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ꕤ「capitulo 35」


Masticó lentamente su sandwich mientras escuchaba las quejas de Jimin y evitaba reirse de su amigo.

Jimin les estaba contando una pequeña pelea que tuvo con Yoongi, por algo estúpido desde el punto de vista de Taehyung.

-No te rias, idiota, esa zorra quería robarme a Yoonie.

-Solo le dijo que su cachorro era lindo, Jimin.

-Y le sonrió, Tae, no lo entiendes, ella estaba coqueteando con mi alfa, en mi cara-explicó exaltado el omega pelinegro. Dándole una mirada incrédula a su amigo cuando volvió a reír.

-Pero Yoongi no tiene la culpa, Minnie. Deberías responder sus llamadas.

-No lo haré aún, me gusta que me ruegue-le guiñó un ojo al castaño quien sólo rodó los ojos con diversión-Bien, pero dime, ¿cómo van las cosas con él imbécil de Jungkook?

Tae no pudo evitar sonreír por la mencion del alfa-De hecho, muy bien, me llama todas las noches para saber sobre mi día, me envía mensajes en sus descansos. Aunque está un poco estresado por las reuniones y actividades de la empresa siempre deja tiempo para mí, es muy lindo.

-Oh, mi pequeño idiota enamorado-se burló Jimin desordenando sus castaños cabellos-Sigo sin superar que perdonaste tan fácilmente al bastardo.

-Ya te lo explique, Minnie, ya no importa lo que pasó. Jungkook estaba muy arrepentido y yo solo lo perdóne. Lo sentí en mi corazón.

-Cariño, eres malditamente bueno, yo lo hubiera mandado a la mierda.

-¿Y si fuera Yoongi?

El moreno entrecerró sus ojos miel-No te metas con mi Yoonie, tonto, él no haría algo así.

Ambos soltaron una pequeña carcajada.

-Esta bien, ¿pero como sabes que no se volverá a comportar como un imbécil?-preguntó Jimin, esta vez mostrandose extrañamente serio.

-No lo se. Yo solo, confío en él.




Taehyung salió apresurado de su última clase, esquivando cuidadosamente a todas las personas que se atravesaban en los pasillos.

Tenía una gran idea.

Pero para llevarla a cabo tenía que apresurarse, hoy Jungkook no iría a recogerlo porque tenía una reunión justo a esa hora, por lo que Tae pensó en llevarle comida a su alfa y conversar un rato en su oficina. Jungkook se notaba cansado siempre que hablaban, se estresaba mucho en su trabajo y eso a Kim le ponía triste, quería que su alfa este bien.

Asi que ahora se encontraba caminando hacia un restaurante, sabia lo mucho que Jungkook amaba las brochetas de cerdo, asi que suponia que su comida favorita lo alegraría un poco.

Al salir del local, subio a un taxi y se sonrojo cuando tuvo que darle la dirección al chofer, era demasiado timido.

Cuando el auto se detuvo frente al ya conocido edificio, le pagó y agradeció al beta. Se adentró rapidamente al edificio y subio al elevador, volteaba hacia todos lados, esperaba no toparse con Karina, el edificio se detuvo y se encogió en su lugar al reconocer al alfa rubio que lo habia acosado hace un par de meses.

Por suerte, el alfa ni lo volteo a ver y bajaron en el mismo piso, Taehyung espero a que el rubio desapareciera de su vista para despues salir cuidadosamente del elevador, no habia nadie cerca por lo que se apresuro a caminar hacia la oficina de Jungkook.

¿Seria prudente entrar así nada mas?

¿Jungkook se enojaría?

A los empleados no les tenian permitido entrar a las oficinas, menos a la de los alfas si son omegas o viseversa.

Se sobresalto cuando escucho el eco de unos pasos acercandose hacia él, así que rapidamente se adentró a la oficina de Jungkook y cerró la puerta procurando no hacer ningun ruido.

Cuando escucho las pisadas a lo lejos, logro soltar un suspiro aliviado, al mismo tiempo que se acercaba al gran escritorio en medio de la habitación, todo estaba pulcramente ordenado y limpio.

Dejó la bolsa con la comida sobre el escritorio y su mochila en el sillón de cuero negro, sentandose en este mientras observaba las paredes con decoraciones simples y de colores neutros.

Pasarón al menos diez minutos cuando de nuevo escuchó diversos pasos y voces en el pasillo, se reincorporó en su lugar cuando vió que la puerta era abierta y se dejaba ver la alta figura de Jungkook. Tae sonrió inmediatamente cuando lo vió, pero cambio a una mueca cuando notó como se veía e alfa, pues su mandibula estaba fuertemente apretada al igual que sus puños, su ceño estaba fruncido y su aroma era fuerte y amargo. Estaba enojado.

Vió como la mirada del alfa se suavisaba al verlo, su cuerpo se relajó notablemente y en su rostro se mostró una sonrisa dejando ver los hoyuelos en sus mejillas.

–Tae–dijo simplemente acercandose a él.

–Hola, Kook– el omega se levantó y casi al instante fue rodeado por los fuertes brazos del alfa, que enterró su rostro en el cuello del omega aspirando su dulce aroma.

Se quedarón así por su largo rato hasta que el alfa se separó un poco para ver el rostro del omega y acariciar su mejilla.

–¿Llevas mucho tiempo esperandome?

–Como diez minutos solamente–dijo mientras rodeaba el cuello del alfa con sus brazos.

–¿Por qué no me avisaste que vendrías? Podía haber ido a recogerte–preguntó sin borrar su gran sonrisa.

–Quería sorprenderte. Te traje brochetas–apuntó hacia el escritorio y el alfa le dió una rapida mirada, notando ahora la bolsa que estaba ahí.

–Oh, mi amor, no tenías que hacerlo. Gracias–dejó un pequeño beso en su pomulo sonrojado–Ven, sentémonos.

Jeon tomó una de las sillas frente al escritorio y la coloco al lado de la suya

—¿Cómo te fue en tu reunión, Koo?

–Jodidamente mal–suspiró cansado mientras se sentaba en la silla e invitaba a Tae a sentarse al lado–El imbecil de mi primo arruinó todo como siempre, deberían despedirlo.

El omega hizo un pequeño puchero, mientras se sentaba en la otra silla, cerca de el alfa.

–Es un completo imbecil–soltó una carcajada sin gracia–¿Cómo estuvó tu día, omega?

Tae simulo el remolino de emociones que sintió cuando el alfa le llamó así–Normal, tengo que estudiar porque los examenes comienzan la proxima semana.

–¿Quiéres que te ayude? Sigo siendo bueno para las Matemáticas–el rizado le guiñó un ojo intentando disimular su nerviosismo.

–Bien–le sonrió calido el omega.

Comierón entre chistes tontos contados por el alfa y risas por parte del omega. Hablando sobre diferentes temas que ni siquiera se dieron cuenta cuando el sol ya se estaba poniendo.

–¿En serio? ¿Solo por que le dijo que su cachorro era lindo?–se carcajeó el alfa.

–Si, Minnie es muy dramatico–terminó por contar el omega soltando unas risitas de por medio.

En algun momento sus ojos se encontrarón, perdiendose en la mirada del otro por un largo tiempo.

–Eres muy hermoso, Taehyung–susurró el alfa, mientras su calido aliento chocaba contra los labios del omega.

El omega tenía tantas ganas de besarlo, y cuando estuvó a punto de hacerlo, el alfa se apartó lentamente simplemente sonriendole. Sintió escalofríos recorer todo su cuerpo y su omega chilló queriendo estar cerca del alfa de nuevo.

–Ya es tarde, debería irme–dijo algo tembloroso recogiendo su mochila y poniendose de pie.

–¿No quieres que te lleve? Tengo tiempo antes de la siguiente reunión–Jungkook también se levantó acercandose a él de nuevo.

–Puedo irme solo.

–Pero esta oscureciendo, de ninguna manera dejare que te vayas solo, Tae–el alfa posó sus manos en las calientes mejillas del omega y las acarició suavemente.

–No te preocupes, Koo, estaré bien–trató de convencerlo con una sonrisa.

–No, amor, te llev-–fue interrumpido por el sonido del telefono de la oficina.

El alfa maldijo entre dientes y se separó del omega para tomar el telefono.

–¿Si?...¿Cómo?...¿Ahora?...Carajo...Bien, voy en un rato–finalizó la llamada con brusquedad y se acerco de nuevo a Taehyung.

–La junta se adelantó, mi padre quiere que vaya ahora–abrazó con delicadeza el cuerpo de Taehyung y lo pegó a él

–Esta bien, alfa, puedo irme por mi cuenta–lo abrazó de vuelta, recargando su mejilla en su fuerte pecho.

–Por favor, avisame cuando llegues a tu casa, ¿si?, llamame o envía un mensaje–dejó un beso en la frente del omega.

–Bien, nos vemos, Koo–dejo un beso en su mejilla y salió cuidadosamente de la oficina caminando directamente hacia el elevador.

Y mientras iba en el taxi, apreciando las brillantes estrellas en el cielo, no podia dejar de pensar en lo que pasó en la oficina del alfa.

¿Por qué Jungkook se habia apartado? ¿Por qué no habra querido besarle?

No lo sabía, pero su omega estaba triste, lloriqueando por el rechazo.



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