
Capítulo 2: Un camino el cuál seguir 1/3
---------
2 años después.
---------
Dos años habían pasado e Issei dentro de su casa veía por una ventana entrenar a Sairaorg con su padre. Los dos parecían divertirse mientas luchaban con espadas de madera.
"Nada mal Sairaorg, pero..." Gorou bloqueaba los ataques del pelinegro con su espada de palo y en un descuido del oji violeta lo golpeó en el estómago. "No descuides tu defensa, el atacar siempre baja tu guardia." El Bael cayó arrodillado al suelo soltando su arma.
"Y-ya veo." Tras el golepo agarró su abdomen adolorido. "Tengo mucho que aprender. Continuemos una vez más por favor Gorou-sensei." Tomando su espada de madera se puso de pie.
Issei que veía el entrenamiento sonrió, desde que Sairaorg empezó a entrenar con su padre se había hecho muy fuerte, pero eso mismo hacía que se sintiera impotente de no poder fortalecerse él.
Mientras que su rival y amigo avanzaba el seguía estancado, sus padres no querían que el castaño entrenará todavía por su edad de 12 años, a sus ojos Issei seguía siendo un niño y tenía que crecer un poco más, a diferencia de Sairaorg que ya era adolescente teniendo 14 años habiendo comenzado su entrenamiento hace 5 meses.
"Oka-san y Oto-san dijeron que me entrarían ya cuándo cumpliera mis 13 años, pero no quiero esperar más." Apretando sus puños Issei seguía observando el entrenamiento. "Si sigo esperando Sairaorg me dejará muy atrás y se convertirá en Maou primero que yo." Inconcientemente dijo sus palabras en voz alta las cuáles fueron escuchadas por sus madre que amamantaba a él bebé hermano del castaño que había nacido hace un año.
"Ise..." Musitó la castaña.
Miki nunca imaginó que su hijo y el Bael tuvieran una rivalidad para ver quién llegaba al puesto de Maou. Ahora sí comprendía porqué tanta insistencia por parte del castaño por entrenar, al final no lo pudo evitar y sus labios se curvaron en una sonrisa algo divertida.
"Oe Ise." Hablando lo suficientemente fuerte para quel castaño la escuchará llamó la atención de este que la volteó a ver.
"Oka-san... ¿Qué sucede?" Issei preguntó, aúnque nunca se esperó lo siguiente que dijo su madre.
"¿Quieres ir a entrenar conmigo? Te puedo enseñar algo de magia y el arte de la espada, claro, siquieres."
"¿Eh? ¿Entrenar? ¿Porqué tan repentinamente?" Confundió por las palabras de su madre la miró con los ojos bien abiertos.
"Veo que quieres volverte más fuerte, yo te puedo ayudar."
"¡Enserio!" Vociferó emocionado Issei.
"Shhhhh... Vas a despertar a tu hermano."
"Oh si, perdón... Además, ¿qué nombre le pondrán?"
"Aún no nos decidimos." Miki miro al pequeño bebé que amamantaba en su pecho. "Cómo sea, no me haz dicho tu respuesta."
"Sobre eso, ¡aceptó!"
"Perfecto, deja y acuesto a tu hermano." La castaña se levantó de su asiento para luego dirigirse a la cuna cerca de ahí dónde dejó dormido al pequeño.
"¿Vamos?"
"¡Sí!"
--------------
Unos minutos pasaron e Issei y Miki salieron de la cabaña directo al bosque no muy lejos del lugar, caminaron por unos momentos antes de detenerse. El castaño miró a sus alrededores emocionado, al fin iba a entrenar y quién mejor que su madre para fortalecerlo.
"¡¿Entonces?! ¡¿Por dónde comenzamos?!" Vociferó entusiasmado.
La emoción en los ojos de Issei fue evidente y esto último hizo sonreír a la castaña quién se rasco la parte trasera de su cabeza algo nerviosa a la par de pensativa. Nunca había entrenado a alguien, al contrario, fue a ella a la que fortalecieron cuándo estuvo trabajando hace unos años cómo guardiana de ciudad en la capital, era fuerte, bastante para un Clase baja se podría decir, sus prácticas y experiencia como espadachín no fueron en vano sumado a su afinadad a la magia de hielo le dieron un fortaleza suficiente cómo para alcanzar el poder de un Clase Madia a mitad de camino hasta que se encontró con un muro invisible que la estancó no dejandola avanzar.
No es un secreto que para un demonio superar la barrera de Clase Alta fue una verdadera hazaña que sólo diablos pertenecientes a Clanes Nobles eran capaces de lograr con una facilidad ridículo, y a menos de que no nacieras con un talento igual a ellos seria casi imposible lograr tal poder. Claro, había algunas excepciones, pero francamente eran muy pocos.
"Bueno supongo que comenzaremos por controlar tu poder demoníaco, no haz cumplido los 15 años asique es imposible saber a qué elemento tienes afinidad." Respondió Miki.
"¿El poder demoníaco? ¿Yo no quiero eso? ¿Porque no me enseñas mejor magia o espada?"
"Imposible." La mujer castaña cruzó los brazos bajo sus pechos mientras negaba con su cabeza. "Hay dos opciones de hacer magia, con círculos mágicos pero eso aún es muy complejo para ti asique tu mejor opción seria la segunda, usar el Núcleo Mágico."
"¿Núcleo Mágico? ¿Qué es eso?" Issei ladeo su cabeza a un lado mientras sus dudas fueron evidentes.
Miki al notar esto resopló con pereza cuándo el explicar algo se le hacia complicado asique se concentró al máximo para recordar las palabras de su maestro hace 45 o 57 años atrás, al refrescar la memoria abrió sus ojos el cuál nunca supó el momento en que los había cerrado.
"Es algo así cómo un órgano más en el cuerpo, pero sólo demonios, dragones y otro pocos seres sobrenaturales lo poseen. Está puede convertir el poder demoníaco en energía mágica la cuál usamos para hacer magia. Desde que se tuvo conocimiento de este método tan eficiente y versátil los Círculos Mágicos pasaron hacer rápidamente desechados hace miles de años."
Issei oyó atentamente lo dicho por su madre, creyó haber oído hablar del Núcleo Mágico antes pero era tan descuidado y olvidadizó que no recordó, aún así una duda más invadió su cabeza cuándo algo no encajó.
"Si los círculos mágicos fueron desechados ¿porque lo siguen utilizando?"
"No fueron desechados exactamente, pues empezaron hacer usados más frecuentemente en rituales de invocación etcétera. Pero obviamente con el pasar de los años esto fueron llevados a otro nivele."
"¿Qué quieres decir con 'otro nivel' Oka-san?" Con una ceja levantada Issei se cruzó de brazos.
"Los demonios aprendieron a sacarle el mayor provecho a los círculos mágicos, puesto que para la realización de estos se necesitan grabar runas en su interior, y estas 'runas' son como por así decirlo lo que les da vida." Explicó Miki quién exprimia su cerebro para recordar todo lo posible.
"Ya veo.. Entonces si no me equivocó las runas tienen efectos contrarios dependiendo cuáles estén grabadas en el Círculo Mágico ¿no?"
"Exactamente Ise, cada runa tiene un significado diferenre, asique variando cuál sea el significado es lo que dota de poder al Círculo Mágico que adopta el efecto de dicha runa. Por ejemplo..."
Miki pensó en una demostración y cuando se le vino algo a la mente se preparó. Issei veía con atención lo que haría su madre asique se concentró todo lo posible, unos segundos pasaron y en la mano de Miki se creó un círculo mágico mismo que tenía dentro en sus bordes tres runas:
ᚢ: Uruz: Fortaleza.
ᛏ: Tyr: Victoria en batalla, El guerrero.
ᛉ: Algiz: Protección, Victoria.
Del círculo mágico empezó a salir una espada de hielo casi cristalina, la castaña mayor tomó el arma y lo acercó a Issei mientras daba una sonrisa de auto satisfacción al ver el rostro sorprendido de su hijo. El chico castaño por su parte sólo podía observar esto con los ojos bien abierto al igual que su boca.
"Wow..."
"¿Ahora vez lo importante que son las runas en los círculos mágicos? Pueden ayudarte a tener un mejor control de tu magia y potenciarla el doble volviéndola eficaz dependiendo las runas que uses." Miki puso sus manos en su cintura. "¿Alguna pregunta?"
"Sí Oka-san. Ahora que me hablas de las runas estás me interesan más, y tengo una duda, ¿todas las mitologías tienen sus runas propias?"
"No se puede Ise. Odin es el dios que sacrificó su ojo izquierdo en el Pozo de Mimir para de este modo poder acceder a la sabiduría infinita y conocerlo todo menos el futuro, al hacerlo se convirtió en la única deidad capaz de saber sobre el conocimiento absoluto de las runas. Simplemente ningún otro panteón tiene tanta información o conocimiento sobre las runas como él, por eso nos és imposible replicarlas a nuestro modo." Explicó Miki con una sonrisa.
"Oh ya veo... Entonces... ¿Porqué Odin dejó quel poder y beneficios las runas fuera reveladas a todas las mitologías?" Ahora con más dudas que antes Issei se rasco la parte trasera de su cabeza.
Miki no fue diferente a su hijo y se rasco la cabeza de igual modo cuándo no pudo recordar lo que le había dicho su maestro en aquél momento, lo único que se le vino a la mente fue la paliza que estaba recibiendo esa vez en su entrenamiento lo cuál provocó que una gota de sudor bajará por su frente.
'Es muy difícil recordar algo que te dijeron hace 64 años y más cuándo se sumaba una paliza extra.' Pensó la castaña de cabellera larga. "Bu-bueno, eso no lo sé. 'O no lo recuerdo.' " Obviamente lo último no lo iba a decir en voz alta y con una gota de sudor bajando por su cien deshizo la espada de hielo en su mano.
"Shesh... No puedes ser..." Con algo de decepción en su rostro por no haber hallado respuesta a su pregunta suspiró pesadamente.
"Aunque no sepa esa información si te puedo decir que hay algún motivo oscuro detrás de eso. Los dioses no son tan buenos y misericordiosos cómo los hacen ver."
Miki frunció su ceño de forma sería, un recuerdo de hace 72 años vino a su mente tan clara como el agua cristalina. En el pasada antes de conocer a Gorou Hyodou su vida no fue tan tranquila como parecía, aúnque eso era un secreto que no estaba dispuesta a contar a nadie incluso a su esposo.
"¿Los dioses son malos?"
"No exactamente, pero bueno... Cambiando de tema vamos a lo que vinimos, nuestro entrenamiento, ¿controlas tu aura Ise?" Preguntó la castaña ladeando su cabeza a un lado.
"Más o menos, mi padre algunas veces me ayudo con eso aunque no de una manera seria Oka-san."
"Entiendo. Entonces en pensaremos por eso, si no controlas tu aura no la podrás moldearla para realizar Círculos Mágicos y dibujar las Runas."
Issei alzó la mano como si estuviera en la clase de algún profesor y con su mirada confundida tuvo la necesidad de preguntar una duda que se le vino a la mente.
"¿No sería mejor usar mi poder demoníaco en vez de mi aura?"
"Estás confundiendo las cosas Ise, el poder demoníaco y el aura son lo mismo." Dijo Miki aúnque sus palabras parecieron confundir más al chico.
"¿Cómo que son lo mismo?"
"Es sencillo, al ser demonios nuestro aura tiene ciertas cantidades de maldad y es algo nauseabunda, el poder demoníaco básicamente es el aura, por eso todos los diablos pueden usar poder demoníaco porque todos tenemos aura."
"¿Pero y las demás razas? ¿Todos tenemos aura?"
"No importa si los demonios son buenos o malos, su cuerpo emana un aura malvada por naturaleza, eso mismo pasa con las otras razas, no importa si es malvado o un Santo sus naturalezas no emanan tales cantidades de maldad como los diablos."
"Ya entiendo... Por eso no pueden usar poder demoníaco." Issei proceso lo dicho por su madre y se palmeo la cara. "Estoy listo para el entrenamiento."
"Eso es bueno. Ahora deberás aprender ha manipular el aura a tu antojo, cuándo lo domines medianamente bien pasaremos a la fase dos del entrenamiento y te enseñaré a cómo usar la espada."
Ante lo dicho por su madre Issei asintió con su cabeza, estaba dispuesto a hacerce más fuerte, no dejaría que Sairaorg lo dejará atrás. El sueño de los dos chicos era convertirse en Maou Lucifer, no aceptaban para nada otros cargos como el Leviatán, Asmodeus o Belzebuth, simplemente su orgullo y codicia como demonios le gritaban que querían más, estaban dispuesto a ir al mismo purgatorio si era necesario para ganarle al otro.
-------
Con Sairaorg.
-------
"Tus golpes son muy simples, tienes que ser menos predecible a la hora de atacar, en cuanto a la defensa..."
Gorou que había desviado con facilidad un golpe del Bael aprovechó el momento de su Guardia baja para aplicarle una llave llamada la guillotina que lo dejo inmovilizado.
"Bien bien me rindo." Sairaorg que no podía respirar fue soltado por el castaño quién se puso de pie.
"Tienes buena fuerza, los meses que pasaste entrenando conmigo aumentaron tu masa muscular, aún así eres predecible a la hora de atacar y tu defensa es muy pobre."
"¿Qué puedo hacer para mejorar eso?"
"Tendrás que aprender a contraatacar, tus golpes son muy buenos pero eres totalmente predecible, el mejor estilo de pelea que puedes tener es el contraataque, te ayudará en defensa y ataque."
"¿Y cómo hago eso?" Preguntó el pelinegro.
"Cuándo estás acorralado hay tres
formas en las que puedes contraatacar. La primera forma es recibir el
golpe aprovechando para atacar con
todo. La segunda forma es esquivar
el ataque en el último segundo en el
que su ataque falla queda expuesto.
Por ultimo y la tercera forma debes
contar el número de golpes entre
cada intervalo en el que descansa, cuando alguien pelea siempre tiene
que detenerse por unos segundos
para respirar por que su resistencia
no le permite seguir atacando, en
ese momento puedes presionar a
tu enemigo para volver a tomar la
ofensiva."
"O entiendo, tengo que adaptarme a esas tres formas ¿no?" Dijo Sairagor quién alzó su Guardia como el de un boxeador.
"Lo estás haciendo otra vez mal."
"¿Eh?" Confundido el Bael alzó una ceja.
"Tu postura. Intenta dejar siempre las piernas ligeramente abiertas para no desestabilizarte cuándo golpees, mantén la espalda recta, es importante no estar en tensión y mantener el tronco erguido, de lo contrario, notarás molestias en la espalda y te será incómodo pelar."
"Entiendo."
Haciendo caso a lo dicho por su ahora maestro corrigió su postura la cuál podía ser muy contraproducente para su guardia lo que le sería un desventaja a la hora de pelear. Por parte de Gorou sonrió al ver cómo este se acoplaba bien a su estilo de lucha que se centraba más al Contraataque mismo que le permitía una perfecta defensiva y ofensiva, Sairaorg fue un asco para la espada pero pelas cuerpo a cuerpo era su fuerte.
"Ahora comencemos."
El castaño se puso en guardia y comenzó atacando con un golpe directo a la cara del Bael quién a duras penas si logró mover su cabeza a un lado esquivando el ataque.
'Este es el momento, debo contraatacar.' Con ese pensamiento apretó fuertemente su puño.
Lanzando un golpe al desprotegido Gorou lo normal sería que lo logrará alcanzar, el castaño apenas y si podía lograr el poder de un Clase Media a Mitad de camino pero la brecha entre la habilidad de los dos era abrumadora y unos simples meses no sería suficiente para logra igualar años de entrenamiento y experiencia.
"Muy lento." El castaño mayor detuvo con una mano el golpe de Sairaorg quién abrió sus ojos en sorpresa. "Al contraatacar no debes dudar, tienes que lanzarte con toda tu fuerza y sobre todo velocidad para quel adversario no pueda reaccionar." Corrigió al pelinegro.
"¡Si!"
Volviendo a alzar su guardia miró fijamente a Gorou. Era Clase Baja pero ciertamente lo dudaba, esa fuerza, velocidad y experiencia eran iguales al de un demonio de rango medio por lo menos, ni siquiera podía atravesar su defensa con esos reflejos como los de una Mantis que podían interceptar sus golpes con bastante facilidad. Intentado cambiar su forma de ataque Sairaorg lanzó un Uppercut que para su desgracia el castaño esquivó inclinadose hacia atrás.
'Mierda.' Fue el fugaz pensamiento del Bael. 'Espera, debo aprovechar esto para contraatacar.' Observando en cámara lenta como el puño de Gorou se dirigió a su cara apretó sus dientes. 'Esto va a doler, pero cuándo me golpee tendrá la guardia baja, aprovecharé el momento e iré con todo.'
Con ese pensamiento en mente tenso cada músculo de su cuerpo recibiendo el golpe de frente, el castaño no se espero eso y pensó quel Bael lo iba a esquivar pero salió de su conmoción en el momento que un puñetazo viajo hacia él rápidamente, en ese instante lo entendido. Saliendo de sus pensamientos esquivó a duras penas el ataque por parte del pelinegro que rozó su mejilla, siendo el turno suyo a hora de contraatacar hundió su puño en el estómago del chico oji violeta que cayó arrodillado sujetándose la zona golpeada.
'¡Mierda! ¡Me pasé!' Fue su angustiado pensamiento. "Oe Sairaorg, ¿estás bien? Si quieres lo dejamos hasta aquí."
"¡No! ¡Por favor continuemos!"
"¿Estás seguro? Apenas y si te puedes levantar."
"Yo todavía no puedo rendirme, se lo dije aquella vez a Ise, ¡Me voy a convertir en Maou!"
-------
Clan Bael.
-------
En una de las casas más poderosas del Inframundo cierto castaño de ojos violeta caminaba por los largos pasillos del gran castillo. Este era Lord Bael quién con una cara imperturbable se encaminaba a su oficina secundado por su mayordomo. Tenía mucho en que pensar, los problemas quel Clan sufría le eran bastante pesados y todo por culpa de su padre mismo que se había retirado del pusto cientos de años atrás dónde el cómo heredero tuvo que retomar las riendas de la administración teniendo que cargar ahora con los conflictos que sufría la Casa Bael.
"¿Misla ya lleva cuatro años en coma?" Pregunto el castaña quién no se molesto en voltear a ver a su mayordomo.
"Sí señor."
"Ya veo..." La expresión de Lord Bael siguió igual de imperturbable pero el poder de la destrucción emano de su cuerpo. "Qué esposa más decepcionante tengo, es otro problema más en él cuál pensar." Con algo de repudió habló.
"Su señoría, perdón que lo contradiga pero en mi humilde opinión no creo que sea culpa de Lady Bael el estado de coma en el que se encuentra."
"Tsk." Chasqueo su lengua el líder del clan. "Cómo sea, no es como si me importará. Cambiando de tema, ¿qué pasó con él?"
"¿Quién?"
"El inútil de mi hijo... ¿Cómo era que se llamaba?"
"Sairaorg." El mayordomo respondió a su duda.
"Sí, ese mismo, ¿Al final que pasó con él? ¿Lo encontraron?"
"No señor, ya lleva dos años desaparecido."
Lord Bael suspiro en cansancio, sin decir nada más siguió su camino secundado por el hombre que se había convertido en su mano derecha, cuándo llegaron a la oficina entraron y el mayordomo hizo una reverencia.
"Compermiso me retiró Lord Bael."
"Antes de que te retires, dile a Ralph que venga."
"¿Ralph Bael-Dono? ¿A su hermano señor?"
"Si, tengo cosas de que hablar con él." Con esas palabras Lord Bael se sentó en su escritorio y empezó a ojear documentos referentes al clan.
"Cómo ordene." Saliendo de la lujosa oficina de trabajo del Líder de Clan cerró la puerta.
Lord Bael se encontraba pensativo, habían algunas discordancias en el Clan, sobre todo por la noticia que se expandia por el Inframundo de la desaparición de su inútil hijo, y la enfermedad que hacechaba a los demonios ahora contraída por su esposa, la cuál poco le importaba, nunca sintió amor o simpátia por ella, sólo se casó con Misla porque sus padres lo obligaron al ser algo muy necesario para un líder de Clan, y lo que más le decepcionó fue que "su mujer" trajo al mundo a Sairaorg, la peor vergüenza para la familia, sin poder de la destrucción no era muy diferente aún Diablo Clase baja.
En estos momentos estaba envidiado a Zeoticus, su rival, no sólo tuvo a un hijo que ya era Maou, ¿pues como no? Con su hermana Venalana que poseía el poder de la destrucción de los Bael y grandes cantidades de reservas mágicas de los Gremory, la combinación perfecta sin duda, y ahora para rematar su orgulloso que se caía a pedazos ahora también tienen otra hija igual de talentosa que Sirzech, no se podía sentir más humillado.
El rechinar de la puerta se escuchó en la oficina atrayendo la atención de Lord Bael quién por el aura que sentía ya sabía quién era. Entrando un pelinegro de ojos violetas vistiendo un pantalón negro y una chaqueta de cuello en forma de 'V' junto aúna corbata, sumado a una camisa mangas largas de igual color bajo la chaqueta. Fumando un cigarrillo y con guantes en sus manos la sonrisa maliciosa de su rostro lo hacía ver como un mafioso genérico de películas de narcos genéricamente viajas por decir poco.
"Oh Nii-sa que bueno verte." Agrandando más su sonrisa de malicia la mirada estoica de Lord Bael no vacilo. "¿Qué necesitas?" La pregunta del pelinegro sacó de sus pensamientos al castaño quién apartó su mirada de él para devolverlo a los documentos en sus manos.
Su hermano Ralph nunca le agrado ni le genero confianza, la avaricioso del último hijo de Clan era muy sabido por Lord Bael quién siempre tuvo un ojo puesto y abierto a cualquier movimiento que este hiciera, aún así necesitaba una pequeña ayuda de parte de él.
"Necesito que encuentres al inútil de mi hijo, quisiera probar con algo para ver si despierta su Poder de la destrucción."
"¿Vas hacerlo tu conejillo de indías?"
"Sí."
Lord Bael quería experimentar con su hijo. Conocer más sobre el poder de la destrucción del Clan sería mucho mejor a comparación de la poca y limitada información que se sabía sobre el mismo. Sairaorg no nació con el poder demoníaco único de los Bael's, pero si descubría un método de implementarlo en otros demonios ¿cuánto dinero no estaría ganando?
El Bael era un ambicioso en el campo del dinero, y apesar de que ya era extremadamente malo "regalar" el poder de la destrucción a otros diablos por el simple hecho de que esto es estrictamente sólo perteneciente a la Casa, el imaginarse la grandeza que obtendría su Clan pudiendo competirle o aplastar las Lágrimas de Phoenix lo lleno de codicia aún punto que podría rayar la locura, sin importarle mandar a la mierda algo tan jodidamente valioso, único y la gallina de Oro de la familia.
Por otra parte Ralph quería robarle el puesto de jefe a su hermano, sabía muy bien de los planes torcidos del castaño y aúnque él sólo quería dinero y poder al igual Lord Bael él era distinto de cierta manera, puesto que nunca se rebajaría a tanto cómo para darle a los demonios algo tan valioso como lo sería el Poder de la Destrucción al igual que mero material de compra, él nunca haría eso de ninguna manera.
"Está bien, tu hijo estará a tus pies muy pronto." Fueron sus palabras con un rastro serio y sombrío que pocas veces se le veía.
Fin del capítulo.
Aquí les dejo el capítulo 2, se que en el tema de las runas es un poco exagerado que sólo existan las runas nórdicas y no otras cómo la de los demonios o ángeles etc, pero quise contener un poco el poder que puedan tener estás, controlarlos y manejarlos de mejor manera.
Como sea, se despide su servidor ZanDiosBlack_Fic_666 adiós.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro