Febrero había pasado relativamente rapido para Jungkook y Taehyung.

Aunque Jungkook había perdido un importante contrato, logró conseguirlo de nuevo, le había costado un poco convencer al señor Marcus Lee, pero los beneficios de la alianza eran más que su orgullo, por lo que el viejo alfa acepto de nuevo el trato. Su padre estuvo muy contento al escuchar la noticia por lo que le había otorgado un ligero aumento a su hijo.

Su cumpleaños fue el mejor que había tenido en toda su vida, Taehyung y sus amigos organizaron una fiesta sorpresa en la casa del alfa, una reunión que disfrutó mucho después de un largo día de trabajo, recibió muchos regalos por parte de sus conocidos, pero sin duda, el mejor regalo había sido el de su novio, pues después de despedirse de todos los invitados, Taehyung lo recibió en su habitación con un conjunto de lenceria, excusandose que fue idea de Jimin; y decir que Jungkook se excito ante la vista era poco, se volvió completamente loco y había follado a Taehyung toda la noche con tanta fuerza que al día siguiente el omega ni siquiera se podía mover.

Si, definitivamente fue el mejor cumpleaños.

Ademas de que las siguientes semanas Karina no lo molestó más, Jungkook comenzó a hacer las salidas con Taehyung más frecuentes, de vez en cuando le daba regalos y flores que hacian al omega derretir de amor, y Jeon sabía lo mucho que Tae apreciaba sus regalos. Cualquiera que los viera, diría que el alfa estaba cortejando a su omega, y tal vez lo estaba haciendo inconcientemente. Y no es por exagerar, pero Jungkook se sentía el alfa más feliz y afortunado de la tierra cuando tenía a Taehyung a su lado.

Su apego al omega era tanto, que Hoseok se burlaba seguidamente de él diciendo que había desarrollado dependencia al omega, Jungkook nunca lo negaba porque tal vez era cierto.

Con una sonrisa en el rostro y Taehyung en su mente, siguió tecleando en su computador.

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Karina gruñó al otro omega por tercera vez en el día, estaba de muy mal humor y se desquitaba con los demás en la empresa, ya no soportaba más estar ahí sin recibir la atención de Jungkook (aunque nunca la tuvo) estaba harta de los rechazos e indiferencia del alfa.

Iba caminando hacia la oficina de su jefe con unas carpetas en las manos, dando fuertes pisadas haciendo resonar los tacones por todo el piso, le dedicaba miradas furiosas a cada persona que pasaba a su lado, estaba a punto de golpear a un beta tonto que accidentalmente le habia chocado con el hombro, pero en ese momento lo vió.

Era él. Era Taehyung.

¿Pero qué? ¿Cómo era posible?

Parpadeo repetidas veces enfocando su mirada en el omega.

Sin duda era él, esa cabellera castaña era inconfundible.

¿Pero qué hacia Taehyung en la empresa? Y justo saliendo de la oficina de Jungkook.

Cuando el omega desapareció por el elevador, salió del shock en el que se habia perdido.

No era posible.

Enfurecida, apretó las carpetas en sus manos arrugando los papeles y abrió con fuerza la puerta de la oficina de su jefe haciendo que golpeara la pared. Jungkook la miró con el ceño fruncido y estaba a punto de gritarle, pero la omega hablo primero.

–¡Maldito alfa idiota!–le gruñó aventando los documentos a los pies de Jungkook–Te descubrí, Jeon.

–¡¿Qué carajos?!–Jeon gritó enojado, ¿quién se creía esa omega para llegar como una loca a insultarle?

–Te estas viendo con Taehyung.–dijo simplemente, por un momento Jungkook pareció sorprendido, pero se recompuso rapidamente y carraspeó.

–¿Qué dices? Sal de mi oficina ahora.

–Por dios, Jungkook, no lo nieges, lo vi salir de aquí.–cuando el alfa suspiró, Karina soltó una risa incredula–No lo puedo creer, que bajo haz caído. Por ese maldito omega regalado es que siempre me rechazabas.

–No hables así de él–gruñó apretando la mandibula y los puños a sus costados.

–Es lo que es. Una zorra resbalosa necesitado de atención. Ni siquiera merece ser llamado omega...

Jungkook rugió con el rostro enrojecido del coraje–Callate de una puta vez, Karina.

La omega se encogió en su lugar, pero el enojo y humillación que sentía le hizo reincorporarse.

–Wow, el ejemplar ejecutivo de Jeon' Company es un maldito pedofilo. Te estas metiendo con un niño, ¿qué dirán las personas cuando se enteren? Tu reputación estará arruinada, Jungkook, y todo por un simple polvo que no vale la pena.

–Sabes, no me importa lo que digan los demás, y con respecto a Taehyung, te aseguro que no es un "simple polvo" como le llamas, Taehyung es mi omega.

Karina soltó una carcajada y Jeon la miró con una ceja elevada–¿Cómo puedes decir eso? Taehyung es un bueno para nada, es tan tonto, feo y...

Jungkook bufó harto–No se como eres capaz de decir toda esa mierda de él, mi omega es perfecto.

–Jamás había escuchado algo tan estupido, debes estar ciego, Jungkook. No se cómo lo preferiste antes que a mi.

Jungkook sonrió con arrogancia–Te aseguro que Taehyung es el mejor omega que he conocido y me atrevería a decir que es el mejor del mundo, no le llegas ni a los talones. Oh, y por cierto, llevamos meses saliendo, de hecho, desde antes que terminará contigo. Solo aceptaba las estupidas invitaciones a tu casa para verlo. Nunca tuve el minimo interes en ti.

El rostro indignado de Karina le hizo soltar otra risa, por fin estaba bajando a esa omega engreída de su nube.

Boqueó buscando alguna respuesta, pero nada salia de su boca–Eres un imbecil–dijo al final y salió de la oficina echando humo por las orejas.

Sentía la satisfacción en su pecho, al fin Karina sabía todo, pero Jungkook no estaba seguro de lo que era capaz esa loca omega.

De prontó la culpa cayó sobre él.

Taehyung.

Era obvio que Karina le diría todo a sus padres y se desquitarían con Taehyung.

Estupido. Se hubiera quedado callado.

Ahora que Karina lo sabía, se meterían en problemas. Y aunque no le importaba mucho lo que pasará con él, estaba preocupado por Taehyung, no quería ni imaginar lo que le podría pasar a su omega por su culpa.

Tomó su celular y marcó deseperado el número de su omega, pero este no respondía y le enviaba directamente al buzón de voz. Sus manos estaban sudando.

¿Qué había hecho?

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Cuando Taehyung llegó a su casa, estaba un poco cansado, no había sido buena idea ir a pie desde la empresa a la casa. Y tuvó la mala suerte de que su celular se apagará en el camino.

Todas las luces estaban apagadas excepto la de la cocina, pensando que no había nadie en la casa, fue hasta alla, encontrando a Karina sollozando levemente y la señora Hyuna, que al notar su presencia le miró con odio.

–Tu, maldito omega–se acercó a él y en un rapido movimiento, la omega le dió una bofetada tan fuerte que le hizo caer de rodillas al suelo.

Taehyung jadeó del dolor llevando su mano a la mejilla rojiza.

–Creíste que nunca descubririamos tu sucio secreto, eh–tiró del cabello castaño de Tae haciendo que se ponga de pie–Cuentanos, Taehyung, ¿qué hacias en la empresa del señor Jeon?

Taehyung se encogió del miedo que le provocaba la omega. Otro golpe fue a su mejilla y las lagrimas comenzaron a salir de sus ojitos.

–¡Responde, idiota!

–Yo...no–la peliroja lo empujó haciendole chocar contra un mueble, lastimando su espalda.

–No mientas, ¡¿qué hacias en la empresa?!–Hyuna le miraba con tanto odio y rabia que hacia temblar del miedo a Tae.–Más te vale que hables ahora o te irá peor.

Deseaba que su alfa estuviera aquí protegiendolo.

–Yo...estaba con Jungkook–tartamudeó bajito.

–¡¿Y por qué estabas con él?!

Taehyung tardó un poco en responder, pero una patada en su costilla le hizó retener un sollozó.

–Es mi novio.

Hyuna soltó una burlesca carcajada.–Debes estar bromeando, un alfa como el señor Jeon no se fijaría en ti.

–Pues lo hizo, mamá. Ese imbecil me vió la cara.–dijo Karina rodando los ojos.

–No te preocupes, cariño, pagará por todo lo que hizó.–ambas omegas miraron con desprecio al castaño.

Taehyung no esta seguro de lo que pasó después, su cuerpo se adormeció por los diversos golpes que recibió. Y aunque intento llamar desesperado a su alfa por medio de su omega, este nunca llegó.

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