–Hey, ¿me estas escuchando?–Jimin agitó su mano frente al rostro del castaño, sacandolo de sus pensamientos.

–Hm, lo siento, Minnie, continua.

–No, Tae, dime ¿qué te sucede?, ultimamente no me prestas atención y te pierdes, ¿en qué tanto piensas?–

–Bueno...

–Si me dices que es por el imbecil de Jungkook te golpeare–le dió una mirada cuestionable, levantando una ceja.

Tae bufó–Es solo que, desde que volvimos no me ha besado.

–¿Cómo?

–Ya sabes, en los labios, siempre es en las mejillas o la frente pero evita besarme en los labios y no se por qué–hizó un puchero bajando la mirada a sus manos.

Y era verdad, Jungkook por algun motivo siempre evitaba besar sus labios cuando estaban muy cerca y Taehyung no sabía la razón, tal vez ya no le gustaban sus labios.

–Dios, Tae, si él no lo hace, hazlo tú.

–Lo intente, pero él solo se alejó–ahora sus ojos estaban cristalizados, ultimamente ha estado muy sensible.

–Entonces, deberías hablar con él, o sedúcelo, ¿hm?–el morocho levanto ambas cejas sujerente.

–¿Seducirlo?

–Si, tu sabes, dale unas miraditas coquetas, muerdete los labios cuando lo mires, yo que se.

–No se hacer eso, Minnie. Tal vez solo ya no le gusta besarme–limpió una pequeña lagrima que resbaló por su mejilla.

–Oh, no digas eso, cariño, estoy seguro de que a ese estupido le encantaria besarte, solo le hace falta un pequeño empujon y yo te ayudare–le guiñó un ojo mostrando una gran sonrisa ansiosa.

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Taehyung ahora se encontraba en el elevador de camino a la oficina de Jeon, sus manos sudaban y temblaban levemente debido a los nervios, su omega brincoteaba ansioso en su interior, quería ver al alfa.

Se miró una ultima vez en el pequeño espejo en su mano y suspiró cuando el elevador se detuvó en su piso.

Salió cuidadosamente, y se encamino a pasos rapidos a la oficina de Jungkook, solto el aire retenido al ver que Karina no se encontraba en su escritorio, así que dió unos suaves toques en la gran puerta de madera negra, que al abrirse, se encontró con la brillante mirada de Jungkook, quien sonrió al verlo.

–Hola, Koo–saludó, mostrando una linda sonrisa.

–Hola, Tae–se hizó a un lado dejando pasar al omega, para despues cerrar la puerta y apretar fuertemente al omega contra su pecho, enterrando su rostro en la fuente de aroma de Taehyung. Sintió a su alfa removerse al sentir el delicioso aroma de su omega–Te extrañé, amor.

–Nos vimos hace dos días, alfa–rió el menor.

–Pero solo te quedaste una hora, y fue para estudiar–lo libero de sus brazos para acariciar sus mejillas y apreciar sus ojos azules, que resaltaban aun más por la mascarilla negra en sus pestañas–Te ves precioso.

El alfa dejó un besito en la punta de su nariz y el omega se sonrojó.

–Gracias, alfa, Jimin creyó que me vería lindo con maquillaje–enredó sus brazos en el cuello del alfa e intentó acercar un poco más su rostro al de Jungkook.

–Hm, y no se equivocó, te ves jodidamente precioso–acarició su mejilla con la punta de su nariz dejando otro beso–¿Ya comiste, amor?

–Almorcé con Jimin en la escuela–respondió mientras jugaba con los rizos del alfa

–¿Y qué se te antoja comer ahora? Pide lo que quieras, enviare a alguien a traerlo–volvió a undir su rostro en el cuello del omega, aspirando todo su aroma.

–No lo se, no tengo hambre, pide lo que quieras, alfa.

El mayor entrecerró los ojos mirandole–Tienes que comer a tus horas, mi amor.

–Lo se, pero ahora no tengo hambre, en serio pide lo que tu quieras.

–Bien, acomodate–lo libero de su fuerte abrazo y tomó el telefono para hacer la llamada a su secretaria, mientras Taehyung se sentaba en la gran silla de cuero.

–Alfa–le llamó Tae, el alfa separó el telefono de su oreja y dirigio la mirada al omega.

–¿Si?

–¿Puedes pedir unas galletas, por favor?–le sonrió tiernamente y Jungkook sintió su corazón derretirse.

–¿De cuales?

–Chispas de chocolate–dijo el omega recostandose en la silla.

–Claro, ¿algo más?–Tae negó y el alfa volvió a la llamada pidiendo las galletas de su omega.

Cuando Jungkook colgó el telefono se acercó de nuevo a el castaño, recargandose en el escritorio con los brazos cruzados sobre su pecho.

–Eres muy bonito, cariño–comentó el alfa riendo al notar el gran sonrojo que cubrió el rostro de su omega.

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Tae masticaba una galleta mientras escuchaba atentamente lo que el alfa explicaba.

Habían comido una ensalada de pollo y malteadas que Jungkook pidio y ahora estaban estudiando algo de física mientras Taehyung comía sus galletas.

–...y así es como obtienes este resultado–apuntó el alfa hacia algun escrito del libro.

–Wow, se veía muy complicado cuando lo explicó la maestra–dijo el omega mientras miraba su galleta.

De prontó recordo lo que Jimin le habia dicho horas atras. No había seguido su plan.

Seducelo con esa mirada, Taehyung, y estoy seguro de que con ese labial no se podra resistir a besarte, se lo que te digo, va a caer como mosca.

–Gracias por ayudarme, alfa–miró a Jungkook detenidamente, tenía que hacer lo que Jimin dijo.

Así que mordió ligeramente su labio inferior mientras su mirada se encontraba con la verdosa del alfa.

–Hm, no es nada, pequeño, siempre que necesites ayuda puedes decirme–notó como Jungkook intercalaba su mirada de sus ojos azules a sus labios rosados.

Tae se acercó un poco más esperando que Jungkook se atreviera a besarlo, pero otra vez se apartó carraspeando. Taehyung sintió una opresión en su pecho, el plan de Jimin no había funcionado.

Una vez más sintió sus ojos cristalizarse y agachó la mirada avergonzado.

No iba a llorar. No aquí.

–¿Estas bien, Tae?–escuchó la voz de Jungkook algo preocupada.

No quería decircelo.

Pero si no lo hacía, en cualquier momento iba a romper a llorar.

–¿Por qué no quieres besarme?

Al parecer la pregunta sorprendió a Jungkook, que lo miró detenidamente por unos segundos.

–¿Qué?

–Olvidalo–dijo con la voz un poco temblorosa.

–No, omega–el alfa tomó sus manos entre las suyas–Mirame, por favor.

Cuando Taehyung levanto su rostro, sus ojos estaban al borde de soltar lagrimas y Jeon sintió como si le estrujaran el corazón.

–No es que no quiera hacerlo, de hecho, muero de ganas por besarte. Solo que, creí que era muy pronto y no me siento con el derecho de hacerlo, ademas de que no quiero faltarte el respeto–limpió una lagrima que resbalaba por el pomulo del castaño–Lamento haberte hecho sentir mal, omega.

–Esta bien, solo, ¿puedes abrazarme?–preguntó timido, y Jungkook sonrio enternecido.

–Claro que si, mi amor–envolvió con cuidado el pequeño cuerpo del omega y lo acomodó a horcajadas sobre su regazo, repartiendo besos por su rostro, eliminando cualquier rastro de lagrimas–Lo siento–susurró dejando un beso en su mejilla.

–No, alfa, esta bien, yo solo no había dejado de pensar en eso y estaba un poco sensible–escondió su rostro sonrojado en el cuello del alfa.

–Pero lo haré si así lo quieres, solo dimelo–acarició la espalda de Tae, abrazandolo fuertemente.

El omega sonrió, salió de su escondite y miró al alfa.

–Quiero que lo hagas ahora–pidió, dandole una mirada de "cachorro" como diría Jimin–Bésame.

Jungkook miró detenidamente sus ojos azules, para despues dirigirse a sus labios, atrapandolos delicadamente entre los suyos, fue como un suave roce, y no pudó evitar soltar un gruñido de satisfacción al por fin probar esos labios rosados que tanto había extrañado. Cuando estuvó a punto de separarse, Tae volvió a besarlo, esta vez profundizandolo un poco más, Jungkook se permitió adentrar su lengua a la cavidad bucal del omega, quien gimió al sentir un suave mordisco en su labio inferior.

–Hm, me encantan tus labios–susurró el alfa sobre su boca cuando se tuvieron que separar por falta de aire.

El omega se sonrojo furiosamente y Jungkook se dejó hipnotizar por su brillante mirada azulada.

–Por cierto, el sabado por la noche habrá una fiesta por el vigecimo aniversario de la empresa, ¿te gustaría ir conmigo?

–No creo que sea lo más conveniente, Koo, todos nos verían.

–Es verdad. Bueno, le diré a Karina que vayas tu también, no podrá negarse y tu tampoco–besó de nuevo sus labios acorazonados y apretó ligeramente su cintura.

Y así continuaron el resto de la tarde, con Taehyung sobre el regazo del alfa, compartiendo besos y sonrisas.

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