ꕤ「capitulo 38」
A lo largo que transcurrian las semanas, la relación de Taehyung y Jungkook se iba fortaleciendo. Habian tenido pequeños problemas cuando se reunian pero aprendieron a manejarlo. Y con respecto a Karina, ella seguia intentando convencer a Jungkook de tener una cita, la chica era muy insistente y aprovechaba cada oportunidad para estar cerca del alfa, pero Jungkook, como siempre, trataba de ignorar cada insinuación o rechazar cada invitación. Los señores Kim ya se había acostumbrado a las salidas que tenía el omega menor, y aunque no les interesaba en lo absoluto lo que hiciera, siempre buscaban una excusa para intentar humillarlo, Tae trataba de ignorar sus malos comentarios, y aunque a veces le resultara un poco dificil, siempre tenía a su alfa para apoyarlo y reconfortarlo.
Su celo fue muy dificil esta vez, pues no tuvo oportunidad de pasarlo con Jungkook. Había permanecido encerrado en el sotano tomando supresores y soportando fuertes olas de calor y dolor que lo hacian querer morir, durante una semana completa. Por lo general su celo duraba entre dos a cuatro días, pero suponia que por la falta de su alfa se extendio y aumento la necesidad de estar con él.
Por otro lado, Jungkook estuvo resistiendo el constante impulso de correr hasta la casa de su omega y ayudarle. Estuvo a punto de hacerlo, pero hizo todo lo que pudó, intentando contactar a su omega por medio de llamadas o mensajes que nunca fueron respondidos. No fue hasta que dos dias despues del celo de Taehyung, se apareció en su oficina y explicó que su celular había quedado en su habitación cuando entró en celo, y Jungkook solo lo abrazó y mimó por el resto de la tarde.
Ahora mismo el alfa estaba entrando en una especie de crisis, no podía encontrar algo que lo convenciera completamente. Necesitaba encontrar un regalo perfecto para su omega.
El cumpleaños de taehyung era en tres días y aun no encontraba nada lo suficientemente bueno, llevaba aproximadamente un mes buscando un bonito regalo para su omega, pero todo resultaba en un intento fallido.
Tenía que encontrar algo que le dijera a Taehyung lo mucho que significaba para el alfa y todo lo que sentía por él.
Nada era suficiente y Jungkook comenzaba a impacientarse, no sabía que haría si no encontraba algo a tiempo.
Suspiró cansado, y había comenzado a caminar hacía la salida del local de joyeria, cuando algo llamó su atención.
En una vitrina de cristal sobre un mostrador, se exibia un pequeño pero brillante dije plateado de una luna con una diminuta piedra safiro en forma de estrella.
Era perfecto.
Y luciria hermoso en el delicado cuello de su omega.
Sin pensarlo dos veces, se acercó al encargado en el mostrador y pagó por el lindo collar.
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La semana había pasado más rapido de lo que Jungkook creía, y estaba muy nervioso. Se encontraba en su camioneta, esperando a una cuadra de la casa de Taehyung.
La nieve cubría las calles y el frío de diciembre calaba hasta los huesos, era vispera de Navidad, pero más importante, el cumpleaños de Tae. Sabía que su omega estaba ansioso de pasar navidad con él, se lo había dicho incontables veces desde que Jungkook suguirió la idea. Taehyung les dijo a los señores Kim que pasaría la Navidad en casa de Jimin, y aunque les importó poco, Taehyung pudo notar la felicidad en el rostro de la señora Hyuna cuando le dijo, la omega estaba feliz de por fin pasar una Navidad sin Taehyung. Y aunque Tae no pudo evitar sentirse un poco mal por su reacción, rapidamente cambió al recordar que estaría con Jungkook.
Un golpe leve en la ventana del auto le hizo salir de sus pensamientos. Taehyung estaba ahí con una gran sonrisa en su rostro, nariz y mejillas rojizas por el frío, se veía adorable.
El alfa rapidamente bajo del auto y rodeó el cuerpecito de su omega en un fuerte abrazo.
–Feliz cumpleaños, mi amor–Jungkook dejo muchos besitos por todo el rostro de Taehyung, finalizando en sus labios.
–Gracias, Koo–dijo sin borrar su sonrisa, hundiendose en el fuerte pecho de Jungkook.
–Ven, sera mejor que entremos antes de congelarnos aquí afuera–el alfa dejo un ultimo beso en sus labios para abrir la puerta y ayudar a Taehyung a subir al auto, para después entrar él al lado del piloto.
Encendió la calefacción al tiempo que comenzaba a conducir hasta su casa. Durante el camino el omega hablaba sobre su cumpleaños del año anterior y como Jimin le había horneado un pastel horrible pero había fingido que lo amo para no herir sus sentimientos, Jeon pensó que él podría hacerle un mejor pastel a su omega.
Al llegar a la casa del alfa, acomodaron las pertenencias de la mochila del omega y algunos regalos que el alfa había traido debajo del pino decorado con ayuda de Taehyung semanas atras. Eran las seis de la tarde cuando comenzaron a hacer la cena, Jungkook había planeado cocinarle su comida favorita a su omega, pero este insistia con ayudarle, a lo que Jungkook no se pudo negar.
También hornearon un pastel de chocolate con fresas, y aunque esta vez Jungkook distraía al omega de ayudarle, lo convenció con dejarle decorarlo.
–¿Esta listo, Koo?–preguntó por decima vez el omega.
–Solo deja que se enfrie un poco más, cachorrito. Mientras busquemos las chispitas–el alfa comenzó a buscar entre los cajones todos las decoraciones que había comprado pensando en si le gustarian a su omega.
Las colocó en la mesa frente al omega y este abrió los ojos sorprendido, eran demasiadas chispitas de diferentes formas y colores.
–Wow, ¿donde compraste todo esto, alfa?–su mirada era de pura sorpresa mientras analisaba con detenimiento cada frasco y seleccionaba sus favoritos.
–Por ahí, algunos ya los tenía, así que solo completo una colección–sonrió al ver a su omega muy entretenido con los colores en sus manos. Era todo un cachorrito. –Bien, es hora de decorar tu pastel, omega.
Mientras Taehyung cubría su pastel con betun de diferentes colores y lo decoraba con chispitas y frutas, Jungkook no pudo evitar tomar algunas fotos y videos de su omega luciendo tan bonito y feliz, con las mejillas y manos sucias con betun y colorantes.
Sentía en su pecho una felicidad inexplicable, su lobo aullaba complacido de estar con su omega.
Jungkook se sentía completo cuando estaba con Taehyung.
–Mira, Koo–llamó Tae haciendole salir de su ensoñación–Mira lo que hice.
Jeon se acercó al omega, abrazandolo por la espalda y descansando su mandibula en el delicado hombro.
–Somos tu y yo. El lado verde es por ti y el azul por mi–explicó, señalando el colorido pastel–¿Te gusta?–jugaba nerviosamente con sus manitas al ver que el alfa solo miraba el postre sobre la mesa con una gran sonrisa.
–Es...hermoso, omega–dijo besando la mejilla sonrojada de Tae, sin despegar la mirada del corazón con chispas y brillitos azules y verdes–Eres todo un artista.
–Lo se–solto una risita que hizo acelerarse al corazón de Jungkook.
–Bien, es hora de cenar, amor, luego podremos probar tu bonito pastel.
Acomodaron la mesa y Jungkook sirvió la pasta en los platos, vertió un poco de vino en una copa y en otra jugo de frutos rojos para Taehyung.
Cenaron la deliciosa comida preparada principalmente por el alfa, con musica relajante de fondo y algunas velas dandole un toque intimo a su noche. Entre una agradable charla, Jungkook le comentó que había invitado a Namjoon y Hoseok a pasar la Navidad con ellos mañana, por lo que Taehyung estuvó emocionado de pasar esa fiesta con personas que en realidad apreciaba.
Cuando terminaron su respectivo plato, prosiguieron en ponerle algunas velitas al pastel de Taehyung y con Jungkook tomando muchas fotos a su omega le cantó, mientras soplaba las coloridas velitas con lagrimas en sus ojitos azules.
–Felices 17 años, mi precioso omega–gritó Jungkook abrazandolo fuertemente y besando repetidas veces los rojizos labios–Oh, no llores, amor. Muestrame esa hermosa sonrisa.
Acarició suavemente las humedas mejillas del omega, mientras dejaba un beso en su frente.
–Muchas gracias, por todo, alfa–sollozó, aferrandose al gran cuerpo de Jungkook, quien rapidamente lo sostuvó en sus brazos.
–No es nada, mi amor. No tienes que agradecer–liberó un poco mas de feromonas, marcando a Taehyung con su aroma y acariciando su espalda.
Su alfa aullaba por ver llorar a su omega, quería tranquilizarlo.
Suspiró y dejo un beso en los cabellos castaños –Amor, no sabes lo feliz que me haces, me siento la persona más afortunada desde que te conocí y quiero que sepas todo lo que me haces sentir con solo sonreir– el omega salió de su cuello para mirarlo. Su naricita estaba rojiza al igual que sus mejillas y ojos.–Yo solo...mierda, no se como expresarlo, nunca he sido bueno para expresar lo que siento, pero contigo es diferente, siempre que te veo, yo solo... podría admirarte toda la eternidad y aun así no tendría suficiente, yo te quiero mucho, Tae...carajo, te adoro–dijo sacandó una pequeña cajita de terciopelo color negro de su pantalon.
–Alfa...
Le entregó la cajita y Taehyung la tomó con manos temblorosas–Solo abrela, cariño.
El omega ahogo un jadeo cuando al abrirla, encontró el bonito collar de plata. Rapidamente las lagrimas se volvieron a acumular en sus ojos.
–Se que no es demasiado, pero no encontraba algo lo suficientemente bueno y yo...–se detuvó cuando el omega se lanzó a abrazarlo entre lagrimas y sollozos.
–Me encantó. Te quiero mucho, alfa. Gracias, gracias, gracias.
Jungkook solo lo sostuvó, sintiendo esa calidez y felicidad inexplicables en todo su pecho.
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