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Chapter two

Sentado en aquella banca, mi mente comenzó a retornar a años pasados. Embarcándome en recuerdos que creí que jamás tendría que volver a recordar, porque me lo había prometido. Pero nada estaba siendo como lo hubiera esperado, las lágrimas seguían descendiendo por mis mejillas, y es que todo era tan extraño, tan confuso, que no podía pensar con la claridad que necesitaba este momento.

La gente a mi alrededor, y los autos pasando frente a mí, eran lo único que me mantenía con los pies en la tierra. Alce mi mano y seque la última lágrima que bajo por mí mejilla con suma lentitud. Mire mis rodillas, estas estaban manchadas de un color verde a causa del césped recién podado; si hace tan solo unas horas me hubieran dicho que Kim Taehyung estaba vivo, sencillamente no les hubiera creído.

—C-como pude ser tan crédulo..

Me incliné hacia adelante y apoye mi cabeza entre mis manos. Entrelazando los dedos en las hebras de cabello, sintiendo la impotencia subir desde la punta de mis pies hasta la coronilla de mi cabeza, quise gritar a los cuatro vientos lo destrozado que me sentía, lo humillado y usado que me hicieron sentir aquellas personas. Se atrevieron a jugar con mis sentimientos.

¿Qué tantos eran los alcances de una persona cuando se proponía algo? Era increíble todas las respuestas que podían existir ante esta cuestión, me inquietaba darme cuenta que la humanidad poco a poco se iba desvaneciendo en la gente.

—¿Cómo no pude intuir que algo malo estaba sucediendo?—deje que las lágrimas bañaran mi rostro una vez más—¿Por qué no pude sentir que tú seguías con vida, Kim Taehyung?—solloce—Las cosas hubieran sido tan diferentes si tu madre nunca me hubiera mentido de esa manera.. si tan solo me hubiera dicho que tú y nuestro hijo habían sobrevivido..

Alce la mirada de un golpe y miré al cielo.

—¿Qué demonios debo hacer ahora?.. ¿Qué debo hacer?—musite con dolor—Tantos años llorándole al cielo, cuando tu vivías plenamente en algún lugar del mundo, criando a nuestro hijo... solo. Odiando y maldiciéndome todos los días por no haber estado contigo cuando más me necesitaste, si tan solo hubiera sabido la verdad antes, ¿Por qué tenían que pasar cinco malditos años? N-no lo entiendo..

Y en ese momento, fue cuando me vi una vez más en ese hospital. Las palabras tan hirientes dichas por esa mujer seguían atormentándome por dentro, carcomiendo a mi pobre ser, inocente e iluso, que se dejó manipular sin medida alguna por el resto. Deshecho creí cada una de las habladurías de esa mujer, me eche la culpa de todo, porque sentí que debía ser de esa manera. Sentía que pude haber hecho más por Taehyung, pero no lo hice.

Mi vida se fue en picada con la ausencia de Kim Taehyung. Las pocas horas que pasé en aquel hospital me cuestione un sin fin de cosas, en todas las cosas que pude haber hecho con tiempo, pero que no hice, en el odio desmedido que esa señora sentía por mi, pero que nunca logré entender a que demonios se debía; La afamada señora Kim había sido lista, y sacó provecho de aquella devastadora situación en donde me hallaba aturdido, sin la fuerza de voluntad como para ir y contradecir cualquier cosa que dijese.

¿Por qué haberme mentido de esa manera? Tan cruelmente, sin importarle el hecho de que aquellas palabras habían martillado sin medida alguna mi corazón. Me destruyeron por completo, y hasta hace unas pocas horas, creí que había superado tal suceso, pero sigue tan fresco en mi memoria como aquel año nuestro.

—Haber ayudado a tu familia hace tantos años, fue el peor de los errores que pude permitirme cometer, Jeon Jungkook.. arruinaste nuestras vidas, nunca debiste conocer a mi hijo, nunca debí permitir que la rebeldía de Taehyung en ese entonces fuera más allá, ahora estaría con nosotros y mi nieto también—aquellas palabras se repetían como eco en mi cabeza, dando vueltas como rollo de película sin parar. Y tal vez ella tenía razón, quizás le hice un mal a Taehyung tratando de hacerlo vivir una vida que a él no le correspondía. Era más claro que el agua que nosotros no éramos iguales, vivimos de manera muy diferente, acostumbrados a otros estatus sociales, pero aún así, con toda mi fuerza, le entregué el mundo entero, porque aquel brillo en sus ojos lo era absolutamente todo para mí, lo valía por sobre todo lo demás. Lamentablemente, todo había sido tan diferente a lo que esperaba para nosotros, el mundo nos quiso separados, y lo consiguió de la manera más dolorosa—Espero que para cuando nos entreguen a mi hijo y a mi nieto, tú ya no estés aquí, nada te amarra a este lugar, así que sigue con tu miserable vida, y haz de cuentas que tú jamás conociste a la familia Kim.

Y así lo intenté hacer todos estos años.
De verdad que si, lo intente, pero no pude olvidarme nunca de esa familia, en mis sueños más profundos siempre estaban presentes, recordándome insistentemente todo lo que había vivido con ellos. Era simplemente imposible olvidarme de ellos y menos ahora que sabía la verdad.

Ay.. la verdad.
Kim Taehyung estaba vivo, y justo ahora era el momento en donde aquella tristeza era opacada por ese sentimiento de añoranza por su persona, de alivio por saber que después de todo estaba vivo junto a nuestro hijo, y de preocupación ante lo que pudiera suceder de ahora en adelante que sabía que estaba con vida.

El me odiaba seguramente.
Y no permitirá por nada del mundo que me acerque tanto a él como a nuestro hijo, lo conocía como a la palma de mi mano. Sabía que si lo buscaba, no me aceptaría.

Y no es como si estuviera en posición de hacerlo en estos momentos. Bufé.

Me incliné hacia atrás, intentando olvidar eso por un momento y saque mi celular del bolsillo delantero de mi pantalón. Este había sonado hace unos cuantos minutos, pero no quise atender inmediatamente.

Doctor Han:
Necesito que vengas, tú madre a tenido una nueva crisis, y la cuenta del hospital está atrasada, sabes lo que debes hacer.

Apague el celular y eche mi cabeza para atrás. ¿Cuánto más podría soportar este día? De todas formas ya había soportado lo suficiente, un poco más no me mataría.

Con desgano me puse de pie, y emprendí marcha hacia el hospital del centro. No me encontraba muy lejos de allí, como tampoco me había alejado demasiado de mi casa. Intenté apurarme, hoy, tenía muchas cosas importantes que atender.

Y no podía aplazarlas más tiempo.

Con algo de prisa subí al segundo piso, para mi mala suerte, hoy el ascensor se encontraba en reparación debido a un corte extenso de luz que hubo hace unos pocos días, un completo caos se formó entonces, tuve que cuidar de mamá esos dos únicos días sin luz. Tome una gran bocanada de aire cuando me hallaba en la segunda planta, mi estado físico no era el mejor en estos momentos, por lo que me canse notoriamente subiendo la escalera.

A lo lejos pude notar la presencia del doctor Han fuera de la habitación de mi madre. Trague saliva, y me dispuse a darle un saludo cordial cuando me halle frente a él. Ambos estrechamos manos.

—Gusto en verlo, señor Jeon. Asumo que vio mi mensaje y por eso está acá—asentí ante su cuestionamiento—Bien, seré breve en esto, pasemos a mi oficina, luego usted podrá ver a su madre, acompáñeme por favor—sin decir palabra alguna seguí al mayor hasta su oficina. No sin antes echarle un vistazo al cuarto de mi madre.

Sentí un escalofrío al verla sentada sobre la cama, con la mirada pérdida en la ventana y su cabello moviéndose al compás de la suave brisa que entraba.

El doctor Han me abrió paso para ingresar a su oficina. Entro detrás de mi y cerró la puerta para eventualmente sentarse al igual que yo. El silencio reinaba dentro.

—¿Qué fue lo que sucedió con mi madre, doctor? Hace un momento acabo de verla muy distraída, y desganada—comenté—Se que tuvo una recaída, ¿Pero de que tipo?.

El doctor suspiro.

—El caso de su madre ha sido uno de los más complejos de resolver, porque aún después de un año de tratamiento, no hemos podido conseguir mayores mejorías—asentí, eso lo sabía—Como ya sabe, hace algunas semanas logramos el primer avance significativo en su proceso, ella comenzaba a mostrarse más aliviada, más animada y su insomnio disminuyó notablemente, pero algo sucedió, de un momento para otro, todo esfuerzo se fue quebrando, hasta llegar al punto en que se revirtió absolutamente todo, Sabemos que la condición de su madre no tiene cura y nuestro propósito aquí es que no se agrave aún más, por lo que lo que intento decirle es que pareciera que no hemos hecho absolutamente nada por su madre..

—N-no entiendo, doctor Han..

—Volvimos a la etapa de inicio, la señora Jeon olvidó todo una vez más. Y los sueños se han acrecentado en dos días..—le mire confundido, ¿Sueños?—El primero fue antes de ayer, tenemos la sospecha de que sean invenciones suyas, uno de los síntomas del Alzheimer es tener delirios.. aunque no descartamos que puedan ser recuerdos reales de su vida pasada ¿Si?.

—¿Qué? Ella debería estar mejor, no retroceder a lo mismo.

—Pues sucedió, y estamos buscando un nuevo tratamiento para proceder de manera correcta con su madre, señor Jeon—eche todo mi cuerpo hacia atrás, mi espalda impactando contra el respaldo, me sentía abrumado, completamente desconcertado y no sabía que significaba realmente el que mi madre no respondiera correctamente al tratamiento al que lleva sometida desde hace un año—Quiero que usted esté al tanto del tratamiento, así que iremos paso a paso con usted al lado de su madre, quizá su presencia sea un factor importante en la recuperación de la señora Jeon—tragué saliva y asentí.

—Todo lo que sea necesario para mi madre, doctor Han. Lo que sea pertinente usted lo procederá con ella, ¿De acuerdo? Ella necesita recuperarse y vivir los últimos años que le queden lúcida y completamente feliz—dije firme, aunque ese sentimiento de tristeza me bañaba.

—Como usted diga, haremos lo posible. Ahora si gusta, puede retirarse a ver a su madre, aunque ingrese con cuidado, puede alterarla involuntariamente—aviso—Un guardia estará fuera de la habitación.. y recuerde, ella no reconoce a nadie..

No respondí nada ante eso, solamente me limité a asentir con mi cabeza y salir de la oficina para ir a ver a mí madre. Tome una bocanada de aire cuando me encontré fuera de su habitación, toque la manilla tan fría y la giré para poder adentrarme.

Tan solo basto que asomara la cabeza para llamar la atención de mi madre. Ella me observo con atención, como si me estuviera analizando minuciosamente.

—¿Quién es usted?.

Escucharla decir esas palabras sin duda alguna habían dolido, pero debía ser fuerte y más paciente que nunca con ella.

Ingrese completamente a la habitación con un nudo en la garganta, aún así le entregué la sonrisa más bonita que pude.

—Soy un amigo, me llamo Jungkook..

Apoye mis manos sobre mis caderas al ver que por fin había terminado con todas y cada una de las maletas que traje para mi estadía aquí en Corea. Procedí a dejar las mías debajo de la cama y las de mi hijo dentro de uno de los compartimentos del clóset. Mire la hora en el reloj digital que había sobre el velador a un lado de mí cama, las once con quince de la noche.

—Debería irme a la cama..

—¿Papá?—rápidamente giré y miré la pequeña silueta que se encontraba en el umbral de la puerta. Mirada somnolienta, y una pequeña manta arrastrándose por el suelo—¿Qué haces despierto papá? Es de noche, muy de noche—ingreso al cuarto.

—Eso debería preguntarte yo, chiquito. ¿Pasa algo? No acostumbras a despertar en la noche—me senté en la cama y espere a que el se acercará. Se sentó sobre mi regazo, apoyando su cabeza en mi pecho—¿Acaso extrañas a tu padre?.

—Pues si, me gusta dormir contigo—musito con vergüenza—Y no logró acostumbrarme a esa cama fría. Nada es como en Suiza, papá, ¿Cuándo vamos a regresar? No puedo entender porque nos fuimos de ese hogar.. me gusta estar allá es muy bonito.

Lo abrace.
Y miré hacia arriba, intentando que un mechón de cabello se corriera de mi rostro, suspire y busqué las palabras más indicadas para explicarle a mi hijo.

—Te gusta estar allá porque es el único lugar que has conocido toda tu vida, hijo. Pasaremos un buen tiempo acá así que necesito que te esfuerces un poquito ¿Si? ¿Acaso no te gusta la casa? Es grande y tiene piscina, ¿Te gustan las piscinas no?—él asintió—Y tu cuarto tiene muchos aviones, de esos que tanto te gustan..

—Yo me esforzaré, por ti papá. Porque acá viven los abuelos y la tía Eloísa, se que los extrañaste mucho, mucho—se levanto y beso mi mejilla—Aunque.. ¿Puedo dormir contigo esta noche? Para acostumbrarme.

Sonreí con diversión.

—Eres un pillo, pero esta bien, ve y acurrúcate en mi cama—bese su mejilla de vuelta y lo deje en libertad—Vengo enseguida, iré a preparar unas cosas al baño, papá necesita una ducha ahora.

Él asintió sin más, y se fue a la cama. Salí de la habitación, dejando la puerta semi cerrada, ya que a Hwan por alguna razón no le gustaba dormir con la puerta toda cerrada; camine hacia la cocina con mis pies descalzos, antes de ir al baño debía comer algo, no había probado bocado desde hace algunas horas, por pasármela pensando todo el día en cosas absurdas.

Saque del refrigerador una caja de jugo, y un trozo de pastel que había comprado Eloísa para mi. Quería darme algo dulce por mi llegada a mi antiguo hogar, hoy.

El timbre de la casa sonó.
Me extrañe que alguien buscase tan tarde, y no esperaba que fuera alguien de la familia porque todos tenían sus llaves.. limpie la punta de mis dedos, manchados por la crema del pastel y camine hacia la puerta para ver de quien se trataba. La verdad de todas las personas que espere ver detrás de esa puerta, en ninguna estaba el rostro de esta persona, sentirme sorprendido y a gusto no era suficiente.

Frente a su rostro se hallaba un hermoso ramo de flores blancas, y esa sonrisa tan coqueta sin dudas la había extrañado.

—Espero no importunar, se que son más de las once de la noche, pero no podía esperarme hasta mañana para ver al fabuloso de Kim Taehyung devuelta en su casa—sonreí con diversión—Son para ti..

Las recibí con gusto.

—Tanto tiempo, Park Jimin, siempre tan considerado, las flores están hermosas..

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