
Capitulo 26
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La luz de la luna estaba apareciendo junto a las incontables estrellas que adornaban el cielo, esas estrellas que acompañaban a Jimin todas las noches.
El chico suspira y deja de observar las lucecitas del cielo, mientras sonríe, sintiéndose más tranquilo y aliviado.
- Jimin...
La ronca pero suave voz de Yoongi lo hace sonreír sin su consentimiento, siente un leve apretón en su rodilla, tratando que reconfortarlo con ese simple acto. Jimin esboza una sonrisa casi invisible y mira atentamente al pelinegro que también denota miedo en su mirada.
El auto se detiene y suspira con fuerza, toma la mano de Yoongi que reposa en su rodilla y la aprieta con fuerza, transmitiéndole su terror; sin embargo, Yoongi asiente, dándole a entender de que es tiempo de salir del auto.
Se toman de la mano y abren la puerta, siendo Yoongi el primero en salir, siendo seguido por el lindo rubio.
Los invitados inician a acercarse a ellos, los rodean, tratando de presentarse y de hacerse notar, pero la atención de Yoongi no está en ellos, si no en Jimin quién retiene el aire que quiere salir de sus pulmones y mira preocupado para todos lados, probablemente sintiéndose abrumado por la cantidad de personas que intentan llamar su atención.
- Entremos, Jimin-ah...
Jimin asiente rápidamente, agacha su cabeza mientras avanza entre la multitud junto a Yoongi. Llegan a la puerta del lugar, sintiendo los repentinos flash de las cámaras cegarlos por un corto periodo de tiempo. Entran al lugar y caminan hasta unas mesas, saludando rápidamente a las personas con las que se cruzan, ni Yoongi ni Jimin comentan nada, saben que pronto llegará alguien a interrumpirlos. No obstante; el rubio trata de hablar para romper la tensión que ellos mismos habían creado, pero una joven se acerca a ellos y hace que Yoongi se levante, ya que quiere hablar con el pelinegro, enlaza su brazo al de Yoongi y lo jala, alejándolo de Jimin sin siquiera saludarlo. Yoongi le dice que pronto volverá, haciendo que sus nervios disminuyan sólo un poco. Le gustaba que Yoongi tratara de calmarlo con simples acciones.
Pero ese periodo de tranquilidad se va velozmente, ya que inicia a preocuparse, observa las miradas sobre él y se siente pequeño e inferior, no ha pasado ni un minuto cuando tres chicas están frente a él, mirándolo con envidia y recelo.
Las tres chicas son muy atractivas físicamente, sin embargo, hay algo en sus miradas que bota todos aquellos atributos físicos que poseen.
- Tú eres el famoso Park Jimin... - susurra una de las chicas - eres el esposo de Min Yoongi, ¿cierto?
- Si, s-soy yo. - se regaña a sí mismo por tartamudear, pero no baja la mirada.
- ¿Yoongi no pudo conseguirse algo mejor?- escupe la chica, riendo sarcásticamente - ¿por este niño se rehusó a casarse conmigo?
- Pues parece que sí, querida.
Las otras dos asienten burlándose, matando con la mirada al rubio quién se encoge en su lugar sin saber que contestar.
- Yoongi oppa terminó con lo peor...
- Es un chico ordinario, sin dinero y sin conocimientos. Además de que es un homosexual, trata de hundir a Yoongi con su maldita enfermedad...
No, de nuevo esas palabras... Él no estaba enfermo, no podía seguir escuchándolas, ¿por qué lo juzgaban solo a él y no a Yoongi?. Sacude su cabeza y trata de pensar de que todo lo que dicen es estúpido, se levanta de su lugar y les sonríe.
- Me gustaría que guardaran sus frustraciones para ustedes solas, pronto vendrá mi esposo y lo menos que quiero es que termine estresado por su actitud tan inmadura.
- Mira Jimin, no trates de sentirte importante, Yoongi terminará botándote, ha estado con tantas chicas que no le dolería dejar a una basura.
- Yo-
- Disfruta toda la fama por este corto periodo de tiempo antes de que él se de cuenta de que no sirves para nada...
Las chicas se van, empujando el hombro de Jimin con el suyo, Jimin aprieta sus puños y muerde sus labios, sintiendo las incontrolables ganas de llorar de furia y tristeza.
(...)
- Las ventas han disminuido un cuarenta por ciento, lo cual es preocupante. Hong Kong era una muy buena fuente de ingresos para la empresa,y ahora no lo es, ya no quiere invertir en nuestra empresa.
- Creo que lo que haría su padre es buscar una solución que ayude a la empresa de manera que no quiebre, él era muy inteligente por lo que no perdería el tiempo en cosas insignificantes.
Si Jimin creía que era el único que la estaba pasando mal en aquel lugar, era mentira. Escuchar a los colegas de Yoongi era una tortura, escucharlos decir que su padre era mejor jefe que él de manera indirecta era horrible.
- ¿Es acaso mi padre el presidente de esta empresa? yo soy ahora el que toma las decisiones, si no he realizado nada, no es porque no he pensado y analizado la situación en la que la empresa está pasando, si no que lo que estoy tratando de hacer lleva tiempo.
- Señor...
- Disculpen por no haberles mencionado mis planes - dice y traga fuerte, tomando todo el valor que puede para seguir hablando - pero ahora lo haré, hablare sobre lo que pienso. Mi esposo estará incluido en mi proyecto y sé que esto aumentará las ventas de nuevo.
- No lo sé, quizás ese es el problema, que ahora solo piensa en su esposo y no está poniendo toda su atención en su trabajo - escupe un viejo amigo del padre de Yoongi - yo estoy seguro que los matrimonios homosexuales no son buenos; muchacho, si te hubieses casado con una bella jovencita, inteligente y educada, la historia seria diferente, ella estaría apoyándote...
Yoongi ladea la cabeza y observa con frialdad al hombre, arregla levemente el cuello de su camisa blanca y abre su boca para responder; no obstante, la voz de Jimin lo hace detenerse y observar hacia los lados, buscando al chico.
- Yoongi hyung...
El podría reconocer aquella voz en cualquier parte...
- ¿Jimin?
Busca entre aquellos hombres importantes y los aparta sin cuidado alguno de su camino, disculpándose descuidada y fingidamente. Después de buscar por unos segundos, ve a Jimin con el ceño fruncido y con los ojos brillosos, mirándolo con tristeza.
- ¿Qué pasa, Jimin?
- Y-yo quiero irme... me pasó algo muy molesto, a ellos no les agrado - murmura, refiriéndose a todas las personas del lugar que hablaban sobre él.
Al observar el rostro afligido y triste del menor, acepta la petición. Rodea con su brazo la cintura del rubio y camina junto a él, apartando a las personas, llegando a la salida, tratando de calmar al chico que lo observa expectante.
- ¿Se da cuenta? - pregunta aquel mismo señor que conocía gracias a su padre - esta fiesta es exclusivamente para usted y se va sólo por un capricho de su esposo.
Jimin solloza por lo bajo por aquel comentario y se encoge. Él era más frágil de lo que creían respecto a los comentarios destructivos a su persona; sin embargo, a Yoongi no parecía importare ni en lo mas mínimo aquellos comentarios destructivos.
La pareja sale del lugar, casi trotando hacía el auto que los esperaba en frente desde que entraron. Se suben con ayuda de uno de los guardaespaldas, sentándose en los asientos de atrás, sintiéndose tranquilos pero incómodos por el extraño silencio que hay.
Jimin intenta alejarse del mayor, pero este no lo deja. Su cintura es tomada y prontamente es jalado, luego se ve sentado en las piernas delgadas de Yoongi.
El chofer los observa desde el espejo retrovisor y rápidamente quita la mirada, tratando de no ser entrometido.
Jimin muerde sus labios de manera constante y fuerte que rápidamente se colorean de un rojo intenso. Trata de zafarse de Yoongi, pero no lo logra, si no que al contrario, le pide que se siente correctamente en sus piernas.
Con algo de pena, el chico se sienta a horcadas, quedando en una posición cómoda que a la vez era comprometedora; sin embargo, al pelinegro no parece importarle, pues solo lo observa con curiosidad.
- ¿Estas bien?
- Yo... sí. - susurra, volviendo a recordar las miradas y palabras llenas de odio que le proporcionaron, por lo que sin poder detener el nudo en su garganta, solloza bajito y sus ojos se llenan de lágrimas - yo oí lo que el señor dijo... e-ellos saben que no tengo la mejor educación y que soy alguien ordinario...
- No... Jimin-
- No, no diga nada. Por favor...
Yoongi asiente, toca con su pulgar la mejilla rellenita del chico y se acerca él, acariciando con sus labios la barbilla de Jimin, hasta llegar a sus labios. Solo es un choque de belfos, no obstante, hace erizar la piel de ambos por tal acción tan intima y cariñosa. Yoongi no solo consolaba al chico por educación o por lástima, él sabia que lo hacía porque aquel chiquillo rubio le importaba demasiado y por eso no quería verlo llorar por unos comentarios de gente insignificante. Pero no le diría que no llorara, si no que al contrario, quería que Jimin se desahogara.
- Jimin, solo, llora...
Y como si estuviera esperando esas palabras, llora con fuerza, escondiendo su rostro en el cuello pálido, mojando la zona, en tanto siente las manos de Yoongi acariciar delicadamente su espalda baja.
- Vámonos. - le pide al chofer, sintiendo al instante como el auto se mueve - lo siento tanto por traerte aquí, Jimin-ah~
Jimin niega con su cabeza aún en el cuello del mayor, se acomoda aun más en el regazo del pelinegro y deja ir un suspiro causándole cosquillas a Yoongi.
Ese era el miedo de Jimin, ser y verse inferior a todas las personas de tal evento, nunca había sentido tanto odio y envidia a su alrededor, el escuchar los susurros y risas "discretas" de las personas lo hicieron sentir pequeñito y débil y se odiaba a sí mismo por no tener la seguridad que debería poseer.
Y mientras Jimin se regaña a sí mismo mentalmente, Yoongi piensa en alguna forma de como recompensar al chico para que subiera sus ánimos. Él en serio se sentía terrible; habia sido su culpa, prácticamente obligó a Jimin a acompañarlo.
El viaje al hotel es largo para Jimin pero muy corto para Yoongi, incluso el chico menor dormitaba. Yoongi sin pensarlo mucho, abre la puerta del auto, esperando ser ayudado por su chofer, pero fue un gran error.
Un montón de cámaras se hacen presente de nuevo, algunos reporteros hasta incluso intentan meterse al auto para preguntarle cosas a la pareja. Jimin termina de despabilarse cuando entra en un estado de nerviosismo y susto. Rápidamente y de manera torpe baja del regazo de Yoongi, la posición en que se encontraban era muy íntima y no quería que se formara un escandalo también por eso.
- Desde muy temprano, esperamos a los esposos Min, deseábamos que aparecieran para preguntarle sobre su empresa y lo que piensa del decaimiento de ésta; sin embargo, no esperábamos que esta parejita se tardara tan poco tiempo en salir de tal importante evento, ¿será que se escaparon por otras razones? ¿sucedió algo en el evento? ¿o simplemente quisieron irse? - la reportera dice, sintiéndose orgullosa de estar cerca de los Min - aquí unas cuantas imágenes íntimas de la nueva pareja.
La mujer terminó su reporte y suspira contenta, observando a la pareja. Jimin al darse cuenta de que subirán fotos de ellos estando muy unidos, se esconde.
- Señor Min, ¿cómo van con las inversiones de su empresa? las ventas han bajado, ¿piensa hacer algo al respecto?
Yoongi carraspea molesto, entrelaza sus dedos con los de Jimin y caminan rápido, abrazando al chico y poniendo una mano sobre la cabeza rubia, para evitar que algunas cámaras golpeen al menor en la cabeza, en tanto Jimin sólo aprieta su agarre en el traje de el pelinegro, arrugando la fina tela mientras que también intenta de que Yoongi esquive algunos golpes.
Llegan a la entrada del hotel y por seguridad del lugar, no permiten que ninguna cámara ni persona entre al lugar además de ellos.
Miriam0495
¡feliz cumpleaños, Mimi! Lo siento por olvidar tu cumpleaños, eres alguien especial para mí. No lo olvides. Te aprecio muuuuucho 💕
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