Chapter five
Deje mis zapatos en la entrada, me sentía abrumado de tantas cuentas que tuve que sacar después de la reunión, había sido un trabajo completamente exhaustivo, pero de eso tenia que ganarme la vida. Solté un suspiro gustoso al sentir el suelo conectar con la planta de mis pies, fue relajante.
Jihyo me siguió el paso hasta el sofá.
—¿Te pasa algo, Jihyo? Te fuiste todo el camino en silencio—comenté—No es propio de ti ser tan silenciosa, ¿Paso algo antes de que me presentará en la sala?.
—Siento que arruine el buen lazo que formamos con los empresarios Kim—dijo desanimada, aquello había captado mi atención. Por lo que me reincorpore mejor en el sofá y me incliné en su dirección.
—¿Qué quieres decir, Jihyo? ¿Qué fue lo que hiciste antes que llegáramos?—inquirí con demasiado interés, ella guardo un momento silencio, apretó sus labios entre si—No te quedes callada, por favor Jihyo.
—Bueno, digamos que le hice una pregunta un tanto fuera de lugar al señor Kim Taehyung—escuchar su nombre atacó de sobremanera a mi corazón—..sobre donde estaría la madre de aquel niño que llegó con él ayer en ese avión privado, o directamente inquirir quien era ese niño..
—Jihyo..—dije en tono de regaño.
—¡Te juro que no fue mi intención incomodarlo!—expresó—Y me disculpe por eso, pero aún así creo que se ausento después en la reunión por mi culpa, quizá no quiso participar para no verme a mi..
—No debiste hacer eso, ¿Qué se te pasó por la cabeza para llegar a tal bajeza?—le reclame, no contento con su intromisión—¿Creíste que seria buena idea indagar en cosas que ni a ti ni a nadie le conciernen?.
Me vio relativamente sorprendida.
—Te dije que no fue intencional, solo lo pregunte sin más, no se me pasó por la cabeza que hacerlo sería incomodarlo a él, después de todo, no creí que fuera un tema delicado hablar de eso, hoy en día son muchísimos los padres separados, hasta creo que se puso de moda hacerlo, Jungkook..—mi sorpresa ante tal comentario fue más que evidente—No te enfades tanto, estuviste ahí, el acuerdo fue todo un éxito, y eso es lo importante..
—Es que no es lo más importante, Jihyo—reproche—¿Te imaginas como se pudo sentir cuando le preguntaste algo así? Hay límites, Jihyo, límites—le recalque—Tú no sabes como pueda llegar a ser ese señor.. lo más probable es que se haya ido por tus comentarios fuera de lugar, Jihyo..
Me inquiete.
—¿Y tú si lo sabes Jungkook? Parece importarte más a ti que a mi lo que pueda haber pensado ese empresario, querido—comentó con cierto aire de molestia—Te has enfadado conmigo, y lo entiendo, se lo reservado que eres, y que nunca te ha gustado mi excesiva curiosidad ante todo, pero me pareciera que te estás poniendo de lugar de alguien a quien no conoces todavía, Jeon Jungkook, ¿O me equivoco?—sus ojos de pronto brillaron de más. Y la incógnita entre sus cejas se acrecentó.
—Si, me pongo en el lugar de ese hombre—admití y pareció sorprenderle a Jihyo mi respuesta—Porque a mi tampoco me gustaría que gente desconocida se meta en mis asuntos privados, ni indague en temas que no les conciernen, es molesto. S-si él se separo o no, de la madre de ese niño, no tiene porque importarle a nadie, y espero que eso te quede claro, Jihyo, no lo vuelvas a hacer, la gente hablara mal..
—Se que fue completamente inadecuado mi comportamiento ante ese señor, cielo, pero pedí disculpas, y tan solo me queda esperar que nada haya empeorado con esto, por lo menos su hermana actuó completamente normal con nosotros, solo falta saber como actuará él, la próxima vez que nos tengamos que ver a la cara..
–Espero y este error tuyo, no nos cueste el proyecto en el que tu padre ha estado trabajando todo el último año, Jihyo—dije con un nudo en el estómago. La posible reacción de él, rondando en mi cabeza, quizá entendía entonces el porque de su actitud hace algunas horas, en el baño.
—¿Qué dices?. Todo esta arreglado.
—Bien fácil puede cancelarlo todo, Jihyo. Después de todo, es nuestro socio capitalista—exprese con exasperación—Tú padre no te lo perdonaría si llega a pasar.
Y así, como una de tantas tardes, después de que nuestros horarios coincidían, y por diversos motivos terminábamos molestos por una fresca discusión, cada uno se iba por su lado hasta llegar la hora de cenar.
—¿A donde vas, Jeon Jungkook?—indagó con cierto tono molesto. Se había cruzado de brazos—¿Vas a dejarme sola, ahora? Sigo sin entender tu molestia, no es algo que debería irritarte, querido, no permitas que un problema como este nos dañe.. ni siquiera te involucra directamente a ti..
Me detuve unos segundos.
—Sacaré a Bam a dar un paseo, es su hora—dije sin más—Te veo más tarde, Jihyo.
Me detuve, mire hacia el cielo, nubes negras comenzaban a dispersarse por el firmamento. Noté que Bam jadeaba, sabía que estaba cansado, por lo que con una botella de agua que había traído conmigo, intente darle de la misma, calmando así su incesante sed por la larga caminata que habíamos tenido. Sonreí cuando le vi muchísimo más cómodo y más repuesto.
—¿Crees que ya es hora de regresar, compañero?—inquirí. Bam ladeo su rostro y me observo unos segundos antes de lamer mi mano—Sabes, quisiera ir a una parte antes de regresar a casa, ¿Tus pies podrás aguantar unos kilómetros más?.
Un ladrido se escucho de su parte.
—sonreí—Te lo voy a compensar, Bam.
Volví a ponerme de pie, y caminamos en la misma dirección que habíamos seguido hasta el momento desde que salimos. De pronto una ventisca helada apareció a nuestro alrededor, debía tardar lo menos posible si no quería mojarme con la lluvia que posiblemente habría en un rato más.
Las calles estaban casi vacías y podía suponer porque. Aquél pesar en mi pecho me acompañaba a diario desde ayer por la tarde, antes de que siguiera aferrado a una verdad que no fue más que una farsa. Mi caminata por la ciudad fue lenta, pausada, de vez en cuando me detenía a ver fuera de las tiendas que habían a lo largo de toda la calle. Carteles con niños felices, familias dichosas disfrutando ese hermoso ambiente mutuamente, era algo que verlo me provocó un sentimiento de añoranza por algo que quise tener pero que nunca he tenido al fin y al cabo. Solté un suspiro resignado, quizás no era para mí, y debía vivir con ese enorme vacío.
Más allá me detuve en un semáforo. Y permití que un sin fin de ideas se colaran en mi cabeza, absorbiéndome por dentro, y es que de pronto sentí que todo en mi se nublaba, impidiendo que avanzará en el camino, quedando en medio de la gente que se movía de una dirección a la otra.
Tragué saliva cuando alce la mirada y juré verlo de pie en la calle de enfrente. Inerte, con su mirada impasible puesta sobre mi, y con una actitud muy diferente a la que poseía la primera vez que nos vimos esta mañana, tan seguro de si mismo, y no con esa guerra que demostró batallar frente a mis ojos, para huir inmediatamente de allí hace unas horas. Camine en línea recta, ansioso, mi corazón latiendo a mil en ese momento, mi garganta seca, viéndome en la obligación de tragar a cada segundo, ya estaba a tan solo pocos metros de él, pero cuando pude alcanzarlo, o creer que lo hice, sentí un fuerte tirón en mi mano.
Parpadee varias veces, desorbitado.
Bam tiraba de su correa, mire a mi alrededor, y entonces entendí que pasaba.
Todo no había sido más que una invención de mi mente, nadie estaba allí en frente, y lo único real era que por poco pongo mi vida en riesgo al cruzar así, mi querido Bam no había hecho más que salvarme la vida antes de hundirme más en aquella visión cruel que me embargó.
¿Hasta cuando me mantendrás en esta situación tan difícil, Kim Taehyung?.
Una vez que el semáforo volvió a cambiar de color, camine con seguridad hasta la otra calle, en donde a lo lejos ya podía divisar el lugar al que planeaba llegar con dudas plasmadas en mi cabeza. ¿A quién estaría yendo a ver realmente a ese sitio?.
¿A quién le había entregado mis más afectuosas palabras todos estos años? ¿A quién le estuve pidiendo perdón con un dolor inmenso en mi corazón?. Sentí otra vez ese nudo en mi garganta, me detuve frente a un gran portón metálico, y espere a que alguien prontamente apareciera.
—Señor Jeon.
Alce la mirada, sonreí relativamente a la persona que había llegado hasta mi.
—Buenas tardes, señora Bae.
—Adelante, puedo cuidar de su mascota en lo que usted hace la visita. Estamos por cerrar el cementerio, le pido de favor que no se tarde demasiado, señor Jeon.
Negué.
—Descuide, seré breve. Sólo.. que nadie se entere que estuve aquí, ¿Esta bien?.
—He sido una tumba los últimos cinco años, señor, mi silencio no será una preocupación para usted, relájese—asentí, no sintiendo dudas al respecto, ya que la señora Bae me había demostrado lo fiel que era, y que podía confiar en ella. Aún cuando ella no sabía exactamente a quién iba a visitar a menudo anteriormente.
Sin decir nada más, ingrese al recinto, y deje a Bam a cargo de la señora Bae por unos pocos minutos. Apresure el paso, más que nada porque se encontraba muy alejado del ojo público, y porque no quería estar mucho más tiempo del estimado en este lugar, y menos ahora que la persona que me importaba, disfrutaba la vida y no se encontraba encadenado a estar aquí como lo había pensado los últimos años.
Tenía suerte, muy poca era la gente que transitaba por este lugar a estas horas.
Disminuí la velocidad cuando me halle ya frente a aquella cripta familiar. Suspire, y observe con detenimiento todo lo que se encontraba frente a mí, ahora entendía muchas más cosas que antes no lograba dimensionar. Como por ejemplo, el porque del descuido tan notorio del mausoleo, y la ausencia de flores como era lo común.
Cripta, "Familia Kim".
Kim Taehyung (1995-2018)
Kim Hwan (2018).
Acaricie con ternura y añoranza las letras enmarcadas en la madera, mi familia..
Deje caer mi mano, con desgano.
Todo porque en realidad no había nadie allí, y hacer todo eso, sería absurdo de hacer para quienes sabían la verdad. Hoy sería la última vez en venir a este lugar.
—¿Salir? ¿Esta noche?.
Giré en la cocina y decidí regresar a mi habitación. Mis pies descalzos resonaban cuidadosamente sobre las cerámicas.
—Si, si no te molesta por supuesto.
Acomode mejor el celular en mi oído.
Guarde silencio, mientras pasaba mi dedo pulgar por mis labios, y me detenía fuera del cuarto de mi hijo, sonreí al ver que dormía plácidamente como hace media hora. Me enterneció ver como se aferraba a un peluche de león entre sus brazos.
—Creo que sería maravilloso compartir mis últimas horas libres con una grata compañía..—sonreí ante su comentario—Como la tuya, Kim Taehyung. ¿Te paso a buscar a las ocho para cenar entonces?.
—Jimin, es que..-
—Acepta mi invitación, la pasaremos bien ¿Ok?—sonaba completamente ansioso.
—sonreí—De acuerdo, comenzaré a alistarme entonces, son las siete y media—vi mi reloj—Te veo aquí, Park Jimin.
—Au revoir, Kim Taehyung—canturreo feliz. Colgué la llamada, mi humor había mejorado considerablemente esta tarde.
—¿Vas a salir? ¿A esta hora?.
Di un pequeño saltito.
—¿Ahora escuchas conversaciones ajenas, madre?—le discutí, enarco una ceja—Saldré, pero solo será un momento, me han invitado a cenar y no pude negarme. Así que, te pido como favor que cuides de mi hijo en lo que no estoy, se lo pediría a Eloísa pero no la he visto en casa hace horas, no se donde se pueda encontrar.
—No tienes porque pedírmelo como favor, lo hago con gusto, es mi nieto. Siempre tendré tiempo para él, si es necesario—se cruzó de brazos mientras pasaba un chaleco sobre sus hombros, asentí—¿Pasa algo?—preguntó debido a la forma en la que yo le estaba mirando, de seguro.
—¿Por qué pareces molesta, aún así?.
—ella negó mientras sonreía sutilmente—No es nada, solo que me sorprende que para cenas innecesarias tengas tiempo, pero para una reunión de negocios tengas asuntos más importantes que atender..
Suspire.
—Mamá por favor no empieces. Soy un adulto, ya no soy un niño al que puedas controlar a cada instante, ¿Me entiendes?—camine hacia mi cuarto, seguido de mamá a mis espaldas—Y esta no es una cena innecesaria, como la llamas tú, Park Jimin es un gran amigo, y el único con el que he sentido que en verdad le ha alegrado mi retorno a Corea del Sur, lo menos que puedo hacer para agradecerle su buena voluntad conmigo es aceptando la cena que me propuso para..—mire mi reloj nuevamente—Dentro de veinte minutos, así que te pido, amablemente que dejes mi cuarto porque voy tarde.. aún tengo que ducharme y preparar la ropa que usaré.
—¿Así que se trata de Park Jimin?. Hace mucho tiempo que no lo veo, me gustaría saludarlo cuando venga por ti, si no te molesta por supuesto, hijo..—comentó.
—Te lo haré saber, madre—dije y nada más. Terminando con la conversación allí.
Sin decir nada más también, ella dejo la habitación y regreso por donde vino. Solté un largo suspiro, y decidí que no perdería más mi tiempo, busqué en mi clóset una toalla para ducharme y me metí al baño.
La ducha no duró más de diez minutos, pero si me había servido para botar todo ese estrés acumulado durante el día. Me sentía más liviano y con muchísimas más ganas de salir que hace unos cuantos minutos, salir con Jimin me ayudaría a despejarme y olvidarme de todo un poco.
De todo lo que viví hoy, específicamente.
Camine por mi habitación, y le di unas cuantas miradas a la ropa que había escogido para esta velada. Sería algo muy sencillo, pero no tan común como para ir a algún parque por la tarde, sonreí ante mi elección, hace mucho no ocupaba aquel abrigo gris, y que decir de esa bufanda a cuadros, traían tantos recuerdos consigo.
Me vestí, y eventualmente busque en algunos de mis cajones el secador de pelo. Salir con el cabello húmedo a esta hora sería completamente perjudicial para mi salud, y resfriar ahora no estaba en mis planes sinceramente. Debía estar bien.
Mi celular sonó efímeramente.
Me incliné levemente hacía la cama, y lo tomé entre mis manos. Me había llegado un mensaje, y sonreí ante el remitente.
"Park Jimin:
Voy en camino, no me hagas esperar 👀"
"Tranquilo, que ya estoy listo 😹"
Apague la pantalla, y lo volví a lanzar a la cama. En pocos minutos mi cabello ya se encontraba totalmente seco. Le di uno que otro retoque, y me detuve un instante al creer que no era mucho lo que podía lograr con ese cabello tan rebelde que tenía. En algún momento debía cortarlo.
Me di una última mirada en el espejo, y salí del cuarto finalmente. A paso lento, me dirigí hacia la sala de estar, y espere el mensaje de Park Jimin para abrir la puerta cuando llegase y salude a mi madre.
—¿Papá?—me reincorpore sobre el sofá y miré hacia mis espaldas. Mi corazón se apretujo al ver a Hwan recién levantado, abrazando a ese peluche, escena más adorable que mi hijo recién despierto no existía—¿Vas a salir papá? Te escuche..
Le hice señal a que se acercará.
—¿Escuchar que, hijo?.
Lo tomé entre mis brazos y lo senté en mi regazo, sus pies descalzos quedaron moviéndose lentamente en el aire.
—En la ducha, el agua caía y yo escuché..—murmuró mientras pasaba sus manos sobre sus ojos, somnoliento—¿Por qué vas a salir? Otra vez, hace frío—comentó.
—Si, hace frío. Pero debo atender una cita, chiquito—le dije lo más sencillo posible—Papá saldrá unas horas y volverá antes que te vayas a dormir, ¿De acuerdo?, sabes que tu tope, es a las diez y media, aunque eso solo será un par de días hasta que te acostumbres al horario de aquí..
Acaricie su cabello azabache, mientras él asentía lentamente. Aún tenía sueño.
—¿Cita? ¿Tienes un pretendiente, papá?.
—¿Tú que sabes de pretendientes, Hwan?—indague con una pizca de diversión.
—Escuche a la tía Eloísa decir esa palabra, pretendiente..—murmuró—No entiendo..
—Y tampoco te esfuerces en entender, hijo. Habrá tiempo de sobra que entender cuando seas mayor, por el momento no es algo primordial ¿Esta bien?—él asintió.
Eventualmente se acomodo mejor entre mis brazos y apoyo su cabeza sobre mi pecho. Sentí a mi alma regocijarse de un amor inmenso, puro, y el más adorable.
—¿Quieres que te lleve a la cama, Hwan?—él negó mientras cerraba sus ojitos.
—Quiero ver con quién vas a salir—nuevamente había logrado sorprenderme—¿Es alguien que conozco, papá?.
—Son poquísimas las personas que conoces aquí, Hwan. Pero esta persona si te conoce, desde que tenías un mes de vida—dije, recordando la primera vez que Park Jimin se presentó en el hospital. Con ese semblante de absoluto asombro, sin poder creer en verdad que aquel niño tan pequeño que cargaba en mis brazos, era parte de mi, más específicamente, que creció dentro de mí y no de una mujer como era lo usual en esta sociedad.
También recordaba todo el apoyo que me dio el poco tiempo que estuve en Corea antes de tomar la decisión de irme fuera.
El timbre de la casa sonó.
Sabía quién era, amague a dejar a Hwan sobre el sofá, pero se negó tiernamente. Por lo que tuve que ponerme de pie, con el aferrado a mi cuerpo, como un koala.
Abrí la puerta, y sonreí ante lo que vi.
—¿Se te hará costumbre traerme flores? ¿Qué intentas lograr, Park Jimin?—reí.
—Nada..—dijo de manera coqueta—Sabes que me gusta ser atento, es todo—me las entrego, las recibí amablemente—Espero que te hayan gustado, y veo que tienes a una criaturita maravillosa en tus brazos..
Comento con emoción.
—Las flores están divinas, gracias—le hice pasar y cerré la puerta, deje las flores en un jarro que encontré vacío para luego echarles un poco de agua—Y si, despertó hace unos minutos, no quiso volver a la cama, Hwan, él es el señor Park Jimin..
—Hola señor Park Jimin..—murmuró Hwan.
—Es encantador, Taehyung. Muy lindo—comentó Jimin, con un brillo en sus ojos—Aún recuerdo la primera vez que lo vi—dijo—Te felicito, estás criando a un niño muy dulce y con muy buenos modales, si.
Sentí mis mejillas arder levemente.
—Gracias..—dije—Si no te molesta, iré por mi madre, dijo que quería saludarte antes de que nos fuéramos—Jimin asintió sin más y me dio una sonrisa. Deje a Hwan en sobre uno de los sofás, y fui en busca de mi madre, que eventualmente no fue del todo necesario ya que ya se encontraba llegando junto a nosotros, con una sonrisa sutil dirigida a mi acompañante—Mamá..
—Escuche que llego Park Jimin..—Jimin se reincorporó ya que se había puesto a interactuar con mi hijo, y dio una leve reverencia—Tanto tiempo querido, fueron años los que te desapareciste por acá..
—Un gusto volver a verla, señora Kim—dijo cortésmente—Fueron años si, pero creí que no sería apropiado seguir viniendo si Taehyung ya no se encontraba viviendo aquí, discúlpeme si creyó que dejaron de importarme, usted me trató muy bien..
—Eres un muchacho encantador, me fascina que Taehyung pueda tener amistades como la tuya en su círculo social—expreso ella, sus brazos se entrelazaron entre sí, no dejando de ver a Jimin—Dime con quien andas, y te diré quien eres.. ¿No?—me mantuve al margen de la situación, ella y Jimin rieron un poco.
—Eso dicen..—carcajeo, y luego miro su reloj—Creo que ya es momento de irnos Taehyung, la reservación la hice para las ocho y veinte, debemos llegar a tiempo.
—Claro, por supuesto. Hijo, te quedarás con la abuela en lo que llegó, ¿Esta bien?—él asintió y se acomodo en el sofá—Puedes pedirle que te ponga una película en tu cuarto si quieres, estarás cómodo..
—Sólo llega temprano, papá—musito, asentí y bese su frente antes de acariciar sus cabellos tan suaves y ondulados.
—Cualquier cosa puedes llamarme, mamá—dije tomando mi celular y mi billetera para dejarlas dentro de mí abrigo—Adiós.
—Que les vaya bien.
—Gracias señora Kim, fue lindo verla otra vez—comentó Jimin felizmente.
—Espero que no te vuelvas a desaparecer en nuestras vidas, muchacho.
—Por mi, eso nunca pasará—le di una mirada a él, y le sonreí sutilmente—Vamos Taehyung, nos divertiremos mucho hoy.
—Vamos.
Ambos salimos de la casa, y caminamos hasta la acera para poder subir al auto de Jimin. Amablemente se apresuró en abrir la puerta de copiloto por mi para entrar, eventualmente dio la vuelta a paso rápido y subió a su asiento, encendió el motor y nos pusimos en marcha a la brevedad.
—Elegí un restaurante que sé que no nos darán problemas—comentó de pronto—Se que aún están pendiente de ti algunos periodistas, y no quisiera que de manera sorpresiva se aparezcan por allá, y arruinen nuestra salida, para que no te preocupes y puedas dejar de lado esa mascarilla que tomaste antes de salir.
—Oh, que considerado de tu parte, Jimin—sonreí poquito—Gracias, la verdad odio ver a los periodistas vueltos locos porque les de una exclusiva sobre mi vida en Suiza y quién es la supuesta madre de Hwan..
Él sonrió, comprendiendo todo.
—Si supieran que no existe una madre..—comentó sin más en un suspire, imite su acción—Y tan solo.. eres tú y Hwan.
—Sería EL escándalo, Jimin—enfatice, exasperándome con sólo pensar que algo así sucediera en verdad—Si se llegan a enterar que un hombre a traído al mundo a un bebé, con sólo decirlo ya parece una tontería ¿No lo crees?—no comentó nada.
Guardo silencio unos minutos.
—Debo admitir que cuando supe, me sorprendió bastante la noticia, pero como soy.. digamos, de mente abierta, el hecho de que tú, mi querido Kim Taehyung, hayas sido capaz de traer al mundo a un niño, no fue un tema para mi, como te dije hace poco, siempre habrá gente que verá esto como un acto poco menos absurdo, y habrá otra que sabrá aceptar sin problema todo esto..—suspiro—Es cosa de ser precavidos con todo lo que digas, y a las personas que decidas compartirle esto.
Asentí lentamente.
—Eso es cierto. Y Lamentablemente nadie nos prepara para tolerar a esas personas que no hacen más que meterse en la vida ajena—dije resignado—Igual, no es como si le dijera a cualquiera que di a luz a un niño, tan solo lo sabe mi familia, tú y.. por supuesto, el doctor que me atendió ese día.
—Entonces no tienes de que preocuparte—sonrió cálidamente—Tu vida se mantendrá tal y como esta, ahora, lo único de lo que debes preocuparte, es disfrutar cada segundo de esta cena, te aseguro que yo lo haré, Taehyung..—giró a verme por un momento, para regresar su vista a la ruta—Me aseguraré que la pases muy bien.
—Eres un gran amigo, Park Jimin.
—Y tú eres una excelente persona, y también un amigo fenomenal..—titubeó—Mereces que todos sean buenos contigo..
Una lástima que aquello no fuera así..
Helloooo <3
¿Qué tal les pareció?
Aquí una foto de referencia
sobre como Taehyung
se alistó para la cena <3
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