Capítulo 6: Preparación.
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2 semanas después.
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"Jaaaahhh... Qué aburrido se siente estar acostado y no entrenar."
Issei que leía un libro acostado en su cama tenía vendas en su torso desnudo, su madre le había dicho que tendría que estar en cama por lo menos un mes para que cerrarán sus heridas y sanarán. Ciertamente se estaba preguntando dónde estaban sus padres ya que según Sairaog ellos habían salido de casa hace unos días y todavía no regresaban.
"¡Sairaog!" Llamó Issei en voz alta.
En su habitación entraba él Bael quién traía cargado a un dormido Isae de 4 años en sus brazos, Sairaorg parecía cansado y con ojeras como si no hubiera descansado por días enteros, aúnque básicamente era así, el pequeño castaño fue un dolor de cabeza para él ya que sus llantos no lo dejaban descansar ni respirar por lo menos unos segundos, sumado a tener que atender a Issei cómo si el fuera su sirvienta.
"¿Qué pasa?" Preguntó el pelinegro.
"Tráeme agua por favor."
"¡¿Agua?!"
"Si, agua."
"¡Según Miki-sama cortaron el servicio hace años ¿no recuerdas?!"
"Claro que lo sé, por eso tienes que ir al río Agramón cerca de aquí y traer algo de agua."
Las palabras del castaño ciertamente molestaron al Bael quién enterró su pie fuertemente en el piso creando un cráter con el tamaño de su planta, Issei al ver esto sudo frío ante la monstruosa fuerza de Sairaorg y tragó saliva nerviosamente. El río Agramón era bastante peligroso para simplemente un diablo con el poder de un demonio de Clase Baja a Mitad de camino cómo lo fue el pelinegro ya que ahí habitaban Slime's de Agua, criaturas de Rango 'E' que resultaban complicados de enfrentar porqué estos se fusionaban y se volvían más grandes al punto que te absorbían en su cuerpo líquido ahogándote en el proceso.
"Bien bien, no vayas." Dijo Issei con una gota de sudor. "Mejor pídeles agua a los vecinos." Propuso.
"Eso está mejor." Sacando su pie del diminuto cráter. "Además, ¿que lees?"
"¿Ah? ¿Sobre esto? Pues..."
Sairaorg no esperó respuesta y se acercó a Issei quitándole el libro de las manos así leyendo el contenido. Sus ojos se movían lado a lado cuándo leía la hoja a altas velocidades mientras cargaba a Isae con su otro brazo, el rostro del Bael paso a uno de confusión a comprensión y suspiró pesadamente.
"Blagh... basura. En realidad una mujer no sangra en todas las ocasiones cuándo es su primera vez, el himen de una chica se puede romper haciendo ejercicio o montando bicicleta, eso de que las mujeres vírgenes tienen que sangrar es mentira, la verdadera virginidad es qué está no haiga tenido relaciones sexuales." Explicó.
"Puf." Bufó Issei algo decepcionado. "Las épocas de antaño nos engañaron."
Sairaog e Issei hicieron muecas de decepción en entendimiento mutuo mientras negaban con sus cabezas como si fueran descubierto el truco de magia de algún mago de circo siendo verdaderamente decepcionante saber el engaño barato detrás de todo.
"¡Ya llegamos!"
La voz de Miki llamó la atención de ambos, Sairaorg salió de la habitación y recibió a la castaña junto a Gorou que habían regresado de su largo viaje.
"Miki-sama, Gorou-semsei, regresaron."
"Sairaorg, veo que te haz encargado bien del hogar y de Isae." Miki se acercó al pelinegro y tomó al dormido castaño menor en sus brazos. "¿Y cómo se encuentra Ise?"
"El está bien Miki-sama. Si no es una molestia, me gustaría preguntar ¿dónde fueron?"
"Estábamos en Lilith, la Capital del Inframundo." Respondió Gorou quién se acomodó en un asiento.
"¡¿Qué?! ¡¿Tan lejos?!"
"Si, tuvimos que usar nuestras alas para llegar hasta la Capital, fue un largo viaje pero ya estamos aquí." Gorou tomó el sombrero de paja que tenía en su cabeza y lo usó como un abanico para refrescarse. "Tomaré un descanso."
Sairaorg tuvo la necesidad de preguntar que hicieron allá en la capital pero decidió pasarlo por alto y dejar descansar a los Señores Hyoudou's quiénes parecían agotados producto del largo viaje, en cambio decidió dirigirse de nueva cuenta al dormitorio de Issei y lo encontró leyendo el libro basura que hablaba de la virginidad.
"¿Todavía leyendo eso?"
El castaño fue atraído por la voz del Bael y se sonrojó por la vergüenza de que lo hubieran descubierto leyendo otra vez eso, lanzando el libro se puso a silbar fingiendo ignorancia de la situación. Sairaog sólo se pudo palmear la cara a la vez que negaba con su cabeza pareciendo resignado ante lo acontecido.
"Ya Miki-sama y Oto-sama regresaron."
"¡¿Enserio?! Entonces eso significa que puedo continuar con mi entrenamiento."
"No tan rápido, ¿acaso no vez tu estado actual? Esos Torpos te dejaron fue hecho mierda."
"¿Torpos?" Issei alzó una ceja en confusión. "Hasta lo que sé, sólo me enfrentado a Röwa~"
Pum!!!
El libro que había tirado y salido de la habitación fue lanzado hacia él golpeando en su cabeza para luego caer inconsciente en la cama y con una hemorragia nasal. Sairaog parpadeó un par de veces antes de dirigir su vista por dónde lanzaron el libro encontrándose con Miki y Gorou que entraban a la habitación.
"¿Miki-sama? ¿Gorou-sensei?" Dijo a la vez que levantó una ceja.
"Ejem, Sairaorg... Puedes... Salir un momento... Por favor..." Pidió Gorou rascándose la nuca.
El Bael quedó pensando por unos segundos antes de asentir e irse algo inseguro pero al darle la espalda a los dos castaños Miki lanzó unos metros arriba a Isae para en un fugaz movimiento golpear la nuca de Sairaorg quién cayó inconsciente a la vez que la castaña mayor atrapó al Hyoudou menor en sus brazos, todo lo acontecido fue tan rápido que si hubieras parpadeado te habrías perdido del espectáculo de habilidad mostrada por la antigua guardia de la ciudad [Läbbyrag]. Gorou no pareció sorprendido y al contrario de lo que se esperaba reaccionó para atrapar al pelinegro quién iba a caer de cara al suelo.
"¿No crees que te pasaste?" Fue su pregunta.
"No para nada, si descubren que en realidad ninguno está por delante que el otro perderán motivación, el punto es que piensen que él otro lo supera y así su ego y motivaciones de ser los mejores y más fuertes crezcan."
"Si eso ya lo sé. Pero en realidad estoy satisfecho con mi trabajo, Sairaorg si pudo ganarle a una manada de Röwanas mientras que Ise no, eso de muestra lo buen maestro que soy, si quieres déjame entrenar a mi hijo, lo haré mejor a comparación de cómo lo estás haciendo." El castaño curvó sus labios hacia arriba en una sonrisa desafiante.
"¿Me estás retando querido?" Miki cruzó sus brazos y su expresión cambió a una de seriedad. "¿Crees que no soy tan buen maestra cómo tú?"
"Si. Eso es lo que digo." Los ojos de Gorou emanaron su ego ardiente que irradiaba con intensidad.
"Ya veo, entonces estás equivocado." Ahora fue turno de Miki el mostrar esos ojos que emanaron su egoísmo. "Yo soy mejor que tú."
"¿Y porqué lo dices? ¿Querida? Los resultados no engañan."
"Así es querido, los resultados no engañan. Pero cometes un grave error. Tú forma de enseñar es muy diferente al mío. Yo no le doy todas las respuestas a Ise en bandeja de plata, sólo le digo lo que debe hacer, no el cómo hacerlo, por lo cuál el avanza a ciegas tropezándose una y otra vez hasta llegar a la conclusión final, descubriendo los secretos detrás de mis movimientos y mejorando por su cuenta, al contrario de cómo lo haces tú, llegarás a un punto en dónde ya no tengas más nada que enseñarle a Sairaog y él se estancará al no saber cómo avanzar por su propia cuenta. No eh vivido siglos por nada, y eh descubierto el porqué todos los demonios sin, y con talento se estancan. Mírame a mí, viví más de 4 siglos y no pude superar la barrera de Clase Media por el mediocre entrenamiento que le dan a todos los diablos cómo yo, ese es el motivo que nos hace inferiores a demonios de Clase Alta, ellos tienen talento y el entrenamiento les hace falta, pero Clase Baja cómo nosotros si lo necesitamos si queremos alcanzar a esos monstruos, ¡Por eso pienso usar todo mi conocimiento adquirido por más de 400 años para entrenar a Ise de forma correcta y ayudarlo a cumplir su sueño! ¡Esa es mi misión como madre!"
Las palabras de Miki dejaron callado a Gorou quién tenía una expresión seria, lo dicho por su esposa lo dejo reflexionando del cómo venía entrenando a Sairaog hasta ahora, ¿lo estaría perjudicando como su mujer le decía? La verdad no está seguro, aunque podía estar de acuerdo en algunas partes. Mirado al Bael inconsciente en sus brazos soltó un suspiro cansado, definitivamente la castaña tendría que tener razón, al final siempre lo tenía en ocasiones como estás.
Él sabía de antemano todo el trayecto en la vida de Miki, sus luchas, decepciones, traiciones, tristezas entre más situaciones que la ayudaron a crecer cómo persona madurando en la percepción y vista general de la vida, ella era una mujer muy sabía y fuerte pero al final de cuentas nunca pudo cambiar o dejar de lado su actitud perezosa, tonta y sarcástica, siendo también una madre cariñosa y una demonio muy amable pero de igual forma aceptando su naturaleza egoísta.
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Días después.
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"¿Enserio para esto me llamó?"
Issei que tenía una cara de estúpido veía a su madre durmiendo arriba de la rama de un árbol con una burbuja saliendo de su nariz, algunas veces la imagen insuperable y sabia de Miki se borraba de su mente por cosas como esta, palmeándose el rostro tomó una bocanada de aire para luego expulsarlo junto a un grito.
"¡Oka-saaaaan!" Gritó con gran fuerza al punto de que su rostro se puso rojo.
Miki quién dormía plácidamente cayó de la rama del árbol ante tal grito que la espanto, su aterrizaje iba hacer dolorosamente de cara pero con una habilidad y agilidad impresionante logró dar un giro para aterrizar de pie con elegancia aunque con un rostro que causó el pánico en Issei, los huesos del castaño se estremecieron por esa mirada asesina y Zangetsu que estaba clavada en el suelo aun lado suyo desapareció. Unos segundos pasaron en dónde su mente intentaba procesar el rápido acontecimiento y la sangre se le subió a la cabeza al ver el Espadón de 45 kilogramos en las manos de su madre.
"Tienes muchos ánimos de entrenar ¿no es así? Pues comencemos con la siguiente etapa de la Fase 3 del entrenamiento, hoy aprenderás a cómo huir, literalmente, todas las batallas no las podrás ganar asique tendrás que aprender a cómo comerte tu orgullo para mantenerte con vida. ¿Estás listo?"
"Oka-san, ¿me estás tomando el pelo?"
Ante su pregunta la respuesta fue una mirada y sonrisa afilada que le helo la sangre, no era una exageración el decir que en este entrenamiento iba a llegar a casa con unos huesos rotos y dientes fuera de su boca. Miki por su parte apretó cada vez más el mango envuelto en vendas de Zangetsu, le enseñaría a este mocoso a cómo no interrumpir su hora de descanso al mismo tiempo que lo entrenaba, era un ganar para ambas partes.
"¿Listo Ise?"
"¡Espera espera! ¡Por lo menos déjame alejarme unos metros!"
Al momento de que terminó de hablar su pómulo recibió un corte delgado pero profundo que sangró, rápidamente el rostro de Issei palideció y retrocedió dando pasos hacia atrás, sus piernas se sentían como gelatina por lo mucho que temblaban y sus ojos se contrajeron en terror al ver como su madre se acercaba a él con el filo de Zangetsu teñido de rojo por su sangre.
"Tú enemigo nunca te dejará huir, tendrás que ser creativo." Habló Miki con sed de sangre reflejada en el tono de su voz.
Lanzando otro corte trazó una fina línea roja en diagonal, un mechón de Issei fue cortado en el segundo siguiente al tiempo que un gigantesco árbol detrás suyo fue dividido diagonalmente en un parpadeó. El castaño no supo que expresión poner y sin pensárselo una milésima más dio media vuelta para escapar, era un suicidio enfrentarse a su madre y lo peor es que estaba desarmado, moriría con sólo dar siquiera un paso en la dirección de la demonio.
"Si es imposible vencer a tu enemigo lo más inteligente será huir, el egoísmo que yo te quiero inculcar significa pensar sólo en ti y en tus objetivos, las metas de los demás no importan." Miki golpeó con el filo de Zangetsu el suelo partiéndolo en dos, afortunadamente Issei logró evitar quedar atrapado en la grieta. "El ego estúpido de los demonios hoy en día es pura fantasía, un egoísmo ridículo y poco sano." Amarrándose el vendaje sobrante del pomo del mango en su ante brazo lanzó el Espadón hacia su hijo quién de pura suerte pudo tirarse a un lado para no quedar empalado, la espada se clavó en el tronco de un árbol. "En un mundo dónde todos quieren resaltar el ego más fuerte es el que sobre saldrá entre los demás, por eso debes querer más, un ego débil es presa fácil para los fuertes."
"¡¿Cómo demonios quieres que te preste atención si me persigues con un jodido Espadón de 45 kilogramos?!" Refutó Issei.
Miki por su parte alzó su puño en enojo mientras unas venas decoraban su rostro rojo por la rabia. Concluyendo que sería inútil explicarle con palabras lo que le trataba de decir a su tonto hijo decidió que era mejor que el mismo lo descubriera a lo largo de su vida. Tirando del vendaje trajo de vuelta a Zangetsu a sus manos lista para seguir con una persecución con el único objetivo de dejarle algunos moretones al castaño.
"¡Ven para acá idiota! ¡¡¡¡¡Abanicaré el plano de Zangetsu en tu trasero Mocoso MalcriadoOOoooooo!!!!!"
"¡Mierda se enojó!" Musitó por lo bajo en alerta y terror.
Todo el entrenamiento se la pasaron así, con Miki persiguiendo al castaño que era tan escurridizo como una mosca molesta y le sacó algunos momentos de enojos a la castaña que al final decidida acabar con el entrenamiento al ver que ya era hora de regresar, después de todo el pequeño Isae no se cuidaba sólo y necesitaba de una mamá que lo ayudará. Agitados y respirando con agonía madre e hijo habían acabado el entrenamiento que pareció más el juego del gato y al ratón dónde Issei no tuvo tanta suerte y terminó con el rostro decorado de algunos moretones.
De regreso a casa los habitantes del pueblo dónde vivían sólo veían con una gota de sudor el como Miki tomaba de la pierna a Issei quién era arrastrado por el suelo al no poderse poner de pie mientras su alma parecía salir de su boca, más adelante se encontraron con Gorou quién de igual manera venía junto a un Sairaorg todo magullado pero a diferencia de la áspera forma en la que la castaña traía a su hijo el Hyoudou cargaba en su hombro al Bael.
"¿Querida?" Gorou alzó una ceja y observó al inconsciente castaño quién era arrastrado.
"Entrenamiento. Más o Menos." Dijo en respuesta.
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Días después.
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Después del entrenamiento que tuvo Sairaog éste mismo se tomó unos días de descanso para que sus heridas se sanarán completamente, en una de esas fue a hacer unos movimientos de pelea para pasar el rato y cuándo llegó a casa sólo se encontró al Hyoudou mayor meditando. Su maestro siempre hacia eso y algunas veces lo acompañaba para practicar y controlar un poco su aura mágica la cuál descuidaba.
"Gorou-semsei, ¿dónde están Miki-sama e Ise?" Pregunto el castaño.
El castaño quién meditaba tranquilamente al escuchar la voz del Bael abrió los ojos para mirar sobre su hombro hacia el pelinegro que se acercaba a él.
"Sairaog." Fueron sus palabras. "¿Miki e Ise? Sobre eso, cazaron unas Röwanas para cocinarlas y ofrecerlas a los demás."
"Ya veo."
El pelinegro no le sorprendió para nada eso, algunas veces Miki e Issei cazaban Röwanas dándoles algo que comer a los habitantes del pueblo, la gran pobreza en el que los demonios de clase baja estaban sometidos no era un misterio, y para él el sólo recordar cómo viven los Clase Alta lo llenó de repudió. Mientras que habían diablos que se morían del hambre por el simple hecho de ser débiles, los fuertes no les bastaba con pisotearlos, sino que también les negaba comida y se hacían los ignorantes ante su situación.
"Cuándo vivía en el Clan Bael..." Las palabras de Sairaog llamaron la atención de Gorou. "Nunca vi la otra cara de la moneda. La pobreza. La falta de dinero, pero aún así son felices ha diferencia de nosotros los Clase Altas, que a pesar de que tenemos todo no somos felices como ustedes." Dijo el pelinegro.
"Sairaog..." Musitó por lo bajo el Hyoudou mayor.
"Ellos son egoístas, ¿eso significa que el ego conlleva a eso? ¿Acaso es lo correcto? ¡¿Qué significa el ego?!"
"Pareces confundido Sairaog. Te lo explico, el Egoísmo es diferente en cada demonio, las personas tienen su propio ego, pero algunos tienen el mismo objetivo, como tú e Ise, sus egoísmos son diferentes pero persiguen la misma meta, básicamente el ego es como un método distinto de hacer las cosas, algo como un ideal, por lo tanto el conocer cuál es tu ego es fundamental para tu fortalecimiento, el auto conocimiento es lo que hace fuerte."
Tras las palabras de Gorou el joven Bael bajo la mirada pensativo, lo dicho por su semsei era otra clave para volverse más fuerte, inmediatamente su objetivo de aplastar a su rival vino a su mente y curvo sus labios en una sonrisa desafiante mientras su ego emano de sus ojos como un depredador.
"Muchas gracias Gorou-semsei." Dándose media vuelta fue en dirección a la salida. "Voy a entrenar."
Su objetivo era simple, conocerse así mismo y su ego, si lo lograba lograría comprenderse mejor por lo cuál sabría el límite de sus capacidades y cómo superarlo de manera correcta por lo cuál pasaría al siguiente nivel, dejaría a Issei atrás.
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Una semana después.
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"Cómo ya ves cambiamos de escenario de entrenamiento."
Miki quién se encontraba con Issei pero en otro lugar que no era el bosque le habló a su hijo. En sus entrenamientos habían tumbado muchos árboles y generado sismos provocados por la brutal fuerza de la castaña, los habitantes del pueblo les pidieron amablemente que ya no entrenarán en ese sitio porque estaban causando una deforestación masiva junto a temblores molestos que no los dejaban llevar su día a día tranquilamente.
"¿Y entrenaremos aquí todos los días?" Preguntó Issei observando el lugar.
Era un sitio baldío y sin vegetación alguna, sólo rocas de tamaños variados que si no tenías cuidado podrías terminar doblándote el tobillo en una mala pisada, el cielo rojo sangre del Inframundo le daba como un aire de campo de batalla dónde venían a partirse la madre indiscriminadamente sujetos absurdamente poderosos, pero contrario a todo lo que se creía sólo es el hábitat de Bestias llamadas Lukones, criaturas rango 'D', eran tan débiles que inclusive las Röwanas que son rango 'C' los superaban abismalmente.
"Si, este será nuestro nuevo sitio de entrenamiento." Fueron las palabras de la mujer quién se rascó la nuca. "Después de todo no había dónde más ir, además de que tienes que prepararte rápido."
"¿Qué? ¿Y porqué?"
"Creó que tu padre ya tuvo que haberle contado a Sairaog."
"¿Contado de qué?"
"De la razón por la que fuimos a la Capital de Lilith." Respondió la castaña.
"¿Y eso era?" Alzando una ceja Issei se cruzó de brazos.
"Bueno, básicamente fuimos a inscribirte a ti y Sairaorg al Torneo de Campeones."
"¿Torneo de Campeones? ¿Qué se supone que es eso?" Issei alzó una ceja confundido.
"Es algo parecido a los Rating Games que sólo juegan los Clase Altas, pero este es de manera individual y no por noblezas, el Torneo de Campeones es un campeonato que se realiza cada dos años dónde todos los diablos sin importar su estatus pueden participar, es bastante conocido entre los demonios de Clase baja y el ganador se le da mucho dinero." Explicó la castaña.
"Ya veo, entonces quieres que participé en ese Torneo de Campeones y me dé de ostias sólo para ganar y conseguir el dinero, eso es lo que quieres ¿cierto?"
"En parte."
"¡¿Cómo que en parte?! ¡Así que ese era tu objetivo Oka-san!"
"Si y no, el punto es que traigas el dinero y que también tomes experiencia en combate real, pelear con Röwanas todo el tiempo cómo que te está afectando la cabeza, tonto." Miki dijo con un tono burlón.
Issei por su parte frunció el ceño algo molesto producto de las palabras ofensivas de su madre, definitivamente ella actuaba como si fuera su mejor amiga o algo por el estilo olvidándose que él era su hijo, algunas veces hasta parecía que quería más a Isae qué a él. Cruzándose de brazos hizo un puchero mientras miraba en otra dirección ofendido, la mujer en cambio quedó complacida de que lo qué dijo haiga surgido efecto.
"Jeje, bueno, antes que todo quisiera darte algo." Lo dicho por Miki llamó la atención de Issei quién la volteó a ver. "Deja y lo busco." Empezando a buscar en su bolsillo algo lo encontró para luego mostrarlo. "Toma."
"¿Eh?" Fue lo que atinó a decir.
Issei alzó una ceja confundido, lo que le estaba mostrando su mamá no era ni más ni menos que una pieza de ajedrez, si no mal recordaba es una Reina. No comprendió el porqué su madre le daría algo como eso pero lo tomó para luego observarlo con detenimiento.
"Es una pieza de Reina en el juego de Ajedrez." Explicó Miki. "Te lo doy."
"¿Qué? ¿Y porqué me darías una simple pieza?"
"No es una simple pieza tonto, es una Reina y pertenece a uno de los juegos de Evil Pice de un Demonio de Clase Alta que está muerto." La castaña se cruzó de brazos.
"¡¿Qué?! ¡¿Una Evil Pice?!" Exclamó Issei sorprendido. "¡¿Cómo es que tienes algo así?! ¡¿Acaso fuiste capaz de matar a un Demonio de Clase Alta para obtener una de sus piezas?!" El castaño expresó sus dudas en gritos.
"Cálmate Cálmate, no mate a nadie, acaso me ves cara de asesina, si vas a culpar a alguien que ese sea mi maestro. El fue quién me entregó la pieza, sólo me dijo que pertenecía a un demonio que ya había muerto pero eso es todo lo que sé. Supongo que mi Semsei tuvo algo que ver aunque no estoy segura." Miki se rascó la nuca intentando recordar su pasado de hace 120 años.
"Entiendo, ¿y que se supone que debo hacer con esto?"
"Rastréalo con tu aura."
Issei hizo lo pedido eh imbuyó su poder demoníaco en la pieza de Reina y de inmediato lo noto, la pieza desprendía aura por si sólo lo cuál sería una enorme ventaja en combate ya que las reservas mágicas de uno apenas y si se verían afectadas, inmediatamente tuvo la tentación de tomar algo de la energía liberada pero su madre lo detuvo justo a tiempo.
"¡No lo hagas!" El grito de advertencia de Miki lo detuvo. "Si lo haces te volverás un demonio Callejero." Dijo la castaña.
El Hyoudou por su parte al escuchar que se convertiría en uno de esos monstruos corruptos se sorprendió y hasta asustó. Mirando la pieza de reina con más detenimiento notó que está estaba corrompida por el exceso de poder demoníaco que le puso la piel de gallina y lo comprendió, Miki por su parte suspiró al ver que Issei se había detenido justo a tiempo.
"Al no tener Rey la pieza se corrompe por el exceso de poder demoníaco lo cuál si intentarás usarla te convertirías en un demonio vagabundo, en resumen te volverías un monstruo sacada de tus peores pesadillas y al final te mataría algún diablo que se encargue de eliminar a los callejeros. Te harían una Demon Slayada jajajajaaja."
"Ja~ja~ja si muy gracioso..." Dijo con ironía en su voz el castaño. "Cómo sea, ¿Para que me lo das si no sirve en batalla?"
"No lo sé, sólo úsalo, siempre las cosas inútiles pueden servir para grandes cosas, es cuestión de saberlo usar bien."
"Está bien. Lo tendré." Issei atrapó en su puño la pieza de reina mientras observaba a su madre con una sonrisa y sus ojos prendidos en su ego. "Cambiando de tema, podemos entrenar ya, el Torneo de Campeones me espera y quiero estar preparado para avanzar al siguiente nivel. De seguro Sairaorg me está dejando atrás."
"Cómo quieras. Egoísta."
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Todos alguna vez hemos admirado a alguien, puede ser un amigo tocando algún instrumento musical o un deportista de alto rendimiento haciendo cosas que sólo podríamos soñar en hacerlas. Queremos saber el secreto, la fórmula que los han llevado a estar dónde están ahora para poder aplicarlas en nuestras vidas... Pero muy pocas veces nos preguntamos cuál es el costo de está fórmula, y si estaríamos dispuestos a pagar ese precio, haciéndonos unas personas.... Un poco más... Egoístas...
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Fin del capítulo
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