Él era el jugador estrella del equipo nacional,era la moneda de oro que todos querían tener, su nombre era aclamado por los aficionados. Ella era la dulce actriz que tenía poco de debutar, la chica que era bella por dentro y por fuera y la más quería por los televidentes.

Sin duda verlos juntos no era común, sus mundos eran muy diferentes y no había conexión entre ellos.

—Mi carrera acaba de empezar...¿por qué me haces esto?

—Ellos lo piden, solo les daremos lo que quieren.

—Ni siquiera lo conozco...por favor no me obligues a estar con él.

—Kayla ganarás esa fama que tanto buscas.

—¡Pero no así! Por favor te lo ruego.

—La decisión está tomada, si no aceptas, no te permitirán actuar después de este drama, solo será por un tiempo y no tendrán que salir juntos muchas veces.

—¿Porque quieren que lo haga?

—Tuvo un escándalo, salía con dos chicas aún que se "desmintió" siguen pidiendo que él se disculpe públicamente.

—¿Y por qué específicamente yo?

—Eso...si no lo se, su gerente nos pidió que fuera una mujer joven y con una buena carrera.

—SooHee, Daeshi, Jaehyun, Lia, hay muchas artistas jóvenes, y ellas tienen una mejor carrera que la mía.

—Si...lo se.

—¿Entonces?

—Kayla...eres la única que no ha estado involucrada en ningún escándalo...estar con un jugador de esa talla te favorece, habrá mucho alboroto y muchas personas llegarán a ti solo por curiosidad.

—¿Solo por eso?¿No puedo ganarme a la gente con mi talento?

—Eres buena actuando pero en este mundo eso no es suficiente, por favor acepta este trato...será por un tiempo y te prometo que después de esto no habrá más firmas por conveniencia.

—¿Lo prometes?

—Hare todo lo que esté en mis manos... ahora arréglate iremos a la empresa a firmar.

Se levantó del sofá y fue directo a su habitación, su manager siempre trataba de ayudarla, la protegía mucho y aún que siempre estaba la idea de ese era su trabajo, había algo que la hacía pensar diferente. Lo sentía.

Hyungwoo siempre la miraba, sonreía y tenía aquellos acercamientos diferentes, podría estar trabajando pero sus actitudes hacia ella la hacían sentir especial.

—¿Estás lista?—pregunto alzando su mirada de su teléfono, la observó en silencio soltando una sonrisa tierna—Ese estilo te queda muy bien.

—Gracias.

Sin duda enamorarse de su manager no era una buena idea.