Capítulo 9: Los Ojos de la Desesperación Escarlata.
"¡Eso estuvo cerca maldito mocoso!" Gritó enojado el barbudo.
El demonio creó una bola de poder demoníaco verde oscura del tamaño de un balón de fútbol y la lanzó hacia Issei que bloqueó el ataque con el plano de Zangetsu generando una pequeña explosión que lo mando a volar contra la pared. Su espalda terminó golpeada por el choque y de inmediato experimentaría una intensa sensación de dolor. El dolor se manifestó como una punzada aguda o un fuerte dolor sordo en la zona del impacto, además de un entumecimiento o una sensación de ardor en la piel debido al impacto.
"Mi-mierda... No esperé que su ataque fuera tan fuerte." Susurró adolorido.
Terminó con una pierna arrodillada y usó a Zangetsu como bastón para ponerse de pie, inhalando oxígeno que llenó sus pulmones expulsó el aire por su boca para luego tirar un escupitajo al suelo junto aún diente. Blandiendo el Espadón analizó su situación. Este tipo parecía ser un mago o algo así, si fuera luchador cuerpo a cuerpo hace rato que se estuvieran partiendo la madre, además, según Miki los magos les encantaba las luchas a larga distancia para aprovechar sus destrezas en la magia, entonces gracias a esos datos pudo intuir quel diablo pelinegro lo llevaba a una batalla a distancia al no tener grandes habilidades físicas, de hecho el sólo verlo le daba a entender a Issei que podría ganarle en un intercambio de golpes y gracias a su espada las chances de ganarle al sujeto de bufanda roja crecieron.
"Jeje..."
"¡¿De que te ríes mocoso?!" Confundido y ofendido por la risa del chico pregunto.
Issei alzó su mirada, el demonio mago se estremeció al ver unos ojos egoístas que se clavaron en su alma, trago saliva pero luego curvó sus labios en una sonrisa retórica, su orgullo como diablo no le permitía dar un paso atrás y sin darse cuenta su naturaleza demoníaca avivó su propio ego dándole una emoción inmediata.
"No me río de nada, sólo estoy emocionado, gracias a ti puedo evolucionar una vez más y acercarme a mi meta. Quiero destruirte, devorarte, ese es mi ego." Apuntándose con su pulgar sonrió.
"Mocoso malcriado." Con una sonrisa el demonio de la bufanda roja emanó su ego de sus ojos. "Te haré respetar a los mayores."
"Eso lo veremos." Habló desafiante el castaño. "Me llamó Hyoudou Issei."
"Olkart Deimons. Ese es mi nombre."
Los dos se prepararon esperando a que una señal divina diera inicio a la pelea, cuándo una gota de sudor cayó al suelo generando el sonido de un "Gom" Issei desapareció en un parpadeo apareciendo detrás del pelinegro quién desvió con el dorso de su mano la hoja de Zangetsu misma que golpeó el suelo desquebrajándolo. El Hyoudou quedó estupefacto ante esto y abrió su boca en asombro, se suponía quel demonio de bufanda no poseía habilidades físicas suficientes pero cuando notó el poder demoníaco en la mano de Olkart quedó confundido.
'¿Imbuyó su mano en poder demoníaco? ¿Se puede hacer algo como eso?' Se preguntó el castaño.
Abriendo distancia con un salto hacia atrás se encontró atento a cualquier movimiento que hiciera el pelinegro. Olkart no esperó a otro ataque de parte del Hyoudou y creó un círculo mágico del cual disparó ráfagas de viento a presión que Issei tuvo que esquivar obligatoriamente, las balas de aire golpearon el suelo, paredes y otros objetos siendo tanta su potencia que agrietaron el concreto y el acero mismo.
Issei bloqueó o desvió los ataques de aire con Zangetsu y esquivó ágilmente para evitar ser golpeado, esto lo hizo chasquear la lengua, se encontraba acorralado, si se acercaba seguro no podría evadir algunas de esas balas de viento súper concentradas que agrietaban las paredes como cristales, inclusive cuándo golpeaban el Espadón generaban una vibración en la hoja que se dirigía a sus brazos entumeciéndolos.
'Mierda. Si tenemos un combate así voy a perder, de hecho, no tengo ningún ataque para atacar a distancia.' Meditó el oji miel su situación en sus pensamientos.
El Hyoudou siguió evitando las ráfagas de viento pero llegó un punto en dónde empezaron a acorralarlo obligándolo a correr en dirección de una de las paredes del callejón a toda velocidad esquivando por poco los destructivos ataques, con el impulso de su carrera dio un salto hacia la pared colocando los pies en ella y realiza un giro en el aire para aterrizar nuevamente de pie en el suelo evadiendo ágilmente las balas invisibles, realizando un perfecto Wall Flip.
'Maldición, si esto sigue así...'
Corriendo hacia Olkart decidió poner el plano de la hoja del Espadón en frente suyo usándolo como escudo, algo que resulto efectivo logrando avanzar en dirección del pelinegro de barba quien descartó su magia esquivando por poco la embestida de Issei que termino estrellándose contra una pared generando un cráter en el mismo.
"Niño de mierda."
Apuntando su mano hacia el cráter en la pared esperó aquel castaño saliera para acribillarlo con magia, efectivamente como se esperaba Issei salió corriendo a toda velocidad listo para cortarlo en trozos y sin darle otro segundo más disparo poderosas media lunas de aire a presión que redujeron a trocitos a un Hyoudou desprevenido.
"Vanishinig Cut..."
Un susurro tan débil que casi parecía un murmuró fue captado por sus oídos mejorados, de la nada observó como el demonio castaño que debía estar hecho pedazos desapareció al igual que una ilusión.
"¡Shatter!"
Rápidamente comprendió y digirió lo ocurrido para darse media vuelta bloqueando a tiempo con un círculo mágico el ataque de Issei que había descendido de los aires.
El Hyoudou que había utilizado el impulso de su caída para realizar el corte descendente con todas sus fuerzas logró agrietar el círculo mágico, ciertamente nunca se espero quel demonio pelinegro lograra reaccionar rápido como para bloquear su ataque, también tuvo que halagar y sorprenderse ante la gran resistencia del círculo mágico, después de todo no creyó posible que algo en esta vida fuera lo suficientemente resistente como para aguantar un corte tan destructivo como lo era [Shatter].
"Buena jugada, ¡pero no es suficiente!" Exclamó Olkart divertido.
Una ventisca sacó volando al castaño por los aires antes de ser jalado ante la fuerza de la gravedad y caer al suelo dando unas cuántas vueltas para luego detenerse. El mareo de las vueltas hizo que sintiera náuseas y dolor de cabeza pero dejando a un lado esos síntomas tan desagradables causados gracias a los movimientos bruscos experimentados hace un momento blandió a Zangetsu.
'Maldición. Si dominara más el [Vanishinig Cut] le fuera ganado con [Shatter], aunque puedo usar más o menos dos de las posturas al mismo tiempo eso significa que estoy mejorando.' Pensó enojado de si mismo.
Para realizar [Vanishinig Cut] a la perfección el control mágico es necesario, crear una ilusión, ocultar tu presencia y aura, moverte rápido y colocarte en el punto ciego del oponente para atacarlo, hacer todo eso suena fácil pero Issei sabe muy bien que no lo es, y menos en un período tan diminuto de tiempo cómo para quedé la impresión de que la ilusión eres de verdad tú, peor aún si se trata de un demonio de clase baja que posee reservas mágicas pequeñas, lo cuál vuelve esta postura bastante limitada.
"Mocoso malcriado." La voz burlona de Olkart hizo quel castaño frunciera su ceño. "Tal vez la ilusión fue efectiva porque estaba desconcentrado, pero el no poder ocultar tu presencia y aura te vuelve una presa fácil de rastrear."
Issei abrió más distancia, acercarse al sujeto de barba negra no fue lo mejor en estos momentos, tenía que pensar en algo, una estrategia, alguna forma de ganar, sus habilidades físicas talvez eran efectivas pero de nada servían sino se puede acercar.
'Okey okey, mantén la calma. Primero piensa. Ese tal Olkart es muy ágil con la magia, por el momento solo a utilizado magia de viento para atacar y círculos mágicos para defenderse, el maldito es muy bueno usando su Poder Demoníaco y su Núcleo Mágico pudiendo conjurar sus magias rápidamente para ataque y defensa. Tsk, que molestia.'
En su cabeza buscaba una forma de atacar efectivamente, y para eso analizaba cada acción que había hecho Olkart y sacando algunas conclusiones, pero seguía habiendo un problema, ¿cómo podía atacarlo sin que este pudiera conjurar alguna magia para defenderse? Acaso ¿debería atacarlo por sorpresa? Si, pero eso no funciono ni usando [Vanishinig Cut].
"Grrrr..." Gruñó en fastidio Issei.
Amarrándose el vendaje restante del mango de Zangetsu en su antebrazo Izquierdo respiró hondo. Olkart por su parte no espero más y con múltiples círculos mágicos delante suyo disparo ráfagas de aire a presión directo a Issei quién cerró sus ojos.
'Recuérdalo, Hyoudou Issei, no lo olvides.'
Al cerrar sus ojos recordó aquel último entrenamiento que tuvo...
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"En esos momentos el pensar no es una opción, debes moverte por instinto."
"¿Entonces es algo así como el Ultra instinto o algo por el estilo?"
"Para nada, sólo es un estado de concentración que ayudará a usar tus habilidades al límite y de mejor manera, es como entrar en una zona dónde sentirás que te hundes profundo, no podrás sentir cansancio y tampoco el paso del tiempo, tu mente se sumerge en una concentración difícil de romper, lo malo es que no es tan fácil lograr entrar en ese estado de trance."
"Ya veo... ¿Cómo puedo ingresar en ese estado?"
"Lo descubrirás tu mismo con el tiempo, sólo saca una conclusión respecto a todo de lo que te dije del Flujo y podrás descubrirlo por tu cuenta."
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"Estado de flujo.... Concentración, hundirte... ¡Ego!"
Abriendo sus ojos de golpe se mostraron en ellos una fuerte resolución, no de llegar a lo más alto, sino de ganar. Corriendo hacia su oponente hizo parecer que Zangetsu no pesará nada a pesar de ser todo lo contrario, esquivando la primera ráfaga de viento siguió su veloz recorrido pero la segunda bala de aire golpeó su muslo como una bola de béisbol.
"Urkgghh...." Fue su quejido de dolor.
Sentir el golpe de una de esas ráfagas de aire en el muslo fue una experiencia dolorosa y contundente, experimentando un impacto agudo y contuso, acompañado de una sensación instantánea de dolor punzante y una posible hinchazón, el área golpeada se volvió rápidamente sensible con una combinación de molestia y dolor infernal persistente al correr.
"¡Sigue adelanté Hyoudou Issei!"
Su objetivo estaba claro, ganarle a Olkart pase lo que pase, su concentración y fuerza mental estaba dirigido a esa meta, su mente estaba en blanco, no pensaba en nada, solo corría y el grito de guerra que escapaba de su boca le ayudaba a ignorar el dolor infernal en su muslo. Con Zangetsu Issei bloqueaba algunas ráfagas de viento que no podía esquivar y de esa manera siguió adelante sin importarle nada.
"¡¡¡Maldito mocosOooooo!!!"
Poderosos proyectiles de aire a presión se multiplicaron en cantidad y poder tanto que destrozaban el suelo junto a las paredes del callejón levantando polvo, esto poco hizo por detener a Issei quién siguió corriendo implacablemente en dirección suya bloqueando y esquivando ágilmente los ataques, hasta que llegó el punto en que se puso al frente suyo con Zangetsu listo para cortarlo.
"¡¡¡¡¡AaarrhhhhhhhHHHHHHhhh!!!!!"
El poderoso grito de Issei sacó de la impresión al demonio pelinegro quién reaccionó velozmente. El castaño bajaba de forma descendente el filo de Zangetsu sobre su objetivo que era Olkart mismo que pareció preocupado, pero al final...
Pum!!!!
"¡¡Muer- Urk!!"
De la nada una mano hecha de aire se formó en el pecho de Olkart y golpeó con el puño la barbilla de Issei quién se elevó del suelo bastantes centímetros, el ataque en su mentón hizo que se mordiera la lengua haciéndosela sangrar e instantáneamente un dolor y ardor inmenso recorriera su cuerpo junto a algo así como una vibración en sus músculos por el dolor punzante ante la molestia de la zona herida.
"¡Trágate eso maldito mocoso!" Exclamó burlonamente el hombre de barba negra.
Ciertamente nunca imaginó quel diablillo castaño logrará esquivar y bloquear sus veloces ataques, en algún momento Issei pudo colocarse delante suyo tan rápido que su cuerpo no pudo reaccionar y no le dejo de otra que usar su haz bajo la manga. Olkart se caracterizaba por ser un mago que conjuraba sus magias en tiempo récord gracias a su magistral control del poder demoníaco y su Núcleo Mágico igualmente, así que para casos en que él no pudiera moverse o reaccionar siempre moldeaba su magia de viento que era su afinidad elemental, y lo volvía una mano hecha de aire que utilizaba ofensivamente.
El Hyoudou por su parte estuvo a centímetros de ganar la pelea pero para su mala suerte Zangetsu una vez más no pudo alcanzar al pelinegro mismo quién ya se vio victorioso. Inmediatamente el sabor metálico de la sangre que salió de su lengua invadió su sentido del gusto como algo incómodo acompañado del dolor punzante ante la herida, quiso dar un quejido de dolor aunque logró aguantarse al último momento.
'Maldición.... ¿Perdí....? ¿Acaso no puedo ganarle...?'
Sus sentidos y mente se apagaban, su cuerpo dejó de responder, la sensación del mundo volviéndose borroso invadió su visión, el dolor de su lengua, de su espalda que anteriormente fue estrellada contra la pared del callejón y el cansancio que sentía, todo eso lo dejo de sentir, sin duda iba a caer en la inconsciencia.
'¿Será que moriré aquí?'
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'.....Oh..... ¿No.....?'
Olkart quién estaba ya sonriendo por su inminente victoria abrió los ojos en sorpresa cuándo notó que Issei quién estaba suspendido unos centímetros en el aire por el golpe recibido, tomó con su mano izquierda el mango envuelto en vendas de Zangetsu fuertemente.
'Te engañé genio. Esta oportunidad se pudo lograr gracias a que confías ciegamente en tus habilidades y bajas la guardia creyendo que conjurar tus magias rápidamente te vuelve invulnerable defensivamente.' Fue su monólogo interno mientras estiraba el brazo izquierdo hacia atrás en preparación de lanzamiento.
Olkart por su parte no se preocupó, a sus ojos parecía que Issei intentaría cortarlo con Zangetsu aunque sería inútil, con el golpe que recibió lo alejo unos buenos metros, no importaba si tenía ese Espadón, dudaba mucho que su filo de la espada lo alcanzará siquiera a rozar, asique dedujo que intentaría recomponerse y volverse a acercar a él corriendo, pero esta vez lo esperaría preparado listo para matar al diablillo castaño de una buena vez.
'¡Esta es mi verdadera última acción!' Finiquitó firmemente su monólogo. "¡¡¡Thrust!!!" Gritó de la nada.
"¿Eh?"
Ω--------------Ω
No entendí el significado de esas palabras. Sólo vi que de la nada un vendaje blanco se extendía hacia mi persona y estaba conectado al antebrazo izquierdo del mocoso castaño.
¿Espera un momento? ¿Dónde está la espada de ese chico? ¿Porque no la veo en su mano?
Mis preguntas invadieron mi cabeza, ¿Eh? ¿Ahora que sucede? Mi visión se estaba volviendo borrosa y al segundo siguiente volvió a la normalidad antes dé volverse de nueva cuenta borrosa y así sucesivamente sin entender aún que pasaba.
Algo salía de mi garganta antes de salir por las comisuras de mi boca, con el dorso de la mano limpié aquél líquido cálido, un color rojo carmesí oscuro que me dejó perplejo, de hecho, no supe ni como reaccionar. Era la primera vez que veía sangre salir de mi. Tenía un sabor extraño, supongo que la palabra correcta para describirla fue como la sensación de un sabor metálico más o menos.
Mis tímpanos recibieron un fuerte zumbido que sé sobre puso a cualquier otro sonido existente en el lugar, mi visión solo empeoraba volviéndose borrosa por más tiempo, como por dos segundos para ser exactos antes de volver a ver todo nítido de nuevo y repetir el ciclo nuevamente al igual que un bucle.
Mi mente se aclaraba e intentaba comprender lo ocurrido hace unos segundos, pero de la nada mis piernas perdieron fuerza y cayeron a rodilladas. No lo comprendí, ¿qué sucede? Bajó mi mirada y veo algo que me dejó sin palabras.
"¡¡¡¡Aaarg...!!!! ¡¡¡¡AaaaahhhhH!!!"
Grito y grito con todas mis fuerzas, mi respiración se volvió incesante y agitada ante el schok que causó aquello que mis ojos vieron, de inmediato preparé mi cuerpo para el dolor y efectivamente un infernal dolor apareció matándome lentamente.
La espada del chico, aquél Espadón que usaba como arma, ahora estaba en mi clavícula derecha atravesándome lado a lado. Cómo si mi mente evitará que no lo recordará el sonido del hueso, músculo, carne y tejidos invadieron mis tímpanos al igual que un recuerdo que pareció más una pesadilla dentro de una pesadilla, fue algo parecido al sonido de un crujiente pollo siendo separado.
Lo siguiente fue la horrorosa y traumante sensación de la sangre saliendo de los bordes de la herida dónde tenía incrustada la gran hoja del Espadón, ese mismo líquido carmesí bañaba mi rostro y ropa, aunque ignoré aquella vista traumatizante.
Ω--------------Ω
"¡¡¡Buagh!!!" Los gritos de Olkart fueron interrumpidos al este escupir una bocanada de sangre.
Un dolor inmenso lo invadió y casi deseó estar muerto sino fuera porque seguramente lo estaría unos minutos después, aún así quería quel infernal dolor punzante desapareciera ya. Issei quién veía la escena tan lamentable y traumatizante trajo de vuelta a Zangetsu tirando del vendaje, de inmediato Olkart se revolcó por el suelo sintiendo una agonía junto aún ardor de los mil demonios que lo mataba al igual que el desangramiento claro.
"Pe-pe-pe-pe-perdona, ¡digo! Yo-yo-yo n-no quise..." Nervioso el castaño le temblaban los ojos de la pena.
Aunque sí quiso ganar la pelea eso no significó que quisiera matarlo, una cosa era matar a bestias irrazonables, otra muy diferente era asesinar personas razonables, la inmadurez de Issei lo hizo dejarse llevar por el calor del momento y terminó haciéndole una herida de muerte a Olkart quién se retorcía de dolor en el suelo.
"¡¡¡¡Aaarggghhhhh!!!!" Baba caía de la boca del pelinegro quién gritaba de dolor.
"P-p-p-e-espera un segundo, vo-voy a buscar ayuda." Dijo Issei levantándose del suelo donde había caído de trasero hace unos segundos. "Vendré rapi-"
"¡¡Cof cof cof!!" Tosió sangre Olkart alarmando aún más a el Hyoudou quién se acercó a ayudarlo.
"¡Oye oye aguanta! ¡No te mueras aún! Si lo haces me convertiré en un criminal ¡y no quiero eso!" Vociferaba nervioso el castaño mientras se movía de un lado a otro intentando calmar sus nervios.
"¡¡¡Aaaaarrrghhhh!!! ¡Me mueroooooo!"
"¡Si si ya entendí! ¡Pero no sé que hacer!" Dijo Issei mientras se mordía las uñas de los nervios. "Ya sé." Golpeando su palma con su puño un bombillo metafórico se encendió en su cabeza. "Traeré a Oka-san que debe estar todavía en la taberna para que te cure. Espera aquí y no mueras, vendré rápido con ayuda."
El Hyoudou se dio media vuelta y cuando dio el primer paso para irse del lugar por ayuda, su cuerpo chocó con algo al punto dé que cayó de trasero al suelo, aturdido alzó su mirada observando a la persona quién obstaculizó su camino.
"¿Oka-san?" Con sorpresa y alivio habló el demonio castaño.
"¿Me necesitabas Ise? Bueno, por lo que veo si." Dijo la recién llegada Miki mientras observaba la escena.
Si confiaba con que su hijo podría ganarle al sujeto pelinegro pero nunca sé espero que fuera de esta manera, literal, el pobre Olkart era una mancha roja en el suelo mientras se revolcaba y gemía del dolor como un perro en un charco de lodo, la expresión de la castaña mayor fue una complicada e irónica por alguna razón.
"¿Lo puedes curar Oka-san?"
"¿Humph...? Nel." Fue la simple respuesta de Miki quién se rasco la nuca.
"¡¿No puedes curarlo?! ¡¿Porqué?! ¡Oka-san! ¡¿Acaso no ves que se va a morir?! ¡Iré a prisión Oka-san! ¡A prisión!"
"¿Acaso me viste cara de anciana canosa y una nariz de 10 centímetros con un lunar en la punta?" Miki se cruzó de brazos mientras cerraba un ojo. "Soy una espadachín, o algo así creo, pero no una bruja con rostro arrugado. Sé usar magia, pero la magia curativa es muy especial y no muchos son capaces de usarla, incluida yo." Finiquitó la Hyoudou haciendo un puchero.
"Ah, entiendo. ¡Pero se va a moriiiiiiirrr! ¡Iré a prisióoooon nooooooo!"
"¡¿Puedes callarte por un momento?!" Miki interrumpió el show bochornoso que tenía su hijo. "Puedo usar mi magia de Hielo para congelar su herida. Claro, esto no significa que ya estaría cien por cien tratado, cualquier descuido y podría desangrarse otra vez y morir." Explicó la castaña mayor.
"Perfecto, eso servirá, por favor hazlo rápido, no quiero convertirme en un criminal." Suplicó Issei ahora más calmado.
Miki por su parte sólo sonrió pero luego esa sonrisa se curvó hacia abajo, algo de las palabras de su hijo como que no le agradaron o le trajo malos recuerdos del pasado. Sin perder más tiempo la castaña mayor se dirigió a Olkart que se revolcaba de dolor en un charco de su propia sangre.
"Ise, mientras yo congelo su herida por favor vez por ayuda, además, ten cuidado y no te pierdas." El tono de voz calmado de Miki convenció al Oji miel.
"Se-si Oka-san, ve-vengo rápido, por cierto, ¿dejo a Zangetsu aquí o me lo llevo?" Preguntó dudoso de lo que debería hacer.
"No te preocupes, deja a Zangetsu conmigo. Además, no vayas nervioso por ahí, pareces que hubieses asesinado a alguien." Con algo de ironía en su voz la esposa Hyoudou habló.
Issei quiso decir algo más pero terminó respondiendo con un suspiro cansado, si seguía perdiendo tiempo aquí seguro Olkart moriría y él terminaría siendo un asesino. Desatándose el vendaje restante del mango del Espadón de su antebrazo izquierdo dejó la gran espada cerca a su madre, dándose media vuelta corrió todo lo rápido que sus fuerzas le permitieron doblando en la salida del callejón directo a las calles de la capital.
"Vaya... Por fin se fue..." Murmuró Miki.
Los gritos y quejidos de dolor pertenecientes a Olkart hicieron que la atención de la castaña mayor fuera devuelta hacia el pelinegro de barba negra. Su expresión de tranquilidad no cambio, se sentía indiferente al sufrimiento del hombre quién yacía en el suelo sobre su propia sangre.
"No grites tanto." Dijo Miki con un tono de voz algo fría. "Dime, ¿cómo es que te llamas? Sólo para confirmar." Preguntó.
"Argh... Cof cof." Con ese quejido de dolor lo siguiente fue una serie de tos que lo atacó, cuándo se recompuso habló. "¿Qui-quién e-eres...? Urk."
Otro quejido de dolor escapó de sus labios cuándo su herida dolió por el simple hecho de hablar, se desangraba, su visión se nublaba, acaso... ¿esto era la muerte?
"No te preocupes, soy solo una simple demonio de clase baja que quiere ayudarte." Dijo Miki con una sonrisa.
Olkart por su parte se relajó, aún así eso no evitó quel dolor que sentía desapareciera provocándole soltar un quejido de dolor. Con su mano se presionaba la herida que se desangraba alarmantemente, sinceramente creyó que moriría.
"Aúnque..." La castaña mayor volvió a hablar pero la sonrisa que tenía se curvó hacia abajo. "Eso no se podrá, porque tristemente..." Miki cerró los ojos, y cuándo los abrió causó una impresión no deseada por Olkart quién estaba estupefacto. "Mi cliente me ordenó asesinarte."
"N-no pu-puede ser.... Te-tú eres...."
Las Iris marrones de Miki fueron reemplazados por unos ojos carmesí's brillantes, sus pupilas negras se volvieron más afiladas al punto de que parecieron las de algún reptil. Imponentes, era la única descripción verdadera a esos ojos tan intimidantes y que en el pasado generaron miedo.
"Ojos carmesí's y pupilas afiladas, Los Ojos de la Desesperación Escarlata. Eres... ¡¿La despiadada Kamaitachi?!"
Fin del capítulo
¿Hola lector como te va?
Gracias por leer esta parte y si llegaste hasta aquí dejame tu apoyo con una estrella, te lo agradecería. También te invito a comentar que te pareció el capítulo de hoy y que quisieras que pasará a futuro, me ayudaría tus recomendaciones.
Bueno, me despido, soy su servidor ZanDiosBlack_Fic_666 y me voy al carajo, nos vemos pronto en otra nueva actualización.
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