Chapter eleven
—Señora Jeon, por favor tiene que abrigarse, afuera esta helado y si se llega a resfriar no me permitirán sacarla una vez más del hospital hasta que sea verano—dije pacientemente. Aunque de eso ya me estaba quedando poco, casi había olvidado lo que era tratar a mi madre en este estado, me había acostumbrado fácilmente a su buen comportamiento.
Cuando las cosas aún estaban bien.
—Siempre me ha gustado el frío..—comenzó diciendo, con la mirada puesta en el jardín un poco más allá, en donde enfermeras y pacientes se paseaban de un lado a otro acompañados—Es una de mis épocas favoritas, ¿Usted lo sabía?.
Cruce miradas con Jihyo ese momento.
—Un día como hoy, frío y nublado, nació mi pequeño niño, mi angelito—sonrió apenas, y fue cuando todo a mi alrededor se paralizó ¿Qué significaba todo esto?—Fue un niño tan pequeño, pero se que era muy fuerte..—su sonrisa poco a poco fue decayendo—Pero algo pasó, algo pasó y ahora no se donde está. ¿Ustedes saben?.
Jihyo se acercó hasta mí y tocó mi brazo.
—Iré por el doctor, quédense aquí.
No supe que responderle en ese instante.
—Mamá- señora Jeon—llamé, aun con la sorpresa palpable en cada palabra. Ella se giró a verme, con sus ojos los cuales recordaba brillantes hace unos minutos, ahora carentes del mismo, tan opacos como el firmamento en el exterior—Mire y observe bien, dígame si recuerda algo..
Y quizá tener esperanzas ahora era mucho pedir para tan pocos días de tratamiento.
Pero debía intentarlo.
Ella mantuvo silencio un instante, que para mí fue el más largo de toda la vida.
—Mireme bien..—posicione mis manos en sus hombros con delicadeza, sin ánimos de alterarla o presionarla. Intente sonreírle —Dígame, ¿A quién está viendo?.
Parecía desconcertada.
—El frío afuera me hizo recordar al hijo que alguna vez tuve ¿Sabe?—murmuró—Pero solo se eso, que tuve un hijo y ya ¿Qué debería hacer al respecto, señor?—y ahora él desconcertado era yo, no supe como dirigirme a ella luego de eso—Me siento como un punto en medio de un inmenso universo, perdido y sin saber que hacer o a donde ir ¿Por qué es así, señor?.
—Quédese tranquila, vamos a sentarnos—dije, la tome con cuidado de su antebrazo y la guíe hasta uno de los sofás más allá, a un lado de recepción—Hablemos de su hijo, cuénteme como era, a que edad lo tuvo, ¿Puede recordar esos detalles?.
Negó, lentamente.
Entrelazo sus dedos y se encogió.
—¿Donde estamos?—y supe allí, que no podría forzarla más a recordar algo que estaba fuera de sus manos. Solté un suspiro y le miré con adoración, el ardor en mi nariz extendiéndose hasta mis ojos.
Y eventualmente, casi al segundos después, Jihyo apareció con el doctor de cabecera de mi madre. Semblante serio, más bien, preocupado, se acercó a mi madre y le tendió una mano para ayudarla a ponerse de pie, me quedé en silencio.
Su mirada se desvío al jardín fuera.
—Temo que vamos a posponer la salida, señor Jeon—comentó el doctor—Le haremos una resonancia magnética para poder evaluar mejor su cerebro y ver por donde debemos comenzar a aliviar esta afección ¿Bien? No podemos seguir el patrón anterior porque no nos dio los resultados esperados. Tiene la opción de quedarse y esperar los resultados o irse y le envió un informe a su correo con todos los detalles. Usted decide, señor Jeon.
Parpadee varias veces.
Mire a Jihyo por un momento, ella me entrego una sonrisa y apoyo sus manos en mi brazo, abrazándose a el.
—Esperare.
—Perfecto, puede seguirme entonces—dijo, luego su atención centrándose meramente en mi madre. Quien aún no despegaba sus ojos del afuera, en donde finas gotas caían, y entonces caí en cuenta, una sonrisa casi invisible se bordó en los labios delgados de mi madre.
—Vivir en un día nublado, es lo más cercano que tengo a sentir como era tener a mi hijo..—murmuró. Su rostro luego de eso virando a las cerámicas del suelo, estas reflejando la luz de los focos en el techo. Nadie acotó nada, nadie se atrevió a hacer algún comentario al respecto, y sólo nos dirigimos en silencio a donde el doctor nos había indicado anteriormente.
—Tu café va a enfriarse—aviso Jihyo. Alce la mirada y le sonreí por unos segundos, tome el vaso y lo dirigí hasta mí boca. El sabor amargo raspandome la garganta.
—Le falta azúcar—musite. Me incliné un poco y tome uno de los sobres que uno de los meseros había dejado esparcidos por la mesa y lo verti en el café, este llegando a su punto de dulzor perfecto para mi—Podrías adelantarte, para ganar tiempo.
—No será necesario, papá pospuso la reunión de hoy para mañana—comentó mientras la daba un bocado a su pastel de chocolate—Él se iba a encargar de ordenar algunos papeles para no perder el día, uno de los empresarios extranjeros tuvo un problema con la red, me acaba de decir—dijo señalando su celular. Para luego cruzarse de brazos mientras me observaba con detención—¿Quisieras hacer otra cosa? Será como un día libre para nosotros, kook.
Mire la pantalla de mi celular, esta yacía encendida a causa de una notificación.
—¿Qué te gustaría a tí? No se me ocurren muchas cosas. Creí que iríamos a trabajar luego de que la salida con mi madre se cancelara—suspire, encogiendome de hombros—Lo que decidas estará bien..
Desbloquee la pantalla y entre al nuevo mensaje entrante. Y no podía negarme a mi mismo que me sentí levemente desilusionado al ver que no era de la persona que había estado esperando por días. Despeje mi garganta y vi el mensaje.
Min Yoongi:
¿Tienes tiempo hoy? Mi último paciente no vendrá, podemos tomar algo. [15:30]
—¿Te molesta si mejor salgo con unas amigas?—alce la mirada, aún sosteniendo el celular con mis dos manos—Podemos quedar a cenar juntos para acompañarnos si deseas—me sonrió calidamente.
—Esta bien, diviértete—le sonreí de vuelta—Yo también saldré con un amigo, me invito a tomar algo y no lo rechazare, no nos vemos desde hace algunas semanas.
Ella solo asintió.
—Llegare para la cena..—dijo y se coloco de pie mientras dejaba un poco de dinero sobre la mesa. Parte de lo que ella había comido, posiblemente—Ten, para que pagues mi café y el trozo de pastel, te veo más tarde, querido—posó una de sus delgadas manos en mi mentón y lo alzó para que la mirase al rostro, no tomándole demasiado tiempo para acercar sus labios a los míos. Un beso efímero pero suave y nada más—Cuídate mucho, ¿Si?.
—Igual tú, Jihyo..—le sonreí poquito.
Tomo sus cosas, y se fue.
Deje caer mis hombros y me recosté una vez más sobre la silla, dejando salir todo el aire retenido en mis pulmones. Regrese por mi celular y encendí la pantalla, mis dedos moviéndose de memoria por los chats en la pantalla, llegando a su destino.
Aun seguían sin ser leídos.
¿Será que se habrá arrepentido?.
De cualquier manera era una decisión que debía respetar. No tenía derecho a forzar nada más allá de lo que él me permitiera.
Me termine el café, y llame a uno de los meseros que andaba por allí para pedir la cuenta y así poder retirarme del local. No tarde más de cinco minutos y el aire frío ya me estaba envolviendo por completo, el cielo despejado no dando indicios de lluvia al menos. Mis hombros temblaron en un instante, saqué el celular de donde lo había dejado al momento de salir a la calle y entre al chat que tenia con Yoongi.
Min Yoongi:
¿Te parece si nos juntamos en el centro? Cerca de la empresa del señor Jung ¿Si?.
En medio hora puedo estar allí.
Salí del chat y apague la pantalla.
Alce la mirada al cielo y suspire, al menos tendría un poco de distracción entre tanta tensión en la que me vi obligado a tolerar.
Sonreí al verlo llegar.
Con mis manos en los bolsillos de mi abrigo, acorte los pocos metros que nos faltaban para estar cerca y permití que me abrazara por unos cuantos segundos, que fueron sin duda bastante reconfortantes.
—Jeon Jungkook, pensé que no te vería jamás después de esa salida—bromeó. Dio dos palmadas suavemente en mi hombro, alejándose de mi para verme a la cara—¿Estas bien? Esta cara me recuerda a la primera vez que nos conocimos ¿No?.
—Si te contará Hyung—dije, soltando una risa con desgano—Quisiera tomarme unas largas vacaciones, y olvidarme de todos..
Quizá así alivianaria este pesar en mi corazón. Que no me dejaba vivir en paz.
—Quizás te leí la mente entonces, te invite a tomar algo justo cuando parece que sientes que todo el mundo se te viene encima ¿No es así?—comentó. Mientras caminábamos lentamente por las calles—Me haría sentir muy bien ayudarte, Kook. Pero lamentablemente como somos amigos ahora, no puedo atenderte y ya, los códigos de mi carrera no me permiten ayudar a gente de mi círculo cercano..
Asentí.
—Lo sé, no tienes que preocuparte—dije sin más—Salir contigo bastará para que me sienta un poco mejor, me hacia falta ver otra cara además de las de siempre..
—¿Has estado bien con Jihyo?—indagó. Le miré por un instante antes de la regresar la mirada a la calle que transitaba, asentí—Me alegro por ti entonces, Jungkook. Pero aún así siento, que sigues desanimado, sabes que puedo escucharte todo el tiempo que quieras, no tengo problema en absoluto.
Sonreí bonito.
—Hoy fui a ver a mi madre, las cosas no han estado mejorando con ella, a vuelto a su estado inicial—eso llamó la atención de mi amigo—Sabemos que tiene alzheimer, pero esta vez ha vuelto con algún tipo de alucinaciones que no la dejan dormir..
—¿Alucinaciones dices? ¿Por qué?.
—No termino de entender realmente. Ella dice que se trata de una mujer, que le dice cosas que ella no entiende, no dimensiona realmente con que fin dicha mujer le dice tantas cosas—tome una bocanada de aire—Aún no nos ha dicho que cosas son, su memoria no es la mejor en estos tiempos, y es entendible, escuchamos lo que tenía que decirnos sin forzarla a más por ahora.
—Y es lo correcto, no seria lo más apropiado presionarla justo ahora. Hará que ella solo se sienta más perdida.
—Claro.
—Estas alucinaciones, ¿Fueron de pronto? ¿Existe la posibilidad de que algo haya detonado eso?—ambos nos detuvimos al decir eso—¿Puede ser, Jungkook? Quizá vio algo, que causó que ella más que alucinar puede que por ese efímero momento haya recordado algo de lo que fue su vida antes de vivir con dicha enfermedad ¿No es así?.
—¿Tú crees? Sería extraño porque no ha visto a nadie más que a nosotros y a su doctor..—dije pensativo—No ha salido más allá de su habitación a excepción de este día, pero cuando me comento de esos sueños, había sido unos días antes, por lo que no sabría que podría haberlo detonado.
—Son muchas las posibilidades, puedes conversarlo con su doctor de cabecera si gustas y así te sacas la duda—dijo con un poco más de ánimo en sus palabras—Eso puede ayudar bastante a su bienestar.
Asentí.
—Por supuesto que sí. Pensaré en decírselo a su doctor—dije, con mis manos dentro de mi abrigo, aún—Pero bueno, no estamos aquí para hablar más de mis problemas, así que dime. ¿Ya has pensado a donde vamos a ir, Hyung? Mira que tengo todo el día.
Él sonrió.
Descruzando sus brazos para dejarlos caer a cada lado de su cuerpo.
—Hay un bar aquí a la vuelta, podemos ir allí si quieres—dijo—Aunque sabemos que es demasiado temprano para beber, se que lo necesitas, bueno, ambos lo necesitamos—dijo.
Ambos reímos.
—Me conoces bastante.
Agaché la mirada.
Lo que fueron solo unos segundos, para que luego, todo a mi alrededor quedara en segundo plano cuando escuche esa voz en la otra calle. Fue rápido, parecía que llevaba prisa, pero aún así se le veía de bien humor, sonriendo de una manera que nunca vi desde la última vez que lo vi.
—¿Pasa algo?.
Yoongi se detuvo a mi lado.
Mirando en varias direcciones, buscando lo que tanto me había llamado la atención.
Y ahí estaba él.
Afirmandose de un poste de luz mientras amarraban los cordones de sus zapatos. Luciendo un uniforme impecable, venía de la escuela lo más probable, sentí un leve apretón en mi pecho ante la escena, el ardor de mi nariz inevitablemente yendo a mis ojos, lo que no paso en alto para mi amigo. Giré el rostro y le miré a los ojos.
—Jungkook..
—Allá..—dije tomando una pausa—Alguna vez tuve relación con ellos, no es nada. Me sorprendió solamente verlos por acá—mantuve la compostura, esperando que mi mejor amigo no se haya percatado de nada—Podemos irnos Hyung—no se movió.
—¿Quieres ir?—inquirió mi amigo—No tendría problema en acompañarte y desviarnos del camino por unos minutos.
—No te molestes, Hyung. No creo que sea apropiado acercarme, por el momento no—tragué saliva—Se que no entiendes mucho, mi actitud ahora no es la más clara que digamos, pero en algún momento seré lo más transparente posible contigo, Hyung.
Él me entrego una sonrisa reconfortante.
—Kook, el que seamos amigos, no quiere decir que estas en la obligación de decirme todo ¿De acuerdo? Respeto tu silencio por sobre todas las cosas. Sin presiones ¿No?.
Suspire, mirando hacia abajo.
—Gracias Hyung.
Intente reponerme una vez más, ellos ya no estando allí para cuando regrese la mirada hacia la otra calle. Le sonreí a mi amigo y este imitó mis acciones, paso su brazo por sobre mis hombros y ambos retomamos el paso, a unos pocos metros del bar que había indicado Min Yoongi.
—Trata de despejarte ahora ¿Si?—asentí—Me aseguraré de que regreses a casa con un excelente ánimo, es mi deber como tu Hyung—alzó su mano libre y desordeno un poco mi cabello, sacándome una risa—Lo que te esté atormentando, no puede ser más fuerte que tú, ¿Lo recuerdas, Kook?.
—Si..—asentí, escuchando con atención—Lo tengo siempre en cuenta, Hyung.
Deje caer mis hombros.
—Ok, vamos por ese trago.
—Bien, te compre un helado y pasamos al parque..—me agaché a su altura—Ya es momento de regresar a casa, chiquito..
Alce una mano y llevé un mechón de su cabello detrás de su oreja.
—Y muy a mi pesar, vamos a tener que cortar un poco este cabello—le sonreí, al ver que me escuchaba con atención, viéndome con esos ojitos redondos y adorables—La directora ya me comentó al respecto, no cumple con las normas, amor.
—Pero a mi me gusta así..—murmuró.
—Si, a mi también. Pero son protocolos de la escuela, aunque no afecte en absoluto, debemos hacer las cosas bien ¿Ok?—me coloque de pie y tome su mano antes de comenzar a avanzar nuevamente por la calle—Mañana después de la escuela lo haremos, y podremos comprar otra cosa para que comas ¿Si?—él alzó la vista y me sonrió, guarde silencio luego de eso—Aún no me has dicho como te fue hoy, hijo.
—Uh, bien. Hice muchas actividades y los niños y profesores me acogieron muy bien—dijo, con su vista al frente, sentí mi corazón sentirse cálido ante sus palabras.
—Que bien, ¿Hiciste amigos?.
Negó, mientras mordía su labio inferior.
—Bueno, es tu primer día apenas, aún te queda bastante tiempo para que puedas congeniar con algunos niños—le alente—Recuerdo que también me costó hacer amigos, me costó pero lo logré al final..
—Y aún recuerdo tu cara de enfado al no conseguir compañeros de grupo, Kim Taehyung—me giré rápidamente ante la voz a mis espaldas, sería una atenuación decir que no me sorprendió ver de cerca a la persona, sosteniendo la mano de un niño a su costado, su sonrisa fue bonita.
Me alegro bastante.
Me giré completamente y le sonreí de vuelta, tan resplandeciente como la suya.
—Kim Seokjin—dije entre risas, emocionado como un niño pequeño—Que coincidencia encontrarte por acá, ¿Cuántos han sido los años que no veía ese rostro tan molesto?—me acerque, hasta que ambos quedamos a pocos metros uno del otro—Estas igual..
—Lo mismo digo—acercó su mano y palmeo amigablemente mi hombro—Ha pasado un largo tiempo ¿No? ¿Unos diez años tal vez? No recuerdo. Vi las noticias hace algunos días, has dado de que hablar Kim Taehyung—ambos reímos a gusto—Después de todo obtuviste la atención que deseabas cuando eras niño, Taehyungiee.
Bufé.
Ocasionando una carcajada en el otro.
—Nunca quise atención..—comenté.
—Nunca quisiste pero era algo que nunca pudiste evitar..—siguió sonriendo—Ni yo pude evitarlo, me hice tu amigo aún cuando parecía que odiabas a todo el mundo.
—No los odiaba, no digas eso—me acerque a una de las bancas de madera que habían a unos metros, indicándole a Seokjin que tomara asiento junto a mi, lo que no tardo en hacer, tomando en sus brazos al chiquito del cual aún no sabía su identidad—No sabes lo feliz que me hace verte.
—Lo mismo digo—volvió a repetir con ese humor tan característico en él—Fuiste un amigo intachable, me dolió no verte más cuando terminamos la escuela—le miré confundido—Te busqué después de la graduación..—dijo obviando, suponiendo que quizá estaba enterado de ello—¿Tus padres no te dijeron nada? Al parecer no..
—Quiero suponer que lo olvidaron..—dije algo incomodo por ese malentendido.
—Lo único que me dijeron es que apenas volvieras a casa te darían el recado, espere pero nunca obtuve respuesta de tí—le mire con atención—No estabas viviendo allí en ese entonces, o eso me dieron a entender tus padres cuando pedí razón de ti.
Y entonces recordé.
Efectivamente no estaba viviendo allí, porque luego de la graduación, tomé la decisión de ir a vivir a un modesto departamento junto a él, no muy lejos de la universidad a la que iría en unos pocos meses en ese entonces, fue un deseo que cumplí aún cuando mis padres se negaron completamente. Privandome de su apoyo y cualquier aporte monetario, del cual afortunadamente nunca quise ni necesite.
Aún y así, no me arrepentía.
—Y quise creer que estabas cumpliendo la promesa de la que alguna vez me hablaste..—le mire desconcertado, con un leve rubor en mis mejillas—Aunque nunca me quisiste decir quien era el o la desafortunada..—golpeó levemente mi hombro, ambos soltamos una carcajada.
—Estabas en lo correcto, Seokjin—agaché la mirada por un momento, antes de mirar a mi hijo, que no hacía más que admirar el paisaje a su alrededor—Lo que viví con esa persona duro muchos años después, lo que creí que sería para siempre..—reí ante ese pensamiento tan inocente—Pero termino de un momento a otro que no tuve tiempo de asimilarlo, me tomo muchísimo tiempo.
—¿Fue duro no?..
—Más de lo que hubiera querido, pero lo soporte—dije firme—De amor nadie se muere, todo el mundo debería saberlo..
—Eso suena muy tú, ¿Lo sabías? Sigues siendo tan firme y serio como cuando apenas teníamos quince años—su mirada se desvío al niño que tenía a mi lado—Y asumo, otra vez, que este pequeño es tuyo, ¿Verdad? Se parece mucho a ti..
Sonreí pequeño.
—Si, puede ser..—dije orgulloso—Y yo asumo que él es tu pequeño ¿Verdad?.
—¿No ves el parecido? Es igual de maravilloso que el padre, es evidente—reí indudablemente ante su comentario.
—No pierdes el sentido del humor ¿No? Es bueno que sigas siendo así..—dije pensativo, desviando la mirada a mi hijo, tomándolo de la cintura para acercarlo un poco más a donde estaban los demás—Lo correcto sería presentarlos formalmente ¿No crees, Hwan? Hay que ser educados. Seokjin, él es Kim Hwan, chiquito, él es Kim Seokjin, un viejo compañero y amigo de la escuela—Seokjin se inclinó poco y tomó la mano de mi hijo con delicadeza.
—Es un placer, Hwan—dijo con una cálida sonrisa sellada—Me alegra mucho poder conocer al hijo de uno de mis mejores amigos, espero que nos llevemos bien..
Hwan solo se limitó a asentir.
—Bueno, Taehyung él es Kim Iseul, Iseul, él es Kim Taehyung, un viejo amigo de papá, él cual me alegro volver a ver—dijo—Ahora, podrías estrechar tu mano con la de Hwan para que puedan presentarse.
Y así lo hicieron, en silencio.
—A ambos nos alegra poder conocerte, Iseul—sonreí poquito—Espero que de aquí en adelante sea permanente..
Seokjin asintió.
—Para eso, necesito que me des tu número, y claro, la dirección de tu casa, si es que no sigues viviendo en la de tus padres, no pretendo que algo más se interfiera en nuestra amistad ¿Ok? Nunca debimos dejar de vernos, Taehyungiee—golpeé levemente su hombro ante el viejo apodo otorgado.
—Ya basta de llamarme así—reímos.
Y lo mismo creía yo.
*La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurológico progresivo que hace que el cerebro se encoja (atrofia) y que las neuronas cerebrales mueran. La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia, un deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente.
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