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Chapter cero

Ocho meses atrás, ambos nos encontrábamos sentados frente a la mirada impasible del doctor que se me había asignado debido a la seriedad del caso. Para todos había sido una sorpresa, y de las más desconcertantes que había recibido en mi vida. El ambiente era tenso, recordaba como mis manos sudaban y mis piernas no dejaban de moverse por la preocupación, él, tomaba mi mano y de vez en cuando trataba de entregarme una sonrisa, aún cuando ambos sabíamos que por dentro era un manojo de nervios.

Algo no andaba bien.

Y es que ninguno había estado preparado para algo así. Jamás.

—Aquí tengo los resultados de los exámenes que le tomamos hace unas horas, señor Kim—comenzó hablando el doctor—Como usted nos ha indicado, se ha procedido con suma cautela, y tan solo yo he visto los resultados. Nadie en este hospital sabe que usted está aquí, así que no tiene nada de que preocuparse—abrió una carpeta, mientras daba un suspiro—Con respecto a lo que nos concierne, sus exámenes de sangre han salido bien, el scanner que le hemos hecho a la cabeza no ha arrojado ninguna anormalidad, y-

—Perdón que lo interrumpa, doctor. Pero necesito que vaya al grano, ¿Por qué me he sentido tan mal estas últimas cuatro semanas? Es como si algo estuviera absorbiendo toda mi energía vital sin medición—él, apretó mi mano bajo la mesa, sabía que intentaba calmarme los nervios, pero resultó inútil—Usted dice que los exámenes están bien, ¿Entonces?..

—Ah..—suspiro otra vez—En todos los años que llevo ejerciendo mi carrera, nunca me he topado con un caso como este, así que es por eso que estoy tratando de explicarle paso a paso, desde un principio, ¿Entiende, señor Kim?—asentí—Es un caso delicado, y debemos ser precavidos si ustedes quieren llevarlo a termino, señores—ambos lo miramos con la interrogante incrustada entre ceja y ceja. Él pareció entender sus palabras y no tardo en demostrarlo.

—¿Llevar a termino que cosa?—esta vez fue Jungkook quién preguntó. Podía sentir sus inminentes nervios en su voz.

—El embarazo del señor Kim, señor Jeon—en medio de aquel shock, el doctor giro la carpeta y nos dejó a plena vista cada uno de los detalles de lo que estaba pasando—Desde ya deben saber que es algo muy riesgoso, como es común, el cuerpo masculino no está preparado para acoger un bebé en su interior. El feto comenzará a adherirse a otras partes del cuerpo, lo que ocasionará que la salud del padre con el tiempo se vaya deteriorando hasta el día del parto—tome los papeles entre mis manos temblantes, Jeon Jungkook aún se mantenía sumido en esa desesperación interna con la se debatía incesantemente.

Hace unos minutos ya había dejado de tomar mi mano tiernamente.

—No puede ser posible, doctor.

—Lo es—respondí rápidamente a su duda—Esto dice que tengo 3 semanas de gestación, si es real, Jungkook, un bebé está creciendo dentro de mí. Mira, estos papeles nos están mostrando la verdad.

Deje los papeles de lado, dejando que mi perturbado novio mirase también. Pase mis manos por mi rostro, exasperado, no tomándome completamente enserió lo que mis ojos habían leído en esas hojas.

—¿Qué es M-preg, doctor?—preguntó Jeon Jungkook titubeante.

—Así es como se le denomina a los embarazos masculinos, señor—explicó con simpleza el mayor—Es un síndrome que se desarrolla en uno de cada diez hombres en todo el continente asiático. Son casos muy particulares que no se presentan en todas las personas..

—¿Qué quiere decir? ¿Qué mi pareja es afortunado de ser parte de ese 10% con este síndrome, doctor?—Jungkook parecía enfadado, le mire extrañado, con una mano suavemente toque su rodilla.

—Jungkook..—musite, viéndole serio.

—No digo que sea afortunado, señor Jeon, estos embarazos desde el día uno son de alto riesgo, y dificultan el día a día de quien este cargando con el bebé—el mayor se inclinó levemente y tomo la carpeta entre nuestras manos—Por ética debo ser sincero con ustedes, existen posibilidades de que si siguen con este embarazo, el bebé, usted, o ambos puedan fallecer en el parto..—fallecer..aquello había causado un vacío efímero en mi pecho—No siempre sucede, pero es una posibilidad señores, ¿Aún así desean seguir con el embarazo? Aún es tiempo de interrumpirlo si así lo quieren ambos..

—Doctor hag-

—¿Podemos hablar un momento afuera, Jungkook?—el susodicho se giró a verme, y sin más asintió dudoso. Se puso de pie primero que yo y salió del cuarto sin más
—Discúlpenos doctor, volvemos enseguida—dije sonriendo apenas, y el nombrado solo asintió sin más.

—Adelante, tómense su tiempo.

Di las gracias y salí del cuarto. Jeon Jungkook me esperaba de brazos cruzados afuera, su rostro se giró hacia mi apenas salí. Su mirada era una mezcla extraña de enfado, pena y preocupación.

—No me mires así, Taehyung..—pidió en una suplica, su ceño se frunció con suma tristeza—¿Has escuchado lo que dijo ese doctor? No voy a ceder a que ese bebé te termine por apartar de mi lado, lo más racional que debes hacer es abortarlo, el doctor lo dijo, el cuerpo masculino nunca ha estado, ni estará preparado para recibir un embarazo..—su voz se fue quebrando con cada palabra que daba—Taehyung por lo que más quieras, no permitas esto, no esta bien. Sabes que no es algo sano..

Un dolor se incrustó en mi pecho.

—Es a nuestro hijo a quien quieres que aborte, Jungkook.. ¿De verdad quieres que lo haga? Pensé que por un momento me apoyarías en todo esto, que me ayudarías a encontrar una solución justa, sin que nos dañe a nosotros, prefieres el camino más fácil, ¿Acaso crees que es sencillo llegar y abortar, Jungkook? Acabo de enterarme que estoy esperando un bebé, cuando ni siquiera sabia que esto podía ser posible..

Un nudo apareció en mi garganta.

—Sólo no quiero que te pase nada, Taehyung—comentó, con su mirada en el suelo—Y perdón si fui muy duro, solo estoy algo asustado, jamás en la vida llegue a imaginar que algo así nos pasaría—me acerque y toque su antebrazo—La noticia me pillo mal parado, y reaccione pésimamente, tan solo pensar en la idea de que puedas morir a causa de este embarazo se me congela la sangre..

—Sólo es una posibilidad, nada es certero, Jungkook—dije, acaricie su mejilla con delicadeza, mis ojos llenándose de lágrimas—Existe la posibilidad de que podamos ser felices con nuestro hijo, de verlo crecer, de amarlo con todas nuestras fuerzas, es posible que sobrevivamos los dos. No pienso perder esa oportunidad abortando a este bebé, Jungkook, y quiero que tú estés a mi lado en este camino..

Una lágrima descendió por su mejillas.

—No puedo hacer esto sin ti..

Una sonrisa triste se bordó en sus labios.

—Y yo tampoco sería capaz de abandonarte a tu suerte con un bebé en tu vientre, Taehyung. Te amo demasiado como para ser capaz de hacerlo, tan solo no puedo—se acercó, acortando la poca distancia que nos separaba y beso mis labios, tan lentamente, que sentí que mi cuerpo se elevaba por los aires—No puedo dejarte, Taehyung, te amo mucho.. tanto, como amaré a ese niño nuestro..

—¿Me juras que tu decisión nunca va a cambiar? ¿Independientemente de cómo sean las cosas en un futuro?—la duda vacilo en sus ojos y por un momento sentí que lo perdía todo, pero no sucedió. O por lo menos no en ese momento exacto.

—Lo juro, Kim Taehyung, lo juro—tomo mis manos y beso los nudillos de estas.

En mi estómago volaron las mariposas, creí que no podría ser más feliz, aún con todas las posibilidades de muerte que habían, sentía que esto, era el comienzo de algo maravilloso, simplemente. Lo que no sabia era que dicha felicidad, no sería por siempre, aquel comienzo de lo que creí que sería encantador, había sido nada más que el comienzo de una vida plagada de dudas, de impotencia, de momentos en los que me sentiría completamente solo.

Ocho meses después, lucia un vientre bastante grande, unas lindas ojeras a causa de mis noches en vela por los dolores, y unos maravillosos pies gordos.

Había sido bastante complicado llegar hasta donde estaba. Los meses se me habían hecho eternos, y cada día era peor que el anterior, lo que hacía mas tediosa la situación, era que cada control, era más desalentador que el otro, mi estado de salud era cada vez más deplorable, pero lo valía, valía la pena resistir, porque mi bebé crecía fuerte y sano en mi vientre.

Resistí los ocho meses que fueron, por amor. Porque amaba incondicionalmente a esa criatura maravillosa en mi interior.

Ahora, me encontraba sentado frente al doctor que he visto todos estos meses. Con su mirada impasible sobre nosotros, me entregaba la ecografía de este control.

—No deberías sonreír así cuando el bebé te está maltratando de esta manera, Kim Taehyung—pronunció mi pareja a un lado de mí. Cruzado de brazos, con la mirada puesta en el escritorio del doctor—Presta atención a lo que te dice el doctor, Tae.

—Su pareja tiene razón, señor Kim. Necesito que preste atención a lo que le estoy diciendo, ya que estamos en las últimas semanas para que comience con su labor de parto—asentí, dando un suspiro lento, deje la ecografía de lado—Y su salud cada día empeora más, esta bajo en peso y antes de ayer vino por un largo desmayo repentino, sus defensas están bajas, y sigue haciendo esfuerzos cuando desde el primer mes debería haber dejado todo de lado para prevenir cualquier tipo de problema, gracias a dios nada malo a pasado y espero que todo siga bien dentro de lo que cabe—seguí asintiendo.

—Doctor, ¿Ya hay fecha para el parto?—me atreví a preguntarle, con ansias.

—Esta programado para el veinticuatro de octubre, señor Kim—mi corazón comenzó a latir rápidamente al escuchar una fecha para conocer a mi hijo, porque si, era un niño—Y este último mes, es primordial hacer las cosas bien, su salud no es la mejor en estos momentos, y sabe que las posibilidades de muerte son aún más altas que hace unos meses, señor Kim..

Un nudo se formó en mi garganta.

—Lo sé—musite—Se que puedo morir en el parto, lo tengo perfectamente claro.

—Y aún así no haces nada para evitar aunque sea un poco ese fatal desenlace, Taehyung—comentó con voz dolida mi pareja, quien no me había hablado casi nada en todo el camino hasta acá—Sigues con tu vida como si no supieras que cada esfuerzo que haces, por más mínimo que sea, te quita completamente la poca energía que consigues a la hora de dormir, sales y vas a ver a tu familia como si esto fuera algo de lo que puedes presumir..

Sus palabras dolieron.

—Jungkook..

—¡Estas muriendo con un demonio!

—Señor Jeon, cálmese por favor. Alterará al señor Kim, no puede tener sobresaltos.

—Hablaremos afuera, sal—le pedí, con dificultad, aguante las ganas de llorar en ese momento. Ya me había puesto de pie—Que salgas Jeon Jungkook, aquí no vamos a hablar, vamos afuera, ahora.

Entre reproches, el chico se puso de pie y salió de la habitación. Le di una mirada apenada al doctor, quien como todas las veces que Jeon Jungkook comenzaba una discusión, me entrego una sonrisa y ya.

Salí y ahí estaba él.
Viéndome con enfado, mientras las lágrimas descendían sin parar por sus mejillas. Justo en ese momento una contracción me invadía, ocasionando que mi rostro se evidenciara perfectamente aquel dolor que duró un par de segundos.

El niño sabía que sus padres estaban disgustados ese momento. Esta inquieto.

—¿Qué más quieres de mi, Kim Taehyung?—preguntó—Dímelo de una vez por favor, y deja de hacerme sufrir de esta manera.

—¿Qué me estas queriendo decir?.

—Estas muriendo y tal parece que no te importa en absoluto lo que pueda pasar conmigo cuando tú ya no estés—musito—¿Piensas en eso todas las veces que sales y visitas a tu familia? Cuando son ellos los que deberían venir a nuestro hogar, es ahí donde deben visitarte, Taehyung.

—¿Tú crees que para mí es fácil? ¿Crees que salgo y trato de rehacer mi vida porque no me importa lo que pueda pasar conmigo el día del parto?—tragué aquel nudo que se había formado en mi garganta—Lo hago por distracción, porque no quiero pensar cada puto minuto del día que en un mes más, pueda morir, Kook. Tengo miedo de dejarte a ti, Jungkook, ¡A ti con un demonio! No quiero pensar en que si muero, no podré ver crecer a mi hijo, no podré disfrutar de sus risas, ver sus primeros pasos, sus logros en la vida, ¡No quiero pensar en que moriré y no podré estar allí acompañándote, Kook! Me duele en el alma saber que todo terminará así, ¿Pero sabes una cosa? De alguna manera, lo vale, porque a este niño lo amo con el alma, al igual que a ti, Jungkook.. y nunca hubiera sido capaz de abortarlo.. lo vale porque él tendrá una vida, vivirá por mi y se que tú le contaras maravillas de su padre y de la hermosa historia que hemos construido juntos si no estoy.. sabrá lo mucho que lo ame, y todo lo que hice para mantenerlo a salvo, aunque pueda que eso me cueste la vida, entiéndeme Kook.

—No puedes ser así de egoísta, Taehyung—murmuró—¡No quiero que mueras! ¡Quiero que ambos le contemos la linda historia que hemos construido! Quiero que tú le cuentes todo lo que hiciste para que él naciera sano y salvo, quiero que estés allí en cada momento de su vida, no quiero contarle solo todo lo que hicimos juntos, Kim Taehyung, entiéndeme tú a mi.

—Tú estas siendo egoísta Jungkook, nada se puede hacer ya, tengo ocho meses de embarazo—me acerque a él con lágrimas en los ojos, alce mis manos y las posicione en su rostro—Todo dependerá de la suerte que la vida nos tenga preparado, el ser humano aun no tiene la capacidad de predecir el futuro lastimosamente, amor..

Intente acariciar su mejilla, pero fue inútil.

—Y aún no me resigno a la idea de perderte en un mes más, Taehyung. No creo ser capaz de criar a ese niño solo, no puedo hacerlo sin ti, mi amor, no puedo.

—Si algo pasa, debes prometerme que no dejarás a nuestro hijo solo, Jeon Jungkook, estarás ahí para él siempre..—mi corazón latía fuertemente, y le trate de sonreír, aun cuando sabia que me veía lamentable—Me lo juraste hace meses..

Él se alejó, dejando caer mis manos.

—¿Q-que haces, Jeon Jungkook?..

—No se si debí prometerte eso, Tae. Te amo con toda mi alma, Kim Taehyung, pero necesito pensar a solas las cosas.. necesito mentalizarme para lo que viene..

—Jungkook no te vayas así.. has tenido tiempo suficiente para mentalizarte.

Le miré con mis ojos aguados.

—Te veo más tarde, Tae.

Pero ese más tarde, nunca llegó.
Esa había sido la última vez que vi al gran amor de mi vida, Jeon Jungkook. Y aún lo recordaba tan doloroso como esa vez.

Pocas horas más tarde, cuando me disponía a dormir en esa cama vacía, con la esperanza de que él, volvería, tuve una de las contracciones más largas y fuertes en toda mi gestación, y con ello había dejado una gran mancha de sangre en las sábanas blancas que recién había puesto.

En ese momento lo necesite más que nunca. Pero me hice el animo, y me pare de esa cama solo, con lágrimas en los ojos camine con dificultad hacia el living y marque el número de emergencias. Solo.

—¿H-hola? Necesito que llames al doctor y vengas por mi, estoy en trabajo de parto, es u-urgente.. por favor.. s-se cauteloso, no tenemos mucho tiempo.. esto me duele.

Di la dirección y espere sentado en la alfombra, mis piernas no resistieron más. La respiración comenzó a ser lenta, y mi vista conforme pasaban los minutos era más borrosa, veía todo distorsionado. Sentía que poco a poco me iba apartando del mundo, sintiéndome liviano, como si fuera una pequeña pluma volando por ahí.

No supe cuando desperté en el hospital, con una pequeña cuna al lado de mi cama y unas cuantas personas mirándome con sorpresa cuando mis ojos se abrieron.

—Hijo, por fin has despertado..

Sentía que habían pasado horas, cansado y exhausto de estar en esta cama, pero en verdad había pasado un mes. Y lo único que fui capaz de hacer en ese momento, fue tomar a mi bebé y verlo por primera vez, aquel momento había sanado todas las heridas ocasionadas anteriormente.

Kim Hwan había llegado para mejorar mi vida, y supe entonces que no necesitaría de nadie más para ser muy feliz.

Próximamente.

Díganme que tal les pareció
esta pequeña introducción:)


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