El orgullo era algo que ninguno de los dos podía dejar de lado y sin embargo, inconscientemente, Jimin realizaba acciones que contradecían sus palabras cortantes y llenas de odio hacia el pelinegro. Lo cual lo hacía desorientarlo sin razón alguna.

Acciones que Jimin realizaba más seguido como la siguiente...

El rubio casi llora de alegría al tocar tierra firme. Estaba tan agotado física y mentalmente que podría dormir en cualquier lugar, y así lo hizo como todo un niño caprichoso que hacía lo que quería.
Pensó que dormir en el regazo de Yoongi no era una mala idea, sin importarle si el mayor estaba de acuerdo o no y sin pensar en su novio Jungkook.
Jimin había restregado sus ojos frente a Yoongi y había bostezado ampliamente, tratando que viera su cansancio, se subió en la camioneta seguido de Yoongi y cuando éste estuvo completamente sentado en el asiento, se abalanzó a él y sin preguntar ni decir nada, se acomodó en el regazo de Yoongi. El mayor se sorprendió pero no habló ni preguntó y ahora lo llevaba cargado en sus piernas mientras se dirigían al hotel. Jimin iba tan dormido que no se había percatado cuando acomodó su cabeza en el hombro del pelinegro y había enterrado su linda nariz en el perfumado cuello, y que luego de unos minutos su baba se deslizaba por su mejilla y mojaba la clavícula de Yoongi, además que las delgadas piernas hormigueaban por el peso del menor, que, aunque no era mucho, al cargarlo mucho tiempo había empezado a doler. Creando que Yoongi se quejara pero que aún así no lo apartara de su cuerpo.

Y después de ese largo viaje para el mayor, ahora el rubio se encontraba en la cómoda y fina cama del hotel lujoso, siendo arropado por su esposo quién no solo lo dejó dormir en sus piernas, si no que también lo cargó como un bebé hasta la habitación, lo cual no había sido una tarea fácil para él, ya que en el camino se había topado con un grupo de reporteros y paparazzis que ya sabían de su viaje a Hong Kong con su esposo y querían hacerle un sin fin de preguntas molestas e incómodas, pero a pesar de eso, llevó con bien a Jimin hasta la habitación sin que este se despertara.

Yoongi se enteró que Jimin tiene el sueño pesado.

Su teléfono inicia a sonar asustandolo y fastidiandolo ante tan inoportuno momento, se avergüenza de sí mismo al darse cuenta que observaba fijamente al menor dormir; se aleja de Jimin para no despertarlo, observa la pantalla del teléfono, apretando su mandíbula al ver de quién se trata.

Recibe la llamada y pone el artefacto cerca de su oreja.

- Yah~ te dije que me llamarás más tarde...- musita.

- Lo siento, amigo. Si no te llamaba ahora mismo no tendría tiempo más tarde, sabes que mi agenda es muy apretada, así que... ¿me dirás lo que querías comentarme?

- Diablos...

Yoongi se aleja de la cama y camina hasta el baño, encerrándose ahí, para que Jimin no se despertara y no escuchara nada.

- Vamos, dime si me lo confesarás, porque si no, mejor corto la llamada  y sigo con lo mío.

- Si, dios... es que es tan difícil para mi decir esto... Bueno, y-yo creo que Jimin me atrae...

Un silencio se escucha de la otra línea, asustando a Yoongi, se muerde sus labios nervioso y suspira

- Joder, Yoongi. ¡Eso ya lo sabía! siempre que nos reunimos hablas de él, incluso puedo asegurar que no te atrae, si no que te gusta y mucho.

- ¡No! Jimin no me pude gustar, es decir es un chico muy lindo y tierno que me hace sonreír, y eso no lo puedo negar, sé que es muy inteligente y astuto y sabe be-

- ¿Lo ves? - lo interrumpe - mira, eso no es ningún problema, que él te guste; sin embargo , aún me pregunto, ¿no se aburren de besarse y no pasar de eso?

- ¿De qué rayos estas hablando, Nam?

- Digo, con todo lo que me has contado, es como un juego para ustedes, que tiene una serie de pasos y sin ningún final; primero, se besan; segundo,se arrepienten de lo sucedido y se evitan; tercero, nunca hablan del tema y cuarto, vuelven a besarse... y así sucesivamente.

- ¡Claro que no es así!

Namjoon ríe burlonamente y Yoongi lo escucha, rodando los ojos.

- Si es así, Yoongi - responde - pero no quieren aceptarlo, se gustan y lo único que los detiene es el tal JungJook y el orgullo.

- Jungkook, se llama Jeon Jungkook. - soba su sien.

- Como sea, sabes que tengo razón, si solo te atrae como tú dices entonces ya no pienses más sobre el tema y siguen con el mismo juego, que a final alguno de los dos se aburrirá de jugar y terminaran perdiendo los dos.

- Si, si. Mejor pone esa maldita frase en alguna de tus canciones.

Yoongi chasquea la lengua y corta la llamada, más enojado consigo mismo que con su mejor amigo, sabe que en parte, Namjoon tiene razón.

Inicia a moverse por el baño y termina sentándose en la taza del baño, mordiendo su pulgar con ansiedad en tanto  piensa en lo que ha pasado junto a Jimin desde que lo conoció, llegando a la conclusión que esta totalmente perdido.

Yoongi mueve su cabeza de un lado a otro, tronando los huesos de su cuello y bosteza, sintiéndose muy agotado de la nada. Toma un cepillo de dientes nuevo y se cepilla mientras mira a la nada.

Yoongi sale del baño y camina hasta la cama, retirándose la ropa en el trayecto de manera silenciosa, se agacha y abre su maleta, sacando de ahí su  pijama y vistiéndose lenta y perezosamente. Por un momento, piensa en hacer lo mismo con Jimin, sabe que la ropa que trae el menor es incómoda; no obstante, se abstiene en hacerlo, no quiere ver al rubio desnudo, ni mucho menos despertarlo mientras lo desnuda, por  lo que se acuesta junto al chico y se acomoda bajo la sábana blanca que comparte con su esposo. Siente su cuerpo relajarse y sonríe satisfecho ante la perfecta comodidad, aunque no dura demasiado. Como un pequeño gatito, Jimin busca el calor de su acompañante, acomodando su cabeza en el pecho de Yoongi mientras restriega su abultada mejilla en éste.

Jimin era así, simplemente amaba abrazar alguien o algo mientras dormía.

Yoongi no está sorprendido, sabía que en cualquier hora de la noche, Jimin lo haría; sin embargo, había otra cosa que si lo sorprendía, se percata que sus mejillas están rojas cuando las siente calientes y sabe que es alarmante el hecho que no le moleste en lo absoluto la cercanía de un hombre, mejor dicho, la cercanía de Jimin.

- Joder Jiminie... ¿qué me has hecho?

Sin saber si hacerlo o no, Yoongi termina acariciando los mechones de cabello de Jimin, que cubren su frente, lo hace más para su satisfacción que para la del rubio.

Ignora todos aquellos pensamientos que solo lo hacen fastidiarse y pensar más de lo necesario, y se dispone a simplemente de disfrutar del momento.

Y Yoongi de nuevo dormirá incómodo, solo para que su esposo pueda dormir tranquilo.

Solo es cuestión de tiempo para acostumbrarme a dormir con un Jimin pegado a mí. - piensa.

Estoy releyendo mi historia mientras vuelvo a subir estos capítulos. No sé en qué pensaba, es decir, me gusta mi historia pero creo que no la he desarrollado bien.

Pero bueno, lo importante aquí es que a ustedes les guste.❤️

Adiós, nos leemos luego~
Maru~