímidamente estando en la puerta del comedor.

-Hola. -saludo y luego lo hacen mis padres.

-Acércate a desayunar. -le digo y él con gusto viene hacia mí y se sienta a mi lado.

Desayunamos en completo silencio pero algo llamó mi atención, Teo acerca su mano hacia la mía cada vez más y eso me pone nervioso. Entonces decido que es la hora, me pongo de pie retirando un poco la silla de la mesa, llamando la atención de los presentes -Quiero decirles algo. -murmuro.

-Ya sabemos lo que vas a decir, le vas a pedir a Teo que sea tu novio ¿Verdad? -habla mi papá 2.

-¿Qué? -abro los ojos bien grandes.

-¿E-Es... es cierto? -tartamudea Teo mirándome, sus ojos brillan.

-Eh...

-Ese es mi hijo tigre. -dice papá 1 corriendo hacia nosotros y nos da un fuerte abrazo.

-Esperen quiero decir que...

-Van a hacer una pareja muy feliz. -me interrumpe entonces decido acabar con esta confusión.

-¡Basta! -exclamo haciendo que todos me miren -Quería decirles a los tres que... no soy gay. -en ese momento sentí un gran alivio en mi interior, necesitaba decirlo.