Jésica
-Ya estoy lista. -dice Amber sonriendo teniendo su mochila colgada por un hombro.

-Amber, hoy no voy a ir a la escuela, voy a quedarme con Jess ¿Sí? -le dice Ian.

-¿Pero tus faltas?

-Lo recupero a contra turno y listo. -contesta como si nada.

-Okey, nos vemos. -le da un abrazo a su hermano y luego a mí, lo que me sorprendió un poco. Cuando nos quedamos solos, él mira mi mano y nota que lo rojo desapareció.

-Pudiste ir a la escuela. -le digo seria.

-¿Y dejarte sola aquí? Ni loco. -habla sonriendo mientras come un tostada, no sé por qué Ian se comporta tan tierno a pesar de todo lo que le hice antes -No te dejaría sola porque puedes robar todo lo que tiene valor de la casa. -agrega ese idiota.

-¡No voy a robar nada! -digo en mi defensa. Ian sonríe de costado y se acerca demasiado a mi rostro.

-No hace falta porque, como ya lo hicimos, esta también es tu casa. -murmura en mi oído.

-¡Basta, no pasó nada anoche! -hablo furiosa.

-¿Y cómo explicas tu dolor? -cuestiona arqueando una ceja.

-Eh... e-es que...

-¿Mmm? No creo que haya otra explicación. -Ian vuelve a sonreír -Y también creo que está claro que NO soy gay. -agrega besando mi mejilla rápidamente.

Él suelta una risa mientras sube las escaleras y yo quedo paralizada por un momento, cuando logro recuperarme limpio mi mejilla besada con mis manos. Ahora más que nunca quiero matar a ese desgraciado, primero me robó mi primer beso y ahora mi primera vez. Lo odio.