Saludos mis apreciados lectores, aquí su loco servidor les deja el capítulo 4 de esta historia algo loca xd. El cual esperó sea de su agradó y los entretenga un poco, ya que ese es mi objetivo para animarme a seguir con esto.

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En la destruida ciudad de Kuoh, en los terreno de la academia echa escombro.

No, esto.... Esto no puede ser verdad, mi Ise... El no pudo dejar de existir, no aceptó que él sea ese dios– Esas eran las palabras de cierta pelirroja que trataba de no llorar, al igual que las demás mujeres que la acompañan.

Cierto Ángela caído le respondió.

– Lo siento, Rias.... Pero, esa es la realidad, él ya no es el Hyodou Issei que conocimos. El, en realidad, estaba destinado en ser el recipiente del alma del Dios Hades. Aunque, me sorprende un poco que vinieran los santos de la Diosa de la Guerra, Athena.– Dijo Azazel, mirando al grupo de santos que se empezó a reunir con los cuatro ya presentes.

– Así es, Athena-sama, nos dio la misión de venir a investigar este lugar, pero... con lo que acaba de pasar. Supongo, que deben de entender que hacemos en esta ciudad, por lo que esperó no a ver provocar ningún problema.– Respondió el santo de libra, esperando no provocar ningún problema. Cosa que Azazel negó.

– No, entendemos la situación que se presentó, descuiden. Aunque, ya sospechaba que uno de mis alumnos y actual Sekiryuutei, terminaría de esta manera.– Dijo un poco serio, lo que llamo la atención de las Gremory y de los caballeros presentes, en especial la Caballero de Pegaso.

– Entiendo, entonces, ustedes son conocidos cercanos de su recipiente, verdad. – Preguntó Dohko mirado al caído y las demás.

– Así es, el es... o era, mi amado siervo. Pero, puedo darme cuenta que dos de tus compañeros, también lo conocen. Y quiero saber de donde, como es que lo conocen.– Rias respondió con un expresión sería, mirando a cierto par de santos de bronce que le regresaron la misma mirada.

– Bueno, sobre eso, creo que no...– Siendo interrumpido por el santo de Pegaso.

– Esta bien, maestro Dohko. Si quieren asegurarse de que lo conocemos, yo se los diré– Mirando a Rias, Azazel, a Gasper y las demás– Y así es, lo conocemos desde hace años, antes de separarnos y de que él... huyera del santuario.– Hablo interrumpiendo al santo de libra, como también sorprender a los seres sobrenaturales presentes, con excepción de cierto caído.

– Ya veo, recuerdo que él me contó algo sobre eso, como de algunas cosas del pasado. Por lo que, puedo deducir que, tú, eres ese viejo amigo suyo llamado, Seiya.– Dijo Azazel mas relajado.

– Si, soy el mismo señor. Y se que desean preguntarme mas cosas, pero... Como esta la situación en este momento, eso no será posibles. Ustedes lo entienden, cierto.– Respondió mirando al caído y a las mujeres presente, quiénes de mala manera, entendieron la situación y se quedaron con ganas de preguntar mas.

– Bien, lo mejor sera que partamos de una vez hacia el santuario, maestro Dohko. Tenemos que volver pronto, y avisarle la situación actual a Athena-sama.

– Tienes razón, Aioria. Tenenos que regresar al santuario, lo mas pronto posible. No se sabe si el dios Handes, mande algunos de sus espectros para atacar el Santuario. Así que, nosotros nos retiramos y pido disculpas si causamos algún problema. Pero, también estoy seguro de que Athena-sama, querrá tener una reunión con ustedes. Con su permiso– Respondió el santo de libra, estando de acuerdo con el santo dorado de Leo. El grupo de caballeros se retiró del lugar, dejando al grupo de seres sobrenaturales en un profundo silicio. Claro, hasta que cierto ángel caído lo rompió.

– Huh... Creó que lo mejor será que ustedes regresen con Zirsechs, me dijo que algunos demonios del can Gremory y Sitri, lograron salvar a la mitad de los habitantes transportándolos al infierno. Pero, también... Grayfia.– Azazel les dijo con seriedad, mirando a la Maid albina que nombró.

– Hai, ahora mismo, les avisaré a los líderes para convocar una reunión de urgencia. Así que, es hora de regresar al infierno , Rias-Ojou-sama, chicas. Lo mejor será regresar con Zirsechs-sama, para preparar todo para la reunión de mañana.– Dijo Grayfia con su sería mirada, recibiendo un resignado "Si" de su cuñada y sus siervos, mientras creaba un gran círculo mágico para retirarse con las Gremory, dejando solo al serio y preocupado Ángel caído.

Al día siguiente.

En Italia...

En un gran castillo, cerca de una destruida ciudad. En la gran sala de Hades.

– Bien, ahora que todos están reunidos... Quiero que guarden silencio y escuchen con atención, ciento ocho estrellas del mal. Aquí, nuestro señor Hades... por fin ha despertado por completo.– Decía cierta mujer pelinegra mirando a los espectros presentes en el salón, arrodillados con una rodilla sobre el piso frente al trono de su Dios.

El ex-castaño hablo.

– Mis soldados, mis espectros... Desde la era del mito, cada uno de ustedes me ha servido... para conseguir apoderar me del mundo humano y hundirlo en la oscuridad.– Mirando con seriedad a sus espectros.– Ha llegado la hora de divertirnos de nuevo con esta Guerra santa , de que se dirijan a su Santuario y maten a todo caballero que se interponga en su camino. Deseo que los destruyan a cada uno de ellos, y le corten la cabeza a la maldita de Athena, y la traigan ante mi. Nosotros tornaremos este mundo de muerte y oscuridad, nos apoderaremos del mundo humano y acabaremos con cualquier ser o Dios, de cualquier otra mitología que se cruce en mi camino.– Dijo el pelinegro con autoridad, recibiendo un fuerte "Si" de cada uno de sus espectros, pasando su mirando en la hermosa pelinegra de pie a su lado.

– Bien, en ese caso comenzaremos por atacar el santuario, mi señor– Mirando a un espectro albino con una maliciosa sonrisa– Noble estrella de Minos... Escoge algunos de tus mejores espectros de tu tropa, y dirige te hacía el santuario de Athena en una hora. Muestra les a esos caballeros de Athena, el poder del segundo juez y espectro mas fuerte del inframundo.– Ordeno la pelinegra mirando al sonriente juez, que se puso de pié poniéndose el cascó de su armadura.

– Cuenten conmigo, Pandora-sama, Hades-sama. Yo, Minos de Grifo, la estrella divina de la Valentía... Le aseguró, que le traeré la cabeza de Athena y pondré a sus pies, el mas hermoso color oscuro.– El juez hablo dejando sentir parte de su poder, lo que provocó la sonrisa de Pandora y de cierto pelinegro, el cual habló.

– Espera, Minos. Tengo unos cuantos regalos entretenidos para Athena, así que llevalos contigo para que los vea y pueda disfruarlos. Estoy seguro, que te serán las perfectas marionetas para divertirse, además lleva a Bennu contigo. Después de todo el pertenece a tu tropa, entendido.– Dijo Issei/Hades mirando a su espectro, el cual sonrió divertido por escuchar su petición.

Mientras con cierto par de dioses gemelos, que se encontraba en silencio sentados en un pequeño trono, detrás del de su maestros. Ambos dioses pasaron su visita en cierto espectro rubio, quién se encontraba arrodillado a lado de los tres jueces, mostrando un fría mirada y dejando sentir un cosmos comparable con el de un Juez.

Media hora después.

– Hades-sama, le sucede algo. Quiere que lo guíe a su habitación para que descansé, mi señor.– Preguntó Pandora, al ver la incómoda expresión del rostro de su Dios.

– No, no es necesario, descansaré aquí mismo. Puedes retirarte, nececito hablar con Bennu de algo inportante antes de que se vaya, y no quiero que nos molesten. Entendido, Pandora.– Respondió el pelinegro, mirando a Pandora dudar un poco en si obedecer o no su orden.

– Hai, como usted ordene, Hades-sama. Yo me en cegare de que nadie los moleste, hasta que usted termine su plática y permita visitas.– Pandora contestó, inclinándose un poco como muestra respeto antes de salir del salón y cerrar las grandes puertas de la entrada.

– Huh... Parece que Hypnos y Tanathos, no se encuentran en este momento en el castillo y Pandora ya no están cerca. Pero, para estar mas seguros– Formando un círculo mágico de gran tamaño que cubrió el gran salón por completo, ante la sorprendida mirada del espectro rubio– Listo, con esta barrera no escuchara nadie, ni siquiera Hypnos y Tanathos. Puedes preguntarme lo que tu quieras, Kiba.– Dijo el pelinegro sorprendiendo mas al rubio, quien se acerco mas a él.

– Ya veo, ahora se que estaba en lo correcto. Así que, todavía sigues consiente de ser Issei-kun, cierto.– Kiba preguntó.

– Umh... Veamos, que se podría decir que no y si. Pero, para ahorrarnos la explicación... Se puede decir, que mi memoria como humano, sigue presente. Aunque, la vida que viví como humano, demonio, y portador de un respetado y bien temido Dragón, para mi... Ya no existe.– Issei/Hades le respondió, mirando la tranquila mirada de Kiba.

– Entiendo, aunque no se muy bien el motivó por el cual me reviviste, como uno de sus espectros. Sin embargo, sea cual sea el objetivo que desea conseguir... Yo lo ayudare para que pueda alcanzarlo.–

– Jeje... Eso lose bien, no tienes que decirlo. Pero... No creés, que ya te estas demorando demasiado en hablar... Draig.– Mirando su brazo derecho, en el cual apareció el un guantelete muy conocido, sorprendiendo un poco al rubio.

– Bueno, primero tenía que cerciorarme de que algo de ti seguía en tu cuerpo, no crees.– Dejándose escuchar una sería voz.

Draig hablo, no sintiéndose muy cómodo al saber su portador y amigo, ahora era el mismo dios del inframundo pero con sus recuerdos humanos, Hades.

– Jeje... Entiendo, no te agrada saber quien soy ahora, verdad. Después de todo, tu me contaste que te desagradan lo dioses. Cierto, Draig– Mirando la Boosted Gear en su brazo Izquierdo.

– Hupmp. Así es, no voy anegar, que me siento incómodo en este momento, pero... Si todavía existe una pequeña parte, del Hyodou o Kido-Issei, que yo conozco. Creo que puedo acostumbrarme, así que puedes contar con mi poder como siempre, si llegas a necesitarlo.– Draig respondió un poco mas cómodo, dándole entender que lo trataría como siempre aunque ahora sea el Dios-Hades.

– Kido... Hace tiempo que no escuchaba esa palabra, con mi anterior nombre como humano. Pero, descuida... Te aseguró que te divertirás a cambio de brindarme tu ayuda, te lo aseguró. Al igual que tú, Kiba– Mirando al espectro rubio.

– Hai, ahora mismo partire al sanruario de Athenna con Minos-sama y los demas, Hades-sama.– Kiba respondió con seriedad, arrodillándose ante el pelinegro que solo sonrió divertido por su acción.

– Vamos, no tienes que ser tan cortes conmigo. Después de todo, sigo siendo una parte del Issei que conoces. Además, no se bien porque, pero... Pienso que sería divertido, visitar su santuario para cerciorar que mi pensamiento es correcto.( Verdad, Saori-Nee-san, no... Tal ves, mejor deba decirte...  Diosa Athena).– Dijo mostrando una divertida sonrisa, mencionando en su mente el nombre de cierta persona, mientras una imagen de una pequeña niña de cabello lila aparecía en su mente, cambiando la imagen de una joven de 15 años de edad.

Al mismo tiempo.

En Grecia, Santuario de Athena.

Sala del patriarca.

– Con su permiso, Athena-sama. Yo, Dohko de Libra y Aioria de Leo, junto con los caballero de plata y bronce que nos acompañaron, ya hemos regresado de Japón. Le agradecemos haber enviado a Muu de Aries, para transportarnos de regreso al santuario.– Dijo poniéndo una rodilla ante su diosa, al igual que los demás caballeros que lo acompañan .

– Descuida, no deben agradecer nada. Pero, veo que no tienen buenas noticias, cierto– La diosa preguntó, notando la ausencia de dos caballeros de bronce y uno de plata, provocándole tristeza.

– Hai, lamentablemente, la ciudad en ese lugar fue destruida y la mitad de sus habitantes fueron asesinados. Además, de que dos caballeros de bronce y uno de plata, perecieron en batalla– Respondió el caballero de Leo, notando la tristeza exordio de su diosa.

– Comprendo, entonces, ellos todavía seguían en ese lugar. Pero, pudieron averiguar el nombre de la persona que eligió como su recipiente.– Ella preguntó temiendo un mal presentimiento, al ver la mortificada cara de cierto caballero de Pegaso, que tenía la mirada agachada apretando sus puños con frustración. El caballero de Libra contestó.

– Hai, lo sabemos. Al parecer, ese joven era un humano reencarnado como demonio, como también ser el actual portador, de uno de los dos temidos Dragones celestiales. Y... por lo que pudimos confirmar, gracias a los seres sobrenaturales que estuvieron presentes presentes, como también por parte del Seiya de pegaso y Shiryo del Dragón. El nombré del joven, que Hades eligió como recipiente para su alma es, Issei-Hyodou... Anterior mente conocido cuando era niño como, Issei-kido.– Levantando la mirada para encontrarse con la triste cara de su diosa.

Dohko respondió, recordando la pláctica que tuvo con cierto par de santos de bronce, como también lo poco que el sabía desde hace 15 años. Dhoko miro a su diosa ponerse de píe, a lado del santo de virgo quien es el encargado de cuidarla.

– Ya veo... Estoy segura, de que el ejército de Hades, no tardara mucho en tratar de invadir el santuario. Por lo tato... Quiero que avisen a todo caballero en el santuario, para que tomen sus posiciones y aumenten la seguridad, que estén alertas para cualquier ataque, Dohko, Aioria.– Mirando al par de caballeros Dorados.

– Hai, ahora mismo le avisaremos la situación a los demás, Athena-sama. Con su permiso.– Respondiendo ambos, para empezar a retirarse con los demás.

– Bien, entonces yo regresaré a la casa de Virgo. Sin embargo... Seiya, es mejor que te quedes  con Athena-sama. Estoy seguro que tienes algo importante de que hablar, yo me retiró. Con su permiso, Athena-sama.– Inclinándose con respeto ante su Diosa antes de retirarse.

El tranquilo caballero de virgo habló, dejando al caballero de Pegaso que fue abrazado por la pelilila, una vez que los caballeros salieron de la sala del Patriarca.

– E-Entonces... De verdad, ese presentimiento se devia a él, verdad... Seiya.– Preguntó la joven dejando de abrazar al mencionado y verlo a los ojos.

– S-Si... El mismo no los dijo, nos reconoció a mi y a Shiryu. Pero, nuca  imaginé que el terminará convirtiéndose en un demonio de la facción bíblica, o que tuviera en su poder a uno de esos dos dragones celestiales, que son tenidos hasta por los mismos dioses. Supongo que, tendré que informarle sobre esto a Shaina-san. El caballero de Pegaso le respondió, mencionando a cierta santa peliverde lo que llamó su atención.

– Ya veo, comprendo... Pero, por que quieres informarle sobre ese tema a Shaina-sana. Acaso ella lo...– Siendo interrumpida por el castaño

– Hai, así es Saori. Shaina-san... Ella era la maestra de Isse, durante el año que permaneció en el santuario y al parecer, Shaina-san... Le llegó a tener aprecio en el año que convivió con él.– Dijo el Pegaso con un poco de nostalgia

Al mismo tiempo.

En el infierno bíblio, territorio del Maou Lucifer.

Sala de reuniones del castillo.

– Bueno, creó que esta vez no es necesario, decir el motivo de esta reunión. Además, que estoy seguro que Odin-Dono... Ya lo sabe, no es así.– Decía cierto Ángel caído mirando al viejo dios que nombró, mientras las demás personas presente los miraban con atención..

– Así es, lo pude sentir. Pero, no pudo creer que fuera verdad tu suposición, Gaki-Azazel.– Respondió llamando la atención del los demás, con la excepción de los séquitos Sitri y Gremory, de Zirsechs y Serafall. Se escucho la voz de una hermosa mujer de cabello rubio, quien acompañaba al líder del cielo Michael.

– Bueno, Gabriel...  Lo que sucede, es que Ise... El es el motivo de a ver pedido tener esta reunion, pero también, Ise... Es el responsable directo, del ataque que destruyó la ciudad de Kuoh.– Azazel respondió escuchando a cierta rubia Kitsune.

–  Espero, Azazel-dono, no lo entiendo. Por que dice que el Sekiryuutei-Dono, es responsable del ataque de la ciudad de kuoh.–

– Es verdad, por que no me contantes nada sobre eso, Azazel.–

Yasaka preguntó junto con cierta Caedre, quien fulminaba con su su mirada al vago de Azazel. Cosa que también llamo la atención de Ajuka, Micahel y del equipo de vali, pero en especial la del albino. Escucharon la voz de un serio Odin, el cual respondió la pregunta de Yasaka.

– Huh... Lo que el Gaki-Azazel, quizo de decir con esas palabras, es que el Sekiryuutei, Hyodou-Issei.... Término siendo el mismo contenedor del alma del Dios Hades, que ya despertó en él chico.– Cerrando sus ojos mientras acariciaban su barba.

La sala se quedó en silencio, dejando mas que sorprendidos a los que no sabían nada de lo ocurrido. Azazel solo suspiro frustrado, tomando un poco de aire para poder hablar.

– Bien, quiero que me escuchen con atención. Creo que la situación, me obliga a contarles sobre el pasado de Ise y quien es en realidad. Cosa que solo se lo contó a Rías, Kiba, a Saji... y a mi.– Dijo el caído que volteó a ver a la pelirroja, que agachó la mirada por las caras de sorpresa y reproche de su séquito.

Salto de tiempo.

15 minutos después.

– Increíble... Así que Issei-kun, ya sabía de la existencia de Draig y del mundo sobrenatural, desde que tenia 8 años de edad. Además de poder ocultar el echo, de que los señores Hyodou, no eran sus verdaderos padres y que en realidad, el anterior mente llevaba el nombre de una de las familias mas ricas de todo Japón, los Kido.– Mirando a su hermana con firmeza.

– Es vedad, además de que fue enviado a Grecia para convertirse en un santo de la diosa Athena. Lugar del cual escapó y término siendo adoptado a los 9 años, por el matrimonio Hyodou.

– Tal parece que así es, Yasaka-Hime, incluso me sorprende que ellos chico estuviera siendo entrenado, para convertirse en uno de los Guerreros de la diosa Athena. Pero, todo esto nos dice, que en algún momento nos veremos involucrados en esa guerra santa.– Odin se expresó con calma, notando las miradas preocupadas de algunos de los presentes. Con la excepción de cierto joven albino, que en su lugar sonrió.

– Jeje... Esto es muy interesante, que me siento emocionado. Así que ahora, mi rival se convirtió en uno de los principales dioses de la mitología Griega.– Dijo el albino mas que contento, siendo llamado por cierto Angel caído.

– Oye... vamos, Vali. No estarás pensando en buscarlo para pelar con él, por que eso si provocaría un gran problema.– Azazel le habló, mirándolo con seriedad.

– Humph.... Sabes que no me importa crear problemas, Azazel. Yo solo quiero pelear contra seres poderosos, en especial con el Sekiryuutei.– El respondió, para enseguida escuchar la voz del viejo Odin

– Huh, eso lo sabemos demasiado bien. Pero, que te hace creer, que tu estas a su nivel con la cantidad de poder que pose ahora. Sin olvidar recordarte que el el chico ahora, es un dios con el poder de un Dragón Celestial.– Dijo Odin uniéndose a la plática, lo que dejo pensativo al actual Hakuryuukou por sus palabra.

2 horas después.

Mundo humano, en Grecia, santuario de Athena.

En la Casa de Aries.

– Hum... Puedo sentir un grupo de fuertes cosmos Malignos, alrededor del Santuario. Así que al fin el dios del inframundo, se decidió por movilizar a sus espectros para atacar el santuario. Además... Sera mejor que no des un paso mas, si no desea morir– Mirando al frente, encontrándose con una persona encapuchada.– Te advertí que no dieras un paso mas, sino quieres perder tu vida. Dime, quien eres y muestrame tu rostro.–

El joven caballero de Aries hablo, poniéndose en frente del desconocido encapuchado que solo miro la casa de Aries, para enseguida regresar su mirada en el caballero Dorado.

– Muu, esa es forma de dirigir te a mi. Arrodillate ahora mismos, sabes que no puedes desobedecer me, no es así. Estoy esperando tu disculpa, Muu.– Levantado su mirada para mostrar un poco su rostro.

Muu se quedo asombrado, mirando al extraño sujeto sin poder creer lo que estaba viendo, al reconocer al fin a la persona enfrente de él. Solo dio un par de pasos hacía atrás, para enseguida arrodillarse aún sorprendido.

– N-No lo entiendo, pero como es que usted, esta...– Preguntó sin mirarlo.

– Humph... Vamos Muu, deja de hacerte el tonto. Tú ya sabes como es que estoy con vida, y lo que hago en este lugar.– Le respondió con seriedad.

– Lo entendió, pero... Se me hace difícil creer, que una persona de bien como usted se venderira a Hades. Maestro....

–  Uh, eso te enseña que no siempre las personas son lo que tu ves y crees. Pero eso no importa, ya que lo único importante es la orden que te daré, Muu. Se que puedes hacerlo, no por nada eres un caballero dorado, cierto.– El le contestó mirando la expresión de sorpresa de Muu, que en segundo cambio por una mirada de molestia y se puso de pie.

– Pero, que clase de orden es esa, y mas viniendo de la persona que es mi maestro y fue el patriarca del santuario por tantos años. No importa, si se trata de una orden directa de usted, por que yo jamas levantaré mi puño en contra de Athena. Eso jamas, no voy hacer lo que usted me ordena, maestro.– El caballero de Aries le respondió molestó, no aceptando la forma tan decepcionante de actuar de su maestro.

– Hupmh... Enserio, estas seguro de no obedecer la orden de su ilustrisima, Muu.

Se escucho una voz muy conocida para el santo dorado de Aries, que quedó sorprendido por lo que  escuchaba .

– Que, pero si esas voces, son de... No puede ser esas armaduras. No puedo creer, que tanbien ustedes ayan aceptado lo que les ofreció Hades, Mascara  de Muerte, Afrodita.

Dijo Muu con gran sorpresa, mirando a otras dos personas encapuchadas, que se deshicieron de lo que los cubría, dejando ver sus rastros y las armaduras oscuras que vestían.

– Humph... Así es, Muu. Nosotros  hemos regresado a la vida, gracias al poder del Dios del inframundo, Hades. Y todo acabo o de acabar con la vida de Athena y llevarle su cabeza.– Mostrando una sádica sonrisa.

– Hai, eso es correcto. Por lo tanto, cumple con la orden de su ilustricima o quítate de nuestro camino, Muu. Hablaron el par de revividos caballeros dorados, que vestían sus armaduras con el mismo color de un Sapphuri. Los dos sonrieron para enseguida arremeter contará Muu, quien al instante reaccionó esquivando un golpe de Mascara de Muerte, seguido de una grupo de rosas envenenadas de parte de Afrodita.

Al mismo tiempo.

Italia, Castillo de Hades.

– Hades-sama, disculpe mi atrevimiento.... Pero, esta seguro de usar a esos caballeros, es posible que ellos traten de romper su acuerdo, mi señor.– Preguntó cierta mujer pelinegra.

– Huh... Descuida, Pandora. Ellos no son mas que simples titeres, puedo deshacerme de ellos si llegara a pasar  eso. Además... Parece que nuestras marionetas, ya empezaron con la diversión– Sintiendo los cosmos provenientes  del Santuario de Athena– (Si, esta vez conseguiré acabar con la vida de Athena, y una ves qe lo haga... Tu raza y la de las otras dos facciones bíblicas, seran los siguientes a los que destruya... Rias).– Dijo Issei en su mente mostrando una oscura sonrisa, mientras en su mano derecha sostenia una copa de vino, provocando la satisfactoria sonrisa en la hermosa pelinegra.

- Si, tiene razon mi señor. Estoy segura, que esta vez conseguira cumplir su sueño.– Ella se expresó mirando con aprecio a su señor.

- Hun... Así es, Pandora. Esta vez, no cometere los mismo errores de antes, pero eso no significa que no podemos divertirnos un poco. Dijo el ex-castaño con diversión, tomandose el liquido de la copa de golpe.

– No puedo estar más que de acuerdo con usted, Hades-sama. Puedo sentir, que porfin se acostumbró a su nuevo cuerpo, mi señor.– Se escuchó la voz de cierto dios menor de cabello rubio, el cual se acercó hasta quedar enfrente del pelinegro.

– Hypnos, pensé que habías dicho, que regresarías por unos días al mundo de los sueños. Oh, es acaso que tan  pronto regresaste.– Issei/Hades pregunto mirando al tranquilo dios del sueño, mientras Pandora llenaba de nuevo su copa de vino.

– No, maestro. En una hora partiré, para poner al tanto a mis dioses del sueño. Pero dejando eso de lado, no cree usted... Que hubiera sido mejor, mandar a Radamanthys al santuario en lugar de Minos y su tropa.– El dios del sueño preguntón, mirando la sonrisa que mostró su maestro.

– Humph. Descuida, no es necesaria la presencia de Radamanthys, por ahora. Con Minos y los demás, ser a más que suficiente para doblegar el santuario. Además, Hypnos...– Mirando el joven Dios.

– Si, que desea que haga por usted, maestro.– El rubio pregunto.

– Hum... Bueno, quiero que la llames a ella y le digas que venga a verme. Parece que en esta ocasión, necesitaré de su ayuda en esta Guerra. Puedes hacerlo, verdad Hypnos.

– Claro que si, Hades-sama. Ella estará complacida por necesitar de su ayuda, se lo aseguro. Así que yo me retiro, para cumplir lo mas pronto con su pedido. Con su permiso, Hades-sama– Hypnos le contestó viendo la satisfecha sonrisa de su señor, para ser una reverencia y retirase del gran salón.  

– (Bien, creo que ya es hora de mirar tu rostro de nuevo y divertirme un poco, Athena. Muy pronto este mundo, y el resto de las mitologías se teñirán de rojo y de oscuridad). Issei/Hades dijo en su mente, volviendo a mostrar su oscura sonrisa levantándose de su trono para dirigirse a su habitación.

De regreso a Grecia.

Santuario de Athena, casa de Aries.

– Tsk... Debo admitirlo, sin duda eres mas fuerte de lo que pensábamos... Muu.

– Asi es, Muu. Pero sera mejor que te apartes de nuestro camino, sino quieres morir.–Intercambiando varios golpes a la velocidad de la luz con el santo de Aries.

Una fuerte explosión de energía cósmica se formo al chocar el cosmos de los tres entre si, lo que provocó que una parte del suelo de bajo de ellos se destruyera y fueran arrojados hacia atrás, por el violentó choque de sus cosmos.

– Humph.... Era de esperarse. No por nada, fueron dos de los 12 caballeros Dorados cuando estuvieron con vida. Sin embargo.... El que se hayan vendido a Hades, y le hayan jurado su lealtad e intentar acabar con la vida de Athena...– Aumentando su cosmos de golpe– Eso es algo que no les puedo perdonar, yo mismo acabaré con sus vidas y los mandare de regreso al inframundo, Afrodita, Máscara de Muerte.

– No digas tonterías, Muu.... Tú,  seras el único que morirá aquí. Toma esto... Ondas de Inf....

– Así es, Muu. Sera mejor que estés preparado para tu muerte. Rosas pira...– Dejando de hablar junto con el peliazul.

– Muy tarde..... Desaparezcan en el universo y conviertan se en polvo. Extinción Estelar– Estirando sus brazos cubiertos con su cosmos.

Muu lanzo su mejor técnica contra los sorprendidos Mascara de Muerte y Afrodita, que fueron golpeados de lleno por su técnica y desaparecieron sin dejar ningún rastro de ellos.

–  Uh... Lo siento, maestro... Pero no le puedo permitir pasar por esta casa, aunque tenga que pelear contra usted, ahora solo somos usted y yo.–

– Humph... No cabe duda, que fuiste el mejor de mis estudiantes y un digno sucesor de la armadura de Aries. Pero estas equivocado, si crees que Afrodita, Mascara de Muerte, y yo... somos los únicos que venimos por la cabeza de Athena–  Dijo mostrando una divertida sonrisa.

– No puede ser, puedo sentir varios cosmos al rededor, o mejor dicho... Yo reconozco bien estos cosmos, nunca olvidaría sus imponentes presencias, son igual de poderosos como los recuerdo. Maldición, así que también ellos....

Mirando un violento remolino de viento, mientras el suelo crujía y una fino corte dividía el piso a su lado con facilidad, junto con un viento helado que bajo de golpe la temperatura del lugar. Muu se preocupo, al ver a tres difuntos caballeros dorados vistiendo sus armadiras, pero con el mismo color oscuro de una Sapphuri.

– N-No puedo creerlo, incluso ustedes tres que fueron considerados como los 3 caballeros Dorados, mas fuerte de la orden Dorada. Me decepcionan... Zaga, Camus, Shura– Dijo Muu con enojo y decepción, sintiéndose decepcionado de los tres santos que mencionó. El revivido caballero de Géminis hablo.

– Lo siento, Muu, pero esto eso algo que tu no entenderías. Así que quita te de nuestro camino, o de lo contrario... tendré que matarte– Dijo saga con frialdad aumentando su cosmos.

– No, no me moveré y tan poco los dejare pasar, Saga. No retroceder aunque ustedes sean cuatro, peleare contra ustedes– Respondió no dejándose intimidar por la obvia desventaja, incrementando de golpe su cosmos.

– Humph... No podemos negar, que tu poder y habilidades son de temer, Muu. Pero....– Mostrando una divertida sonrisa– Quien te dijo, que solo nosotros cuatro invadimos el santuario, solo siente los demás cosmos a tu alrededor– Zaga agregó dirigiendo su mirada en el cielo, dejándose ver varias auras de color violeta que pasaron sobre la casa de Arias, para terminar por caer en la casa de tauro.

Pero lo que mas llamo la atención y preocupo al Santo de Aries, era el aura violeta rodeada de fuego negro, la cual siguió avanzando hasta caer en la casa de cáncer. Aunque también pudo sentir, el poderoso cosmos en la casa de tauro que reconoció, como el cosmos de un juez del inframundo.

Fin del capitulo 4.

Bueno, asta aquí dejo el cap 4 de esta historia que espero aya sido de su agrado, y sin tener nada mas que decir me despido .