Capitulo 8
- ¿Yoongi hyung? - pregunta el menor, mientras restriega su ojo derecho con su manita, se estira en la cama y se sienta. - ¿Hyung?
- ¿Qué quieres, mocoso? - pregunta con los ojos cerrados y con la voz extremadamente ronca, haciendo que Jimin se sorprenda. - Habla.
Y el chico rubio reacciona.
Jimin se levanta rápidamente de la cama y corre hasta el baño del cuarto, evitando completamente la mirada de Yoongi - que por cierto, aun está con los ojos cerrados. - y chilla cuando casi cae al suelo por no estar pendiente de la maleta que reposaba en el suelo. Maldice y por lo bajo y cuando llega al baño, cierra la puerta con fuerza y se recuesta en ella mientras suspira aliviado.
¡Yoongi casi lo ve recién levantado!
Eso iba a hacer demasiado vergonzoso para él, pues no lucia muy bien cuando despertaba, como cualquier persona. Se acerca al gran espejo que cubre mitad de la pared del lujoso baño y hace una mueca al verse en éste.
Su cabello estaba alborotado, apuntando hacia diferentes direcciones; sus ojos y labios estaban hinchados y su aliento no era el mejor. De verdad agradecía que Yoongi no haya abierto los ojos.
Jimin inicia a lavar su delicado rostro con jabón,para luego poner en ella un poco de crema humectante, se cepilla los dientes y deja su cabello tal como esta para que no sea tan obvio el hecho de que fue a arreglarse, además, se veía demasiado adorable.
- ¡Estoy listo!
Y no era que Jimin le importara la opinión de Yoongi, solo que no quería verse mal enfrente de ese atractivo hombre frío, observador y serio. Piensa que no sería malo sacarle aunque sea una pequeña sonrisa al mayor cuando lo vea salir del baño tan fresco y natural. Porque sí, debía aceptar que desearía que de una manera u otra, Yoongi lo aprobara... Espera, ¿qué le esta pasando?
Jimin sacude su cabeza para alejar todos esos raros pensamientos y abre la puerta, asomando su cabeza por la abertura, mientras que sus lindos dedos sostienen con fuerza la puerta, su corazón late rápido de la emoción, pero su sonrisa se esfuma, cuando ve a Yoongi aún dormido.
Suspira fastidiado y sale del baño de una vez por todas, cuando el teléfono del mayor empieza a vibrar.
Se acerca a la mesa de noche y toma el teléfono, el nombre de una chica sale en la pantalla, indicando que está llamando. Jimin desliza su dedo por la pantalla recibiendo la llamada, acercando casi de inmediato el dispositivo a su oreja.
- ¿Hola?
- ¿Oppa? ¿Qué pasa con tu voz, Yoongi?
- No... s-soy Jimin - dice y traga saliva, antes de proseguir -. Soy el futuro esposo de Yoongi...
- Oh, Jimin. - una risa se escucha del otro lado de la linea. - Bueno, dile a Yoongi que dentro de una hora estaré en el hotel junto a Taehyung. ¿Bien?
- B-bien. - responde mientras asiente, como si la chica estuviera viéndolo.
La llamada finaliza, y el menor no entiende nada. Se acerca de nuevo a la cama y deja el teléfono donde estaba, inclina su cuerpo cerca de Yoongi, iniciando a dar suaves toques en su hombro para que despierte.
- Yoongi hyung... despierte - musita, volviendo a repetir la acción. Pasan uno minutos y el no despierta, desesperando a el rubio. Por lo que le pegan en el hombro fuertemente, haciéndolo exaltar.
- ¿Qué mierdas te pasa, Jimin?
- ¡Una chica llamó por teléfono diciendo que en menos de una hora vendrá al hotel junto un tal Taehyung! - grita con demasiada rapidez.
Yoongi rueda los ojos y restriega su rostro con fuerza, se levanta de la cama, no sin antes mandarle una mirada de odio al menor, sin embargo, éste ni se inmuta, puesto que esta centrado en como Yoongi se ve tan guapo a pesar de que acaba de despertar.
- No deberías de tomar mi teléfono. - sisea el mayor.
- Deberías agradecerme, esa chica te hubiera encontrado aún dormido si yo no te despierto.
- No es nadie importante... - contesta estirándose. - Veo que tomas confianza demasiado rápido, así que yo también tomaré tu teléfono cuando quiera.
Jimin abre sus ojos en demasía y su respiración se corta, una extraña sensación lo ha invadido completamente.
- ¡Nunca vayas a hacer eso!
Sabía que si Yoongi hacia eso, se daría cuenta de su pequeño secreto, y claro esta que aun no quería revelarlo. No quería saber lo que su madre, su futura suegra y Yoongi pensarían de él.
Sabía que su plan estaba transcurriendo demasiado bien, y no iba a dejar que se desboronara, solo porque Yoongi quería molestarlo con tomar su teléfono sin pedirlo.
Jimin sabía que exageraba, no era un secreto que lo afectaría por el momento, pero igualmente, tomaría precauciones, puesto que aún no conocía a Yoongi y no sabia como éste iba a tomar el secreto que tiene oculto incluso a su madre, pero ese era un caso completamente diferente, ya que la señora Park no lo sabia porque era completamente estúpida e insensata con él, su propio hijo, por lo que mejor se guardaba las cosas y no era como que si le importara mucho la opinión de su madre... o tal ves si, pero nunca lo aceptaría.
Todos las ideas de Jimin se esfuman, cuando la puerta de la habitación es tocada insistentemente. El rubio se exalta cuando observa a Yoongi con el torso descubierto y con una solo toalla tapando su parte superior, con su cabello ligeramente húmedo y gotas resbalándose tentativamente por su pecho... ¿Cuando se había ido a bañar?
Quizás había pasado más tiempo de lo que Jimin creyó mientras pensaba.
Yoongi se acerca a la puerta y la abre, dejando ver a una linda chica con piel pálida y con ropas finas y caras. Junto a ella está un chico alto y delgado con una radiante sonrisa, que por culpa de Yoongi, no puede observar con detenimiento, pero sabe que ese rostro le es familiar; lo que si puede ver es que está vestido con ropas iguales de finas que las de la chica.
La chica entra a la habitación, dirigiéndose exclusivamente hacia Jimin.
- ¿Usted es Jimin? - pregunta ella, mientras observa con admiración al rubio frente a si, él asiente tímido - soy Min So Eun, hermana de Yoongi.
Jimin hace una "O" con su boca. Le sorprende que no haya podido reconocer a la chica frente a él, ya que si tenia bastante parecido con su hermano mayor. Inmediatamente se acerca a ella y hace una reverencia mientras sonríe.
- Es un gusto...
- Es un chico muy lindo - exclama mientras sonríe alegremente - Yoongi siempre tiene suerte.
- ¿E-eh?
- Si... usted es muy adorable y simpático.
- Gracias... - susurra cohibido, la hermana de Yoongi era muy bella y amable - Me sonrojas...
Ah... Jimin mostraba su faceta tierna e inocente cuando le conviene, así había sido con Yoongi; sin embargo, éste no había caído con ese tipo de encantos. En cambio, So Eun estaba encantada con él. A pesar de que la chica era igual de seria que su hermano, se había abierto un poco ante esa situación.
- Yah, So Eun, dejalo tranquilo. No te dejes engañar, es un chico fastidioso.- comenta cruzando sus brazos a la altura de su pecho - Mejor ven a abrazar a tu hermano.
- ¡Iugh!... no. Estás mojado.
- Yah, mocosa insolente.
La chica ríe ante las ocurrencias de su hermano y se acerca para abrazarlo, mientras que Yoongi alborota el cabello de So Eun mientras ella se queja. Jimin solo observa la escena enternecido.
- Jimin... ¿Eres tú?
Y Jimin se queda helado en su lugar, su corazón amenaza en salirse de su pecho y como si fuera magia, sus manos se ponen heladas como que si estuviera muerto.
Gira sobre sus talones y observa al dueño de esa voz conocida. Su garganta se seca y sonríe fingidamente.
- T-Taehyung...
Todo se empezaba a complicar para Jimin...
Maru;;
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