1. Mierda
2 de septiembre del 2020
Maldita sea la hora en la que pensé que era buena seguir viendo un capítulo de una serie que estaba bastante viciada, ahora llegaba tarde para una sesión de fotos. Así que me estaba maquillando en el coche de camino al lugar donde sería la sesión.
Lo bueno de todo esto es que por la noche tendría la suerte de ir junto a mi mejor amiga a una fiesta donde varios famosos estaban confirmados, y entre ellos estaba si mal no recordaba mi cantante favorito de cuando era una adolescente que solo se la pasaba en su cuarto escribiendo y escuchando música.
En estos momentos seguía siéndolo, pero la verdad es que ahora era un poco por así decirlo famosa.
El caso es que estaba comenzando en el mundo de la fama y aunque no estaba muy acostumbrada hacia todo lo posible para que no me afectara en ningún sentido, aunque a veces eso era un poco complicado, pero al menos lo intentaba.
Lo bueno de todo esto es que estaba teniendo muchas oportunidades de las cuales siempre estaría muy agradecida.
Al llegar bajé rápidamente del Uber, incluso estuve a punto de besar el suelo. Corrí hacia el edificio para ver a lo lejos a mi manager que me estaba esperando con una expresión seria en el rostro.
—Llegas un poco tarde, ¿lo sabes? —asentí apenada.
—Lo siento mucho —Aurora me regaló una pequeña sonrisa.
—Bueno, no pasa nada. Anda vamos a entrar que hoy tienes bastantes cosas que hacer —asentí de nuevo y las dos entramos al gran edificio para empezar con el trabajo.
En todo el proceso estuve muy cómoda y me hicieron sentir muy a gusto, así que lo agradecía porque no muchas veces tenía algo así y había veces en las que, por culpa de los nervios, sentía que no estaba en condiciones.
Pero la gente del estudio me había hecho sentir muy bien y las fotos habían ido increíble, algo que tanto Aurora como yo estábamos muy felices.
Al terminar salimos del edificio y solté un pequeño grito emocionada, no me había sentido tan bien en una sesión de fotos desde hace tiempo.
Aurora soltó una risa.
—Me alegro de que estés tan feliz —sonreí y la abracé por los hombros mientras caminamos para ir hacia una cafetería. Íbamos a celebrarlo tomando un café, era una muy buena manera de celebrarlo y no aceptaba críticas.
—Es que nunca me gustó que me sacaran fotos, pero esta vez ha sido diferente y me alegra mucho haberme sentido también. Aunque debo reconocer que también es gracias al equipo, porque me hicieron sentir muy cómoda y tuvieron paciencia —ella asintió.
—Bueno, pues estoy muy feliz de oír eso, así que para celebrar yo voy a pagar esos cafés —asentí divertida. Quién era yo para negar un café del Starbucks siendo que eran de mis cafés favoritos.
—Me parece perfecto, además, necesito un café urgentemente. Hoy no pude tomar mi café diario, así que lo haré contigo. Después tendré que volver a casa para trabajar un poco más y luego iré a la fiesta.
—Nunca pensé que te escucharía decir eso. Sé que tú no eres tanto de fiestas, así que me sorprende que vayas a una, pero en parte me alegra porque de esa forma podrás distraerte aunque sea unas horas.
Asentí.
Aunque en estos momentos me estaba arrepintiendo bastante.
—Créeme que yo tampoco pensaba que diría algo así —las dos reímos y disfrutamos de nuestros cafés.
Me miré en el espejo.
Estaba satisfecha por como había quedado. Además, Lia estaba en su habitación arreglándose también, para que pudiéramos irnos de una vez. Tal vez podríamos volver antes o al menos yo quería volver antes, porque seguramente mañana tendría que hacer algunas cosas.
—¿¡Lex estás lista!? —escuché como me gritaba desde su habitación.
Reí bajito ante eso y agarré mi bolso con las cosas importantes que necesitaba.
—¡Sí! —salí de mi habitación para ver como ella hacía lo mismo.
—¡Estamos hermosas! —gritó emocionada.
Reí ante eso y asentí con una gran sonrisa.
—Anda vamos, ¿llamaste al Uber? —ella asintió y dimos un vistazo por todo el apartamento para ver que todo estuviera en orden y salimos de ahí, yo la última para cerrar la puerta con llave.
Ella me esperó en el ascensor y bajamos.
—Va a ser una increíble noche —la miré divertida, ella era más fiestera que yo. Supongo que es por eso que éramos muy amigas, las dos éramos diferentes, pero teníamos algunas cosas en común y por esa misma razón nos complementábamos.
Al llegar a la fiesta vi todo con asombro, ¿así eran las fiestas en el mundo de la fama? Todo tan elegante, la gente disfrutaba y no era como en las típicas fiestas donde ni siquiera podías moverte de tanta gente.
Había muchos sitios libres, y de momento no había visto a nadie perder el control, lo cual agradecía.
—Iré a por unas bebidas —asentí con una pequeña sonrisa. Incluso podía escucharla sin la necesidad de gritar.
Estuve caminando viendo a todos los famosos que había, conocía a varios, pero no a todos.
Incluso vi a algunos pilotos de F1 hablando animadamente en una parte del recinto. No iba a negar que todo esto para mí era algo nuevo, porque jamás en mi vida pensé que tendría la suerte de estar en este mundo y de poder tener la oportunidad de conocer a gente que había sido fan o me había gustado.
Aunque es verdad que tampoco era una persona de muchos lujos, prefería ahorrar si podía y tampoco estaba en la necesidad de hablar con alguno, como si fuera una fan loca. Simplemente, si surgía, pues surgía.
Vi a Lia acercándose a mí con las bebidas y me entregó una a mí.
—¡Ahora a disfrutar! —gritó emocionada y yo asentí con una gran sonrisa.
Me desperté con un dolor de cabeza horrible, ¿qué demonios había pasado? Miré todo mi alrededor y nada se me hacía conocido.
¿¡Qué había pasado!?
Y por si fuera poco estaba sin ropa, ¿dónde estaba mi maldita ropa? Me tapé con la sábana y escuché el agua de la ducha.
Palidecí al instante, ni siquiera entendía nada de lo que había ocurrido.
¿Acaso había tenido algo con alguien? Esto debía ser una broma de mal gusto seguro.
Rápidamente, me levanté para buscar mi ropa que estaba bien doblada en una silla de la habitación, así que con toda la rapidez del mundo me vestí y agarré mis cosas para salir de ahí.
No quería saber quién había detrás de la puerta, porque sabía que moriría de la vergüenza y era algo por lo que no iba a pasar, al menos en este momento.
Pedí el primer taxi que vi pasar y subí para buscar mi teléfono y llamar a Lia. Necesitaba saber donde estaba mi mejor amiga, y necesitaba explicaciones de porque había acabado en una cama de hotel desnuda.
Esto no podía estar pasándome a mí.
¿Qué demonios había pasado anoche para acabar de esta manera?
NOTA DE LA AUTORA
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Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es lvprongs también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia, yo encantada de verlos #itllbeokaywattpad ❤
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