Capítulo 6
El vuelo fue más corto de lo que creían y al llegar los recibieron con un gran evento que los dejó perplejos, después los subieron a un auto y cruzaron la capital para dirigirse a unos de los palacios del mandatario, quien personalmente había elegido aquel lugar para que se hospedaran o al menos eso les había dicho el guía que los estaba acompañando.
– Las calles... no hay autos – Jimin miraba sorprendido al haberse acostumbrado al caos del tráfico de Corea del Sur.
– Ni personas – Yon por otro lado tan solo miraba lo que ella consideraba una ciudad triste que parecía estancada en el tiempo, que tan solo lograba volver vividas aquellas pesadillas que creyó superadas.
Al llegar los recibieron dos hombres, uno con gafas que les fue bastante conocido, quien apenas los vio se acercó a darles la bienvenida.
– Es un placer volverlos a ver, no se si me recuerdan, soy Kim Namjoon el consejero de Kim Seokjin, estuve en la última cumbre que bueno... no salió muy bien, pero me alegra verlos aquí – El hombre a su lado a aclaro su garganta para hacerse notar sutilmente – este aquí a mi lado es Min Yoongi, consejero real del Joven Kim quien es el sucesor directo de nuestro amado líder, nos han encargado estar a su cuidado así que no duden en hacernos saber que necesitan.
Hoseok de inmediato se puso en la delantera como jefe del equipo.
– Gracias por su amabilidad, esperamos trabajar muy bien con ustedes.
Les dieron un tour rápido por el amplio lugar para después mostrarles sus habitaciones en donde los dejaron para que se instalarán, pero no pasó mucho para que Jimin llegara a invadir la habitación de Yon.
– Te dije que no Jimin, eres pésimo roomie – La tranquila llegada se había convertido en una batalla campal de almohadas donde Yon intentaba desalojar a Jimin, quien se negaba a estar solo en un habitación.
– Eres malvada, además sabes que puede ser peligroso – Puso su mejor carita de perrito, sabía lo irresistible que podía llegar a ser, por lo que se tenía confianz...
– No y no cambió de opinión – Pero también conocía que cualquier encanto mortal no funcionaria con Yon, así que se dio por vencido y se fue haciendo una pequeña rabieta que tan solo logró sacarle una risa a su compañera.
La joven abogada terminó de desempacar y se dispuso a explorar su habitación la cual consideraba innecesariamente grande y que al igual que todo el lugar parecía atrapado en la era victoriana.
– Debió ser un castillo o algo por el estilo – Salió al balcón para encontrarse con un enorme jardín que parecía convertirse en un laberinto que llevaba a su centro donde culminaba con una cabaña para el té, junto a una fuente que no lograba detallar del todo.
En lo que observaba el paisaje fue sorprendida por una paloma que se posó en la barandilla e hizo contacto visual con ella sin dejar de silbar, de inmediato que detalló que en su pata había una especie de pequeño pergamino envuelto, el cual saco para leer su contenido
Creo que aun te debo una charla
¿Qué tan buena eres con los laberintos?
El primero en llegar gana un deseo del otro ¿Qué dices?
Y para que no creas que hago trampa, mira a tu derecha
Yon enfoco su mirada al balcón que tenía a su diagonal y se encontró con Seokjin saludándola con la mano, en ese momento se acordó de todo lo que tenía por hablar, quería saber cómo seguía su padre, cuando seria la próxima reunión y un montón de asuntos diplomáticos que no paraban de darle vueltas por la cabeza.
Pero antes de poder siquiera organizar sus ideas Seokjin llamó su atención con una cuenta regresiva que al llegar a cero hizo que desapareciera en lo que ella concluyo seria una carrera por llegar a aquella fuente.
– Okay concéntrate – Su espíritu competitivo tan pequeño como el Everest tomó el control logrando que se aprendiera la ruta en 3 segundos, después bajó caminando a una velocidad moderada para no llamar la atención, pero apenas sus pies tocaron el pasto comenzó a correr entre los arbustos llenos de flores que la superaban en altura.
Llegó a la fuente en menos de nada pero solo había lo que parecía una merienda y la soledad que fue interrumpida por la voz de Seokjin quién divertido entre risas pedía ayuda para encontrar el camino.
– Solo mira por encima de los arbustos, no estás tan lejos – Yon sonreía ante la inusual y graciosa situación en la que se encontraban, pero volvió a su cara neutra y pose autoritaria cuando vio que Seokjin por fin había logrado llegar – Buena tarde señor Kim.
Yon hizo una venia pronunciada y se dirigió a la pequeña cabaña decorada con enredaderas y flores.
– Llamame Jin, no hacen falta tanta formalidad, no estamos en una cumbre – Seokjin sirvió el té para después de sentarse frente a ella dando un sorbo lento a su taza sin romper el contacto visual con quien aún no definía si seria amiga o enemiga – Soy un hombre de palabra, así que ¿Cuál es su deseo?
Un breve silencio se hizo presente en lo que el ambiente cambiaba junto con la expresión de ambos, sus caras de póker se hicieron presente.
Por un lado Yon sabía que debía ser cuidadosa con sus palabras, estaba en territorio enemigo en todo los sentidos posibles y su propia vida podía quedar en juego.
Por otro estaba Seokjin quien por su posición en la familia Kim también estaba en una situación difícil en la cual debía hacer aliados y aunque quisiera confiar a ojo cerrado en Yon, simplemente no podía.
– Apoyo e información – La mayor de los Choi se recostó en la silla mostrando un poco de seguridad ante su petición.
– Solo es un deseo, así que... elige – Seokjin imitó sus movimientos con una pequeña sonrisa burlona.
– Apoyo... la información la puedo conseguir yo – Contemplo por unos segundos el rostro de sorpresa de su compañero de té ante su elegante e intrigante respuesta – No me malinterpretes, sabes perfectamente que tenemos el mismo objetivo en mente.
– La reconciliación.
– Exacto, pero también debo proteger a los míos y sabrás que lo único más valioso que el dinero es la información.
– Me causa gran intriga Yon, una abogada reconocida en todo el mundo, con gran conocimiento militar, fría y astuta... dígame ¿Cómo llego a este punto? – La miro fijamente en busca de algún indicio en su expresión, pero tan solo encontró un vacío indescifrable.
– Usted vive, yo sobrevivo... con todo respeto usted nació en cuna de oro, pero aun así es bastante consciente de la realidad social de su país y en el otro extremo estoy yo, que he llegado aquí con las uñas, justo por eso creo que seriamos un gran equipo ¿Qué dice?
Al ver la sonrisa que se instauró en el rostro de Seokjin pudo relajar su cuerpo por un instante.
– Creo que tienes una historia interesante para contar.
– Lo mismo le dije hyung – El sargento Jeon apareció junto al consejero Min – El hijo de la nación Kim organizó una cena mañana en la noche para presentarse.
– Les recomendamos que se preparen porque será un evento bastante formal, si me permite la escoltare a su habitación señorita... – Min se quedó mirándola algo inquieto ante los familiares ojos de la chica.
– Choi Yon – Exclamó la chica con una sonrisa cordial en el rostro.
– ¿Choi? – Min le regaló una de sus típicas miradas afiladas ante la confusión que se instauraba lentamente en su cabeza y al ver que algo planeaba, Seokjin no dudó en intervenir.
– Si Min, C-H-O-I y no te preocupes yo la llevo – El ambiente se vio envuelto en una extraña atmósfera de tensión total donde los hombres parecían tener una discusión por medio de sus miradas misteriosas, dejando por completo de lado a la joven abogada que decidió dar un paso al costado y huir de la incómoda situación.
– Si me disculpan yo me retiro, tengo una reunión y no puedo faltar.
Antes que alguno pudiera reprochar la chica desapareció entre los arbustos dejando a Min en un interrogatorio debido a su comportamiento sospechoso y algo agresivo con la invitada.
– Seokjin por el bien de la familia menor te recomiendo alejarte de ella, los invitados son nuestro asunto así que no te metas – Se retiró sin más dejando mil dudas en el aire.
– Kook...
– Yo me encargo, cuando encuentre algo de información le comento hyung – Seokjin confiaba en las habilidades de Jeon para ir en contra de la familia principal sin salir con una bala en la cabeza, así que no había nadie mejor que lo ayudara en este momento.
Aunque lo que estaban viviendo era algo sin precedentes, ciertas personas habían comenzado a actuar de manera muy extraña y las últimas palabras de Min fue lo único que necesito el mayor para saber que estaban queriendo ocultar algo.
Ya no solo era por Yon.
"Por el bien de la familia menor"
Ahora también era por los suyos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro