Capitulo 25
El agua se desliza lenta y tentativamente por su cuerpo, mueve su cabello mojado hacia atrás mientras las preocupaciones lo atrapan.
Le preocupa el no extrañar ni un poco a su novio y le preocupa que su madre no esté detrás de él para exigirle lo que debe hacer en todo momento, su madre se ha olvidado de él por completo, y aunque debería estar aliviado y feliz no lo está, parece como que si su mamá lo vendió a la familia Min y que ahora que ya obtuvo lo que quería, ya no lo necesita.
Se siente mal por eso...
Con respecto a la pregunta que Yoongi le había hecho, no sabia que responder, había huido al baño y se había encerrado ahí, con la excusa de que debía bañarse porque sino llegarían tarde al evento.
"Jimin, ¿qué somos?"
Ni él sabía la respuesta de eso, de verdad que amaba pasar tiempo con Yoongi, pero eso no lo convertía en su pareja, además él ya tiene a Jungkook, ni si quiera debería de pensar en esa pregunta, la respuesta que debía de haberle dado a Yoongi tenía que haber sido "trabajamos juntos, hyung. No somos nada además de eso". Sin embargo, pensar en esa respuesta lo hacía sentir como un mentiroso, porque sabía que compartían más que eso.
- ¿Ya terminaste, Jimin-ah~?
El rubio brinca del susto y cierra la llave de la ducha para escuchar mejor, volviendo a oír la mención de su nombre y prontamente sale de la regadera, secando su cuerpo y cabello con las toallas que el hotel les otorga; sale torpemente del baño con una toalla amarrada a su cintura, en tanto seca su cabello con otra toalla, esperando ver a Yoongi; sin embargo, se encuentra con una chica que habla coqueta y animadamente con Yoongi.
- ¿Qué querías Yoon? - pregunta casi gritando llamando la atención de las dos personas - aquí estoy...
Jimin se cruza de brazos e inspecciona con la mirada el cuerpo de la chica, incomodándola, así que pronto aprieta los labios y sube con sus manos su vestido, para que su escote no sea tan notorio para los ojos de Jimin.
- Bueno Jimin, ella es una estilista, que te ayudará a prepararte para la conferencia.
- Yo no necesito a nadie, hyung - escupe, sintiéndose ofendido de la nada - ¿para qué la trajo?
- No la traje yo, fue mi madre, acaba de informarme...
La expresión de Jimin se suaviza, y ríe un poco, la señora Min siempre pensaba en él. El teléfono de Yoongi suena, el mayor responde la llamada y pronto extiende su brazo, ofreciéndole el teléfono al chico.
- Es mamá...
Jimin toma el teléfono rápido, emocionándose de pronto, lleva el artefacto a su oreja y habla.
- ¿Hola? ¡madre!
- Jimin-ah~, ¿cómo estás? ¿ya viste a la estilista? ella te ayudará a verte más bonito.
Jimin sonríe con las mejillas rojas y pone la llamada en altavoz, esperando que la chica escuche lo que su suegra le dice. Simplemente quiere presumir.
- Pero madre... yo no necesito nada de eso...
- Lo necesitas, todos estarán observandote.
- Oh gracias... ahora estoy menos nervioso. - dice, rodando los ojos y sintiéndose mal.
- Sí, y por eso mismo de verdad me alegra de que hayas tomado la valiente decisión de acompañar a Yoongi, a pesar de lo difícil que puede ser para ti.
- Bueno, no es como que tuviera otra opción... - responde el rubio, rascando su nuca y tomando con pena una camisa de Yoongi que éste mismo le ofrece, deja el teléfono en la cama e inicia a ponerse la prenda con vergüenza, sonriendo tímido al ver lo grande que le queda la prenda.
- ¿Qué dices? podías quedarte en Corea si eso deseabas.
Jimin está apunto de responder, contradiciendo a la señora Min; sin embargo, Yoongi se une a la conversación, interrumpiendo completamente el tema.
- ¿No estás cansada, madre?
- ¡Claro que si! Ha sido un día muy agotador -comenta y se escucha un bostezo corto - Bueno, cuidate cariño, de verdad espero que todo salga bien en la conferencia...
- Gracias... - susurra y la llamada se corta.
La chica carraspea incómoda, se acerca a Jimin y toca su cabello con suavidad, observándolo con detenimiento.
- Yo creo que sería buena idea teñirle el cabello...
- ¿Ahora? no, él se ve muy bien así, se ve muy adorable e inocente - dice el mayor, mirando de reojo a la chica - déjalo como está, no le veo necesario ese cambio.
Jimin muerde sus labios avergonzado y ríe con gracia cuando la chica empuja suavemente a Yoongi hasta la salida de la habitación, en tanto Yoongi hacía pucheros desconformes.
- Bueno, joven Jimin. Veremos que hacemos contigo.
Jimin cierra los ojos y suspira, de verdad estaba nervioso por todo lo que ocurriría ese día.
(...)
Dos horas habían pasado desde que la chica había iniciado a cambiarlo y a maquillarlo levemente; sin embargo, el chico nunca estaba a gusto con lo que la chica le ofrecía, así que Yoongi tuvo que intervenir aquella larga sesión, terminando él en vestir a Jimin, dejándolo con un bello toque inocente y puro que solo él podía lograr.
Yoongi se aleja del cuerpo del chico y sonríe maravillado con el aspecto del rubio, simplemente tenia ganas de abrazarlo y besarlo. Jimin hace un pucherito y se acerca de nuevo a Yoongi, sintiéndose aún inseguro.
- Yoongi hyung... ¿está seguro con este estilo?
Asiente y sonríe como tonto, observando fijamente aquellos labios gorditos que han sido pintados con un discreto todo rojizo que lo enloquecen. Sus ojos viajan hasta los ojos del contrario y observan el suave maquillaje que resalta sus bellos ojos y sonríe discretamente enternecido al ver el tono rosado en sus mejillas, sabiendo que ese color es natural en él.
- Hiciste un buen trabajo, niña. - dice Yoongi y vuelve su atención a Jimin - diablos... de verdad te ves bien.
- Gracias... - inspecciona con su mirada el traje de Yoongi y lo observa molesto, frunciendo su ceño de manera exagerada - Joder, no.
- ¿Y ahora qué?
- ¡Que usted esta vestido de negro! ¿acaso nos vamos a casar de nuevo? - pregunta mordiendo sus labios enojado - parece que soy yo el pasivo...
- ¿Y no es así? - pregunta burlándose, y recibe un golpe en su pecho - oye, solo digo la verdad.
- Jodase... - murmura y Yoongi solo ríe, dejando pasar por esa vez el irrespeto del chico.
Yoongi se acerca al menor, y toma con sus manos el cuello fruncido de la camisa que lleva puesta y la acomoda, Jimin al ver esa acción, decide hacer lo mismo pero con el lazo que Yoongi lleva en su cuello, sujetándola fuerte para que no logre caerse. Yoongi golpea suavemente la nariz de Jimin, al ver como éste la frunce cuando está concentrado. Sus manos no se quedan quietas, las yemas de sus dedos recorren el cuello de Jimin y levanta una ceja sorprendido cuando siente como se remueve inquieto, pero no incómodo, si no que al contrario riéndose de la acción de Yoongi.
- Tú debes recordar... - inicia a hablar el pelinegro en susurros que llaman la atención de Jimin - que eres muy listo, astuto, fuerte, atento, encantador, humilde y directo; y eso te ayudará ahora. Ninguna persona te vera de menos porque tú no lo permitirás.
- Y usted debe saber... - comienza ahora el chico, deslizando sus manos que antes estaban arreglando el lazo mal puesto, hasta el pecho de Yoongi. - que yo siempre estaré ahí para usted, y para todas sus necesidades, y esto no lo hago por trabajo, ni por dinero...
- Eres un buen chico...- susurra totalmente feliz por las palabras de Jimin.
- Hey, le dije que sería un buen esposo. - sonríe.
Yoongi abre sus ojos con sorpresa y se siente ruborizar, pensar que Jimin hacía esto por él lo hacia sentirse feliz, satisfecho y completo.
- Gracias...
Yoongi lleva sus venosas manos a la cintura del chico y este se ruboriza al sentir como la piel de su cintura quema por el tacto de Yoongi, él quiere mucho más toques en su piel.
El pelinegro sonríe y se acerca cuidadosamente al rubio, restregando su nariz con la nariz de botón del contrario, riendo como un tonto por su acción tan cursi. Jimin se aleja un poco del mayor solo para observar los delgados labios, no podía creer cuan fuerte podía ser el deseo de besar a alguien hasta ese día, su cuerpo y su mente exigían el contacto de sus labios con los de Yoongi. El menor lame sus belfos y cierra sus ojos, acercándose y ladeando un poco la cabeza, preparado para besar; Yoongi lo nota y observa detenidamente aquellos labios gruesos ser adornados con ese discreto brillo labial, que hace ver a sus labios más apetecibles de lo normal. Cierra sus ojos, esperando los labios de Jimin...
- Oigan... yo debo irme.
- Sí, vete - balbucea el mayor, totalmente perdido en los labios del otro - en la mesa de noche hay dinero, tomalo todo, haz hecho un excelente trabajo.
- Bien - suspira triste porque no consiguió la atención de Yoongi, dándose por vencida, al final de cuentas, Jimin y Yoongi hacían una linda pareja - gracias.
Toma el dinero - que por cierto, es demasiado - y se va, sin interrumpir nada más, dejándolos solos, listos para el evento. Ella se siente orgullosa por la reacción que logró en Yoongi.
Yoongi se inclina, buscando los belfos suaves del rubio, pero sus labios aterrizan en la mejilla rellenita del chico, escuchando una linda carcajada tímida de parte de Jimin.
- Debemos irnos, Hyung...
Yoongi rueda los ojos molesto, sin embargo, deja al chico en paz. Se aleja y le guiña el ojo, sonrojandolo hasta las orejas.
- Es hora de irnos.
Como Jimin se vistió
Como Yoongi se vistió
Hermosos :")
Bueno, espero que les haya gustado este capítulo, esperen el siguiente con ansías 💕
Maru~
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