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ꕤ「capitulo 48」


El frío de diciembre le calaba hasta los huesos, su nariz estaba rojiza y helada al igual que sus mejillas, su pequeño cuerpo temblaba bajo el delgado abrigo que le cubría y sus manitas enguantadas ya ni las sentía de lo congeladas que estaban.

Ni siquiera dentro del edificio lograba calentarse un poco. Temblando, se volvió a asomar por la puerta y esta vez vio a su amigo pelinegro acercarse, llevaba aproximadamente quince minutos esperandole y no habia aparecido.

Cuando Jimin logro verlo al otro lado de la puerta, corrió hacia él con una gran sonrisa.

–¡Feliz cumpleaños, mi TaeTae!–gritó el omega pelinegro y se lanzó sobre él dandole un fuerte abrazo. Tae le devolvio el abrazo como pudo y sonrió.

–Gracias, Minnie.–suspiró sintiendose calido en los brazos de su amigo.

–Tengo un regalo para ti, pero antes, necesito que escuches algo–se separó de él luciendo muy animado y sospechosamente sonriente, sacó su celular de la mochila y marcó un número que Taehyung no alcanzó a ver bien.

El morocho dió un pequeño salto cuando la persona al otro lado de la linea respondió y le pasó el celular al omega castaño, quien confundido por la actitud de su amigo lo tomo y llevo a su oreja.

–¿Hola?

Se escuchó un suspiro de alivio al otro lado de la línea–¿Taehyung?

Tae sintió su corazón acelerarse y su omega brincar y aullar de la alegría al escuchar la voz de su alfa despues de mucho tiempo.

–¡Jungkook!–chilló con una gran sonrisa, apretó su agarre al celular.

–Feliz cumpleaños, cariño.

Tae soltó una risita boba–Muchas gracias, alfa.

–¿Como te encuentras?

–Muy bien ahora que hablo contigo, ¿y tu?

–Pienso lo mismo, omega, necesitaba escuchar tu voz.

Tae sintió sus mejillas arder y solo sonrió aun más, si es que era posible. Pero su sonrisa desapareció lentamente, sintiendose vacio de pronto.

–Te extraño mucho, Koo.–dijo bajito y con los ojos cristalizados.

–Oh, mi amor, no tienes idea de lo mucho que te entraño también. Pero no te preocupes, pasaré por ti más tarde.

Tae parpadeo confundido–¿Qué?

–Lo que escuchaste, te sacaré de esa maldita casa hoy mismo.

–Pero, no puedes hacer eso, Dawn-—

–Ese hijo de puta no me detendrá, además, ahora eres mayor de edad, así que no hay problema con que te vayas.

–Pero, ¿a dond-—

–Tu no te preocupes por nada, mi omega, yo me encargo de todo. Solo no digas nada y pasó por ti más tarde.

Jimin le hizó unas señas que Taehyung entendió como "el imbecil de Robert llegó".

–Esta bien, alfa. Te esperaré entonces. Ya tengo que irme–se lamentó, quería seguir hablando con Jungkook.

–Tae.

–¿Si?

Jungkook solto pequeña risa y Taehyung sonrio al escucharlo–Te amo, te amo tanto, mi omega.

Tae podría soltarse a llorar en cualquier momento.–Yo también te amo mucho, Koo.

Se escuchó un suspiro por parte de su alfa–Entonces, nos vemos más tarde.

–Si, nos vemos.

El alfa colgó, y Tae le devolvió el celular a Jimin, quien lo veía con una gran sonrisa.

–Bien, ahora ve a tu casa a empacar todas tus cosas.

El omega castaño miró con los ojos entrecerrados a su amigo–¿Lo sabías?

–Claro que lo sabía, cariño, yo se todo.

Taehyung solo sonrió y chilló emocionado abrazando a su amigo.

Por fin estaría con su alfa sin problemas.




Eran aproximadamente las 6:00pm y Taehyung se encontraba acomodando la mesa, tratando de ignorar los gritos de la señora Kim que lo regañaba por estar tan distraido.

Y como no estarlo, solo pensaba en su alfa y que en poco tiempo estaria entre sus brazos de nuevo. No podía esperar.

–¡Taehyung!–gritó exasperada la omega mayor–Apresurate mocoso inutil. Pronto llegaran las visitas y quiero que este todo impecable.

Tae solo asintió y se metió a la cocina en busca de las copas y vasos.

La noche de vispera de navidad, como cada año, venia de visita toda la familia de la señora Kim, todos unos idiotas tales como ella. Por lo que Taehyung, solo se dedicaba a quedarse en su habitación junto a Yeontan, leyendo algun libro o solo jugando con el cachorro.

Por suerte para Tae, hoy Karina tenia un humor considerable y no parecia interesada por molestar al omega menor, por lo que Taehyung se encontraba un poco más tranquilo. Incluso la chica paso a su lado un par de veces y no lo empujo como solia hacerlo.

Hoy estaba de suerte.

De pronto sintió unos escalofrios recorrer todo su cuerpo al escuchar el timbre, esperaba que no sea la molesta familia de la señora Hyuna.

–¡Taehyung!–le llamó Dawn, desde el living–Ve a abrir la puerta.

El castaño dejó los platos que tenía en sus manos sobre la mesa y corrió hasta la puerta.

Cuando la abrió, su mirada se iluminó y apareció una gran sonrisa en su rostro.

Jungkook estaba parado en la entrada, luciendo tan guapo como siempre en uno de esos trajes negros y corbata azul marino que le encantaba usar, sus rizos chocolate un poco más recortados, pero lo que más destacaba, era la brillante sonrisa de hoyuelos que mostraba.

Al siguiente instante, Taehyung se lanzó a los brazos de Jungkook, quien lo recibió gustoso besando su castaño cabello.

–Omega.

–Alfa.

Tae sentía las lagrimas queriendo escapar de sus ojitos al sentir y oler el aroma de su alfa de nuevo. Y Jungkook no se quedaba atras, luciendo un poco desesperado olisqueó el cuello y pelo de su omega para despues marcarlo con su propio aroma.

El grito escandalizado de la señora Kim los sacó de su burbuja.

–¡¿Qué carajos?!–su cara mostraba una expresión algo horrorizada y asqueada a la vez. Taehyung no sabía si reir o asustarse al verla así.

El castaño estaba a punto de decir algo cuando Jungkook habló antes.

–Buenas noches, señora Kim. Vengo a llevarme a Taehyung–dijo el alfa mostrando una sonrisa ladina. Descarado.

La figura de Dawn saliendo del living se hizo presente con rostro confundido, pero al ver a Jeon abrazando a Tae en la puerta, frunció el ceño con enojo evidente.

–¿Qué haces aquí, maldito alfa? Vete ahora o llamare a la policia–gruñó Dawn hacia Jungkook tratando de lucir intimidante, a lo que el rizado solo rodo los ojos con diversión.

–No sera necesario que llames a la policia, Dawn, solo vine por Taehyung y nos iremos.

–¿Por Taehyung? No seas idiota, tienes una orden de resticción.–le respondió con una carcajada burlona el alfa más viejo.

–La cual ha terminado legalmente, ahora que Taehyung cumplió los dieciocho.

–No te lo llevaras, hare que te arresten si lo haces, maldito bastardo...

Jungkook gruñó molesto, tomo a Dawn del cuello de su camisa y lo estampo con fuerza contra la pared.

–Escuchame bien, imbecil. Me llevare a mi omega ahora y ni tú, ni nadie me lo va a impedir. Y si vuelves a acercarte a él, te mataré, sabes que lo haré. ¿Entendiste?–Rugió con las pupilas dilatadas y su aroma un poco más amargo.

Cuando vió al alfa más viejo asentir le soltó y se giró a su omega.

–Ve por Yeontan, cariño, nos vamos.

Taehyung sonrió en grande, pero su sonrisa fue remplazada por una mueca de miedo al ver a Dawn tomar a Jungkook por el saco y tirarlo al suelo, dandole un golpe en el rostro.

Pero para la mala suerte de Dawn, el golpe pareció no afectarle en lo absoluto al otro alfa, ya que solo sonrió burlon y le devolvió el puñetazo justo en la quijada. Dawn cayó esta vez dandole a Jungkook la oportunidad de levantarse y lanzarse sobre él, golpeando con rabia su rostro repetidas veces hasta que la sangre salia sin parar y salpicaba la cara del alfa de rizos.

Fue hasta que los gritos escandalizados de las omegas lo sacarón de su trance. Se levanto y acomodó su saco. La señora Kim y Karina se acercarón asustadas y con lagrimas en el rostro al alfa ensangrentado en el suelo.

Al girarse a ver a su omega, lucia algo aterrado pero extrañamente aliviado. Se acercó a Taehyung y lo envolvió en un calido abrazo.

–Bien, llevatelo–habló Hyuna, su asqueroso aroma a miedo apestaba toda la sala.–¡Vayanse ya!

–Será un placer. Feliz Navidad.–dijo Jungkook sin borrar su sonrisa desvergonzada, tomó la mano de su omega y salieron de la casa.

–¿Donde esta tu perrito, cariño?

–Oh, esta en el patio trasero. Cuando creció, la señora Hyuna ya no quería que estuviera adentro de la casa, así que ahora vivia en el patio.

Al pasar la pequeña puerta al lado de la casa que llevaba al patio trasero, vieron al cachorro dormido, amarrado con su correa a un arbol.

–Tannie–le llamó Tae, acariciando la cabeza del perrito.–Despierta, es hora de irnos.

El canino abrió lentamente los ojos y casi al instante se levando a olisquear y lamer a Taehyung feliz. El omega acaricio su oscuro pelaje y lo abrazó.

–Es hora de irnos, mi bebé. Papá Kook vino por nosotros.

Jungkook sintió su corazón acelerarse aun más al escuchar a su omega.

"Papá Kook" amaba como sonaba eso.

Ver la sonrisa borrarse del rostro de su omega le hizó salir de sus pensamientos.

–Alfa, tu cara esta...–llevó su manita al menton de Jungkook y con delicadeza, limpió la sangre que había escurrido de la cortada en su labio–¿Te duele?

El rizado solo sonrio, enternecido por la mirada preocupada de su omega–No, cariño, no duele.

Jeon dejo un beso en los labios de su omega–Hay que irnos ya–con una mano tomo la correa de Yeontan y con la otra, la pequeña mano de Tae.

Caminaron juntos al auto del alfa, Yeontan se acomodo en los asientos traseros, y mientras Taehyung se acomodaba en el de copiloto, Jungkook tomó el ramo de girasoles escondido detras del asiento.

–Por cierto, feliz cumpleaños, mi pequeño sol.–exclamó Jeon mostrando el arreglo de flores.

Tae jadeó sorprendido y sonrió con las mejillas sonrojadas.

–Muchas gracias, mi alfa–abrazó el ramo contra su pecho olfateando las flores–Son hermosas.

–Mañana te llevare a comprar un regalo. Creí que sería mejor si lo escogías tu.

–No es necesario, Koo.

–Claro que si–le interrumpió el alfa–Mientras estes conmigo tendras todo lo que quieras, porque mi precioso omega se merece el mundo–acarició la caliente y rosada mejilla de Taehyung mientras besaba con delicadeza sus labios.–Además tenemos que comprarle sus cosas a Yeontan.

Taehyung sonrió, mirandole enamorado–Te amo, alfa.

–Te amo aun más, mi omega.–Jungkook dejó un beso en los nudillos del castaño, para empezar a conducir hasta su hogar.



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