Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Chapter seven

Mis pasos de regreso fueron lentos, tanto, que creía no avanzar absolutamente nada. La música a mi alrededor me aturdía, no dejándome procesar correctamente la charla tan efímera que tuve con Kim Taehyung, era algo que sabia como iba a suceder, y aun así me arriesgue, porque mas allá de haber querido explicarle todo, solo quería escucharlo, nada mas.

Tenerlo cerca.

¿En que estaba pensando realmente?.

Escarbar en el pasado como me había dicho, no resolvería nada, pero si dejaría a mi alma descansar en paz. Esa culpa que cargue por años volviéndose mas liviana.

—Jungkook—una mano se posó en mi pecho. Mire hacia abajo, Jihyo yacía de pie frente a mí con un semblante serio—¿Qué es lo que te sucede? Te he buscando por todo el salón, ¿Te encuentras bien? Estás demasiado disperso querido, ¿Por qué te fuiste a la terraza?—le mire confundido.

—Y-yo.. necesitaba un poco de aire. Creo que estoy indispuesto, hoy tuvimos mucho trabajo y creo que la comida me sentó mal—su reacción fue preocupante, sus manos delgadas y frías envolvieron mi rostro y buscaron algún indicio de mi repentino malestar—No es nada grave, Jihyo, no te preocupes, creo que solo debo regresar a casa, darme una ducha e irme a la cama..—tragué saliva, suspire.

Ella asintió.

—Dame las llaves del auto, le diré a papá que pague la cuenta y nos vamos—me sonrió y acarició mi mejilla antes de irse.

Le miré hasta que llegó a la mesa en donde estábamos sentados los tres. En donde con una sonrisa seguramente le explicaba lo que estaba sucediendo, aquel retiro repentino del restaurante pareció no agradarle mucho al señor Jung, pero de igual manera asintió con una sonrisa sutil.

Metí mis manos a los bolsillos de mi pantalón y gire para mirar hacia otra parte.

Sentí a mi corazón palpitar con lentitud, al ver que aquella sonrisa que había estado tratando de admirar en silencio desde mi mesa, ya no se encontraba más en sus labios. Su semblante apacible como lo conocía, y esa actitud de firmeza frente a los demás, no habían cambiado nada. Me hubiera gustado ver por más tiempo esa sonrisa que no todos tenían la dicha de ver en el afamado, Kim Taehyung. Suspire y giré para caminar en dirección a donde Jihyo estaba, haciéndome señales para que me acercará y así poder irnos pronto.

—Ya se ha pagado la cuenta, querido, podremos irnos en este instante—me dijo cuando llegue a su lado, se acercó a mi lado y tomó mi brazo, aferrándose a él, no hice más que acomodarme a esa acción suya, algo que hacia desde siempre—¿Te sientes un poco mejor ahora, Jungkook?.

—Mejor..—suspire y miré a mis espaldas, Kim Taehyung se dirigía a la salida en compañía de aquel hombre que estuvo a su lado en la cena—Aún así solo quiero una ducha e irme de una vez a la cama.

Ambos comenzamos a caminar cuando el señor Jung se nos unió.

—Jihyo me dice que te sientes mal, muchacho—comentó, mientras guardaba su billetera, alzó su rostro y me sonrió—Pero te veo perfectamente, Jungkook.

—Ahora si, señor Jung.

—¿No quisieras que pasáramos a alguna farmacia en el camino?—esta vez me miro seriamente, esperando una respuesta.

—No es necesario, muchas gracias Señor Jung—dije, dando una sonrisa efímera.

Y no era necesario, porque aquel malestar que sentía en mi, un simple medicamento no me lo quitaría. Era algo muchísimo más complicado de extinguir, y debería lidiar con ello por un tiempo indefinido.

Una vez fuera de aquel restaurante, encontrarnos nuevamente parecía inminente. Le miré e intente buscar su mirada en la mía, pero me evitaba a toda costa, y lo sabía, estar allí le incomodaba.

El señor Jung se les acercó.

—Licenciado, que gusto verlo por estos lados—comentó con agrado el señor Jung. La sonrisa efímera que le había dado Taehyung lejos había sido las más fría que hubiera visto—¿Qué tal la velada?.

Despejo su garganta.

Estuve atento a cada acción que este hacia. Jihyo se acercó aún más a mi, y entrelazo su brazo con el mío, de paso, acariciando la extensión del mismo, mientras sus ojos analizaban a Taehyung.

—Encantadora..—contestó titubeante—¿Celebrando señor Jung?—inquirió. El hombre mayor sonrió y asintió, viéndonos a nosotros dos en el proceso.

—Esta usted en lo correcto, licenciado—comentó—La alianza que hemos forjado en las dos empresas es histórica, merecedora de una celebración, sencilla esta vez, pero celebración al fin y al cabo—carcajeo levemente, Taehyung asentía, el hombre que lo acompañaba estando al margen de la conversación—No podíamos quedarnos de brazos cruzados este día, aunque me hubiera fascinado verlo presente en la reunión que tuvimos, algo nos comentó su hermana esta mañana, ¿No se trata de nada grave?—todos guardamos silencio.

Sin duda, aquella conversación no iba por un buen camino y eso todos lo sabíamos.

—¿Uh?.

—Su hijo, licenciado. La señorita Kim nos dijo que se retiro por una emergencia con su hijo, ¿Esta todo en orden? Sabe que puede contar con nosotros para lo que se-

—Esta bien, no se preocupe. No fue nada por lo cual alarmarse—noté como trago saliva y entrelazo sus dedos entre si—Agradezco esta muestra de preocupación de su parte, señor Jung.

Señor Jung al parecer había notado la incomodidad de Kim, por lo que despejo su garganta llamando su atención.

—No es nada, me alegro que el pequeño esté perfectamente—fue inevitable no agachar la cabeza ante la mención de ese niño, niño que me pertenecía, me afectaba más de lo que esperaba—¿Lo veré en la fiesta de este fin de semana entonces?.

Su mirada cruzó por un momento con la mía. Aportándola inmediatamente.

—Por supuesto, cuente con mi presencia. De todas maneras sería irónico que no fuera si soy el socio capitalista de esto..

Eso logro una sonrisa en el rostro del mayor, Jihyo igual se mostró contenta.

—Estupendo señor Kim—comentó esta vez Jihyo a mi lado—Nos vemos entonces.

Kim tan solo se limitó a asentir.

—Con su permiso, ya es hora de irme—sonrió amablemente, y se despidió del señor Jung agitando su mano—Vamos Jimin..—alcance a escuchar, antes que este se subiera al auto junto a ese chico.

Quedando solo el fantasma de su silueta frente a mis ojos, dejando ese.. vacío, o como se llamara a ese sentimiento que dejó en mi al irse de este lugar. Suspire.

—Un néctar de durazno y un sándwich ave pimiento, por favor—pedí amablemente y entregue el dinero a la señora que se encontraba frente a mí, me sonrió bonito antes de irse y buscar lo que pedí en uno de los estantes a sus espaldas. Los tomo y los dejo frente a mí—Muchas gracias.

—Puede ocupar alguna de las pocas mesas disponibles afuera, señor.

Asentí conforme, y me dirigí hacia fuera.
Una brisa tibia acarició mi rostro, hoy era un día bastante lindo, el firmamento de un celeste y con nubes en toda su extensión. No parecía exactamente que estuviéramos a mitad de un otoño ahora.

Tome asiento, en una mesa pegada a la orilla de la calle, en donde un multitud de autos avanzaba lentamente debido a un taco ocasionado. Mi estómago sonó por el hambre que sentía, por lo que no tardé mucho más es darle el primer bocado a ese sándwich, siempre lo pedía porque era el mejor que había probado en años.

Aquel sabor espectacular estalló dentro de mí boca, alarmando a mis papilas gustativas que se vieron fascinadas por el sabor. O quizá solo porque tenía hambre.

Hoy no había alcanzado a tomar desayuno en casa, por lo que, sencillamente se podía deducir que esta era mi primera comida del día, y recién eran las doce y media de la tarde. Mi horario de almuerzo.

Di un suspiro gustoso, no tarde mucho en terminarme ese pan, el hambre por lo menos había cesado. Mire a los alrededores, apoyando mi espalda en la silla, sintiendo como la brisa tibia me relajaba completamente ese instante. De pronto, un nudo horrible se había formado en mi garganta al ver quienes cruzaban la calle de enfrente ese momento, no dude.

Me puse de pie, dejando mi néctar a la mitad, no importandome las miradas acusatorias de las demás personas cuando salí corriendo de allí, pasando a llevar alguna que otra mesa en el camino.

Mis ojos no perdiendo de vista a esas dos personas, que caminaban con calma por la calle, viendo el interior de las tiendas.

Mi corazón latió fuerte cuando llame.

—¡Señora Kim!

La mujer se detuvo, aún sosteniendo la mano del pequeño, fuertemente. Tome la ventaja de que no se movió y avance para alcanzarla, quedando a pocos metros.

—Dese la vuelta, se lo pido por favor.

Mi voz tembló ante mi petición.

—Sabía que tarde o temprano te ibas a pronunciar en nuestras vidas—dijo, con cierta molestia, giró, el niño a su lado no prestando verdadera atención a lo que pasaba frente a él—No espere que fuera tan pronto, ¿Qué haces aquí? Pensé que te habías ido a Busan la última vez que te vi.

—Y-yo, me fui un tiempo señora, pero tuve que regresar al poco tiempo después.

—Es evidente, Jeon Jungkook. Ve al grano, no tengo deseos de estar frente a ti..

Mis ojos vacilaron.
Mis manos picaron por querer acercarme a ese pequeño, que sostenía un helado en sus manos, sus ojos maravillados con el firmamento sobre nosotros.

—Él es..—la señora Kim rápidamente lo puso detrás de ella—¿P-por que me hace esto? ¿Qué fue lo que le hice para que me odie de esta manera? Déjeme verlo..

—No, y te pediré amablemente que no te vuelvas a aparecer en nuestras vidas, olvídate de Taehyung, de Hwan..—susurró lo último, evitando que el niño cayera en cuenta—No compliques más las cosas muchacho. Por allí escuche que te casaste, ¿Acaso no lograste suplir el lugar de mi hijo con esa mujer?—aquello me había dolido.

Mi labio inferior tembló.
No sabiendo responder a esa pregunta. Pareciéndome desconcertante que actuara de esta manera tan natural cuando años antes me había dicho que ellos habían fallecido. Revirtiendo la situación, haciendo parecer que la culpa de todo era solo mía.

—N-no puede quitarme ese derecho, señora Kim. El niño es mi hijo también, merece saber que soy su padre y que no estuve a su lado por culpa de la mujer que toma su mano, siendo indiferente a este problema.

—No, no lo eres. ¿Acaso se te olvida que nunca estuviste a gusto con su embarazo?—la señora Kim había liberado al niño, permitiendo que se alejara relativamente para poder decirme todo esto, sentí mis ojos aguarse—¿Qué siempre criticaste a Taehyung porque su bebé estaba acabando con su vida lentamente? Admite que deseaste que Taehyung perdiera a ese bebe para poder mantenerlo sanamente con vida, admítelo Jungkook. Eres un maldito egoísta Jeon, siempre siendo tus necesidades mucho más importantes.

—N-no es así..

Mi corazón dolió, mis ojos yendo inmediatamente al niño que miraba con brillitos en sus ojos unos aviones dentro de una tienda, la culpa me carcomió.

—Y-yo solo no quería ver sufrir a Taehyung, no quería perderlo, pero eso no quiere decir que yo no ame a ese niño, al contrario, siempre espere ansioso su llegada, porque es una parte de mi la que volvía a nacer, una parte de Taehyung, usted acabó con mis ilusiones en el instante que me dijo que ellos habían fallecido. Me arruino la vida.

Sentí deseos de llorar. De gritarle en la cara que tenía la culpa de todo mi sufrimiento estos larguísimos cinco años.

—Y-yo deseaba tener esa familia..

—Haberte alejado de mi hijo, fue lo mejor para todos Jeon Jungkook—su sonrisa me descolocó—Olvídate de él, no te sigas martirizando de esta manera muchacho.

—Usted no puede.. n-no puede decidir eso—le recrimine, con lágrimas en los ojos—Usted, me arruino la vida tomándose ese tipo de libertades.. señora Kim.. u-usted..-

—Ya, basta. Taehyung te diría lo mismo, vivir separados era lo que estaba destinado a sucederles, supéralo y trata de ser feliz al lado de tu pobre esposa, que no tiene la culpa de tus traumas, merece ser amada.

—N-no me haga esto.. señora Kim.

—¿Abuela? ¿Podemos ver más de cerca esos aviones en la tienda?—mi corazón dolió al escuchar la voz suave del niño. Por un momento me vi a mi mismo en él, era tan fascinante para mí, una mezcla perfecta entre Taehyung y yo, maravilloso.

El niño había girado a observarnos, de pronto sus ojitos brillando al verme. Con la duda y confusión palpable en ellos, sus mejillas se tiñeron de un lindo carmesí al notar que no dejaba de mirarle, triste.

—En un momento, Hwan—el rostro de la señora Kim regreso a verme—Te iras y no volverás a cruzarte en nuestro camino. Es una advertencia Jeon Jungkook, para la próxima será mucho más desagradable para todos nosotros, ¿Entendiste? No querrás que tu hijo sufra por esta verdad.

Guarde silencio.

—En algún momento volveré a encontrarme con Taehyung, y le diré toda la verdad—dije sin titubeos—Le diré que la culpa por no haber dejado que nosotros estuviésemos juntos es de usted, usted me aparto de su lado de la forma más vil, Taehyung me odia, y cree que nunca me importó por su culpa, el dolor que siento en mi pecho cada mañana no se lo deseo ni a usted, señora Kim—la mujer me quedo observando.

No hubo respuesta.
Tan solo se giró y tomó la mano del pequeño para poder ingresar a la tienda que había a unos metros. Dejándome allí, con un sin fin de emociones que aún se mantienen encarceladas dentro de mí.

Con un sin fin de cosas más que no pude decir. Sentía mi pecho apretado, creía que la respiración pasaba lentamente, sentí que poco a poco me sumía en un estado catastrófico de pánico, de ansiedad. Las lágrimas no tardando en salir cuando ellos habían desaparecido de mi vista; y pude haberlos seguido e insistido a la señora Kim, pero siquiera haber hecho esto, me había consumido demasiado.





Capítulo corto <3

¿Les va gustado?

Opiniones acá,
que sean buenas o lloro :'(

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro