ꕤ「capitulo 3O」
Jungkook se encontraba dentro de su auto, estacionado frente al instituto donde estudiaba Taehyung.
¿Sería muy tonto si lo venía a buscar?
No le quedaba de otra forma, Tae no le había contestado ninguna llamada desde hace dos días que fue su pelea.
Estaba nervioso, claro, ¿cómo no estarlo? No quería que su omega lo rechazara, pero tampoco quería que se pusiera mal si lo veía. Sabía que Taehyung seguía triste y tal vez podría ser difícil verlo a la cara.
Salió de sus pensamientos nerviosos cuando escuchó el timbre de salida, viendo como algunos jóvenes salian apresurados. Bajó del auto y quitó sus lentes de sol para buscar mejor a Taehyung con la mirada, entre tantas personas le seria difícil encontrar a un pequeño omega castaño.
¡Mi omega, ahí esta!, aulló feliz su alfa y sintió como su corazón se detuvo por un segundo para despues acelerarse emocionado, pero su felicidad terminó casi de inmediato al ver el rostro de su omega. Se veía, apagado.
Taehyung caminaba lentamente, con la mirada gacha, esperando no chocar contra otros.
-¡Tae!-llamó Jeon cuando el omega pasó cerca y ni siquiera lo había volteado a ver.
Notó como su rostro mostraba ¿Sorpresa? ¿Preocupación? ¿Tristeza?
Jungkook trato de acercarse pero Tae aceleró su paso, lo siguió pero se perdió entre la multitud de olores y personas.
Su alfa aulló herido.
Mi omega se fue, maldito idiota, todo es tu culpa.
Jungkook suspiró con tristeza, y volvió a su auto.
Era obvio que Tae no lo querría ver, ¿cómo se atrevió al menos a acercarse? No merecía volverlo a ver nunca.
Con el dolor que le causaba el rechazo de su omega y su alfa reclamando en su cabeza, regresó a la empresa, aún más decaído.
☃
El omega se detuvo en la siguiente cuadra a tomar algo de aire, sus piernas dolían al hacer esfuerzo por caminar rápido, su pecho dolía y su omega chillaba por volver con su alfa.
Nuestro alfa vino a buscarnos, exclamó su omega interior y Taehyung lloriqueo.
Había estado muy sensible desde su pelea con Jungkook que cualquier cosa le afectaba, y haber visto al alfa hace unos minutos le hizo sentir tantas cosas.
Emoción, felicidad, amor.
Pero también, decepcion, tristeza, dolor.
Tantas emociones en solo un segundo.
Se sentía frustrado, solo habían pasado dos días pero se sintió como si hace años no viera a su alfa, lo extrañaba.
Sabía que le había hecho daño, pero no podía evitar desear estar entre sus brazos, recibiendo sus cariñosos besos y caricias.
Odiaba ser tan débil y no poder odiarlo, debería hacerlo, lo lastimo tanto. Pero no podía, porque lo que sentía por Jungkook era diferente, no solo era atracción o simple gusto, era algo más. Aunque no lo supiera con exactitud sabía que no podía estar sin él.
Al llegar a su casa, abrió la puerta y su expresión fue de confusión cuando el aroma a omega triste llegó a sus fozas nasales.
Karina estaba sollozando fuertemente en el living, con su madre consolandola.
-Ese maldito alfa, pagará por todo lo que te hizo, hija-dijo la señora Kim con el enojo inyectado en sus palabras.
Tae frunció el ceño confundido.
¿Acaso era lo que creía?
-Yo lo amo, mamá. Él es mi alfa-lloriqueo la chica rubia.
-Lo se, amor.
Taehyung abrió la boca sorprendido, y subió las escaleras hasta su habitación en silencio.
¿En serio Jungkook había terminado con Karina?
No pudo evitar sonreír. Sabía que estaba mal sentir esa satisfacción de que su "relación" terminará, pero no podía evitarlo, podría estar con Jungkook sin problemas.
Oh, solo había uno.
Aún no lo perdonaba.
Y esque recordar ese día hacia que el dolor volviera a él y su omega lloriqueara herido. No era su culpa, Jungkook había dicho tantas cosas que en serio lo lastimaron. Tal vez tardaría un poco en sanar.
☃
Habían pasado tres semanas y como siempre, Jungkook esperaba ver a Taehyung fuera del instituto, necesitaba hablar con él, pero el omega de una forma u otra siempre huía. No lo culpaba, era obvio que no lo querría ver, ni si quiera Jungkook podía ver su reflejo, se sentía tan mal.
Pero Tae probablemente ya hasta se había olvidado de él, lo merecía, ojalá lo hiciera. Últimamente lo había visto salir junto con ese mismo alfa pelinegro, y aunque Jungkook muriera de celos y solo quisiera ir a arrancarle la cabeza a ese alfa, no podía.
Ahora estaba estacionado a la cuadra siguiente del establecimiento, el omega siempre pasaba por ahí para llegar a su casa. Era la única forma de hablar con él, pues ir a su casa les causaría varios problemas a ambos y no quería que Tae terminará aún más lastimado por todo esto.
Por lo que se estaba preparando mentalmente para verlo, y tratar de controlarse lo mejor que pueda. Estaba muy nervioso y su alfa se movía de un lado para otro. Esperaba que Taehyung no lo rechace.
Vió a unos cuantos adolescentes pasar frente a él, tal vez Tae ya venía en camino. Su manos comenzaron a sudar y temblaba levemente, estaba ansioso, tanto que creía en cualquier momento le daría un ataque de ansiedad.
Pasaron aproximadamente quince minutos, pero el omega no pasaba, ¿habría faltado a clases hoy?
Suspiró rendido y estaba a punto de subir de nuevo a su auto cuando lo vió, caminaba despacio pareciendo relajado y lucía tan lindo como siempre.
El corazón de Jungkook se aceleró y por un momento se perdió de la realidad.
-Taehyung -le llamó, el omega le miró y su rostro cambió casi de inmediato a una expresión ¿aterrada? ¿sorprendida? No sabía identificar muy bien lo que sentía.
Aceleró su paso, pero Jungkook corrió y quedó frente a él, evitando que se fuera.
-Taehyung, necesitamos hablar-le dijo con una voz suave, pero el omega mantenia la mirada gacha evitando hacer contacto visual con él.- Precioso, por favor.
El omega retuvo un chillido cuando escuchó el apodo que le dio el alfa y se abrazó así mismo, sintiéndose de pronto indefenso.
-Se que te lastimé ese día, y lo siento mucho, no quise hacerlo. Estaba muy enojado y...-fue interrumpido por la debil voz del omega.
-Cállate-dijo sin mirarlo-Lo último que quiero es verte ahora.
Jungkook lo miró dolido e ignoro la punzada que sintió en su corazón. Le extendió al omega el ramo de rosas blancas y Tae lo sostuvo dudoso.
-Yo solo quería hablar, me siento muy mal y se que tu también, lamento haber dicho todo eso, Taehyung, no quise lastimarte.
-Pero lo hiciste, dijiste tantas cosas que...ni siquiera te reconocí.
-Lo siento, lo siento mucho. Mírame, por favor-se atrevió a tocar con delicadeza su mejilla y Tae dirigió sus zafiros algo empañados, encontrándose con los ojos profundos de Jungkook.-Estaba enojado, nada de lo que dije es verdad, estoy tan arrepentido y sé que disculparme no sirve de nada. Solo dame otra oportunidad, se que no la merezco, pero quiero hacer las cosas bien ahora.
Admiró esos hermosos ojitos azules que tanto le gustaban pero Tae apartó la mirada.
-No puedo-dijo el omega con voz débil, para después tirar las rosas al suelo. Jungkook sintió como su corazón se partía aún más y comenzaba a caerse en piezas.
-No, por favor, Tae, te lo ruego-lo detuvo por los hombros cuando vio al omega con intensiones de irse-Te extraño mucho, mi amor, no quiero perderte, por favor dame otra oportunidad.
Pero el omega solo le dió una última mirada, se soltó de su agarre y siguió caminando. Esta vez Jungkook no trató de detenerlo, vió las rosas blancas en el suelo algo maltratadas y sintió como si estrujaran su corazón ya quebrantado; las tomó del suelo y volvió a su auto. Esta vez no intento detener las lágrimas que salían de sus ojos. Estaba triste, y Taehyung también.
Mi omega, lloriqueo su lobo, intentando llamarle sin éxito y rogando por qué Taehyung volviera. Pero no lo hizo.
Después de un rato, Jungkook sorbio su nariz y secó las lágrimas que aún recorrían sus mejillas. Encendió su auto y condujo hasta su casa con su rostro decaído.
Noto que la luz estaba encendida y se extrañó un poco, él no la había dejado así. Introdujo la llave en la cerradura pero la puesta estaba abierta. Entró a su casa y se sorprendió al ver unas maletas reconocidas en la entrada, se dirigió al living y ahí vió a su madre sentada en el sofá leyéndo un libro. Ella lo miró con una gran sonrisa.
-Hola, cachorro-su sonrisa decayó cuando analizó a su hijo. Este solo le dió una pequeña sonrisa.
-Hola, mamá.
-Hueles a tristeza, ¿qué sucede, hijo?
Jungkook suspiró y se sentó a su lado, siendo recibido por un cálido abrazo, volvió a sentir ese nudo en la garganta, quería llorar de nuevo.
-¿Esta todo bien con Taehyung?-preguntó con cuidado la omega, pero Jungkook simplemente comenzó sollozar al recordar toda la situación-Dime qué pasa, cachorro.
-Arruine todo-dijo con una voz temblorosa-Taehyung ya no quiere verme.
-¿Por qué dices eso? No lo entiendo.
Jungkook trató de detener sus sollozos y los espasmos que recorrían su cuerpo.
-Esque nosotros peleamos, bueno, fue por mi culpa. Tae estaba triste porque yo había dicho que cortejaria a Karina, pero yo no sabía por qué Taehyung me ignoraba, fui a su escuela y lo vi saliendo con otro alfa, me puse celoso y me enojé, y yo...le dije tantas cosas de las que me arrepiento. Mi omega me odia, mamá-las lágrimas volvieron a salir de sus ojos y se aferró a su madre.
-Oh, cariño. No fue tu culpa.
-Si lo fue, todo. Yo fui quien le reclamó a Taehyung por eso, él no tenía la culpa de nada y yo solo actúe como un idiota y lo hice sentir tan mal. No quiero que me odie, pero no sé cómo arreglarlo.
-¿Haz intentado hablar con él?
-Claro que si, pero no había podido hasta hoy, aun así no me quiere ver, jamás me perdonará.
Su madre suspiró y acarició la cabellera rizada de su hijo.
-No creo que haya sido tan grave, lo que le dijiste. Tal vez lo entienda.
-Esque, no viste su rostro, estaba llorando y a mi no me importó, quería hacerlo sentir culpable por haberme ignorando pero me arrepentí al instante.
-¿Por qué querrías hacer sentir culpable a tu omega, Kook? Eso habla muy mal de ti, hijo.
-No lo se, creí que me había abandonado por estar con ese otro alfa que lo abrazó. Estaba muy celoso.
-¿Qué tanto le dijiste?
Jungkook lo pensó unos segundos-Le dije que me acostaria con Karina, y que agradecía no haberlo marcado y...
Su madre se separó de él y lo miró incrédula-Por dios, Jungkook, ¿cómo te atreviste a decirle eso a tu omega?
-No lo se. Ni siquiera pensaba cuando lo hice.
-Jungkook, decirle eso a tu destinado, es algo muy grave, el omega de Tae se sintió rechazado por su alfa y eso seguro lo lastimó de sobremanera.
Jungkook agachó la cabeza sintiéndose regañado.
-No quise hacerlo, yo quiero a Taehyung, mamá, lo quiero mucho, jamas fue mi intención hacerlo sentir así. No quiero que me deje, no quiero perderlo-cubrió su rostro con sus manos.
-Lo sé, cachorro. Pero, será muy difícil, seguramente él esta lidiando con muchos problemas de su omega, y tal vez sea un poco difícil si te llega a perdonar.
-¿Y si no lo hace?
-Tendrás que aceptarlo así-Jeon lloro aun más-Pero tienes que intentarlo, demuéstrale que te arrepientes y que lo quieres, ¿se lo haz dicho?
-N-no.
-Intenta hablar tranquilamente con Taehyung, aclarale todo, sin reclamos, ni celos, solo dile todo lo que sientes.
-¿Y si no quiere escucharme?
-No te rendirás, ve a su casa mañana y habla con él. Ahora te prepararé un té para que te relajes-su madre dejó un beso en sus rizos y se fue hacia la cocina.
Mañana iría a casa de Taehyung, no importaba que estuviera los señores Kim o Karina y escuchen todo, necesitaba estar con su omega.
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