Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 6

Inframundo bíblico.

Castillo lucifer

Eh, pero... por que. Por que no podemos salir a buscarlo, Onii-sama. Yo sé.. que todavía sigue existiendo mi Ise, que no lo entiendes– Decía cierta pelirroja con enojo y frustración.

Es verdad, Rías... ella tiene razón, Sirzechs-sama. Nosotras... también estamos seguras, de que todavía sigue existiendo el alma de Issei-kun. Es por eso, que le pedimos...– Dijo la Himejima apoyando a su ama y amiga, dejando de hablar al ser interrumpida.

No, Rías, Akeno-san, ustedes son las que no entienden. Yo no puedo permitir que salgan a buscarlo, cuando saben bien su situación y el peligro que representa. Ahora mismos, él y sus espectros, están en Guerra con la Diosa Athena y sus santos. Ademas, tambien esta el problema de Cao-Cao y la Khaos Brigade.– Respondió el Maou con autoridad tratando de calmar a su hermana y su séquito, que escucharon hablar a cierto angel caído. 

Basta, Rías, chicas. Entiendo cómo deben de sentirse ahora mismo, que desean salir a buscarlo y econtrar la forma de traerlo de regreso. Sin embargo, comprendan que la gravedad de la situación representa un peligro. Pueden terminar involucrando a la facción demoníaca, en una guerra entre dioses o terminar muriendo en ese lugar.– Azazel hablo.

Intententando calmar el ambiente dentro el despachó del pelirrojo,  escucharon hablar al Dios Odin que dirigió su mirada en el grupo de mujeres, las cuales mostraban impotencia, tristeza y preocupación.

Vamos, Gaki-Lucifer, Gaki-Azazel. No tienen por que ser tan duros con ellas, solo están preocupadas por el chico y quieres recuperarlo. Aunque, el hacerlo les será algo difícil pero no imposible– Dijo con calma acariciando su barba, lo que llamo toda la atención de las Gremory.

De verdad, lo que está diciendo es cierto, Odin-sama– Rías pregunto.

Cierto, espero que no sea una más de sus tretas, Odin-sama. Por qué si es así, esta vez no lo perdonaré.– Rosseweise amenazó, mirando al viejo al líder de Asgard con suma seriedad.

Humph. Claro que estoy diciendo la verdad, yo no jugaría con una situación como está, Rosseweisse. Pero como dije, será algo difícil traer a Hyodou-Issei de vuelta, pero no imposible. Sin embargo, lo único que puedo hacer por el momento, es mostrarles la situación que se está presentando en este momento.– Contesto haciendo brillar el diamante en su ojo izquierdo.

Odin creo un especie de portal el cual para sorpresa de los presentes, este  les mostró el sagrado santuario de Athena. Que por la imagen que se podía observar, una violeta  batalla que se llevaban acabó en el lugar, dejando ver el considerable daño en el santuario de Athena.

Santo de tiempo.

1 hora después, en Grecia, santuario de Athena.

En la casa de virgo.

– Entiendo, así que consiguieron llegar hasta aqui vistiendo las armaduras de los espectros, para ocultar su presencia... Saga, Camus, Shura.–

Que pasa, que significan esto... Saga, Camus, Shura. Digan por que ustedes están usado las armaduras Sappury, y que fue lo que hicieron con sus dueños. Respondan, traidores.– Grito molesto uno de los espectros, recibiendo una respuesta de partes de parte de Saga.

Humph... No tenemos por que responderte, pero si quieren seguir viviendo... sigan adelante. Nosotros tres, nos encargaremos personalmente de Shaka.– Respondió Saga con seriedad.

El revivido Santo de Géminis fulminó con su mirada al grupo de expectro que gruñeron molestos, solo para escuchar la voz del Santo de virgo que agitó el rosario en su mano derecha.

Si fuera ustedes, haría caso a las palabras de Saga si desean seguir con vida. Sin embargo... No crean que permitiré, que seres tan indignos como ustedes crucen el sagrado templo de Virgo. Así que arrepientase de pisar este lugar sagrado, alimañas.... ENVOCACION DE ALMAS Y ESPIRITUS.– Aumentando su cosmos de golpe para ejecutar una de sus técnicas.

Exclamó él serio santo Dorado de Virgo, haciendo brillas el rosario con su cosmos ante la temerosa mirada del grupo de expectro. Los cuales para su mala suerte, estos cayeron al piso sin vida al ser arrebatadas sus almas por el santo de Virgo y sellarlas en el rosario.

Humph... No esperaba menos de ti, Shaka. Sin embargo, aún usando todo tu poder... no tienes oportunidad de ganar contra nosotros tres.

– Así es,no tienes ninguna oportunidad de ganar si peleas cotra nosotros tres al mismo tiempo.

No, es mejor que no lo subestimen, Camus, Shura. Shaka... el tiene el poder más que suficiente, para enfrentarnos a los tres al mismo tiempo o  derrotarnos, si nos descuidamos aunque sea un poco.– Dijo Saga llamando la atención a Camus y Shura, mirando al Santo de Virgo que dejo su portura de meditación y ponerse de pie.

Bien, ustedes tres... vengan con migo.– Dijo Shaka con tranquilidad, caminando hacia el interior de la casa de Virgo.

Que dices, seguirte. Que es lo que tratas de hacer, Shaka.– Shura pregunto.

– Es verdad, adonde nos quieres llevar, en que estás pensando en realidad, Shaka.– Camus agrego, apoyando las palabras del revivido santo de capricornio, escuchando la respuesta de Shaka.

Hum. No estoy planeando nada en especial, pero... El teñir de mas sangre el templo de Virgo, sería una gran ofensa para Buda y Athena. Así que los cuatro, solo iremos al lugar adecuado para pelear y no dañar más el sagrado templo de Virgo– Respondió sin mirarlos, llegando frentea una gran la cual abrio para entrar–  Sean bienvenidos... a la sala gemela de la casa de viego, ex-conpañeros. 

Al mismo tiempo.

En la cámara del patriarca.

La cual en estos momentos se encontraba severa mente dañada, con el joven Santo de Pegaso enterrado varios sentimetros en el piso de concreto, el cual poco apoco se puso de pie.

Haaahhh... Aquí voy, recibe de nuevos mi Ken, Aioros. Ryusiken– Meteoros de Pegaso.– Exclamó el santo de pegaso que lanzando de nuevo su técnica en contra de Aioros, lo que preocupó más a la joven diosa al ver la oscura sonrisa del revivido Santo Dorado.

No, Seiya, por favor ya basta.– Grito preocupada por el castaño.

Humph. Seiya, deberías de hacerle caso a las palabras de a Athena. No importa cuanto lo intentes, tus Meteoros son demasiado lentos para mí, solo rinde te Seiya. Con una técnica de tan bajo nivel de cosmos nunca conseguirás dañarme, eres demaciado débil para enfrentar me, Santo de Pegaso. Este... si es un verdadero ataque. Rayo atómico.– Hablo lanzando su mejor técnica contra la del joven Santo de bronce.

Ugh... Maldición.– Maldiciendo con frustración en su mente.

Seiya miro como sus Meteoros eran superados fácilmente por el ataque de Aioros, que lo golpeó de lleno mándandolo a estrellarse contra varios de los pilares del templo del patriarca.

– Ja... Te lo dije, Seiya. No importa cuantas veces te levantes y digas intentándolo, es imposible que puedas ganarme con un nivel de cosmos tan bajo como el tuyo.–  Dijo Aioros acercándose al Santo de Pegaso, sin apartar su fría mirada de la preocupada Athena.

Todo ante la presencia de cierto Dios pelinegro el cuál permanecía oculto, disfrutando ver la golpiza que recibía el joven Santo de Pegaso. Algo que llamo la atecion de los demas santos Dorados, plata y bronse, que se econtraban en el santuario. Pero en especial, la del santo de Leo y los tres santos de Bronse que lo aconpañan.

Casa de Leo

I-Inposible... Este cosmos que se siente peleando con Seiya... es.– Mirando en direccion hacía la camara del Patriarca, cos sorpresa y nostalgia.

Oye, que pasa Aioria. De casualidad conoces al dueño de ese poderoso cosmos, al que se esta enfrentando Seiya.– Pregunto serio, mirando al  santo dorado de leo.

Es verdad, pienso lo mismo que Shiryu. Ya que por tu reaccion, esta mas que calaro de que lo conoces, Aioros.

– Si, yo tan bien dedusco lo mismo que Hyoga y Shiryu, pero... Por alguna razon,  siento que ya he sentido este cosmos antes. Eh... Espera, si no mal recuerdo.– Opino dejando de hablar, escuchando la respuesta de Aioria.

– Si, ese cosmos enemigo al que se efrenta Seiya... es mi hermano, Aioros– El contesto, dejando mas que sorprendidos a la tercia de Santos de Bronce.

Mientras que al mismo tiempo.

Inframundo, Monte Yumotsu.

Huh, lo sabía... Pelear contra un santo Dorado de la diosa Athena, es muy diferente a cualquier demonio o ser del mundo sobrenatural, con los que he peleado cuando era un demonio reencarnado.– Decía cierto rubio ex-Gremory que se encontraba sujetado de ambas manos con Karana, teniendo una batalla de fuerza  destruyendo parte del suelo de tierra que pisaban.

Los dos sonrieron con emoción, antes de dar un potente cabesazo y alejarse por la fuerza del fuerte golpe. Karan reaccionó adelantándose para lanzar un rápido golpe, que para su sorpresa, este fue esquivando para enseguida ser sujetada del brazo por Kiba.

Ella gimió de dolor al ser azotada de espaldas contra el piso por el rubió, sintiendo el claro dolor del impacto de que cuerpo quedandó incrustado varios sentimetros. La pelirroja alcanzo a reaccionar a tiempo de nuevo, esquivando un peligroso golpe de Kiba para patearlo con fuerza en su pecho y poder alejarlo.

Kiba miro a la guardiana de la casa de Canser respirando con algo de dificultad, mirando el notable daño de su pelea en su cuerpo y su dañada armadura. El cual también mostraba el daño de la pelea, pero en menor cantidad que la santa dorada de Cáncer.

Q-Que pasa, tengo algo en la cara o te gustó para mírame así... Kiba de Bennu.– Pregunto sin borrar su sonrisa, mirando al rubio quien sonrió divertido por sus palabras.

Jeje. De verdad, eres  muy interesante y orgullosa, Karana de Cáncer. Aún cuando has recibido más daño que yo, sigues empeñada en derrotarme. 

Eh, que te puedo decir, estoy disfrutando demaciado está pelea. La verdad, no me importa si eres superior a mi, por que no parare de luchar hasta derrotar te.– Karan le respondió con seriedad, haciendo arder de nuevo su Cosmos reuniendo a su alrededor una gran cantidad de fuego fatuo.

Humph. Entiendo, entonces terminemos con esto, no tengo todo el tiempo para jugar contigo por que está vez, usaré todo mi cosmos en mi Ráfaga de la corona. Desaparece... caballero de Athena.  Dijo usando las alas de su armadura para elevarse sobre el cielo, creando una gran esfera de fuego que expulsaba una increíble energía y calor– RAFAGA... DE LA CORONA SOLAR....– Kiba exclamó arrojando la gran esfera de fuego hacia Karan, dejando sentir la destructiva energía que expulsaba y destruía el piso de tierra mientras más se acercaba a la pelirroja.

Maldición.... Está vez, el nivel de cosmos de su ataque es muy superior al anterior. No, no importa que tanto poder tenga, por que yo.... Yo no pienso perder, cumpliré con mi deber como la santa dorada de Cáncer.– Liberando un grito de resolución en sus palabras.

SEPULTURA... DE ALMAS.– Karan se expreso, lanzando su mejor técnica hacía la Ráfaga de la Corona Solar de Kiba, usando todo su poder y el que reunió de las almas y la energía del Inframundo. Ambos ataque colicionaron entre si, empujandose el uno al otro lo que provocó una explosión de cosmos por el choque de sus técnicas, que estremecío gran parte del terreno y desprendio grandes pesados de tierra, los cuales se que  destruian por el fuete viento.

Huh... Vamos, Karan. De verdad, piensas que con ese nivel superarás mi Ráfaga de la corona, solo rinde te y acepta tu derrota... Haaaah.– Sentenció el rubio incrementando el poder y el empuje de su ataque, lo que puso de rodillas a Karan de Cáncer.

M-Maldicion... Aún cuando incremente mi cosmos con las almas a mi alrededor, su ráfaga de la corona... sigue superando mi Sepultura de almas. M-Mierda... De verdad, yo.... voy a caer ante él– Sintiendo como el ataque del Kiba superaba su sepultura de almas– Tsk... En verdad lo siento, por no poder cumplí con mi deber como se le prometi... Athena-sama.

Dijo en su mente antes de ver como su ataque era absorbido por la gran esfera de fuego, recibiendo el impactó del espectro de lleno el cual provoco una potente explosion. Levantando una gran cortina de humo y polvo, cayendo grandes fragmentos de escombros, dejándo un enormes cráter en el lugar de la explosión.

Kiba libero un casado suspiro antes de descender hacía el gran cráter, mirando a la santa dorada de cáncer que se encontraba tendida de espaldas en el centro del cráter.

Se terminó, Karan... Ya no tienes fuerzas para ponerte de pie y el poco cosmos que te queda, solo es el suficiente para mantenerte con vida.– Dijo decendiendo al centro del cráter para acercarse a Karan– Pero reconozco, que tienes un poder increíble como guerrero y mujer... Eres digna de mis respetos y admiración.– Kiba agrego.

Mirando a la pelirroja que solo sonrió liberando un gruñido de dolor, antes de mirar al rubio. Karan suspiro con resignación, reconociendo su derrota y el grabé daño en su cuerpo como el nivel de su cosmos, que muy apenas era el suficiente para mantenerla con vida.

U-Uh... L-Lo acepto, me derrotas te. Así que apúrate y has lo... Te-Termina con movida y mi vergüenza, por fallar en mi deber como guardiana de Cáncer.– Ella hablo sin temor, mirando con valor y determinación al frío expectro que solo nego con la cabeza.

No, no pienso matar a alguien... que no está en condiciones para seguir peleando. Y aunque ahora sea un espectro, todavía mantengo mi orgullo como Guerrero– Se expreso con seriedad.

Uh... Jeje. Vaya, eso... me sorprende. Yo nunca esperé conocer, a un espectro tan noble y formidable como tú. Y eso, de alguna forma... me hace sentir satisfactoria mi derrota. Pero estás seguro de lo que haces, cuando tienes la oportunidad de matarme y debilitar el ejército de mi señora Athena.

– Claro, siempre estoy seguro de mis decisiones. Si te dejo vivir o no, eso no cambiará el rumbo de esta Guerra Santa. Sin embargo, espero el volver a pelear contra ti de nuevo y terminar con tu vida, usando todo nuestro poder.– Respondió mirando a la pelirroja, viendo como los dos regresaban de nuevo al templo de Cáncer.

Kiba la miro por una última vez antes de darse la vuelta, para empezar a alejarse y avanzar a la siguiente casa, no sin antes escuchar hablar a Karan.

Oye, Kiba de Bennu. Se que los dos somos enemigos, pero te aconsejo que tengas cuidado si llegas a enfrentarte con los santos de virgo, Libra y Leo. Sin embargo, tanpoco subestimes a la santa de Acuario, Pisis y a Milo de escorpio. Aunque ellos no son igual de fuertes que los tres primeros que mencioné, entre la orden dorada, son más fuertes que yo– Ella le advirtió, no recibiendo respuesta del espectro que solo retomó su paso y se alejo del lugar.  

De regreso al Santuario de Athena.

En la casa de tauro.

Se podían ver dos destellos de color dorado y violeta los cuales chocaban en tres si, desprendiendo partes del piso de piedra por cada golpe a la velocidad de la luz. Un fuerte resplandor ilumino la casa de tauro, seguido de un estallido de cosmos dejando ver al santo de tauro y al espectro de Grifo.

Je... De verdad.... tu poder es sorprendente, Aldebaran de Tauro. Sin duda, tu cosmos es tan por encima de varios de los demas Santos dorados. Ni siquiera el mejor de mis subordinados, te podría hacer frente en batalla. Pero ya basta de juegos, acabemos con esta pelea de una vez.– Lanzando un fuerte grito de batalla.

Claro, no pienso perder. Yo, Aldebaran de Tauro, te reconozco como un formidable rival contra el cual usaré todo mi cosmos en batalla. Aquí voy, Minos de Grifo.– Aldebaran respondió contra Minos que fue tomado por sorpresa, perdierdo de vista al formidable santo de Tauro que lo evistio y lo sujeto de su rostro.

Ugrh... Maldición– Minos maldijo en su mente soltando un gruñido, al sentir en su rostro el fuerte agarre de la mano de Aldebaran, antes de que el santo de Tauro empezar a correr con él. Este sintió el fuerte dolor cuando Aldebaran lo azotó contra varios pilares sin soltarlo, atravesando y destruyendo cada uno de ellos con su cuerpo, antes de terminar por incrustrarlo sobre uno de los muros de la casa de Tauro.

Dime, que te parece la fuerza del fuerte y noble Aldebaran de Tauro. Si se trata de fuerza física, es más que claro... que soy su perior. No estás de acuerdo, Minos de Grifo.– Aldebaran pregunto liberando el agarre del rostro de Minos, para sujetarlo de su cuello y presionarlo contra el muro.

Cambio de escena.

En la cámara del Patriarca.

En la cual se podía ver como el Santo de pegaso, era sujetado de su rostro para ser azotado contra el piso por el revivido Santo de sagitario, rematondolo de una fuerte patada que lo arrojó lejos de él.

Se terminó... Ya tuve suficiente desperdiciando mi tiempo contigo, Seiya. Solo acéptalo, no puedes dañarme y mucho menos conseguirás ganarme. En nivel de cosmos y experiencia en combate, es más que claro que soy muy superior a ti.– Dijo con frialdad mirando con fastidio al santo de pegaso, que se levantó de nuevo para ponerse de pie.

J-Jeje... Y eso que, no me importa la diferencia de nuestro cosmos o experiencia en combate, por que a mi lo único que me importa... es seguir luchando, hasta derrotaste para proteger a Athena. Y lo conseguiré de cualquier forma, aún si tengo que dar mi vida para proteger la. Reuniendo de nuevo su cosmos para volverlo atacar.

– Humph... Está bien, entiendo que eres un completo idiota, Seiya. Pero el seguir sufriendo y humillado por mi, esa es tu decisión. Ahora mismo, voy acabar con tu vida caballero de Pegaso.– Aioros lo Sentenció acercándose más al herido santo de bronce, el cual luchaba por mantenerse en pie.

Algo que provocó la burlona sonrisa de cierto Dios pelinegro El cual usaba una barrera de ilusión sobre el reloj de fuego, ocultando su presencia y persona de la vista de las personas.

Jeje... Vamos, Pegaso. Quiero que me muéstras de nuevo, esa determinación y poder que mostraste al herir mi cuerpo.– Issei/Hades dijo sintiendo una molesta y emocionante sensación, recordando el momento que el santo de pegado daño su verdadero cuerpo. Sintiendo de la nada un fuerte cosmos que provenía de la casa de Sagitario.

Humph... Pero que pasa, este cosmos que siento en la casa de Sagitario es... Je... Y ya veo, así que se trata de la armadura dorada. Aquí viene– Mirando un cosmos Dorado salir disparado de la casa de Sagitario con dirección a la cámara del Patriarca.

Issei/Hades sonrió al ver como la armadura de Sagitario se dirigía a la cámara del patriarca, mirando al santo de pegaso que dirigió su mirada al cielo para ver la armadura. La cual terminó por caer en frente de él, llamando la sorprendida atención de Athena, pero más la de Aioros.

De regreso con Seiya.

Q-Que, pero esto es... La armadura Dorada de Sagitario.– Mirando la armadura con sorpresa.

Si, al parecer vino para brindarte su ayuda y su protección... Seiya.–

Athena hablo igual de sorprendida que el santo de bronce, para mirar como la armadura empezó a resplandecer, separándose en varias partes para ser vestida por sorprendido santo de pegaso.

Humph. Ya veo, la armadura de Sagitario a protegerte. Sin embargo, eso no importa, no cambiará nada tu decidida derrota, Seiya.– Dijo Aioros con su voz fría, mirando al joven Santo de Pegaso vestido con la armadura Dorada de Sagitario.

Yo no diria lo mismo, Aioros. Pero eso, ahora mismo lo comprobaremos. Prepárate... METEOROS DE PEGASO.– Dejando salir un fuerte grito que seguido por lanzar su técnica.

Aioros reaccionó, sin tomarle muchas importancia a su ataque para terminar por ser sorprendido, que miro como la velocidad de los Meteoros de Seiya se incrementaba hasta igualar la velocidad de la Luz. Este fue sorprendido de nuevo por al el joven Santo de Pegaso que aparecio de la nada en frente de él, logrando golpearlo en su rostro con una potente fuerza que lo arrojó hacía una pila de escombros.

Ugh... Pero, que pasa. Porque él... No, no importa si viste o no la armadura dorada. Es  absurdo que él pueda controlar el cosmos de un caballero dorado, y mantenerlo en el mismo nivel.– Aioros pensó con sorpresa para levantarse entre los escombros y ponerse de pie, limpiando el claro rastro de sangré de provocado por su golpe.

El revivido Santo de Sagitario gruño molesto antes de arremeter contra Seiya, quién hizo lo mismo el volviéndose en el cosmos dorado que desprendía. Ambos castaños desaparecieron de la vista del ojo humano, permitiendo ver solo dos luces doradas al par de dioses presentes, mirandolas chocar una y otra ves para terminar por cochar contra el piso de piedra.  

Humph, En verdad eres sorprendente, Seiya. Para solo a ver utilizado la Armadura Dorada de Sagitario, un par veces... Tu cosmos, lo puedes mantener al mismo nivel de un verdadero Santo Dorado.– Dijo Aioros con seriedad el cual sujetaba amabas manos del caballero de pegaso, teniendo un enfrentamiento de fuerza y cosmos que estremecío el templo del patriarca.

Seiya sedio al ser obligado a poner un rodilla sobre el piso, tratando de resistir la fuerte presion del cosmos y la fuerza física del hermano del Santo Dorado de Leo. El salió disparado hacía atrás al recibir una fuerte patada en su pecho, sujetándose del suelo con ambas manos para lograr frenar el empuje y ponerse de pie.

Seiya no pudo reaccionar a tiempo cuando fue sujetado de su cuello por la mano derecha de Aioros, que antes de que siquiera él se diera cuenta. Este apareció enfrente de él para sujetarlo de su cuello, seguido por ser azotoado con violencia en el piso de piedra.

Piso el cual se agrietó antes de colapsar y dejar incrustado su cuerpo, rematando lo de un fuerte rodillaso en su estómago que lo hizo vomitar un poco de sangre. Aioros lo miro con burla para inclinarse y sujetarlo de su cuello, levantándolo del piso mientras aumentaba la fuerza de su agarre tratando de asfixiarlo.

Se terminó, Seiya. Si te rindes ahora, no te romperé el cuello. Pero, si elijes seguir insistiendo con creer tener una oportunidad de derrotarme, entonces acabaré con tu vida Santo de Pegaso. No inporta cuanto luche tú y los demás santos de Athena... – Mirándo a Seiya con suma frialdad.–  Y eso es... Porqué la muerte de Athena, en esta Guerra santa... es inevitable. No importa cuanto intenten protegerla, ya que al final... Athena mmorira.– Setensio Aioros con frialdad.

No, ya... Ya basta, no sigas lastimando más a Seiya... Por favor. Si lo que deseas es terminar con mi vida, entonces, has lo ahora mismo– Dijo con firmeza, acándose  más al par de castaños– Sin embargo... primero tendrás que enfrentarme y derrotarme, porque esta ves... Yo no pienso quedarme sin hacer nada, por qué lucharé a lado de los santos y asegurar nuestra victoria, en esta Guerra santa.– Athena exclamó de un fuerte grito, digno de la diosa de la Guerra justa y la sabiduría.

Aioros miro a Seiya con enojo, sin dejar de aumentar la fuerza de su agarre en el cuello del Santo de Pegaso, sintiendo como de arrepente el Cosmos de la diosa empezaba a crecer. Este se sorprendió al ver, como de la nada, el cosmos de de la armadura de Sagitario y de la diosa Athena se aferraba a su cuerpo, cubriendo la armadura oscura que viste y comenzó a cambiar de color en algunas partes.

Garhhh... P-Pero que pasa, porqué... el cosmos de Athena y la Armadura de Sagitario, están... Me estan haciendo daño, mi mente... Aggrrhh.– Aioros gruño de dolor antes de liberar a Seiya de su agarre, dejándose caer de rodillas sobre el piso para inclinarse con sus manos sobre su cabeza, y empezar a golpear su cabeza contra el piso de piedra por el fuerte dolor.

Q-Que, pero que le pasa. Porqué de la nada, Aioros... esta comenzado actúa así. Esto, es casi lo mismo que le secedio a Saga la vez que luche contra él, cuando él fue poseído y provoco la batalla de las 12 casas.– Dijo Seiya con seriedad, antes de escuchar a Aioros decir su nombre y nombrar Athena.

S-Seiya... A-Atena. P-Por favor, acaben con... migo, aprebechen que el no... no me está controlando. Acaba conmigo, date prisa y acaba con mi vida, Seiya. Has lo antes de que... el...– Decía tratando de mantenerse cuerdo, luchando por no perder su juicio de nuevo.

Cosa que sorprendió a Seiya y Athena, que los miro por una última vez antes de aparecer el rostro de cierto Dios pelinegro, mostrándole una sonrisa que solo le reflejaba diversión y maldad.

Vaya, pero que sorpresa. Parece que estoy perdiendo el control de mi pequeña marioneta, su mente está regresando y se resiste a ser controlado... Interesante.– Dijo el dios pelinegro el cual aumento su control sobre el revivido caballero de Sagitario.

Algo que instantanea mente le llamo la atención a la diosa Athena, que logro sentir el poderoso cosmos que se dirigía hacía Aioros y se encargaba de controlarlo, el cual reconoció dirigiendo su mirada sobre el l reloj de fuego.

 – Oye, resiste, no pierdas la cordura de nuevo. Dinos, quién es la persona que te está controlando, Aioros.– El santo de pegaso preguntolo que llamo la atención de la diosa, regresando su atención en los dos castaños.

N-No pierdas tiempo, Seiya... Da-Date prisa, tienes que acabar conmigo, ya... Ya puedo resistir por mucho tiempo. Yo...– Dejando de hablar.

Que su sucede, Aioros. Oye, puedes escucharme, que te pasa ami...– Seiya pregunto preocupado, recibiendo una violenta respuesta de parte Aioros.

Silenció... deja de meterte en mi camino, Seiya de Pegaso.– El respondió con vos fría, apareciendo en un rápido destello de luz violeta en frente de Seiya, con su puño derecho golpeando de lleno en su estómago.

Aioros sonrió al escucharlo gemir de dolor y vomitar un poco de sangre, arrojándolo lejos de él por la fuerza de su golpe. El solo miro con gran  satisfacción como el cuerpo de Seiya, se estrellaba de manera violeta contra las escaleras de la entrada de la cámara del patriarca.

Algo que preocupo de nuevo a la joven diosa que se interpuso en su camino, intentando detenerlo para no dejarlo que se acercará al santo de Pegaso. El cual se encontraba incrustado en las escaleras, dejando ver unas cuantas grietas en la armadura de Sagitario, justo en la Sona en dónde lo golpeo Aioros.

Es él, verdad, el que te está controlando.– Pregunto Athena con seriedad, aunque ya sabiendo la respuesta.

Humph. No sé de qué hablas, yo solo cumplo con las órdenes de Hades, por mi beneficio y permanecer con vida. El echo de querés tomar tu vida, es por mi propia decisión y hacerte ver qué has fracasado, como la diosa que se supone debe proteger de la tierra.– Respondió con seriedad pero sin borrar su sonrisa.

No, estás equivocado, Aioros. Este no no eres tú, solo estás siendo manipulado. Así que sal de una vez y da la cara... No tiene caso que te sigas escondiendo, puedo sentir tu cosmos...  Dios Hades. Dijo Athena con seriedad  para dirigir su mirada al reloj de fuego, escuchando una divertida voz.

Jaja... Parece que por fin me notaste, ya me estaba preguntando cuantó más durarias para darte dental de mi presencia... Diosa Athena. Ya han pasado 243 años, desde la última Guerra Santa. Dijo Issei/Hades con seriedad rompiendo la barrera que lo ocultaba, dejando ver su apariencia que provoco una exprecion de tristeza en la joven diosa, junto a una de sorpresa de parte del Santo de pegaso.

Algo que alerto y preocupo al resto de los Santos Dorados, pero también a los de plata y Bronce presentes el Santuario, al sentir en gigantesco cosmos del mismo Hades. Cosa que también detuvo la pelea del santo de libra con el anterior santo de Aries, preocupando al revivido patriarca al tener una falla en su plan por la precencia del Dios que los revivio.

Uh... Entiendo, entonces... era verdad. Tú, eres él elegido por el dios Hades, para contener su alma... Issei-Nii-san.– Athena dijo con tristeza al ver el rostro de su hermano como humana, después de nueve años de no verlo. Mirando la oscura sonrisa que el pelinegro le mostraba, antes de escucharlo hablar.

Eh, pero que dices...  Issei- Nii-san. No sé de qué estás hablando, yo... no soy esa persona de la que hablas, Athena. Lo recuerdas, desde la Hera del mito... los dos hemos estás peleando en una guerra sin fin. Yo, soy el dios que reina sobre la muerte, el gran Hades.– El ex-castaño le respondió con frialdad, pasando su mirada en el santo de pegaso que poco a poco se incorporo de pie, para acercarse a la diosa que mantenía su mirada baja.

No, eso... no.... No puede ser verdad. Yo... sé que todavía esa persona que es mi hermano como humana, sigue ahí...

Athena, deja de comportarte como una humana y actúa como la diosa que eres. La persona que tú conocías y solía ser tu hermano, dejo de existir. Ya te lo dije, yo soy el Dios Hades y como prueba de ello... traje de nuevo a la vida a tus preciados caballeros.– Dijo mirándola con frialdad para escuchar hablar al santo de bronce.

– Tsk... No digas tonterías, o de lo contrario te haré reaccionar a golpes de ser necesario... Issei– Parándose firmemente frente a él.

Seiya grito sin mostrar ningún temor hacia el dios, dejandole en claro de que estaba por completo seguro de cumplir sus palabras. Cosa que provoco la divertida sonrisa del frío dios, el cual solo lo miro por unos segundos antes de cambiar su divertida exprecion, por una mirada fría y carente de emocion.

Santo de pegaso, no sigas insistiendo con lo mismo. Tú, solo eres un simple humano, con un poder el cuál no puede compararse con el mío, no importa cuanto hagas arder tú cosmos. Con ese nivel como mortal, nunca conseguirás tocarme y mucho menos derrotarme.– Issei/Hades afirmo con seriedad, mirando al santo de bronce que solo ignoro sus palabras.

Yo también ya te lo dije, no me hagas repetirlo. Te voy hacer despettar a golpes de ser necesario, Issei. Así que prepa– Dijo Seiya siendo interrumpido.

No, espera. No te dejes llevar por tus emociones, atacando cuando clara la diferencia de poder, Seiya. Él, no es como los demás dioses a los que nos hemos enfrentado, su poder está por encima de ellos. Uno de los tres dioses principales, él que gobierna el Inframundo y puede llegar a supera en poder al dios Poseidón.– Ella lo interrumpió, acercándose al ex-castaño el cuál se encontraba levitando a varios metros del suelo.

Athena, no me compares con el fracasado de Poseidón. Con el poder que yo que poseo ahora, puedo estar por encima del mismo Zeus o estar al par de tu hermano Apolo. Pero basta de charlas, acaba con ella de una vez... Aioros.– Ordenó el dios con frialdad.

Si, como usted ordene, Dios Hades– Obedeciendo su orden para hacer aparecer su arco y su flecha, apuntando con ella hacía a Athena– Se terminó, Seiya. No importa cuanto intentas protegerla, mi flecha te atravesará junto con ella.– Dijo con frialdad reuniendo cosmos el cuál se torno de un color violeta oscuro, que concentro en la lapunta de su flecha.

Algo que preocupo al joven Santo de bronce vestido con la armadura de Sagitario, que sin dudarlo, se colocó enfrente de diosa para proteger la como su escudo. Seiya no pudo evitar el sentirse frustrado, intentado pesar en algo para detener en su condición la flecha de Aioros.

Es unitil, no podrás evitar que mi flechas llegué a Athena. En tu condición, ya no tienes el cosmos y la fuerza suficiente para detenerla. Solo rinde te y muere junto con Athena, seiya.– Le dijo con seriedad.

No, eso no, no te permitiré que le quites la vida. Yo, soy un Santo de Athena y mi deber es protejetla, mientras que mi corazón siga latiendo.... Siempre voy estar  orgulloso en dar mi vida para protegrla.– Respodio seguro de sus palabras.

Seiya cambio su exprecion de seriedad por una de completa sorpresa, cunado sintió como crecía el propio cosmos de la armadura en la parte de la espalda. Mirando como el cosmos dorado formaba la figura de un arco, antes de hacerlo aparecer sobre su espalda y la flecha dorada sobre su mano derecha

Que, pero... si esto es– Dijo Seiya con sorpresa.

Si, Seiya, ese... es el harco y flecha de la armadura de Sagitario. Cosa que demuestra que fuistes elegido por ella, te esta brindando su ayuda.– Athena respondio, antes de escuchar hablar a Aioros.

– Entiendo, al parecer la armadura te reconoce como su portador. Sin embargo, no inporta, no tienes el cosmos y la experiencia suficciente para usarlo como se debe– Dijo Aioros con seguridad mirando a Seiya, mostrandouna confiada sonrisa preparando su harco y flecha para apuntarle de la misma manera que él.

Lo siento, pero no pieso lo mismo, Aioros. Despues de todo, cuento con la ayuda de la armadura de Sagitario.–

Seiya le respondio reuniendo su cosmos en la flecha Dorada, tratando de concentrarse para no fallar al sentir como el piso de priedra se estremecia, debido al cosmos de los dos. Todo ante la precencia del sombrio dios, dejando ver su oscura sonrisa.

Eso es, vamos, perro Dorado de Athena. Demuestra que el revivirte como mi marioneta valio la pena, que eres capaz de acabar con la vida de Athena y el mireserable de pegaso.– Dijo en su menre mirando a Seiya y Aioros aputarse con su arco y flecha.

Se acabo, Seiya, no podras hacer nada para detenerla. Ahora siendo atravesado por mi flecha, junto con Athena.– Preparandose para disparar.

No, te lo vuelvo a repetir. Yo, no permitire que arrebates la vida a mi dios, que desidi proteger. Tu seras el unico que perdera, por que voy hacer que despiertes de su control, Aioros.

FLECHA COSMICALos dos exclamaron en un fuerte grito disparando sus flechas al mismo tiempo, la cuales terminaron por encontrase chocando punta con punta. Cosa que provoco una violenta explosion de cosmos, expulsando fuertes rafajas de viento y poder lo que preocupo a la diosa Athena, que uso su propio cosmos para protegerse.

Un gran estallido de cosmos se libero, dejando ver cómo una de las flechas era atravesada y dividida por la mirada, escuchándose el sonido de una armadura y la carne ser atravesados.

Pero cambiando de escena... 5 minutos atrás.

Casa de Escorpión.

Humph. Tal parecer, que la mayoría  de los espectros que invadieron el santuario, ya han sido derrotados. Sin embargo... este fuerte cosmos se acerca.... No, se quien se el espectro que consiguió pasar..
ya está aquí– Mirando con seriedad a su alrededor, dentro de la casa de escorpión– Vamos... por qué no sales de una vez, espectro. No me gusta jugar a las escondidad, así que muestra té o de lo contrario....– El Santo dorado ordenó, dejando de hablar al sentir el incremento de cosmos del espectro.

Milo se sorprendió al ver una aura de cosmos de color violeta arremeter contra él, embistiendo lo de frente con tal fuerza que lo obligó a retroceder varios metros. El levanta la vista para encontrarse a una mujer con una esprecion fría en su mirada, portando una Saphuri y dejando sentir un poderoso cosmos.

Es un placer conocerte, pero más el podés enfrentarme contigo y terminar con tu vida... Santo Dorado de Escorpión– Mirando con una esprecion ostil en su rostro a Milo– Mi nombre es Violeta, Violeta de Behimoth, soy la estrella oscura de la soledad... Y, la que se encargará de mandarse al reino de mi señora Hades.– Dijo la espectro presentándose ante el aeropuerto santo de escorpion, el cual respondió.

Vaya, pero quién lo diría... Sabía que el espectro que se escondía entre las obras era fuerte, pero nunca espere que fuer na mujer espectro. Pero está bien, pareces ser bastante fuerte para no ser blando contigo. Permíteme presentarme, soy Milo de escorpion, el santo dorado que protege esta casa.

– Ja. Tonterías, no me interesa saber tu nombre. Será mejor que no me menospreciar, o te arrepentirás cuando esté apunto de terminar con tu vida. No importa cuánto lo intenten, por qué no podrán evitar que tomemos la vida de la miserable  Athena. Esa patética diosa... ya está más que muerta.– Respondió Behimoth, mostrando una arrogante sonrisa que se borró al escuchar otra voz.

He... Encerio, estás segura de eso... espectro. Por qué si es así, lamentable mente, para ti... no permaneceras con vida para ver ese momento, que también para tu desgracia... nunca llegará a susedio. Tú, no saldrás de esta casa con vida, miserable espectro. Aunque no seré yo, la que se encargue de acabe contigo.– Dijo la dueña de la voz con frialdad, dejándose sentir una congelada aura de cosmos mientras más abansaba, quedando a lado de Milo y frente de la espectro.

Que pasa... una santa Dorada. No entiendo, como lo hizo. Cómo demonio fue que ella pudo llegar aquí sin sentir suprecencia... Mierda, no tengo ninguna oportunidad contra ellos dos, si deciden pelean contra mí los dos al mismo tiempo.– Mirando a la recién santa Dorada.

Pero que hacés, por qué dejaste la casa de Acuario para venir hasta aquí. Es acaso que piensas, que el enemigo puede derrotarme... Diana de Acuario.– Milo pregunto, con su sería mirada dirigida en la hermosa Santa peliazul, que en esta ocasión se encontraba usando su máscara como, la ley del santuario para una santa lo dicta.

Diana le respondió sin apartar su mirada de Violeta o más bien, del destello violeta que se miraba sobre el cielo acercándose cada ves más a la casa de escorpion, dejando sentir clara mente el fuerte y ardiente cosmos oscuro del espectro. Cosmos el cual Milo y Violenta empezaron a sentir, aunque está ultima reconociendo el cosmos del espectro que se acercaba. Diana respondió 

No, lo volveré a repetir como se lo dije a ella... Yo, no seré la que se encargue de derrotarla. Además... puedes sentir ese gigantesco cosmos en la cámara del Patriarca, cierto. Al parecer, el mismo Dios Hades hizo precencia en el Santuario. Sin embargo, por ahora solo concéntrate en acabar con ella, por que mi propio rival...  ya está aquí.– Diana contesto sin dejar de mirar la poderosa aura de cosmos violeta rodeada de fuego oscuros, que vieron caer en frente de ellos e n la entrada de la casa de Escorpion, entrando a ella para acercarse mientras dejaba sentir su nivel de cosmos el cual, sin duda, estaba al par altura de un juez y de los Santos Dorados.

Ya veo.. así que dos santos dorados  en el mismo lugar. En ese caso, me permítes unirme a su pronta diversión, Behimoth.– Hablo el espectro de cabello rubio y ojos azules, con mirada centrada en una sería Behimoth, antes de que usar las alas de su armadura para dispersar el polvo levantado por su brusco aterrizaje.

Huh... La estrella divina de la violencia, Kiba de Bennu. Que haces aquí, tan rápido y sin sufrír tanto daño lograste derrotar a la guardiana de Canser.– Le pregunto Violeta con seriedad.

Si, pero no fue ningun paseo por el parque derrotarla. El que siga de pie y tenga el cosmos suficiente para continuar peleando, es gracias a la protección que nos otorgo Hades-sama. Pero, aún así es incómodo estar dentro de la barrera, que protege el santuario.– Kiba respondió antes de pasar su mirada sobre Milo, pero en especial en la Santa de Acuario quién le regreso la misma mirada, dejando sentir los dos el gran interés por medir su fuerza en batalla.

Los dos llamaron la atención de Milo y Violeta, sintiendo como aumentaba de golpe el cosmos de Kiba y Diana. Ellos se pusieron en guardia cuando vieron a los dos lanzar una esfera de fuego negro y de polvos de Diamante, que chocaron entre sí disipándose en un potente estallido que estremecio la casa de escorpion, dejando una clara destrucción sobre el piso del lugar de la explosión.

Humph... Entiendo, eres demaciado fuerte para no ser un juez. Así que no es de extrañar, el que consíguieras derrotar a Karan.

– Así es, ella fue una oponente admirable y digna de elogiar. Esa es la esa razón, por la cual le permite permanecer con vida. Sin embargo, contigo será diferente, por que... voy acabaré con tu vida sin piedad alguna, Santa dorada de Acuario.– Respondió con seriedad. 

Perfecto, espero puedas hacerlo, antes de congelar tu cuerpo y destruirlo en pesos. Aunque sería un gran problema, si nos enfrentamos los cuatro en el mismo lugar. Por lo tanto, tú y yo... cambiaremos de lugar, sígueme.– Dijo Diana con seriedad.

Se dio la vuelta para enseguida desaparecer en un destello de luz dorada, para ser seguida por Kiba hacía la casa de Acuario, quedando solo el santo de escorpion y la seria espectro de Behimoth.

Tch... Ese tipo, aún tiene tanto poder cuando acaba de enfrentar y de derrotar a Karan. Además, esta mujer espectro... es fuerte. Su Cosmos se puede llegar a comparar, con el de un los Santos dorado o el de un juez.– Milo penso con seriedad, sin apartar la mirada de Violeta de Behemoth, la cual habló.

Oye, escorpión... Por qué no dejar de perder el tiempo, que no tengo la pasiensia para soportar tu precencia... Perro de Athena.– Ella dijo con ostiliadad, molestando a Milo.

Que... Perro... de Athena. Que estupidez, acaso no eres un miserable  espectro sacrificarle de Hades. Esto también te hace su perro o mejor dicho, su Perra... o sera Zorra.– Milo le respondió, sin importarle lo mal que sono por sus palabras al no ser su estilo, haciendo crecer la uña de su dedo índice como si fuera la ponsoña de un Escorpion. 

Mirándose fijamente, los dos aremetirton el uno contra el otro al mismo tiempo, utilizando una cegadora velocidad para terminar sujetados de ambas manos, intentando deblogar de rodillas al otro en una lucha de fuerza. La casa de escorpion se estremeció cuando el cosmos de los dos se encontraron de frente, chocando en si para tratar de empujar al otro.

Mientras que por el lado de Kiba y Diana.

Esta se encontraba siendo perseguida por Kiba, esquivando varias esferas de fuego que el rubio le lanzaba solo para terminar por ser sorprendida, al sentir el fuerte agarre de Kiba en su rostro. El cual para su  sorpresa, este  la alcanzo con  facilidad su velocidad de la luz, arrojando la con violencia contra uno de los muros de la Casa de Acuario.

Diana gruño de dolor cuándo sitio su cuerpo golpear el muro de piedra el  cual se destruyó, atravesando lo con su cuerpo mientras trataba de frenaba el fuerte enpuje. Al algo la guardiana de Acuario consiguió, dejando sobre el piso una línea de destrucción al aferrarse con sus pies para detenerse.

Increíble. Después de enfrentar a Karan y derrotarla, todavía tienes esa velocidad y fuerza física para seguir peleando. Que clase de espectro eres, ni siquiera alguno los tres jueces, estarían en buenas condiciones para seguir luchando.– Diana pregunto con seriedad, mirando un poco sorprendida a Kiba.

No lo sé, pero te equivocas... Mi poder puede compararse al de los mismo jueces, penetre entre los tres hay uno que me supera. Mi fuerza no se compara a la de el, está por encima de mi.– Kiba respondió.

Huh, Ya veo... Eso significa, que sera demaciado difícil poder derrotarme. Mi nombre es Diana, Diana de Acuario, soy la santa deseada que protege esta casa. Y será todo un onor, el poder medir mi fuerza contra un espectro tan fuerte como tú... Kiba de Bennu.– Dijo aumentando su cosmos al igual que Kiba, mirándose fijamente mientras la tencion dentro de la casa aumentaba, haciéndola templar.

Basta de charlas, mujer. Por algún motivo, Hades-sama, no pudo esperar para decidir venir al Santuario. Así que no tengo tiempo que perder, terminemos con esto, Diana de Acuario. Esta vez no me contener, te atacare con la intención de matar...– El aseguro entrando hacia el cielo su brazo derecho, creando una gran esfera de fuego.– Recibe esto...  RAFAGA... DE LA CORONA SOLAR Kiba exclamó, ejecutando su mejor técnica.

– Mierda... Su ataque, es demaciado fuerte, pero no importa.. no caeré ante el. Colelaglo todo... Ejecución de Aurora.– Diana espondio de la misma forma, lanzando su mejor ataque.

Los dos atacaron al  mismo tiempo chocando sus ataques uno otra el otro,    estremeciendo la casa de Acuario que empezó agrietarse por la colicion de cosmos. Ambos ataques se cancelaron con un fuerte estallido, volando en pedazos gran parte de suelo por la explosión, liberando una ráfaga de fuego y viento Elado que envolvió casi por completo el interior de la casa de Acuario. Pero dejando un poco de lado las batallas, que se llevaban acabo en el santuario.

Italia, castillo de Hades. 

Dentro de un gran salon sobre el balcon, donde se econtraban los dioses gemelos teniendo una partida de ajedres como distracion. Algo que los dos interrumpieron cuando escucharon abrirse la gran puerta de salon, dejando ver entrar a una hermosa mujer de cabello negro y un espectro que la acompaña. 

Me disculpo por la demora, Hypnos-sama, Tanathos-sama. Susede algo inportante para mandar llamarme, junto a uno de los tres jueces del inframundo.– Pregunto con respeto, arrodillandose junto al juez ante los dioses gemelos.

No se, eso depende de que como tu lo veas, Pandora. Sin embargo, dime... Sabes donde se ecuentra el señor Hades, ahora mismo.–

E-Eh, bueno...  Él debe de estar en sus saposentos, descansando... Hypnos-sama.– Pandora respondió agachando la mirada por la inponente precencia que rariaba de ambos Dioses, eschuchado hablar al Dios de la muerte.

Bueno, entonces, déjame decirte que estás muy equivocada, mi querida Pandora. Y eso es,  por qué el maestro Hades, en estos momentos se encuentra en el santuario de Athena, junto con Violeta de Behimoth.– Mirando con seriedad a la cenadora de su maestro  junto al juez que frunció el señor, al escuchar el nombre de la espectro bajo su mando.

– Y bien, Pandora. Dime, tienes algo que decir por tu descuido.–Hypnos pregunto.

N-No tengo escusa, me descuide al obedecer su orden y dejarlo solo. Yo esperaba el que mi señor Hades, tomara la decisión de salir su castillo para ir personalmente con Behimoth, y menos que fuera oara ir al Santuario de Athena.

– Yo pienso lo mismo, Hypnos-sama, Tanathos-sama. Aunque fuera una orden dada por mi señor Hades, como juez y superior de Behimoth, no permitiría que actuará sin antes consultarme.– Dijo el juez tratando de suavizar la reprimenda de ambos dioses hacía Pandora.

Eso lo sabemos y aceptamos tu opinión, Aioacos. Sin embargo, Pandora sabe... que no está haciendo bien su trabajo, de cuidar del maestro Hades.

– Así es, mi hermano Hypnos, tiene razón. Tu deber, Pandora... Es el evitar que actúe de forma inapropiada, como asegurrte de que su alma despertado por completo. Y sabes cuál será tu castigo, si fallas de nuevo como en la anterior Guerra Santa – Tanathos agrego con seriedad, mirando de manera fría a la intimieada pelinegra.

– S-Si, lo entiendo bien. Yo, les aseguro que no volveré a fallar con mi trabjo, no pasará lo mismo que susedio con el anterior recipiente.– Pandora respondió.

Bien, espero que cumplas tu palabra, por qué de lo contrario... Sabes que me veré obligado en efectuar tu castigo, personalmente.

– Basta, Tanathos. no tienes que ser tan ostil con Pandora, si solo obedeció su orden de retirarse y dejarlo solo, así que cálmate. Ahora mismo, ella y Aioacos, se dirigirán al Santuario... para traerlo de vuelta.– Mirando con severidad a su hermano.

Hypnos respondió dando su orden la cual Pandora y Aioacos, los cuales respondieron con un "Si" acatando sus ordenes, esperando que su señor aceptará regresar a su castillo sin problemas, escuchando la puerta del salón ser habierta.

Entiendo, si es esa la situación actual, entonces.... Yo mism, los acompañare a ellos dos al Santuario... Hypnos, Tanathos.  

Se escuchó una voz dejando ver entrar a una hermosa mujer, vistiendo una armadura del mismo color de las Saphuri, pero con la única diferencia de que está emanaba un aura de cosmos divino. Al igual que su portadora, que para sorpresa de Pandora y Ahiacos, esta tenía un claro  parecido de aspecto con los dioses gemelos.

Así que llegaste tan pronto, como lo esperaba... Ker.– Hypnos le habló con calma, mostrando una sonrisa.

Humph... Deja de ser tan carismático, Hypnos. De verdad, no entiendo cómo Tanathos y tú, son gemelos cuando son tan diferentes en algunos aspectos.– Ker le respondió, eschqndo hablar a Tanathos.

Eh, vamos, querida hermana. Sabes que a Hypnos, nunca le a agradado derramar sangre inocente, prefiere evitar los colfictos. Pero yo soy diferente, ya que me gusta ser el dios de la muerte y arrebatar la vida. Ademas, no me vas a negar... que disfrutas de ser la Diosa del Destino, para jugar con el destino de las personas.– Mirando a su hermana y la Diosa del destino, con una divertida sonrisa.

– Humph, Mejor deja de molestar con tus tonterias, Tanathos. Los acompañaré a ellos dos al Santuario, para traer al maestro de vuelta sin problemas.

– Que, estás segura. No creo que se necesario que una diosa como tú, haga acto de precencia en el Santuario de Athena.– Dijo Hypnos con seriedad.

Hypnos... De verdad crees, que algo tan insignificantes como eso me interesa. Yo, no te estoy pidiendo tu permiso para ir o no con ellos, solo les estoy avisando. Además... Espero que recuerden, cual es su deber como los consejeros de Hades-sama. Así que les sugiero, que no traten de ostigarlo sobre protegiéndolo como siempre, el es nuestro maestro y el Dios del Inframundo, por lo que sus decisiones y órdenes son absolutas.– Mirando a sus dos hermanos con suma seriedad.

Kher los repredio por su atrevimiento de aceptar por completo las decisiones de su maestro, escuchándolos liberar un suspiro resignado por saber que no era para nada bueno para ellos, el molestarla cuando los supera en poder.

Bien, será mejor que no se demoren en partir. Yo lo seguire entre las sobras, para no llamar de mas la atención. Así que andando, vayamos por el maestro.– Ordenó con voz de autoridad, mirando al espectros y Pandora.

Ker se retiro de la sala seguida de Pandora y Ahiacos, dejando a Tanathos e Hypnus los cuales suspiraron resignados, ya que conocían el temperamento de su hermana. 

Oye, Hypnus. De verdad, era necesario llamarla a ella para esta guerra. Sabes que con ella aquí presente, el maestro Hades, actuara más presipita mente al tener su apollo en todas sus decisiones– Tanathos pregunto.

Lose, pero el  llamarla fue la orden que el maestro Hades me dió, además.. ella tiene razón, Tanathos. El maestro Hades, no es un niño que necesite protección, de nosotros, que somos sus consejeros. Sin embargo, toda decisión final es dada por el maestro Hades, y debe ser acatada sin ninguna excepción.– Hablando con firmeza, mirando a su hermano.

Hypnus opino dejando en claro, que ellos tampoco han sabido actuar de forma correcta, como los consejeros de su maestro. Algo que disgusto un poco al dios de la muerte, pero aceptando que su hermano gemelo tiene razón.

De regreso a Grecia. 

Santuario de Athena. 5 minutos antes, en la cámara del Patriarca. 

En la cual se encontraban ambos dioses mirando con sorpresa, el resultado de la pelea de ambos castaños. Pero en especial por parte del dios pelinegro, quien miraba a Aioros con disgusto y desepcion por el resultado.

Ahioros... pero que desepcion. Parece que fue un desperdicio de mi tiempo a verte revivido, para terminar siendo derrotado... por un santo de Bronce.– Issei/Hades exclamó, sin dejar de ver con desprecio a Aioros.

Jeje... L-Lo siento, pero... cómo puedes ver, la señorita Tahena... Ella tiene aún guerrero formidable, digno de ser mi susesor y de mi completa admiracion– Mirando a Seiya con una sonrisa– De verdad.... eres increíbles, Seiya. Me has demostrado, la verdadera alma y el orgullo... de un verdadero guerrero digno de admirar.– Aioros se expresó mostrando una mirada de admiración, hacia el joven santo de Pegaso que sin duda se sorprendió y se sintió elogiado.

– A-Aioros, de verdad, tú... No, no puedo expresar con palabras la gratitud, de escuchar decir eso de mí.– El respondió acercándose a él junto con Athena, disculpándose por su debilidad al permitir ser controlado y utilizado, para lastimarlo y atentar contra su vida.

No, no digas nada más, Aioros. Es un dios demaciado poderoso quien te controlaba, era inevitable caer ante su poder. Además, me contaron que gracias a ti... yo todavía sigo con vida. Fue gracias a que tú, me protegiste cuando era una bebé y Saga trato matarme al ser poseído por el mal.–  Dijo Athena con un tono amable, recibiendo un acentimiento de Aioros.

Algo que disgusto más al ex-castaño, interrumpiendo su lindo momento que lo fastidiaba y provoco su enojo, el los miro a los tres por unos segundos con frialdad, antes de hablar .

Ya basta de cursilerías, Athena. Estoy harto de precenciar, tu amabilidad la cuál tanto repugno en cada guerra santa, desde que decidiste rencarnar en un cuerpo mortal.– Dijo con un tono ostil llamando la atención de Aioros, al no estar bajo su control y ver bien su rostro.

Huh. Ya... Ya veo, eres tú. Tú, eres ese pequeño niño que lleve lejos del santuario y lo deje al cuidado en un oefanato, cuando Saga cambio y notó ese extraño poder povemir en ti. Pero nunca pensé... que las cosas fueran a terminar así.– Respondió recodardo su pasado.

Algo que sorprendió a Seiya y Athena,  haciendo recordar al Santo de Pegaso cierta plática con su hermana, el día que inició su amistad con Issei. Pero también a Athena, por enterarse  deque Aioros, no solo la protegió a ella si no que también a su hermano al llevárselo del Santuario, separadolo los de ella por la seguridad de los dos.

– Ya entiendo, lo recuerdo. En aquella ocasión que le pregunté a mi hermana, como fue que Issei llegó al orfanato... Ella me dijo que un joven de cabello castaño con una caja dorada sobre su espalda, lo dejo al cuidado del orfanato.

– Comprendo, estonces... esa es la razón por la que Issei-Nii-san y yo... estuvimos separados, hasta que el abuelo lo busco y lo trajo a la mansión.– Dijo entendiendo la situación.

Si, así es... Athena-sama. El nacimiento de su hermano... no es algo que el patriarca esperara, ya que se suponía que la joven era la elegida para traerla al mundo, pero dspués de un tiempo llegó momento en que usted naciera.– Habló con calma haciendo una pausa, Aioros continuo.– Y como el nacimiento de su hermano era lgo que tenía que suseder, además de hemanar un extraño poder de él. El patriarca decidió cuidarlo para criarlo y convertirlo en uno de sus Santo, pero la repentina revelación de Saga, tome la decisión de llevar al chico lejos del Santuario. Y después susedio lo de su intento de asesinato, por lo cual lo evite y la dejé al cuidado de un hombre antes de perecer.– Dijo terminando de relatar lo sucedido.

Todo ante la indiferente y fria mirada de Isse/Hades, quien solo ver acerco más levitando cerca de ellos antes de hablar.

Terminaste...  de contar tu aburrida historia, Santo de Athena. Aunque debo de agradecerte, el que separaras mi resipiente de Athena. Pero, ya es suficientes, no es agradable escuchar hablar los molestos ruidos de un insecto... Eres simple basura, Aioros.–

Fin del capítulo 6.

Bien, aquí otro capítulo más de esta historio, que yo espero fuera de su agrado. Ya que como pueden ver, estoy tratando de tomarlo con calma y no meter cualquier cosa. Pero descuiden, que para el capítulo 8 podré un poco del pasado de Iseei y otras cosas más. Gracias por su apoyo, nos vemos.
 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro