Capitulo 14
Los rayos del sol entran por la gran ventana de la habitación del hotel. Yoongi ya está despierto, desde hace unos 30 minutos que se metió al baño y no ha salido, ahora está poniéndose aquellos pantalones de vestir color negro. Inicia a secar su cabello con la secadora, mientras mantiene en sus labios su cigarillo, dejando ir el humo por su nariz con profesionalismo.
- ¿Hyung?
La voz del rubio se escucha a lo lejos, Yoongi apaga la secadora y gira, observando como su esposo se asoma por la puerta, con un ojo cerrado y su ceño fruncido, en tanto su cabello es un desastre que apunta a todas las direcciones.
- ¿Qué hora es? - le pregunta en un murmuro con su voz ronca pero aún tierna.
- Son las nueve de la mañana. Aún es temprano.
- ¿A qué hora es el vuelo?
- A las once de la mañana - responde, volviendo a secar su cabello.
- ¡Ya es tarde! - grita Jimin, despertando del todo, inicia a sacarse la camisa, sin importarle que Yoongi esté ahí - ¿Por qué no me despertaste? yo me tardo una hora y media para arreglarme, ¡una hora y media!
Yoongi observa confundido las acciones del chico, quita con sus dedos el cigarrillo de su boca y sale rápidamente del baño cuando es empujado por el pequeño chico y éste aún con la puerta abierta inicia a quitar su pantalón de dormir.
- Dios... este chico está loco. - musita con el corazón desbocado, mientras niega con la cabeza y ríe.
(...)
Diablos... no se imaginaria que tantas cámaras estarían ahí, tomándole fotos y grabándolo. ¡Ni si quiera se vistió con su mejor ropa!
- Harán preguntas... debemos actuar como esposos recién casados.
- ¡Si! - exclama y toma la mano de Yoongi, jalandolo y saliendo del hotel.
Y no han salido, cuando varias personas ya los han rodeado con las cámaras y micrófonos, Jimin chilla con sorpresa cuando una cámara golpea su linda nariz. Yoongi frunce su ceño y pide que se alejen un poco.
- Oiga, Señor Min ¿es cierto que se ha casado con Park Jimin? ¿un chico ordinario?
- Si, creí que ya lo sabían, ayer los dejamos entrar a nuestra boda. - contesta hablando fluidamente el inglés - y Jimin no es ordinario.
- ¿Eso significa que usted es el dueño de la empresa de su padre?
- Sí, ahora yo me encargaré de todos esos bienes.
- ¿No será que usted solo contrajo matrimonio por heredar todos los bienes? - pregunta otra periodista, haciendo que todos los demás se queden esperando por la respuesta - digo, se casó con alguien inferior a usted que no se tenía ni idea de que tuvieran una relación.
- Eso es falso, yo amo a este hombre lo crean o no. No importa si es reconocido en esta industria.
- Según teníamos entendido, usted era heterosexual.
- Pues no, este chico me enamoró y por eso estoy con él - habla demandante.
- Besense - se escucha a lo lejos.
- B-bueno, no nos gustaría tener ese tipo de contacto en público, a muchas personas les puede incomodar.
- Estamos en América, eso no pasará. Después de todo son pareja ¿no? en la boda tampoco se besaron.
Se sentía obligado...
- Yoongi hyung ¿qué dicen?
- Luego te explico.
Yoongi toma con su mano derecha la nuca del menor y lo jala hacia sí, ladea su cabeza y deja sus labios cerrados, uniendo sin más preámbulos sus delgados labios con los gorditos de Jimin.
Jimin abre sus ojos con sorpresa pero no intenta separar a Yoongi, porque sabe que hay una razón lógica para todo esto. Se siente expuesto, observar el flash de las cámaras en él lo desorientan, por lo que mejor cierra los ojos.
En tanto que Yoongi siente una sensación extraña en su estómago, acerca aún más al menor a su cuerpo y profundiza el beso, entre abriendo sus belfos, sintiendo un embriagante sentimiento instalarse en su pecho, sonriendo en medio del beso.
El beso se sentía muy bien...
Ninguno de los dos mueven sus labios, solo hacen presión, sintiendo la calidez de los belfos del otro y percibiendo la abrazadora respiración del contrario chocando con su rostro.
Jimin rompe el beso, dejando a Yoongi en un tipo de trance, el pelinegro gruñe ante la pérdida del delicioso contacto e insiste en unir de nuevo sus labios, pero Jimin niega, apartando su rostro.
- Y-yo bueno... ya es demasiado por hoy. - tartamudea Yoongi, tomando la mano de Jimin que había soltado y camina hacía el auto polarizado, adentrándose en éste.
- Lo siento por eso, Jiminie...
- N-no te preocupes - responde Jimin, odiándose en esos momentos por tartamudear - ya quiero irme.
Yoongi asiente con rapidez y le pide al chofer que conduzca hasta el aeropuerto, en el trayecto ninguno comenta nada, hasta incluso respirar con fuerza o moverse les resulta incómodo.
(...)
Cuando llegaron al aeropuerto, ya era tarde, solo faltaban cinco minutos para que el avión despegara, por lo que corrieron con prisa por el gran aeropuerto.
Se hubieran ahorrado todo ese cansancio si hubieran aceptado quedarse una semana más en New York, porque se irían en un avión privado junto a sus madres, pero ni Jimin ni Yoongi querían estar en América. ¿Qué si había una razón? claro, ya que Yoongi quería comenzar a trabajar lo más antes posible y Jimin quería ver a alguien especial desde hace días atrás.
- ¡Llegamos! - exclama Yoongi mientras esta levemente agachado, con sus manos reposando en sus rodillas - lo sentimos por tardar - dijo mientras respiraba con rapidez y hacia una leve reverencia.
- No había necesidad de correr, joven Min - dice la azafata con una radiante sonrisa - no íbamos a irnos sin usted - continua con voz suave, tratando de sonar sensual.
- Querrá decir "ustedes", no soy el único Min aquí.
- ¡Oh si! claro. Pueden pasar - la chica los guía a sus asientos, en tanto mueve sus caderas con descaro - aquí están sus asientos.
Yoongi asiente totalmente arrogante, hace un gesto con la mano a la chica para que se retire, ella entiende de inmediato, pero antes de irse le susurra algo en el oído.
- Si necesita a alguien, no dude en llamarme a mi.
La chica se retira orgullosa, empezando a ayudar a otros pasajeros.
Jimin ya está sentado al lado de la ventana, Yoongi se sienta junto a él y se relaja en su lugar, cierra sus ojos e intenta dormir.
Pero la voz de Jimin lo hacen abrir es ojos de nuevo.
- Esa chica te coqueteaba, Hyung.
- Sí - responde con ego e indiferencia.
- Y usted no reaccionó, ¿seguro que es heterosexual?
- ¡Claro!
- Pues parecía que disfrutó más el beso que me dio a que esa linda chica le coqueteara. - habla, con una sonrisa inocente en su bello rostro.
Yoongi abre sus labios para responderle pero solo termina resoplando, la confesión de Jimin lo había dejado algo aturdido porque sabia que tenia razón.
- Solo que me hacía falta tener un beso... así que no te emociones, porque no me gustas.
- Sólo le pido que no se enamore de mí.
Yoongi observa al rubio y ríe en el rostro de este.
- Eso no será difícil de cumplir, Jimin-ah. - responde burlándose del chico.
Jimin de verdad tenía un poco de miedo, no quería lastimar a nadie.
M a r u~
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