Amiga
Teo
Siento un fuerte dolor de cabeza y todo mi cuerpo está adormecido, no puedo moverme.
Giro un poco mi cabeza y veo a Jésica sentada junto a la cama, entonces recuerdo que estaba en la escuela y supe que Ian y ella se besaron, fue cuando entré al baño a llorar, pero después la ira y el enojo se apoderó de mí y con todas mis fuerzas rompo el espejo del baño con mis puños, entonces todos los pedazos quedaron en el suelo, me arrodille y tomé uno en mis manos.
Ahora siento que me cosquillean las muñecas las cuales corté sin pensar. Miro de nuevo a Jésica y me pregunto si estoy muerto porque ella se encuentra leyendo un libro, ¡Jésica leyendo un libro!
-Jess. -murmuro llamando su atención, Jésica se espanta y arroja el libro por la ventana que está detrás de ella.
-Teo, h-hola, despertaste. -dice nerviosa.
-Hola ¿Estabas leyendo? -pregunto débilmente.
-No, no, solo...
-Sé que sí. -sonrío.
-Shh... no debes esforzarte, perdiste mucha sangre. -habla poniéndose de pie y acomodando mi almohada.
-¿Por qué eres amable conmigo? -pregunto curioso.
-¡Ni se te ocurra decirle a nadie que fui amable contigo! -exclama seria, yo asiento estando un poco asustado.
Jésica suspira y agacha la mirada -Lo siento, no volveré a gritarte, es que estoy un poco cansada y no dormí desde ayer. -dice acomodando su cabello.
-¿Estuviste conmigo toda la noche?
-Sí, tus padres estaban ocupados pero en unos minutos vendrán. -responde tomando de nuevo asiento.
-Y estabas leyendo. -agrego arqueando una ceja.
-Basta con eso, leer es para nerds. -habla frunciendo el ceño.
-No. -niego -Conozco a alguien que lee y no es nerd. -comento mirándola.
-¿Quién? -pregunta un poco curiosa.
-Tú. -digo sonriendo. En ese momento alguien toca la puerta y mis padres entran.
-Teo, gracias a dios estás bien. -dice mi mamá dándome un abrazo.
-De hecho es gracias a mí. -interrumpe Jésica y luego rompe nuestro abrazo -Y el doctor dijo que Teo no puede hacer movimientos bruscos y que debe hacer reposo. -les explica, en realidad me dolió un poco cuando mi mamá me abrazó.
-Aja, entiendo ¿Quién eres? -pregunta mi mamá seria.
-Ella es... -murmuro pero Jésica me interrumpe.
-No soy nadie, debo irme. -ella toma su mochila y sale por la puerta.
Creo que no será la última vez que la vea.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro